sábado, marzo 31, 2007

Si el mercado no castiga...

Esta semana una de las grandes cadenas de tiendas de ropa americanas, TJX (TJ Max, Marshalls, etcétera), ha vivido su particular versión de la peor pesadilla informática para grandes empresas: un agujero en las bases de datos de clientes. Un número aún indeterminado de transacciones, en las que se utilizaron unos 45 millones de tarjetas de crédito, han sido expuestas y robadas debido a fallos de seguridad en sus sistemas informáticos.

Bienvenidos al siglo XXI, donde a uno le roban si decirle ni hola.

Lo más triste, e irritante, es que esta noticia no es ni de lejos sorprendente. En los últimos meses, ha habido un goteo constante de informaciones de compañías, universidades e incluso administraciones públicas varias en Estados Unidos que han avisado de agujeros de seguridad y los consiguientes robos de datos. El caso de TJX es de lejos el que tiene una cifra más catastróficamente alta de víctimas potenciales (estamos hablando de todas las transacciones de una compañía con 2.500 tiendas durante casi un año), pero no es que hayan faltado avisos; de hecho se está convirtiendo en un problema recurrente en el país. ¿Por qué está sucediendo?

Para empezar, resulta relativamente difícil para los consumidores informarse y poder atribuir un culpable en caso que sus datos sean utilizados. Las tarjetas de crédito no son instrumentos que se usan una vez cada tres meses, y que en cuanto tienes un problema sabes qué pago fue el que te dejó expuesto; en caso de un robo de información y uso fraudulento, saber qué compañía la pifió protegiendo los datos no es sencillo.

Los costes de un robo de identidad en general permanecen relativamente ocultos. No hace demasiado, un tipo en Malasia sacó €300 de cajeros automáticos utilizando una tarjeta de débito que estaba en principio anulada. Para mi alivio, un par de llamadas a Cajamadrid bastaron para recuperar el dinero en un par de días, sin más gasto que 50 céntimos en el Skype. Lo cierto es que cuando me devolvieron el dinero me olvidé rápidamente del problema; cambié contraseñas en todas partes, evidentemente, y ahora miro el saldo de forma aún más obsesiva que antes, pero aparte de cagarme en un hacker malayo, mis iras no se dirigieron contra nadie en especial.

En una situación normal, si un restaurante te carga €300 de más en una cena, la reacción habitual una vez devuelto el dinero es no volver a poner los pies en ese sitio nunca más. Sin embargo, yo no sé de dónde han salido los datos que permitieron a algún tipo en el otro lado del mundo correrse una juerga a mi costa; Cajamadrid no me lo ha dicho, y Visa evidentemente tampoco. Dios sabe si compré en TJ Max, o si por culpa de algún idiota en Cardsystems las cosas se salieron de madre, o bien por alguna otra megacompañía que ha sufrido el mismo percance y todavía no lo ha hecho público. No puedo dejar de comprar en ninguna parte como venganza, o siquiera seguir la gran tradición local de ponerle un pleito a alguien. No tengo culpables, simplemente.

Estamos en un mercado que no puede funcionar; el mecanismo de pérdida de clientes ante un mal servicio está roto, ya que nadie sabe quien ha metido la pata. Los intermediarios, Visa y Mastercard, son los que se dedican a dar tortas a los que se portan mal, cuando no son ellos los que se equivocan. Si en un mercado hay falta de confianza en la eficacia o seguridad de las formas de pago, los costes de transacción suben; conforme el problema de robo de datos y identidades se agudiza, estos costes acabarán siendo pagados (y haciendo daño) a alguien.

Es un caso clásico de problema que afecta a todos, pero que nadie realmente parece tener interés en solucionar: todos los actores implicados confían en que sean otros los que carguen el muerto. Visa y Mastercard penalizan a los bancos o a los comercios, pero siguen rascando comisiones, los comercios tratan de ahorrar costes y confiar que no les toque a ellos, y los consumidores ponen velas a los Santos para que cuando alguien les sable, no pierdan demasiado dinero.

¿Solución a la vista? De hecho, es bastante sencilla. Curiosamente, como señala el Economist, este problema es una epidemia americana, no europea. El motivo principal es la inefable Comisión Europea, y la draconiana directiva de protección de datos que tantos gruñidos atrajo en su día. En vista de los problemas de información de estos sistemas, y la más que probada afición de unos y otros de tratar de ofuscar el origen de los problemas, se decidió obligar a las compañías a ciertos criterios de seguridad, dejando bien claro quién paga y qué castigo lleva el incumplimiento. Con todo el mundo bien consciente de las reglas del juego, los problemas han sido mucho menores.

Lo que me lleva a pensar en ese principio que dice que las mejores leyes son las que nunca se hacen cumplir, ya que todos las respetan. A veces el tener las reglas bien claritas basta para quitar una enorme cantidad de fricción y costes a un mercado que no se acababa de ajustar por si sólo. Cosas tan simples como tener una hora oficial común o una manera equivalente de listar cosas en bolsa hacen todo mucho más sencillo.

Por cierto. lo contrario también se cumple; si una ley es cara, compleja e incomoda de aplicar, es muy probable que sea mala. Pero eso es para otro día.

jueves, marzo 29, 2007

El misterio de la gente rica

Una de las preguntas centrales que se hacen los sociólogos es el origen de las diferencias de renta. Suena un tanto evidente, con la Biblia diciendo eso que los pobres siempre estarán entre nosotros, pero de hecho la respuesta no lo es demasiado.

En un principio todo el mundo prefiere ser rica a ser pobre, con muy pocas excepciones; sin embargo, la distribución de la renta tiene poco de igualitaria en casi todas partes. La respuesta habitual es la clásica de hay gente con más talento que otros, o con un venazo estejanovista más pronunciado, que hace que prosperen más que el resto; esta explicación, no obstante, tiene problemas evidentes.

El primero, y más claro, es que si el talento y voluntad de trabajo es el único elemento que separa ricos y pobres, hay algo que no cuadra respecto a quién tiene esas mágicas características que le hacen prosperar en la vida. En prácticamente todas partes, la forma más eficaz de adivinar cuánto cobra una persona es preguntarle sobre el trabajo de sus padres. Hay una correlación muy fuerte entre la clase social de los hijos y la de los padres, así que o bien la gente rica tiende a parir hijos con más talento (y con la de cretinos con dinero que andan sueltos, eso es bastante discutible), o bien hay algo que no cuadra demasiado en esa explicación.

Parece evidente que hay una série de mecanismos sociales que tienden a favorecer a unos grupos sociales sobre otros. En la mayoría de sociedades avanzadas, el acceso a la educación no parece ser una de las causas; siendo universal, gratuita y obligatoria, el hecho de no poder ir al colegio no parece ser una barrera importante (otra cosa es la calidad, pero de eso hablamos luego). ¿Qué factores tienden a dificultar la prosperidad futura de los hijos de familias pobres?.

