martes, agosto 15, 2006

Deslocalizaciones y buenas noticias

Escolar enlazaba el otro día un fragmento de una obra de teatro de Jazmina Reza que vale la pena tener en mente:
"Te voy a contar un secreto, me pongo muy contento cuando me entero de una deslocalización. Personas que se morían de hambre en el Tercer Mundo van a tener trabajo, van a empezar a integrarse en un sistema económico. ¿Por qué debería ser menos solidario con los desgraciados de la India o Bangladesh que se mueren de hambre que con el tío que cobrará indemnizaciones aquí? Es el futuro del mundo lo que está en juego, la paz, la prosperidad. En cuanto al tipo que echan a la calle en Alençon, en vez de continuar cortando burdamente camisetas horribles, recibirá una formación, participará en productos que tendrán el doble de valor añadido, es la oportunidad de su vida. Vivimos en un sistema de la compasión, en el que hace falta drama por todas partes. ¿Me puedes decir por qué no se organizó una fiesta nacional el día en que se cerró la última mina? Tenemos carbón bajo los pies pero ya no hace falta enviar a pobres desgraciados seiscientos metros bajo tierra para intentar extraerlo mientras cogen la silicosis o se libran de una explosión de grisú. Es maravilloso. En vez de eso, tuvimos que soportar un discurso lacrimógeno del estilo es una parte de la historia de la clase obrera que desaparece. ¡Coño, pues tanto mejor! ¿Te gustaría tener a tus hijos en el fondo de una mina? Es extraordinario vivir en un país que tiene carbón bajo sus pies y que puede prescindir de ir a buscarlo, que ya no necesita mandar a personas a arrastrarse como ratas por los túneles y a dar martillazos a algo repugnante. El mundo mejora, nos guste o no".

Mal que les pese a algunos (o a muchos, si tenemos que hacer caso al volumen de almas ofendidas en los comentarios), hay bastante de verdadero en este fragmento. En contra de lo que dice mucho de la progresía, las desigualdades a nivel mundial no están aumentando, sino disminuyendo, y es en gran medida debido al fenómeno descrito arriba.

Sí, muchas de las empresas que dejan Europa o Estados Unidos acaban convertidas en factorias de aspecto francamente horroroso en China o la India. Y sí, tener a críos de 14 años trabajando diez horas del día haciendo juguetes suena bastante horrible, pero uno tiene que tener en cuenta qué hay detrás del cambio. Primero, en el primer mundo ha desaparecido un lugar de trabajo para mano de obra poco cualificada, sin posibilidades de llegar nunca a generar demasiados ingresos. Hay alguien que se va a la calle, pero casi nunca es de un puesto de trabajo que valga demasiado la pena conservar; como dice Reza, minero no es precisamente un oficio atractivo.

Algo que se debería decir más a menudo desde la izquierda y que es necesario recordar: el estado del bienestar protege personas, no empleos. Es preferible, desde un punto de vista económico y social, dejar que las empresas cierren cuando no dan beneficios y ayudar a los empleados, no regar a los empresarios de subvenciones. La economía ya va hacia donde puede hacer dinero; el estado debe concentrarse en ayudar a que todos puedan subir el tren, no en mantener empresas en respiración asistida.

En el otro lado, el de los países en desarrollo que recibe la nueva empresa, debemos tener en mente antes de juzgar cuál era la situación anterior de los presúntamente explotados trabajadores. En otras palabras, dónde estaría ese chaval que se pasa el día fabricando Bratz en China si no hubiera llegado la fábrica. La respuesta es sencilla: en algún villorrio perdido en una zona rural, arando un campo o recogiendo arroz y viviendo en condiciones mucho más insalubres que en la ciudad. A pesar de lo horroroso de las condiciones laborales, él y su familia han dejado el campo y se han quedado en la ciudad, trabajando en la fábrica, porque oh milagro sus condiciones de vida han mejorado.

