viernes, enero 05, 2007

La quimera de la política industrial

Es uno de esos mitos de política económica que parecen no morir nunca. Cada cierto tiempo, algún articulista o político lleno de buenas intenciones (habitualmente desde la izquierda) aboga por la implementación de una agresiva política industrial, con el Estado apoyando industrias estratégicas e incentivando inversiones en lugares mágicos.

Lo cierto es que suena muy bien, pero es una idea equivocada. De hecho, la mejor política industrial es básicamente la que no existe, y por buenos motivos.

El primer motivo sonará sacado del librillo liberal, pero no por ello deja de ser cierto: no hay ninguna garantía que los políticos sean mejores que los inversores privados decidiendo qué sectores son potencialmente rentables en el futuro. De hecho, es bastante probable que los políticos sean mucho peores que el mercado en ello, por el sencillo motivo que no tienen los incentivos adecuados para hacerlo.

Un ministro tiene una prioridad básica, ganar votos. La belleza de la democracia es que gracias a esta preocupación esto asegura que el ministro no haga cosas demasiado extrañas o deshonestas, pero también genera enormes tentaciones publicitarias sin demasiada racionalidad económica. Un ministro de fomento intentará hacer LAVs a ninguna parte, y uno de industria hará casi inevitablemente parque tecnológicos virtuales del conocimiento aeronáutico. Suenan muy bien sobre el papel, y oye, las empresas subvencionadas de turno tendrán mucho que agradecer, pero quizás en un lugar sin ingenieros, informáticos o aeropuertos quizás no sea una buena idea. La mejor manera de evitar estas potenciales pirámides de Egipto es básicamente mantener a los políticos al margen de según que cosas.

Un segundo punto, no menos importante, es el de la información. Aún con un político perfectamente orientado a tomar decisiones de futuro (fácilmente reconocible porque cabalga en un unicornio para ir a la oficina), la probabilidad que meta la pata es parecida a la de un inversor privado. El problema es que cuando un empresario decide fabricar catapultas de alta tecnología y la pifia, se arruina él solito, mientras que si es un gobierno el que pifia su política industrial tenemos a toda la economía perdiendo el tiempo mejorando armas medievales. Centralizar decisiones implica concentrar riesgos, y eso no acostumbra ser una buena idea.

El tercer factor que desaconseja la política industrial anda paralelo al anterior, y se centra en las distorsiones que crea en el mercado. Si desde la administración se potencian ciertos tipos de empresas sobre otras (sea mediante subvenciones, impuestos bajos o aranceles creativos), los empresarios tenderán a añadir esto a sus cálculos, hasta el punto que pueden acabar invirtiendo en negocios que sólo son rentables mientras las ayudas públicas existan. Si el político ha tomado la decisión equivocada, a la que se acabe el dinero tendremos una auténtica catástrofe de recursos malgastados entre manos.

Hay algo que siempre se debe tener en mente, y es que no todas las industrias pueden prosperar en todas partes. Si no hay economías de red, mano de obra adecuada, disponibilidad de suelo, capital o incluso clima adecuado ("¡Esquíe en Extremadura!") uno ya puede subvencionar lo que quiera, que la industria autosostenible mágica no aparecerá, y si lo hace, no será a un buen precio. Mejor evitar meter toda la economía en un callejón sin salida mediante planificación demasiado centralizada.

Finalmente hay una cierta ironía en pedir una política industrial, y no darse cuenta lo mucho que se parece a un estado de bienestar sólo para ricos. El estado debe proteger personas físicas, no jurídicas; subvencionar empresas es mantener a un empresario bien surtido, y a un montón de trabajadores perdiendo el tiempo en una empresa inútil. Es más justo (y eficiente) dejar que las empresas insostenibles cierren y asegurar que los trabajadores estén protegidos hasta que puedan subirse al tren de una empresa viable que evitar que alguien pierda una inversión.

¿Qué política industrial es deseable? Aquella que se aparta del medio, hace que invertir sea fácil, y no impone cuellos de botella absurdos a la economía. El estado debe asegurarse que el sistema educativo funciona, los transportes tienen la capacidad adecuada y que el dinero puede encontrar las buenas ideas y descartar las malas, y listos. Y oye, eso puede implicar ser los mejores copiones tecnológicos del mundo, con especial talento construyendo infraestructuras ajenas. Quien sabe. Una economía flexible, ágil y sin impedimentos absurdos es debe ser el objetivo, no el enésimo intento de repetir Silicon Valley.

20 comentarios:

Anónimo dijo...

Lamento decirte que huelo las antorchas de los torquemadas de siempre.