Para empezar, una familia con pocos recursos es mucho más vulnerable a cometer errores, o sencillamente a tener mala suerte. No importa lo inteligente que uno sea, es bastante probable que algún día meterás la pata: una torta en el coche, empezar a trabajar en una empresa a punto de quebrar, una mala inversión o beber demasiado, alguna desgracia acabará por sucederte. En el caso de una familia con cierto nivel de ingresos, una calamidad menor tiene un efecto más limitado; es probable que te deje sin ahorros, pero no te causará males mayores.

Si uno vive en una casa que pasa apuros para llegar a fin de mes, sin embargo, un problema aparente menor se convierte rápido en algo angustioso. Puede que no se pueda arreglar el coche, y eso limite el acceso a trabajos y horas de sueño. Irse al paro sin ahorros equivale a no poder pagar alquileres, y sufrir la angustia de un cambio de domicilio. En cualquier caso, el nivel de riesgo es mucho mayor, y las posibilidades de caer en pozos de deuda mucho más graves.

Derivado de este problema, lo cierto es que un chaval en un barrio poco recomendable tiene por añadido muchas más posibilidades de cometer un error. Si uno vive en Chamberí o en Eixample no es demasiado probable que te ofrezcan drogas, se rían de tí en el colegio ser demasiado estudioso y "parecer blanco" (epidémico en Estados Unidos, por cierto), o te peguen una paliza por ser amigo y tener negocietes con la gente equivocada. Sí, alguien que viva en un mal barrio siempre puede decidir bien; el problema es que como más decisiones tome (y tendrá que tomar muchísimas más), más alta es la probabilidad que se equivoque. Y eso, en una familia sin capacidad de recuperación.

Más allá de estos factores, la calidad de la educación es todavía relevante. Más allá de los problemas de acceso que tienen algunos países, el hecho es que tanto la calidad de los colegios como la capacidad educativa de los padres tiene mucho peso a largo plazo. Curiosamente, el nivel educativo donde realmente se "decide" la capacidad cognitiva del niño es el parvulario y primaria hasta los 7-8 años, no los niveles posteriores; el cerebro realmente desarrolla la capacidad de asimilar información muy temprano.

En una familia de clase media, con un ambiente familiar estable, padres preocupados por la felicidad de los críos, y que juegan con ellos, leen a menudo y están entusiasmados que el crío hable ya tan bien, esa capacidad tiende a desarrollarse rápido. En una familia con menos recursos, con una madre soltera que tiene dos trabajos de tercera, vive muerta de miedo y apenas tiene tiempo o fortaleza mental para sentarse a jugar con el chaval, las cosas no irán tan rápido. Sí, el acceso a la universidad es de hecho bastante irrelevante; la capacidad del niño para llegar a ella se decide mucho antes.

El último punto, no menos importante, es el de las amistades. Por mucho que pretendamos vivir en sociedades que valoran el mérito y el talento, lo cierto es que a la hora de encontrar trabajo, descubir negocios y oportunidades o conseguir dinero, hay pocas cosas más relevantes que conocer a mucha gente. Un licenciado de una universidad de élite (Deusto, Esade, Oxford o Harvard, tanto da) es probable que tenga un padre con contactos, y a estos se añadan la red de amigos hijos de casa bien que conoce en la facultad. Le será más fácil conseguir esa plaza de becario en ese banco, bufete o asesoría tan prospera a ver si vale, y a igualdad de condiciones, siempre tendrá cierta ventaja para que le den el puesto.

¿Son estos los únicos meritos que tiene la gente rica? No, evidementemente. Ser trabajador, lleno de buenas ideas, inteligente y tenaz ayuda muchísimo. Tener buena suerte a veces influye. Lo que si en cierto es que alguien trabajador, lleno de buenas ideas, inteligente, tenaz e hijo de banquero tiene muchas más probabilidades de hincharse a hacer dinero que alguien con el mismo talento pero nacido en Nueva Orleans tras Katrina.

Y la verdad, eso no me parece demasiado justo.

miércoles, marzo 28, 2007

Connecticut o la riqueza invisible

Vivir en los Estados Unidos es una de las maneras más rápidas de darse cuenta de la torpeza de ciertas estadísticas. La más cruel y sorprendente es, como de costumbre en este país, el nivel de renta de la región.

Si miramos los datos agregados, el minúsculo estado de Connecticut (menos de la mitad de la superficie de Cataluña) es uno de los territorios más prósperos del planeta. Esta pequeña región de Nueva Inglaterra es de forma consistente el primero o segundo de Estados Unidos en todos los indicadores de riqueza; la renta por cápita, sin ir más lejos, es de $47,819, casi el doble que la española. Como Noruega, vamos, pero sin tener petróleo.

Sin embargo, cuando uno se planta en el centro de algunas ciudades del estado, lo cierto es que la sensación es bastante distinta. Pongamos el ejemplo de Bridgeport, ciudad costera de 140.000 habitantes, a 100 kilómetros escasos de Nueva York. A pesar de estar cerca del mayor motor económico del país más poderoso de la tierra, en la región más rica de ese país, uno sólo verá a su alrededor solares vacios, casas hechas polvo o directamente abandonadas, fábricas vacias y algún edificio calcinado hará años, probablemente para cobrar el seguro, que sigue en pie ya que nadie quiere comprar el solar. La renta por cápita en la ciudad, en contraste con la extrema riqueza del estado, es de sólo $16,306; más propio de lugares como Hungria o Argentina que de Estados Unidos.

Lo realmente sorprendente es que primero, Bridgeport no es un caso aislado. New Haven, aún con la inmensamente rica universidad de Yale, tiene una renta por cápita de $16.393; Hartford, la capital del estado, $13.428 (como Croacia, pero sin una guerra civil), Waterbury $17,701. Todas estas ciudades tienen más de 100.000 habitantes, y todas tienen barrios enteros más parecidos a Buenos Aires hace cinco años que a Estados Unidos. Lo más exagerado, sin embargo, es cuando uno puede encontrar sitios como New Canaan a 30 kilómetros de Bridgeport, con rentas por encima de los $82.000, el primero de una larga lista de municipios absurdamente ricos en comparación a algunas ciudades del estado.

¿Por qué es esto un problema? Bueno, a algunos nos preocupa la desigualdad, así que esto por sí mismo es una situación incómoda. Pero para aquellos que sólo se preocupan de la igualdad de oportunidades, una nota: en Estados Unidos, los colegios públicos son competencia de los municipios, y financiados por los impuestos locales. La diferencia entre la educación en New Canaan y en Hartford es patética, escandalosa.

No es manera de gobernar un país, la verdad.

martes, marzo 27, 2007

Razones para un consenso

Partiendo del debate iniciado aquí, se me pregunta por qué la posición del PP de llevar la contraria al gobierno de forma constante en materia antiterrorista es un error grave, y un ejercicio de irresponsabilidad política. El partido que se hizo un hartón de clamar por la unidad de los demócratas parece no entender su significado, como de costumbre; he aquí la explicación salida de los comentarios, en pocas palabras.