Y sí, de aquí viene la disminución de las desigualdades a nivel global. Básicamente, un tercio de la humanidad vive en economías que están creciendo a velocidad de vértigo, India y China, y eso está teniendo efectos claros y reales sobre su población. En algunos lugares, incluso, la falta de mano de obra está haciendo subir los salarios, y todo gracias al libre comercio. Es cierto que estos cambios no están afectando a todo el mundo, y que lugares en Africa son de hecho más pobres que hace 70 años, pero eso no significa que la pobreza esté aumentando. También es cierto que dentro de las sociedades occidentales, algunos países han tenido un dramático incremento de las desigualdades en las últimas décadas (Estados Unidos especialmente), pero eso es el resultado de decisiones políticas, no sólo el malvado capitalismo global.

Estamos de nuevo en lo de siempre, la izquierda de la consigna fácil. A riesgo de parecer un pedante, hay muchos que se lanzan a opinar y pontificar sin ni siquiera conocer el mundo en el que viven. No se puede hablar de "malvadas deslocalizaciones" en general, sin tener en cuenta que sus efectos varían enormemente dependiendo de cómo el sistema político de cada país se enfrenta a ellas. No se puede hablar de la globalización creadora de desigualdades, sino en todo caso el por qué parece que hay vastas regiones del mundo que no parecen salir nunca del agujero.

La primera tarea de todo político se enfrenta es identificar los problemas. Como norma general, las consignas panfletarias no acostumbran a ser demasiado precisas.

12 comentarios:

Anónimo dijo...

La economía ya va hacia donde puede hacer dinero; el estado debe concentrarse en ayudar a que todos puedan subir el tren, no en mantener empresas en respiración asistida. Esto me recuerda mucho a lo que decía Hayek de que donde pudiera llegar el mercado sobraba el Estado y que, donde no llegaba el mercado era necesario un Estado... Otro socialdemócrata, claro... ;^P

No te engañes, Egócrata... Sabes que la socialdemocracia actual (la europea, por ejemplo) protege todo lo protegible y no llega a más por falta de medios. Eso, hoy por hoy, es razón más que suficiente para ser tildado de "libegggal" o de "neoliberal" (o cualquier cosa despectiva que se pueda utilizar).

Una pregunta, sólo por curiosidad. ¿Dónde pondrías tú los límites al Estado? No pretendo iniciar un absurdo debate de esos en los que tanto participo y en el que se pstean mamotretos ilegibles, chorras e infernales... puedes respirar tranquilo.

La primera tarea de todo político se enfrenta es identificar los problemas. Como norma general, las consignas panfletarias no acostumbran a ser demasiado precisas. ¿Cómo llevas el tema de la Public Choice?

Saludos.

Citoyen dijo...

Eres muy valeroso compañero. Un día de estos te quemarán en la hoguera por hereje. Yo dejé de postear en red progresista para no tener que censar este tipo de posts.:S En fin pasalo bien

Anónimo dijo...

Sí y no.

Es lógico que moleste aquí, y es cierto que el mercado se reorganiza por preferencias en cuanto a costes laborales y demás, el objetivo también es, sin duda, que en esos paises tambien tengan sindicatos activos, libres y democraticos, que puedan montar tanto barullo como los nuestros.

Entonces las preferencias ya no costarán la educación de un niño, la dignidad de un trabajador o el pan de una familia, y la deslocalización se habrá terminado; solo habrá desarrollo.

R. Senserrich dijo...

Por orden:

The Happy Butcher,

1. ¿Límites del estado? Debe llegar hasta dónde sea necesario para garantizar la igualdad de oportunidades, sin interferir (demasiado) con la eficiencia económica. Eso equivale a redistribuir renta y a tener una red de protección para aquellos que son víctimas de problemas por culpa de terceros (cierre de una fábrica, enfermedad, accidente...).

Evidentemente, el gasto del estado debe ser todo lo eficaz posible, y eso significa no subvencionar empresas. Aún así, no hablo de un estado pequeñito.

2. ¿Public Choice? Debería escribir más de eso, pero sí, sé que los problemas de información del político no son precisamente pequeños. Aún así, no creo que hagan hacer política un imposible.

Citoyen,

Me va la marcha :-)

Miguelnr,

Los sindicatos sólo seran efectivos cuando tengan cierto poder de negociación, es decir, cuando la mano de obra en esos países empiece a ser escasa.

