lunes, noviembre 24, 2008

Partidos a la francesa

Es una de esas cosas que repetimos por aquí a menudo, pero nada sale gratís. Ni en economía (que le pregunten al contribuyente americano, que lleva todo este otoño salvando bancos en crisis), ni en política. Como es costumbre en Francia, el partido socialista se ha pasado las últimas dos semanas a tortazos, disfrutando el estupendo y placentero sistema de primarias electorales.

Es tarde, tengo sueño y parece que Citigroup está a punto de estirar la pata (hablando de contribuyentes americanos gastando dinero, me toca otra vez pasar por caja), así que me remitiré a un viejo artículo sobre selección de líderes en partidos políticos como punto de partida. Básicamente, el PSF está intentando aplicar un sistema que parece justo en teoría, pero que es muy torpe en la práctica cuando se aplica en un partido europeo.

Las primarias funcionan -de hecho, son básicamente imprescindibles- en partidos muy poco estructurados como los partidos americanos. Los partidos aquí son más un paraguas ideológico que un grupo organizado al estilo europeo; simplificando un poco, son una coalición de individuos con ambiciones individuales con ideas políticas vágamente parecidas entre sí. Dependiendo de la región y la zona veremos sub-partidos más estructurados y organizados (en las ciudades, los partidos son burocracias que harían a Pepe Blanco llorar de alegría), pero a escala nacional son una confederación de ambiciones. Las primarias en Estados Unidos no están resolviendo una disputa entre grupos organizados; estos básicamente no existen.

Los partidos políticos franceses son, dentro de lo que cabe, lo más parecido al desorden individualista que vemos en Estados Unidos que podemos encontrar en Europa. Son organizaciones relativamente débiles y personalistas, con una militancia no demasiado numerosa (incluso comparados con España). Aún así, son partidos políticos relativamente ordenados que viven bajo una ley electoral espantosa; tienen una estructura, organización, militantes y facciones, y son un agregado más rico y profundo que los atomizados partidos americanos. Una tendencia o corriente en un partido francés acostumbra a ser un chiringuito de adoración al líder de esa facción, sí, pero es también un grupo de gente que le apoya en la organización, no sólo que le votan cuando toca.

¿Qué quiero decir con esto? Que un sistema de primarias directo en el que el ganador se lleva todo no es necesariamente una buena idea. Es el equivalente político a que después de unas elecciones generales todos los que han votado al partido perdedor tuvieran que dar todos sus bienes a los ganadores; la facción perdedora tiene una base de poder real (son alcaldes respetados, diputados con experiencia, presidentes y consejeros autonómicos que trabajan duro, secretarios de agrupación y concejales que conocen su distrito y ganan apoyos), y es básicamente absurdo pensar que van a callar y obedecer sin rechistar siempre.

En el PP, sin ir más lejos, Esperanza Aguirre no puede dejar de ser presidenta autonómica o dejar de aplicar el programa que la llevó a su cargo; si contradice a Rajoy a ella le trae al pairo. Sus jefes son los votantes, no la dirección del partido. Si el partido hubiera tenido primarias y Rajoy hubiera vencido a Aguirre, la presidenta n puede dejar de hacer su trabajo en la comunidad, y este puede contradecir a Rajoy. Del mismo modo si Borrell tras ganar las primarias estaba trabajando y diciendo cosas que contradecían o hacían imposible el trabajo del aparato regional (menos descentralización, cabreando al PSC; trasvases, cabreando a los aragoneses) no es esperable que los militantes y líderes del resto del partido se lobotomicen para complacerle.

¿Es el sistema de primarias un imposible en partidos organizados? No del todo, pero tiene problemas muy graves. Si no se utiliza más a menudo es básicamente porque no da una ventaja competitiva sólida al partido en las urnas; no hay demasiados partidos europeos que tomen el riesgo de divisiones que conlleva.

Por supuesto, el PSF siendo lo que es, ni se han esperado en que emerjan contradicciones y conflictos para empezar a liarse de tortas post-primarias. Royal, ya va camino de los tribunales. La clase política francesa es, como de costumbre, autista, tozuda, opaca, malcriada y encantadora.

3 comentarios:

Citoyen dijo...

El figaro recoge una expresión del independent bastante graciosa para referirse al suceso:

"Combate de mujeres en el barro"

Citoyen dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Citoyen dijo...

Por cierto, si queréis ver como lo ha cubierto la prensa internacional, el figaro recoge una serie de links. Aunque no leáis francés, reconoceis el nombre de los periodicos, solo hay que pinchar encima

http://www.lefigaro.fr/politique/2008/11/24/01002-20081124ARTFIG00425-revue-de-presse-combat-de-femmes-dans-la-boue-.php

Aquí lo de la lucha en el barro http://www.independent.co.uk/opinion/commentators/john-lichfield/john-lichfield-female-mudwrestling-french-style-1032223.html