1. ETA no tiene una capacidad militar relevante. No puede "ganar" la guerra por las armas.

2. Eso deja a ETA con una sola carta, la capacidad de condicionar el debate político.

3. Si todo el mundo está de acuerdo en las decisiones que se toman respecto a ETA, ETA no puede condicionar el debate de ningún modo. No tiene poder de influencia, ya que el resto de partidos la tratan de forma idéntica.

4. Si hay un partido que no está de acuerdo y se queja de forma constante, ETA sí tiene poder para condicionar la agenda política. Si se debate sobre ETA, le estás dando poder a los terroristas, ya que influyen sobre el debate público.

5. Si además el partido que se sale del consenso lo hace para criticar al gobierno, ETA puede ahora inflingir daño electoral al gobierno, condicionando su actuación. Por muy debilitada que esté, sus acciones vuelven a ser relevantes.

Si el PP no se pasara la vida criticando al gobierno, ETA no tendría ninguna capacidad de influencia, ya que no tendría ningún poder real. El poder militar no le sirve para nada; no puede ganar. El poder político desaparece, ya que no puede inflingir costes electorales a nadie. Y el gobierno puede negociar desde una posición de mayor fortaleza, ya que toda decisión que tome es libre de condicionantes a corto plazo; las amenazas de ETA de volver a la violencia, o sus proclamas de victoria caen en oidos sordos, así que se puede exigir muchísimo más de la banda.

Si ETA no puede generar costes políticos o una amenaza militar creíble (y no puede; Otegui mismo lo ha reconocido), ETA no tiene ningún poder. El PP, todo el día a la contra, le está dando oxígeno a la banda.

lunes, marzo 26, 2007

Agitando la banderita, versión ERC

Llegan las elecciones municipales, y los chicos de ERC se aburren. Están de nuevo en el gobierno, con el deber y la obligación de poner cara de responsables, sin poder permitirse el lujo de prometer cosas demasiado chulas. Saben el estado de las cuentas públicas, saben que para su horror las cosas que digan puede que tengan que tratar llevarlas a la práctica, y saben que esa era brillante de cachondearse de CiU diciendo que no hacen tal o cual política se ha acabado.

Tristes tiempos para ERC, la verdad. Cuando te has pasado la vida pidiendo la luna, es difícil tener que hacer cuentas de verdad para montar guarderías. Es por eso que los antiguos mayores enemigos de España (ahora tocan vascos, para consternación de Carod) se han puesto a hablar de autodeterminación.

Básicamente la idea de los republicanos a la hora de hacer campañas electorales se basa en dos puntos: primero, que te insulte el PP, y segundo, meter el dedo en el ojo a los convergentes, a menudo como herramienta para conseguir que suceda lo anterior. El pedir a CiU que apoye un referéndum para la secesión (lo siento, pero odio la palabra "autodeterminación"; suena a eufemismo) es una aplicación básica de esta tradición.

Para empezar, es una manera realmente cruel de recordarle a sus vecinos ideológicos en el nacionalismo que de hecho lo suyo es reivindicación de estar por casa. Los convergentes dirán mucho de su seny, responsabilidad y esas justificaciones tan catalanas, pero a la práctica su amor al terruño se traduce en querer una Generalitat fuertecilla con ellos dentro, y tener voz en Madrid. Hay sectores en CiU que sí son independentistas, pero el partido no lo es; con una propuesta tan clara y directa hablando de referéndums ERC puede recordar a su electorado quienes son los nacionalistas de verdad y quienes son los nacionalistas con síndrome de Estocolmo.

Lo cierto es que la cara de duda existencial que se les ha quedado a algunos en CiU (y los sudores fríos pensando en cómo redactar una respuesta formal) ha sido bastante significativa. Mas y compañía saben perfectamente que apoyar la secesión les costaría votos centristas y no les ganaría demasiados por el otro lado para compensar, así que el apuro es comprensible.

Por lo que respecta a la crítica desde el flanco del PP, parece que han pinchado en hueso. El Mundo, LD y compañía siguen con su 11-M y sus héroes del Foro de Érmua (que por cierto, condeno que les peguen), con el brillante añadido de una nueva cruzada contra Polanco. En fin, lo de ser enemigo de España empieza a estar demasiado concurrido, cuando incluso la CNMV la está destruyendo estos días.

Sobre el fondo de la propuesta sobre el referéndum, sólo decir que no me ofende en absoluto. Ya hablé sobre qué requisitos me parecerían necesarios para votar algo en este sentido. Si es con garantías, todo es debatible. El resultado, por cierto, sería un "no" por goleada, así que los paladines de la unidad nacional no deberían preocuparse. Y sí, votaría en contra.

sábado, marzo 24, 2007

Decisiones directamente incomprensibles

Yo ya pensaba que tras oir unas doscientras o trescientas diatribas al PP los conservadores habían perdido la capacidad de sorprenderme, pero el rebote que han pillado contra Polanco y el grupo PRISA me ha dejado francamente perplejo. Hasta ahora a Rajoy y compañía los criticaba por decir tonterías un tanto demasiado a menudo, pero hasta cierto punto era capaz de encontrar una cierta lógica a su estrategia de agitación.

Lo del boicot a ciertos medios de comunicación, sin embargo, es algo que sencillamente se me escapa. No tiene sentido político, no tiene justificación real de ninguna clase, y sobre todo, me parece que hace mucho más daño al PP que a Prisa, el gobierno o cualquier otro partido. Es una auténtica herida autoinflingida; un entusiasta salto al vacio fruto de una paranoia absolutamente desaforada.

Empezaremos por lo más sencillo, que es el argumento de la supuesta agresión de Polanco al PP. Un tipo cargado de millones hasta las orejas, que resulta tiene unos cuantos medios de comunicación (una cadena de radio, un periódico nacional y una televisión; en ningún caso un monopolio) dice que el partido de la oposición esta lleno de impresentables. De acuerdo, es el propietario de varios medios. ¿Desde cuando implica un prohibido opinar?. Me temo que si ser propietario de un periódico te excluye de decir lo que piensas, Jimenez Losantos (que es accionista de referencia en LD) puede empezar a callarse. Si el señor Polanco cree que Rajoy es un cretino, no importa que sea magnate de la prensa o taxista, tiene el derecho a poner a parir a los políticos que la Santa Constitución proclama.

Y sí, las palabras de Polanco son una simple crítica, comparada con las barbaridades que sueltan ellos ("bobo solemne" "traidor" "anticristo" "amigo de los terroristas"); y más cuando el PP ha usado la misma frase ("guerracivilista") a diestro y siniestro. La izquierda italiana no boicoteó los medios de Berlusconi (más bien el boicot era en dirección contraria), y no había mayor parcialidad que esa.

Más allá de este curioso interés por cerrar bocas, el boicot del PP tiene un tufillo de matonismo con la prensa preocupante. Este un periódico a favor o en contra de tus ideas, condicionar tus aparaciones y noticias según lo que digan es un intento patético de hacer que un tercero te dé la razón a base de chantajes de patio de colegio. Si Acebes le dijera a un periodista que no habla con él si no le llama guapo, machote y sexy sonaría ridículo; lo que el PP está exigiendo es algo al mismo nivel. Si Polanco no les llama guapos, no le están. Pues oye, macho, si Polanco cree que sois feos no se os curará la joroba por mucho que se resigne y aplauda.