Ojalá me equivoque. Por si acaso cógete el traje ignífugo y el cubo de agua.

Anónimo dijo...

El primer motivo sonará sacado del librillo liberal, pero no por ello deja de ser cierto

Es más, tal vez por ello sea cierto. Realmente, no sólo el primero, sino los demás puntos que comentas también son aceptados por el mundo liberal.

Sinceramente el post es muy bueno. Lo que no entiendo es esa manía de justificar lo que suena a liberal para desmarcarse de ello, cuando lo compartes.

Vamos, es que este post te hace estar en entre el 10% más liberal de España, y no digamos ya del mundo.

¿Por qué debe dar vergüenza un ideario liberal si es válido? ¿Por qué mencionarlo despectivamente, como si hubiera dicho una verdad por casualidad? En muchos casos, es más, el liberal se funda justamente en los mismos argumentos que tú has utilizado. No sólo no cambia el resultado, sino que ni siquiera la argumentación.

Por lo demás, gran post.

Un saludo

R. Senserrich dijo...

Lo digo porque estoy respondiendo a un artículo de socialdemocracia.org, y como dice Carlitos, eso atrae llamas desde el flanco zurdo. Es como si estuviera defendiendo nacionalizaciones por Red Liberal.

Oh, y encantado de estar de acuerdo contigo, por una vez ;-).

Anónimo dijo...

Por mi parte no vas a recivir cañonazos... estoy de acuerdo en una parte importante.

Anónimo dijo...

Oh, y encantado de estar de acuerdo contigo, por una vez ;-).

Egócrata: yo más bien creo que estamos de acuerdo en casi todo. Lo que pasa es que sólo se discute en lo que hay discrepancia. ¿No crees?

Los dos amamos la libertad, queremos terminar con la pobreza y el terrorismo, deseamos la paz... Y seguramente en la mayor parte de las actuaciones, estemos de acuerdo.

Obviamente, siempre hay discrepancias entre la forma de alcanzar dichos valores... y ahí yo pensaré que tu razonamiento es inválido en algunas ocasiones igual que tú los míos. Dado que eres una persona que no se deja llevar en gran medida por el partidismo (aunque todos al final, tendemos un poco a defender lo que defendimos aquella primera vez... si no ya me dirás por qué somos de un equipo de fútbol, por ejemplo), me parece muy interesante discutir contigo. Sé que escuchas (y por lo tanto creo que te puedo convencer de algo) y sé que no te dejas llevar por la secta (por lo que te leo con atención, para ver si aprendo algo en lo que no había caído).

Siempre es un placer debatir contigo.

Un saludo

R. Senserrich dijo...

El futbol no es una cosa de vida o muerte. Es mucho más importante que eso.

(si, entiendo el partidismo) ;-).

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo con el post, sólo me gustaría hacer un breve apunte.

Como digo, estoy de acuerdo, pero sí creo que es beneficiosa la inversión pública en investigación.

Sinceramente no tengo datos a nivel macro, pero por lo que escucho y percibo, intuyo que, dado el nivel de conocimiento y avance tecnológico actual, es bastante difícil crear una innovación tecnológica (que luego permita crear un producto de consumo innovador y rentable) sin que parte de la inversión en I+D la haga el Estado.

Los motivos por los que opino esto son un poco largos de explicar; hoy no tengo energía para redactarlos.

Anónimo dijo...

Volvamos por un momentito al liberalismo social, a Hobhouse y todo eso. Sí, ya sé que el "bien común" es una quimera, pero siq ue existe un "beneficio ampliamente mayoritario", o aunque sea minoritario, en definitiva beneficio para una parte de la sociedad. Esto viene no a la obviedad de que hay sectores que tiene que controlar el gobierno, sino al post anterior, a la ImasD. Si a una empresa no les sale rentable investigar en tecnologías de adaptación de espacios para discapacitados, el gobierno ha de hacerlo. Si no les sale rentable invertir en según qué técnicas para mejorar la educación, idem. Etc.

Pero esto no es el tema central del post. El tema del post es, si no me equivoco, el incentivo a la creación de empresas de un determinado sector. Bien, todo lo que dices parte de la poca fe en los politicos, opinión que yo comparto, y siempre que se parte de ese postulado se llega a la de "cuanto menos toquen, mejor". Así que qué te voy a decir, que sí, que se dediquen a cobrar más impuestos a todas las empresas que más generan, y ya está. Y con eso, y con lo que nos cobran a todos, a cubrir los sectores necesarios. Eso que no falte, por Dios (como tú dices, que los transportes tengan la capacidad necesaria, etc). Y que entonces, y sólo entonces, cuando el estado pueda cubrir esos sectores, cada uno invierta su dinero por donde quiera.