Sobre el trabajo infantil, empieza a desaparecer no por los sindicatos, sino cuando deja de tener sentido. Según la mano de obra se hace escasa y se hace más necesario aumentar la productividad / cualifiación de los trabajadores, los padres empiezan a preferir que los niños reciban más educación, ya que les sale a cuenta.

Se puede acelerar el proceso usando programas como el Mejicano Progresa (pagar a los niños por ir al colegio), siendo eso aún una mejor idea. Un sindicato que recoja la opinión de los trabajadores, en la mayoría de los casos, no decidirá pedir prohibir niños... ya que esos currelas, como padres, creen que es lo mejor que pueden hacer.

Anónimo dijo...

Primero: los sindicatos y las ONGs son los únicos que están haciendo algo.

La sindicación, que en esos paises no existe no porque no quieran sino porque existe represión, ya sea desde las filiales de las multinacionles y desde los propios gobiernos, es un derecho democrático, recogido en el Derecho Internacional, y forma parte de los Derechos Humanos.

Es incuestionable, y solo un capitalista radical con muy pocos escrupulos y menos moral puede, hoy en día, cuestionarlo.

Segundo: el trabajo infantil vulnera el Derecho Internacional, asi que esto ya no hace falta ni discutirlo.

No es ético, es inmoral y es ilegal.

Tercero: a los niños no hay que pagarles para que vayan al colegio, los niños tienen que ir al colegio porque tienen que formarse.

Los sistemas que mejor funcionan es en donde la educación es obligatoria y gratuita.

El debate no da para mucho más, y por cierto: no se que haces tu en las Ideas, egócrata, estás a la derecha de la mayoría de militantes del Partido Popular en temas fundamentales que, en teoría, forman parte de los "Estatutos" de las Ideas.

Esto, te lo garantizo.

R. Senserrich dijo...

Perot:

El hecho que la economia es capaz de aumentar la cantidad de agua (riqueza) es importante. Y parece que el PIB por capita de EUA o Europa no esta disminuyendo, asi que no hay empobrecimiento...

Miguelnr:

No hablo de derechos humanos, que son bonitas teorias, sino de realidades sociales y economicas. Es una cuestion de poder de negociacion, y un obrero en un pais con paro alto y exceso de mano de obra no lo tiene.

Sindicarse es un derecho, pero no consigue nada si no hay otras condiciones. Y el trabajo infantil no acaba solo con leyes; uno no puede poner puertas al interes racional de los individuos.

Es una cuestion de realismo, no ideologia. Defiendo redistribuir renta, y eso me pone en la izquierda. Lo que soy es muy consciente que realidad y deseo son cosas muy distintas.

(siento la ortografia, teclado americano)

Anónimo dijo...

Narices, me han hecho intervenir.

Creo, que para hablar de economía, como mínimo se ha de entender- bajo lo que es entendible, que ya digo que es ciencia muy complicada- o por lo menos estar suficientemente informado como para tratarla. El ejemplo del agua, es inverosímil.

La denominada deslocalización, trae tanto beneficios económicos al país de origen cómo al país de destino. No me pondré técnico, pero si citaré un par de ejemplos: el primero, en la época del aperturismo del régimen de Franco, tuvo un gran desarrollo económico, gracias a que las empresas extranjeras inviertieron en España, eso inducia a que tanto España como la empresa se beneficiaran. El otro es, que una empresa que quiebra, puede invertir en capital extranjero, salvar su patrimonio económico, y seguir teniendo inversión entonces en el país de origen.

La injusticia de la explotación, si es cierto que se debe en parte al abuso de las empresas -recuerdo- propias del país que trabajan para las multinacionales o grandes empresas. Sin embargo, esto ha de ser regulado por el gobierno, de hecho podria estar perfectamente regulado, que no traeria ningún problema económico. Por qué? Por el simple hecho de que allí el valor nominal es muy inferior al valor nominal de España por ejemplo, por más que se estabilice el valor real entre uno y otro Estado.