Más allá de esto, el boicot representa para el PP un tremendo lastre electoral. Para empezar, todos aquellos votantes que sospechaban del catastrofismo sistemático de los populares pueden ver a plena luz del día una cierta tendencia a la paranoia. Si un partido político se pasa el día repitiendo que todos van contra él, todos le odian y reacciona con alaridos y ataques furibundos ante una simple crítica, parece bastante claro que algo no funciona. Si Rajoy tenía una imagen niñato barbudo impertinente, esto no hace más que reforzar la imagen que señalan muchos críticos del PP: simplemente, no toleran más verdad que la suya.

Por añadido, meterse en una guerra contra los mensajeros es en política siempre una mala idea. Primero, porque te saca del mensaje; si estás hablando de malvados periodistas no estás dando la vara con el terrorismo, educación o sanidad. Cuando en política no hablas de temas que interesan al electorado (sean reales o inventados), los votos se marchan, y la verdad, las ideas de Polanco no creo que interesen a demasiada gente. Y cuando los medios que te gustan, los de tu lado, son tan descaradamente parciales (y quien diga que la Cope es parcial, por favor al frenopático), quedás aún más ridículos.

Segundo, criticar a los medios tiende a levantar sospechas en el electorado. Si el culpable de tus males es que aquellos que explican la realidad no la explican bien, los votantes no estarán habitualmente dispuestos a creerte. El acusar de parcialidad a otros siendo tú por definición un actor partidista y parcial no te dará puntos, y más cuando tu reacción es tratar de convencerle a martillazos.

Tercero, y los más importante: no importa lo mal que te cubran, es mejor estar en los medios que no estar en ellos. Siempre. El primer paso para que alguien te vota es que te conozca, y si te emperras en que tus candidatos no aparezcan en los medios con más audiencia en el país, es ir a las urnas con una mano atada a la espalda. La mayoría de lectores y oyentes de medios de PRISA quizás no voten al PP, pero lo que es evidente es que si los conservadores no se dignan a aparecer por su periódico preferido aún les votarán menos.

A todo esto, para los que andan haciendo comparativa de boicots entre Telemadrid/PSOE y el PP/PRISA. En el caso de Telemadrid, el PSOE se queja que la cadena les hacía un boicot de hecho, así que para ahorrarse humillaciones se plantan y dejan de ir. No se quejan que les critiquen, se quejan que no les llamen. La verdad, también eso me parece una pataleta infantil, pero la diferencia es clara: en el caso de Telemadrid, con boicot o no, los socialistas salen igual de poco.

Aún así, el hecho que la FSM lo haga no implica que lo del PP esté justificado; y la verdad, si uno tiene que compararse a ese insondable pozo de virtud política que es la FSM para justificarse, lo cierto es que tiene un problema grave.

viernes, marzo 23, 2007

Primary Colors (VII): el jodido talante

Sólo en Estados Unidos uno es forzado a esta clase de torturas mediáticas. Uno de los candidatos de las primarias demócratas, John Edwards, sufre una desgracia familiar, y aquí tenemos a todos los columnistas de babeo subido con su analítica irrelevante.

Resulta que Elizabeth Edwards, la mujer del candidato, tiene de nuevo cáncer. Un cáncer incurable, crónico, que hará que deba estar el resto de su vida en quimioterapia. Una noticia horripilante para cualquiera, que en los medios de comunicación americanos se convierte en la perfecta excusa para iniciar una maravillosa sesión de pornografía político-sentimental.

Estos días, los medios hablan de carácter. Sí, el carácter, temperamento, talante, gallardía, que mostró el candidato cuando su mujer y él (porno duro, porno duro) anunciaron ante los medios con gesto adusto, solemne (oh Dios, más, más) la tragedia y el dolor (loca, loca me pone), el sufrimiento (a fondo, a fondo) y la lucha en ciernes (orgasmo, orgasmo) que el cáncer supone.

Tremendo. Notición. De la Leche. Rápido, escribe sobre la cara de dolor contenido, lo muy presidencial que resulta que una tragedia personal sea recibida con ese coraje arrollador, lo humano que es el tipo, y elogia, aplaude, eyacula ante el carácter y todo eso que Edwards tuvo ayer. Y el tío sigue en campaña con la mujer, oye. Madre mía, añade más valentía y que tiene las pelotas de hormigón armado, tenemos una novela estupenda.

Que primarias, Dios. La mujer cornuda, el afro-americano solemne, y ahora el marido de mujer valiente con cáncer. Nos vamos a forrar.

En fin, muy triste por la pobre mujer de Edwards, que la verdad, debe estar pasando un rato horrible, y desesperanza porque aquí hablaremos de política aún menos que en España. Y mira que me jode. Edwards lleva un par de semanas presentando su propuesta para crear un sistema de sanidad pública universal ligeramente absurdo, lioso hasta decir, y la verdad, me parecía más interesante hablar de eso que de quimioterapia. ¿Encontraré algo de ello en los medios? Esta semana, ni de broma. Patético.

jueves, marzo 22, 2007

Comparando posibles hipótesis de futuro vascas

Otro día, otra noticia que deja a Zaplana, Acebes y compañía diciendo que algo es inaudito y supera todos los límites. En esta ocasión es otro delito de opinión (para variar) tan espúreo que ni los entusiastas abogados de la AVT y el foro de Ernua estaban persiguiendo, y como siempre, España se rompe inmediatamente etcétera.

En fin, nada nuevo. Hoy, para variar un poco, me parece que sería interesante plantearse de forma objetiva realmente qué se deriva de lo que dicen unos y otros. Para ser más concreto, qué podemos esperar ver en el País Vasco si el PP tiene razón, y qué nos encontraremos si es el PSOE el que está en lo correcto. Evidentemente, a esto seguirá qué sucedería en cada caso si las cosas no van como cada uno de los partidos pretenden.

El motivo de plantearse estos escenarios es sencillo. Si asumimos que Zapatero está corriendo un riesgo al seguir las políticas actuales, está claro que debemos considerar si el riesgo vale o no la pena, tanto para el PSOE como para el país.

Empezaremos por el PP. Supongamos que las políticas del gobierno realmente han reforzado a ETA, que el PSOE está haciendo una política de gestos realmente para nada, y que cuando cambie de rumbo ETA realmente volvería a matar, más y mejor que nunca. El resultado será bastante sencillo de preveer; un día los terroristas pedirán la luna, Zapatero o bien dirá que no o bien perderá las elecciones, y ETA volverá a las andadas. Tendremos de nuevo unos 15-20 muertos al año (los mismos números que tras la última tregua) al principio, reduciéndose a 10 con el paso del tiempo, una cifra que parece ser la "media" de los terroristas cuando se enfrentan a un ferreo control policial.