Pero imaginemos un político medianamente racional asesorado por un equipo de técnicos al que le haga caso sin pensar en la maximización de votos a corto plazo, es decir: imaginemos un mundo con otra cultura política (por parte de ciudadanos y políticos). Sería bonito para la "política industrial", ¿eh?. Al final siempre acabamos con un problema de educación. Al final, como siempre, es una quimera. En fin... feliz día de Reyes y eso.

R. Senserrich dijo...

I+D es un tema aparte, y la verdad, tiendo a desconfiar de también de la intervención de los políticos a veces. Siempre se puede acabar haciendo eso tan francés de centros de investigación gigantistas llenos de científicos/funcionarios haciendo básicamente nada.

Y no empiezo a hablar de la universidad española y su desfile de dinosaurios, que me da un telele. El estado muchas veces es bastante incompetente investigando.

Anónimo dijo...

Lo de cobrar más impuestos a las empresas que más generan suena de vicio, pero termina costando un pastón a la cosa pública en sobornarlas para que no terminen llevándoselas a Bratislava.

El Estado debería ahorrarse el dineral que se va en mantener empresas inceficientes y grupos de presión varios (PAC y otras hierbas), y costaerse mediante ese ahorro una rebaja en los impuestos a autónomos y PYMES, que son quienes más riqueza generan en conjunto. Y se acabaron los problemas de las reconversiones industriales.

Anónimo dijo...

El Estado, para empezar, debe aprender a gestionar con mucha más eficiencia los recursos de los que hoy por hoy dispone. A partir de ahí veríamos si podemos permitirnos rebajar impuestos a las grandes empresas (respecto a lo de las PYMES, totalmente de acuerdo). Y las empresas, les cobres más o menos impuestos, si se quieren ir a Bratislava se irán igual. Los "sobornos" seguirán existiendo porque, por ejemplo, 10.000 despedidos y prejubilaos en Ford Almussafes por cierre de fábrica y traslado cuesta muchos votos, y mucho dinero, al gobierno autonómico de turno. Si al final las actuaciones, en política industrial y en cualquier campo, se acaban midiendo por la maximización de beneficio en cuestión de apoyos políticos, y, lo que es grave (lo otro es normal, obvio, lógico), en el corto plazo.

Anónimo dijo...

"El Estado, para empezar, debe aprender a gestionar con mucha más eficiencia los recursos de los que hoy por hoy dispone"

¡Ya te digo! Eso por descontado. Creo que sobran la mitad de las atribuciones actuales de la cosa pública. Y leyendo blogs de sanitarios, profesores y funcionarios varios, el tema de la mala gestión parece que alcanza cotas inauditas.

"Y las empresas, les cobres más o menos impuestos, si se quieren ir a Bratislava se irán igual".

No exactamente. Si bien la mano de obra es más barata de por sí, el traslado tiene muchos costes, que pueden quitarle rentabilidad a la operación. Si se intenta subir los impuestos a las grandes empresas, los costes de quedarse aumentan, e indirectamente incentivas el traslado.

Además, mucha gente no es consciente de que las grandes empresas atraen a docenas de PYMEs relacionadas con su actividad, desde lo industrial a los servicios. No sirve de mucho que se ahorren impuestos si pierden a su cliente principal y tienen que cerrar la persiana.

El problema, tal y como yo lo veo, es que existe una mentalidad heredada en parte del franquismo de pedirle al Estado (o municipio, se entiende) que se haga cargo de todo, cuando no es su competencia (a menos que se pretenda una economía planificada, pero ya sabemos como acaba la historia). Si los políticos actúan pensando en no perder votos es porque EFECTIVAMENTE las personas responden de esa manera. Y pasará tiempo hasta que la gente deje de tener esa mentalidad hacia la intromisión de lo público en la actividad privada (mentalidad que nos hace más mal que bien, por otra parte).

Anónimo dijo...

De acuerdo con tus especificaciones respecto a las empresas. Aún me queda bastante por aprender en el campo de la economía (estoy en cuarto de sociología, y tiro más por la política, aunque intentando no dejarme ningún campo).