Por cierto, otro aspecto que no soporto, es aquella capacidad moral que tiene la gente de la "avantguarda izquierda". Yo me considero con capacidad para saber que he trabajado mucho para la dignificación social, y no por defender el liberalismo soy una persona sin escrúpulos, ética o razón de ser. Ni yo que soy de izquierdas, ni aquel que es de derechas. Puede ser que sea una visión equivocada o no, pero no se puede prejuzgar a la gente en función de una posición, y más cuando se habla en base totalmente realista.

PD: Valor real es aquello que puedes acceder, valor nominal, tu nómina.

PD2: Ya que estoy, me presento a egocrata, que como entusiasta lector tuyo que es Citoyen, me ha transmitido tu blog y te sigo igual :P.

R. Senserrich dijo...

Bienvenido, Fera! Espero que te diviertas por estos lares :)

Anónimo dijo...

Los Derechos no son bonitas teorías, es una realidad; los hay que los defienden, y los hay que no.

Cuantos derechos conculcados hay por el mundo, y allí donde sucede, no hay libertad, ni dignidad, y cierta clase de economía, que es libre, pero no ética.

Las empresas explotan, y ciertos gobiernos se tapan los ojos. Allí donde suceden esas cosas esas empresas son privadas; la gran diferencia es que aquí hay otras leyes.

El mercado, por tanto, no soluciona todo, ni muchísimo menos.

R. Senserrich dijo...

Cuando las leyes contradicen la realidad económica, las leyes no se cumplen. Prohibir mano de obra infantil en Malasia es como poner puertas en el mar; no servirá para nada.

Y pasa en todas partes, oiga. Emplear a inmigrantes ilegales sin permiso de trabajo va contra la ley, en España y todos los sitios. El problema es que es tan beneficioso económicamente que sucede, no importa lo que la ley diga.

Como todo, los derechos tienen un coste económico; en ocasiones es un privilegio tenerlos.

Anónimo dijo...

cuando uno de izquierdas se pone realista, o simplemente técnico, en muchos casos acaba pasándose al "otro bando". Estoy de acuerdo con el post, debe ser una de las leyes más sólidas de la economía pues apenas hay economistas que discuten los beneficios de la globalización.

A lo sumo se pide algún tipo de Tribunal internacional con capacidad para sancionar verdaderamente e imponer reglas internacionales sobre medio ambiente, legislación laboral y tal... Vamos, una ampliación de estructuras jerárquicas dada la ampliación del mercado a nivel global.

Para tener una igualdad de oportunidades, un principio creo que liberal y no socialista, no estoy tan seguro q haya q redistribuir mucha renta. Hay que distribuir posibilidades, oportunidades a aquellos q no las tienen por causas filosóficamente injustas. Quizá al final sea dinero lo q en realidad se transfiera, pero el término "redistribución de renta" da como repelús, se acerca más a "una incautación para no se qué fines extraños no controlables por los ciudadanos".

Las externalidades sí hay q atenderlas, son ineficiencias de tomo y lomo. Y hay muchas. Agricultura y medio ambiente por ejemplo.

Anónimo dijo...

Solo un apunte sobre trabajo infantil. Aquí estoy con la CIOLS y la OIT. Para reducir el trabajo infantil hay que crear riqueza. Lo que combate a muerte el sindicalismo internacional son los trabajos penososo para menores. O sea, hacer de minero, la prostitución infantil, el trabajo semiesclavo, los niños soldados. Porque el resto dependerá de las circunstancias. Las niñas del Nepal que hacían alfombras, cuando se les hizo un boicot a esos productos para salvarlas de los talleres, terminaron casi todas viviendo de la prostitución.

Es decir, que no se pueden aplicar medidas restrictivas únicamente. La línea de la OIT es la de intentar ayudar a generar una pequeña industria local y garantizar un acceso a educación y sanidad, eso significa que a lo mejor los chavales de 12 años se ponen a trabajar, pero al menos algo de educación y una primera oportunidad han tenido. A medida que la riqueza comienza a permitir a que las familias no dependan de los ingresos de sus menores puedes comenzar a sancionar todo trabajo infantil, pero si no lo que haces es fomentar otras formas aún peores de explotación de menores.