No me pondré hablar de la desintegración de España o esos escenarios enloquecidos que claman algunos. No hay ninguna expectativa ni siquiera vagamente razonable en la que ETA fuerza la secesión, como ha reconocido el propio Otegui. De hecho, aún en el caso de un referéndum sobre la materia, todo indica que Euskadi se quedaría en España por goleada. En el caso de la presunta anexión de Navarra sucedería exactamente lo mismo, y la verdad, no creo que nadie pueda decir que incluso el más malvado de los Zapateros posibles podría forzar de forma unilateral y por decreto cualquiera de las dos salidas.

Lo curioso de la política propuesta por el PP es que su mejor y su peor escenario son prácticamente idénticos. Si el gobierno les diera la razón (o ganaran las elecciones mañana) y se dejara de historias conciliadoras, esperanzas y cantos de sirena, acabaríamos exactamente en el mismo lugar que el descrito arriba. Tregua rota, un par de añitos con 20 muertos, y después un par cada dos meses, así hasta que ETA vuelva a cansarse y tengamos de nuevo el mismo circo. Si miramos desde el 2003 en adelante (cuando ETA empieza a deshojar la margarita de la tregua), hubiéramos cambiado siete años con 10 muertos (70 al saco) por los cinco estos últimos años. Suena cínico, pero la postura del PP es esta.

Veamos que sucede si el PSOE la está acertando, o si está metiendo la pata desaforadamente. Si el segundo escenario es el correcto, hay dos posibilidades. Si Zapatero el fantasioso peligroso que algunos claman, el tipo se pasa con las concesiones, pierde las elecciones el año que viene, y el PP llega al poder. Rajoy cambia las leyes de nuevo a la situación pasada, y tenemos a la ETA descrita arriba. Si en cambio Zapatero es ligeramente realista y llega un momento que se planta al pedir Batasuna una chorrada, es perfectamente posible que ETA vuelva a las armas, el electorado (con razón) le eche la culpa a los terroristas, y el PSOE gane de nuevo, con el mismo resultado de siempre. O que pierda, y Rajoy sea el que aplique lo dicho anteriormente. A efectos prácticos, el resultado en muertos y situación en el País Vasco es indiferente.

Si Zapatero está en lo cierto, sin embargo, las cosas cambian. Supongamos que ETA sí está dispuesta a dejar las armas, y Batasuna a condenar la violencia. Supongamos que quieren a cambio alguna concesión política, pero que saben que la alternativa (volver a ser un grupo terrorista ligeramente irrelevante que mata de vez en cuando) es mucho peor que conformarse con migajas. Si además damos por bueno lo que Otegui dice son soluciones aceptables (dejarles perder el referéndum de unión con Navarra), ¿qué resultado final vemos?.

Uno bastante simple, la verdad. El status quo del País Vasco pasa a ser parecido al catalán, con una Batasuna convertida en una ERC con peor gusto en el vestir. No tenemos muertos. Navarra sigue tan foral como siempre. En España podemos hablar de política de una puta vez.

Lo más curioso, sin embargo, es que el resultado de Zapatero equivocándose es casi el mismo que el de Rajoy acertando. En muertes, situación en el País Vasco, y legislación, ambos escenarios tendrían resoluciones parecidas. De acuerdo, quizás en un error de Zapatero la gloriosa nación española perdería su honra y dignidad durante un par de años. Como ya no vivimos en tiempos de Felipe II, sin embargo, me parece que preocuparse de estas tonterías a cambio de dejar de lado el realismo político es una soberana estupidez.

Novedades del blog

Ayer estuvimos haciendo un pequeño cambio en el blog, quizás a la vista de la mayoría de los lectores pasará desapercibido, ya que estos cambios afectan principalmente a temas de administración del blog.

Básicamente hemos cambiado el proveedor del servicio de estadísticas del blog. El anterior, Webstats4u, nos aportaba una información limitada (básicamente el numero de accesos al blog) además que añadía un molesto “pop up” en el blog.

Para remplazarlo hemos adoptado la solución (gratuita) Google Analytics. No tienen ni punto de comparación el uno con el otro. La opción de Google es un sistema completo de obtención y presentación de datos que para ser gratuito es más que aceptable. Está repleto de dashboards que se actualizan (casi) en tiempo real, entre ellos, la grafica de accesos por horas, por localización, por origen, etc.


Ejemplo del grafico por localización.

Para un persona con ganas de perder el tiempo como yo en las 24 horas que lleva funcionando hemos obtenido datos tan (in)útiles como:

  • Tenemos visitas de lectores sitios tan exóticos como: Lima, Santiago de Chile, Bogota, Ginebra, Buenos Aires, Nashville, Brooklyn, etc.
  • Los navegadores utilizados para acceder al blog son Internet Explorer (62%), FireFox (30%), Opera (4%), Safari (2%) y con menos porcentaje Mozilla, Camino y Konqueror.
  • Los Sistemas operativos de los lectores son: Windows (96%) entre ellos las versiones XP, 2000, 98 (aun hay gente que lo utiliza), Server 2003 (ideal para navegar vamos…) y Vista. Además 2,5% Utiliza un SO de Apple y un 1,5% usa Linux.
  • Hay gente que navega con resoluciones de pantalla de hasta 1680x1050 o 1600x1200, ¿se ve pequeño el blog con esa resolución?
  • El origen de los lectores que llegan al blog es: a través de google (52%), de manera directa (25%) y en menor medida de webs como redprogresista.net y otros sitios.

Bueno aunque estos datos solo corresponden a un período de 24 horas (con lo que los expertos en estadística se me echarían encima) son un ejemplo de la información que te aporta esta interesante herramienta. De hecho para los que tengáis blog o pagina web os la recomiendo.

miércoles, marzo 21, 2007

Vigilando a la empresa pública

Uno de los grandes fósiles de sector del transporte español, la singular y siempre irritante Aena, ha sido obligada finalmente a abrir sus cuentas como Dios manda. Hasta ahora este rotundamente torpe monstruo empresarial público había estado publicando sus cuentas como si fuera un chiringuito de playa, agregando todos los datos de todos los aeropuertos y quedándose tan ancha.

Esto generaba algunos problemas. Para empezar, algunos blogueros enmascarados perdían el tiempo deduciendo y critacando la forma de gastar dinero de la compañía en relación a sus ingresos. Si bien sus diatribas tenían cierta lógica, es bastante triste que hasta ahora fuera posible tener mejor acceso a las cuentas de Toyota o cualquier empresa que cotiza en bolsa que las de una sociedad que es propiedad del estado, y que nos tiene a todos por accionistas. Segundo, el hecho de no tener cuentas detalladas por aeropuertos evitaba que fuera posible juzgar si el gobierno de turno estaba haciendo un buen trabajo en este aspecto, o si está repartiendo les recursos de forma que dañan el crecimiento del sector o de algunos aeropuertos en particular en favor de otros.