Con respecto a la mentalidad de la que hablas, y la actuación de los partidos políticos causada por la respuesta de las personas... bien, es cierto, como es cierto que si las televisiones programan lo que programan lo hacen porque la audiencia lo pide. Pero no es toda la verdad. La verdad es que ni las televisiones ni los políticos hacen nada por cambiar esta situación, y se trata de un proceso de retroalimentación, en el que ni la gallina ni el huevo fue anes, y que necesita de un cambio por las dos partes. Y bueno, sí, esa mentelidad hace más mal que bien, enfocada al corto plazo como está (ni ciudadanos ni políticos piensan demasiado en causas futuras). Pero es imposible en este modelo democrático evitar que los partidos se muevan como entidades destinadas a maximizar su beneficio, en votos. Lo deseable sería que lo hiciesen de una forma consecuente y coherente, y en base a una democracia participativa con ciudadanos informados y conscientes. Esa información, coherencia, etc, no puede darse (probablemente por este orden, aunque no necesariamente) sin un interés de los ciudadanos y una iniciativa de los partidos y demás instituciones políticas. ¿Responderían positivamente los aprtidos ante iniciativas ciudadanas mayoritarias de este estilo? Probablemente sí, para sobrevivir. ¿Pero podrían darse estas iniciativas sin la participación en su embrión de partidos e instituciones? Me temo que no. Ni debemos esperarlo todo del Estado, ni debemos pedirle menos de lo que nos debe dar.

Anónimo dijo...

Volviendo al I+D, efectivamente el problema de lo público reside en dónde invertir. Pero sinceramente no me parece realista esperar que la tecnología (y en consecuencia la industria) avance mucho sin inversiones sin ánimo de lucro.

Mejplico: para que una empresa privada invierta en I+D, tiene inevitablemente que ver beneficios a medio plazo. Sin embargo, con el actual conocimiento, una innovación probablemente requiera muchísimo tiempo y personal dedicado, sin dar frutos inmediatos.

Por ejemplo, un fabricante de coches podrá emplear dinero en investigar cómo reducir el rozamiento de los engranajes, estudiar diferentes tipso de lubricantes, cómo les afecta la temperatura, cuál es más barato de fabricar, etc. Y así dará pequeños pasos y mejoras para pulir su producto, pero nunca se arriesgará a investigar durante 20 años para buscar una nueva tecnología que quizá, aún así, nunca llegue.

Probablemente la nanotecnología, las mejora de la energía solar, los nuevos materiales, los ordenadores cuánticos, antes de ser comercializables requieren de una fase previa de prueba y error muy larga, así como recurrir a abundante bibliografía especializada como tesis doctorales que ningún inversor privado financiaría.

Citoyen dijo...

Mi libro de politica de competencia decía algo tal que "Lo que nosotros defendemos no es que pueda existir una contradicción de objetivos entre la política industrial y la de competencia, sino que una buena política de competencia es la mejor política industrial".

En fin, felicidades una vez mas

Anónimo dijo...

Para su informacion, paises comoEstados Unidos, Japon y Alemania tienen politica industrial. Ciertamente en cada pais la implementa a su su modo, en Estados Unidos los pedidos del gobierno y las subvenciones a fondo perdido para investigacion tecnica y cientifica, permiten que el gobierno decida que sectores deben ser impulsados y en que medida. Informese usted de las subvenciones del gobierno USA a la industria petrolfera o a los productores de combustible sintetico, para mas informacion. De la ligazon entre el sector industrial y el gobierno, tanto antes como despues de la guerra mundial, en Alemania y Japon no hay mucho que decir que no hay sido ya explicado hasta la saciedad.

Si lo que usted insinua es que en España la mejor politica industrial es la no existe, pues ahi puede que usted este en lo cierto, pues nada mas entrar en la UE el pais decidio convertirse en asilo y solarium de Europa. Y en eso estamos, conviertiendonos sin presa pero sin pausa en un desierto industrial (multis aparte, que pronto tambien). Para eso, desde luego, no hace falta ninguna politica industrial, y aun menos una politica urbanistica. Viva la libre iniciativa.

Por cierto, no voy de Torquemada, solo aporto el ejemplo de los tres paises lideres industriales del mundo, y que si tienen politica indistrial.

Anónimo dijo...

Hola anónimo, disculpe que le conteste yo:

- "Para su informacion, paises como Estados Unidos, Japon y Alemania tienen política industrial."
- "Muy cierto, en mayor o menor medida, todos los países desarrollados del mundo la tienen. ¿Hay alguno que no la tenga por ínfima que sea?"

- "Ciertamente en cada pais la implementa a su su modo, en Estados Unidos los pedidos del gobierno y las subvenciones a fondo perdido para investigacion tecnica y cientifica, permiten que el gobierno decida que sectores deben ser impulsados y en que medida."
- Efectivamente, como ha denunciado el GAO, existen terribles intromisiones estatales en la libertad de investigación científica en USA por parte del gob. Bush, decidiendo como le sale de los mismísimos cómo se supervisan unos u otros artículos, etc., minando así uno de los pilares del desarrollo al favorecer algunas investigaciones por una cuestión puramente gonadal.