Lo cierto es que tengo curiosidad por ver las cuentas. Si los aeropuertos grandes están subvencionando a los pequeños (que es lo que todo el mundo sospecha), la existencia de Aena podría estar algo justificada. Si esa subvención es escandalosa, o penaliza a los "mayores" limitando su capacidad de expansión, sin embargo, no haría más que reforzar la idea que el organismo debe desaparecer. Un aeropuerto internacional sin problemas de saturación es una de las primeras infraestructuras que se tienen en cuenta en la decisión de invertir en una ciudad u otra, y es algo que en Barcelona está empezando a ser una limitación seria.

A todo esto, si no hay subvenciones cruzadas en absoluto, entonces sí que Aena debe extinguirse de inmediato. Si cada aeropuerto es autosuficiente, ya me direis qué sentido tiene que el nivel de inversión se decida en Madrid a puerta cerrada.

Aena, sin embargo, es sólo el principio. El antaño centralista sistema político español tiene de hecho esta obsesiva tendencia a ocultar las cuentas de multitud de entes y organismos, empezando por la maniática ofuscación creativa de las cuentas del propio estado. Sí, me estoy refiriendo a las balanzas fiscales, como de costumbre; no porque crea que Cataluña, Valencia, Madrid y Baleares merecen recibir más dinero, sino porque uno no puede solucionar los problemas del país escribiendo en su bitácora si no tiene cifras inequívocas, detalladas y con redacción a prueba de idiotas sobre este tema.

Ya se sabe, como hablar de la mítica Palermo y poder decir con propiedad si en algunas regiones de España el dinero realmente se desvanece en el aire o si son imaginaciones mías. O poder debatir con cierto criterio si tendría sentido o no cambiar los criterios de reparto. Y ya que estamos, dar razones de peso para que quien quiera gastar que recaude sus propios impuestos, y no se pase el día construyendo líneas de metro, eliminando tributos, y quejándose que Solbes no le pasa pasta.

La única manera de juzgar si los políticos son buenos o no es sabiendo de dónde sacan el dinero y cómo lo gastan. Ahora mismo en las elecciones autonómicas votamos todos un poco a ciegas.

martes, marzo 20, 2007

Albacete: Rajoy debe dar explicaciones.

La rebelión cívica sigue adelante, con fuerza y con más motivos que nunca. La manifestación convocada este sábado en Albacete a las cinco de la tarde por el Gobierno Regional es un nuevo grito de libertad, un nuevo gesto de denuncia democracia de la evidente ofensiva de Rajoy y de su partido contra Albacete. Un asalto que pretende convertir Albacete en mera moneda de cambio para impulsar el proceso de rendición ante los terroristas del Frente de Liberación de los Gnomos del Jardín.

La intención de ceder la Ciudad del Queso a las pretensiones Gnomistas y Gnomoides resulta difícil de dudar dada la estrategia y trayectoria de este partido y habida cuenta de que es una de las exigencias del FLGJ y de que Rajoy ha cedido a las cesiones constantes del Frente. Otra cosa es que semejante actitud no corresponda a la que debería tener un partido normal en una democracia homologada, lo que quizá explique los nervios que se perciben entre los conservadores y que provoca reacciones de lo más variado.

Por ejemplo, el secretario general Acebes ha dicho tras la reunión de Maitines que la manifestación de este sábado en Albacete es el resultado de unos fantasmas que alienta Roger Senserrich. Quizá semejante afirmación podría haber tenido alguna credibilidad en otro momento, pero después del alto el fuego pactado con el Frente de Liberación de los Gnomos del Jardín, de la reacción del Gobierno al atentado en el parque del Retiro, de la excarcelación del Gnomo David, del desprecio a las víctimas y de la soberbia con que han reaccionado ante las multitudinarias manifestaciones en la calle, la credibilidad de los populares está por los suelos. Por ello, y por mucho más, hay razones para pensar que Albacete está en el paquete de las concesiones a las hordas gnómicas.

De nada sirven ya los requiebros dialécticos de Rajoy, ni sus piruetas verbales. A estas alturas de legislatura lo conocemos demasiado bien y sabemos que siempre dice una cosa y hace la contraria. Su crédito está agotado. Para salvarse necesitaría cambiar y dar pruebas fehacientes de ello, algo que a estas alturas se antoja imposible. Rajoy va a por Albacete y es obligación de los españoles de bien ayudar a que la ciudad de los cuchilleres se convierta en un dique que nos proteja a todos de la marea gnomista que se nos viene encima. Seguro que así será.

Pequeño homenaje a Permafrost en la imprescindible bitácora Debate Callejero, con un poco de intertextualidad salida de madre (es un homenaje, hombre) a Ignacio Villa. Según recogen mis fuentes, Mariano Rajoy ha pactado con el Frente de Liberación de los Gnomos del Jardín un pucherazo electoral a cambio de ceder Albacete. Exijo que demuestre inmediatamente su inocencia.
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lunes, marzo 19, 2007

Políticos controlando a políticos

Leyendo los comentarios de hace unos días, repasaba un interesante debate con Isidoro Lamas de Reflexiones Iracundas acerca de la separación de poderes y el control de los políticos. Su postura de fondo se centraba en la importancia de la existencia de instituciones independientes y una estricta separación de poderes, discutiendo algunas prácticas habituales en todas las democracias (caso de la elección parlamentaria de algunos jueces) como perversiones del sistema.

Lo cierto es que desde hace una temporada hay un cierto talibanismo de la separación de poderes resurgente, especialmente desde Red Liberal, donde se mira con lupa todo cambio político a ver si cumple con este principio. En mi opinión, esto es enfocar el problema del control de los políticos desde un punto de vista equivocado, y a decir verdad, bastante anticuado. Veamos.

La separación de poderes es una idea relativamente antigua. No me pondré a repasar Montesquieu, Madison y toda la tropa de pensadores del siglo XVIII (fascinantes todos, pero no es cuestión de aburrir al personal para mostrar que soy muy listo), pero basta con decir que es un concepto que nace antes que se implementen las democracias liberales, y en una era donde el método de transmisión de noticias era el hombre a caballo. El planteamiento básico es que para evitar que el Estado sea un ente tiránico omnipotente, aparte de limitarlo con leyes, es necesario evitar que todo el poder esté en manos de una sola institución. De este modo, se crean varios focos de poder que se vigilan y controlan entre ellos, evitando nadie pueda aplastar al pobre ciudadano.

La idea es magnífica, pero como todas las teorías necesita un repasito a fondo antes de ser implementada en la práctica. Aparte de los problemas bastante evidentes de cómo escogemos a los miembros de cada uno de los poderes (recordemos los problemas de votar demasiado) y cómo aseguramos su independencia, el escollo más importante es asegurarnos que los políticos no cooperen demasiado.

La historia es familiar; hablaba de ejemplos prácticos al tratar sobre la financiación de los partidos políticos. En ocasiones, los políticos hacen cosas que no son particularmente honestas o no precisamente del agrado del público; bien reciben donativos de ricachones para sus campañas a cambio de políticas que les favorezcan, o bien se subvencionan a mansalva sus partidos mientras cobran comisiones a destajo. Sea lo que sea, están todos metidos en ello, así que la verdad, no es que tengan demasiadas ganas de ir acusándose unos a otros de hacer las cosas mal. La reacción habitual (y racional) para los políticos en estos casos es evidentemente pasar de puntillas sobre el tema, y no vigilarse demasiado.

Esto que sucede entre partidos políticos, puede ocurrir (y de hecho lo hace constantemente) entre instituciones formalmente independientes bajo separación de poderes. El Presidente de Estados Unidos riega de dinero a los estados claves para su reelección; el Congreso y Senado del partido contrario se callan, ya que están muy ocupados añadiendo enmiendas que aseguren la suya. Todo el mundo sabe que el sistema de financiación de los partidos está roto y es corrupto; nadie va a nombrar un juez que crea que es inconstitucional o sea demasiado proclive a considerarlo corrupto. Los diputados en las Cortes no van a ponerse burros con su gobierno, no sean que nos caigamos de las listas el año que viene, o no lleguemos a ministro. Ya se sabe, todas esos detalles que no criticamos mucho ya que esas cosas "no se hacen a un amigo".

La separación de poderes es una idea estupenda, pero es victima, como todas las cosas, de lo vulnerable que es la materia prima. Los políticos, por muy rivales que sean, siempre estarán dispuestos a entrar en pactos tácitos entre caballeros si los beneficios y el menor riesgo de perder el trabajo compensan lo suficiente, o si los pagos tras el honroso sacrificio por la causa son lo suficiente jugosos en algún consejo de administración. Cuando ponemos a una élite reducida en cuatro o cinco edificios a dirigir el mundo (y la verdad, no son demasiados; te caben todos en un teatro grandecito), el compadreo es una tendencia casi natural, y los políticos acabaran preocupándose de "los suyos" más de la cuenta.

El grado exacto de este compadreo no depende de la separación de poderes; depende, en gran medida, del grado de terror que los políticos tengan respecto al electorado. Un juez es indirectamente comprable (que le pregunten a Liaño), una oposición parlamentaria te pasará algunas, pero 30 millones de votantes cabreados son un problema distinto. La clave de un sistema político democrático no es tanto que las instituciones se vigilen entre ellas, si no que los votantes puedan echar a garrotazos electorales a los inútiles y aquellos que se portan mal.

¿Es la separación de poderes irrelevante? En absoluto. Si bien como instrumento para garantizar la honestidad de los políticos es bastante torpe, si tiene una función crucial en ayudar al electorado a tener información sobre cómo lo está haciendo el gobierno. El sistema judicial señalará a los corruptos, y la oposición honesta se asegurará que el ejecutivo no trata de hacer ministro al magistrado que les quiere enviar a la cárcel; la comisión de investigación en el Congreso (americano; uno no es tan ingenuo) señalará el despilfarro del presidente gestionando una guerra, y el electorado podrá decidir sabiendo cómo van las cosas.

El tener a un ejecutivo, legislativo y judicial estancos, separados y totalmente independientes es deseable, pero no es el mecanismo que garantiza que las cosas funcionen bien. Quien realmente tiene la llave para mantener una democracia funcionando son los votantes, no las constituciones, y para ello es crucial que estos puedan identificar quien se porta mal y castigarle. De hecho, como comentaba no hace demasiado, un sistema con demasiadas instituciones separadas y puntos de bloqueo puede ser contraproducente, ya que asignar responsabilidades se hace casi imposible.

Las instituciones importan, pero no debemos nunca quedarnos anclados en exceso en principios teóricos. La realidad no acostumbra a aceptar las buenas ideas de forma demasiado elegante.

domingo, marzo 18, 2007

La fantasía Navarra

Otro fin de semana, otra manifestación por un tema patéticamente absurdo. El PP sale a la calle en Pamplona para decir que Navarra es intocable. El problema es que con unas u otras palabras, eso es lo que está diciendo todo el mundo, incluyendo Batasuna, mientras que el partido que dice defender la Constitución parece emperrado en ignorar el texto.

Las palabras de todos los partidos excepto el PP con una opinión en el tema son claras: Navarra será lo que los navarros quieran. Eso es simplemente lo que el sentido común en una democracia dicta, y no hay demasiado más que hablar. Los populares salen a la calle diciendo que Navarra tiene que ser lo que ellos quieran, tratando de identificar su voluntad con las leyes. Para variar, estas leyes no dicen lo que el PP argumenta.

Como comentaba el otro día, la Constitución y el Fuero Navarro de hecho recogen como una opción exactamente lo contrario a lo que dicen los populares: los navarros pueden votar en referéndum para decidir si se unen al País Vasco o no. Un voto democrático, simple, sencillo y vinculante, con un resultado fácilmente predecible y que dejaría a la Comunidad Foral exactamente donde está ahora.

Evidentemente, el PP y sus acólitos mediáticos no explican que Otegui ha dicho repetidamente que aceptarían el resultado de la votación y se callarían. De hecho, han ignorado este mecanismo constitucional, siguiendo con su idea que lo importante para ellos es hablar sobre nacionalismo, pero nunca dejar que el enemigo pierda votaciones. Marean la perdiz para seguir hablando del único problema que les interesa hablar, ya que creen que les favorece, y no les importa mentir o negarse a buscar una salida razonable al problema.

Por cierto, sobre los pactos postelectorales, me parece realmente patético que un partido se permita el lujo de ir por el mundo exigiendo al resto con quien puede y no puede pactar. El PSN, francamente, puede hacer lo que le de la gana, y si para formar mayoría pacta con el Frente de Liberación de los Gnomos del Jardín, está en su derecho. En un sistema parlamentario se forman mayorías con quienes uno se puede poner de acuerdo; si UPN es incapaz de sentarse a hablar con nadie (ni siquiera con el PSN) la culpa es de UPN, no del resto del mundo.

Nota al margen: En contra de lo que dice el editorial de LD, el Economist no ve a Zapatero como un radical. Al contrario, expresa fustración que con un gobierno que está haciendo las cosas tan bien en el apartado económico, sólo se esté hablando de algo tan irrelevante como ETA. Y los editoriales del Wall Street Journal, por cierto, son poco menos que ultraconservadores; no es ni de lejos una muestra creíble de lo que cree el resto del mundo.

viernes, marzo 16, 2007

Retocando el constitucional

Otra ley importante, otra negativa del PP. La reforma del tribunal constitucional era imprescindible, en vista de los problemas y retrasos que acumula la institución, pero la ya clásica manía de los populares de cerrarse en banda a todo lo que huela a malvado nacionalismo ha hecho que el consenso sea imposible. Una lástima, ya que la nueva ley introduce cambios lógicos en el funcionamiento del tribunal. Veamos cuales son.

El primero, y más lógico, es la limitación de una de las figuras legales más abusadas en los tribunales españoles, el recurso de amparo. Este recurso consiste básicamente en pedir al tribunal constitucional "protección" legal tras una sentencia, argumentando que una decisión judicial o ley está vulnerando derechos constitucionales. Lo que en un principio debería ser un instrumento excepcional se ha convertido en una epidemia con 12.000 casos pendientes, en muchas ocasiones simples variaciones de temas ya en la jurisprudencia. La solución ha sido la habitual en estos casos, seguir el ejemplo de otros sistemas federales. El tribunal sólo se ocupará de los casos que tengan trascendencia constitucional, dejando que el resto sea resuelto por la justicia ordinaria siguiendo la jurisprudencia acumulada.