- "De la ligazon entre el sector industrial y el gobierno, tanto antes como despues de la guerra mundial, en Alemania y Japon no hay mucho que decir que no hay sido ya explicado hasta la saciedad."
- Por supuesto, pero hay que explicarlo con sus aciertos y sus errores. Por ejemplo, ahora le traigo algunos errores de subvención y de garantía: la 1ª con los ferrocarriles en USA y la 2ª con supuestas garantías de Hacienda en Japón en lo referente a valores mobiliarios y precio del suelo que, unidos a una exacerbada especulación, trajeron 2 crisis económicas de 3 pares de narices. Esto está cogido de 2 autores: Sala i Martin (este será sospechoso) y Malkiel (pero éste -admirador de Keynes- supongo que no será tan sospechoso... Digo yo).
Y con estos pedazo de errores… No es posible que haya otros factores detrás que hacen que no esté tan sumamente mal la cosa y que se recuperen con facilidad???
Lo que quiero decir es que una política industrial dirigida puede acertar y de hecho, acierta en btes. ocasiones pero tb. falla a menudo. Entonces, es un factor decisivo o es un factor secundario y a menudo prescindible???

- "Si lo que usted insinua es que en España la mejor politica industrial es la no existe, pues ahi puede que usted este en lo cierto, pues nada mas entrar en la UE el pais decidio convertirse en asilo y solarium de Europa."
- No hombre, que España ha sido el solaruium de Europa desde antes. Ayyysss, esas películas con el Ozores, el Pajares, el Esteso y las suecas. Se acuerda, ¿con todas esas guiris en pelota picá y en tanga? Qué tiempos!!! La Meca del Cine!!! ;-)

- "en eso estamos, conviertiendonos sin presa pero sin pausa en un desierto industrial (multis aparte, que pronto tambien)."
- ¿Ha pensado que esta noticia –seguramente sin ser concluyente- tb. puede estar aportando su granito de arena al asunto?
http://www.elpais.com/articulo/economia/Espana/cuarto/pais/OCDE/dificil/abrir/negocio/elpepueco/20060911elpepueco_2/Tes

- “Para eso, desde luego, no hace falta ninguna politica industrial, y aun menos una politica urbanistica. Viva la libre iniciativa.”
- Viva la iniciativa dirigida!!! Viva la crisis del ferrocarril useña!!!, viva la crisis japonesa donde el palacio imperial valía más que toda California!!!
Ya más en serio, discrepo con Ud. aunque no del todo. Sí que hace falta una política industrial (“hotia” lo que acabo de decir, en RL me van a fusilar).

O mejor dicho, hace falta una política económica adecuada que repercuta de manera general y positiva en la industria y demás sectores. Mire, para el 2007, el Banco Mundial y la Corporación Financiera Internacional ya recomiendan una política económica de desarrollo que –a simple vista- no parece del todo mala. Se basa en estas 4 directrices que requieren más voluntad que otra cosa:

- Comenzar simplemente y considerar reformas administrativas que no necesiten cambios legislativos. (empezar por lo sencillito y no sobrecargar la normativa o modificarla en exceso)

- Eliminar procedimientos innecesarios, reduciendo el número de burócratas con que los empresarios tienen que interactuar. (por favor, recuerde lo que dice El País, que luego nos ponene en esos ránkings tan deplorables)

- Introducir formularios de aplicación estándares y publicar tanta información regulatoria como sea posible. (o sea, facilitarle al empresario el acceso a la normativa existente: por lo menos no se liará tanto…)

- Recordar: muchas de las frustraciones para las empresas provienen de cómo se administran las regulaciones. La internet alivia estas frustraciones sin cambiar el espíritu de la regulación. (¿no es mejor favorecer la competencia en lo que tenemos que establecer una orientación que pueda resultar inadecuada?)

Y mire, es una manera de reformar sin necesidad de poner o quitar normativa ni tener que hacer desmanes o arriesgar demasiado. A simple vista la idea no parece mala. ¿No sería preferible que la UE empezara por algo como esto y ver qué resultados tiene? A lo mejor no es tan malo y, aunque sean medidas liberales, fíjese si cedo parcelas de mi credo particular que no añado la supresión de normativa supérflua o cosas de esas que tan acostumbrado estará a leer.

Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...

Vaya, al final el enlace ha salido completo. Egócrata, si puedes borra el post. anterior

Anónimo dijo...

Bueno, todo este razonamiento es aplicable al cine. Un día me encantará hablar de ello con ustedes, pues es un tema deliciosamente tabú en izquierda y derecha.