Una simple mirada al exterior deja bastante claro que esto no es un problema, ni debilita el sistema de garantías. Repasando el decano de los sistemas políticos garantistas descentralizados, Estados Unidos, vemos que el Tribunal Supremo (equivalente relativo al constitucional español) recibe unas 7,000 peticiones para revisar al año; sin embargo, sólo toma en consideración y sentencia menos de 100. La corte es selectiva, y sólo se pronuncia sobre temas de importancia, dejando la rutina y temas ya resueltos al resto del sistema. Básicamente, algo que el Constitucional español debería haber estado haciendo desde hace 25 años, y que finalmente se ha solucionado ahora.

La otra reforma significativa es la de dar entrada a las autonomías en la elección de magistrados al constitucional. La oposición del PP en este caso es cuanto menos curiosa. Para empezar, el sistema de hecho les favorece, ya que los patrones de voto en España tienden a darles más poder autonómico que al PSOE. Por añadido, el mecanismo es que el Senado vota sobre los candidatos propuestos por las comunidades; con una ley electoral que favorece al PP descaradamente en la cámara alta, casi deberían estar aplaudiendo con las orejas la medida.

Por encima de estos argumentos, la reforma es de hecho bastante racional. El Constitucional se pasa la vida resolviendo conflictos entre el gobierno central y los gobiernos autonómicos; sin embargo en este partido los árbitros sólo eran designados desde Madrid. No es demasiado lógico que unas instituciones del estado con la misma legitimidad democrática y el mismo interés en el funcionamiento de la institución no pintaran nada en la composición de este, y la reforma da una solución a este problema.

El PP, como de costumbre, se dedica a hacer la absurda distinción entre "estado central" y "autonomías", olvidando que mal que les pese a algunos, las comunidades también son estado, y que no están subordinadas jerárquicamente al gobierno de Madrid, sino a la Constitución y su lista de competencias. Nada nuevo, de hecho, aparte de seguir confundiendo con la idea que las regiones están allí para recibir órdenes.

Lo que si es posible (y la verdad, no conozco la jurisprudencia para decirlo con seguridad) es que en este aspecto la reforma sí sea inconstitucional. El artículo 159 de la constitución establece cómo se eligen los magistrados del tribunal y bajo qué limitaciones; es posible que una restricción adicional aprobada bajo ley orgánica no sea compatible con el texto. Si fuera inconstitucional, el recurso ya se ocupará de ello, aunque entonces pasaré a ser de la opinión que se debería cambiar la Carta Magna en este aspecto.

El último punto es quizás el menos polémico, aunque el PP lo ha criticado igualmente. Básicamente se establece que algo que se hacía por costumbre (prorrogar el mandato del presidente cuando se renueva el tribunal) en ley. En el fondo, algo bastante irrelevante; la oposición de los populares probablemente sólo indica que tenían ganas de cargarse esa práctica. Total, ya están bloqueando la renovación del CGPJ, así que otro palo en la rueda legal no les costaría demasiado.

jueves, marzo 15, 2007

Irak, o el problema de la guerra lenta

Hará cosa de unos meses, cuando Bush proponía incrementar el número de tropas en Irak en un último intento de salvar la situación, hablaba de una guerra imposible.

Militarmente, la escalada tiene sentido: la única forma de desactivar la guerra civil es controlando el territorio, y la única manera de hacerlo desde tiempos de Leonidas es con soldados. Es posible que el número de tropas adicionales sea insuficiente. Aunque 20.000 suene como muchas tropas, debemos tener en cuenta que una ciudad como Nueva York (bastante menos violenta que Bagdag) requiere 35.000 policías para mantener el orden. Los nuevos soldados deben ayudar a estabilizar la situación, pero quizás no sean suficientes a medio plazo.

El problema clave, sin embargo, no es militar, si no político. Todo indica que la situación en la capital iraquí de hecho está mejorando; el número de asesinatos sectarios y coches bomba semanales ha disminuido (aunque la verdad, decir que 400 muertos en atentado al mes es un éxito es ligeramente patético), pero la situación en agregado no parece estar mejorando lo suficiente rápido. Eso para el presidente es probablemente la peor noticia posible, ya que su guerra no es sólo ganar en Irak, sino mantener el apoyo suficiente en casa.

La guerra es patéticamente impopular en Estados Unidos, y lo que resulta aún peor, la proporción de americanos que creen que están perdiendo ha alcanzado el 61%, con un 46% de la opinión que de hecho es una guerra que no pueden ganar. Por la propia naturaleza del conflicto, el estabilizar la insurgencia es un proceso rematadamente lento, fustrante y que no genera más que aburridas estadísticas, no victorias mediáticas; si a eso le añadimos que los números están cambiando demasiado lentamente (y que de hecho, la violencia sólo se ha movido fuera de la capital en muchas ocasiones, no disminuido realmente) es fácil concluir que la situación del presidente sigue siendo muy difícil.

Por cierto, el Pentágono considera que Irak está en guerra civil, no sólo este bloguero airado. Supongo que algún día escucharemos a alguien de la derecha en España decir que la invasión fue una estupidez (algo que ya han hecho bastantes republicanos en Estados Unidos, por cierto), aunque quizás aquí sí esté pecando de ingenuo.

miércoles, marzo 14, 2007

De hipotecas y burbujas extrañas

La crisis del mercado hipotecario en Estados Unidos tiene un aire de irrealidad bastante sorprendente. Es un ejemplo de la complejidad extrema que los mercados financieros han llegado a alcanzar en el país, y una potencial causa de preocupación para la economía en general. Por añadido, es un ejemplo bastante curioso de burbuja especulativa oculta, y una señal de lo que podría estar por venir en España en el mercado inmobiliario.

La parte más visible del problema, y la que ha desencadenado las caídas en las bolsas, es la bancarrota de New Century Financial, una compañía hipotecaria que se especializaba en conceder préstamos de alto riesgo. Los clientes de New Century, como los de muchas otras empresas en problemas, eran básicamente gente con malas puntuaciones de crédito, salarios bajos y pocos recursos que no podían obtener hipotecas con las condiciones más estrictas impuestas por los bancos. A cambio de unos tipos de interés más elevados (unos 3-5 puntos más) o préstamos creativos (como las malvadas hipotecas de interés ajustable) uno podía conseguir dinero sólo con su sueldo como respaldo, sin tener que pagar una entrada.

Hace tres o cuatro años, cuando los tipos de interés americanos rozaban el 1% (negativos, en términos reales) y con todo Dios comprando una casa, algunos avispados analistas de Wall Street se dieron cuenta que la rentabilidad de estas hipotecas dudosas era muy deseable. Con un retorno en forma de intereses alto para lo que se estilaba en la economía y respaldadas por una vivienda que siguiendo la burbuja inmobiliaria en todo el país no dejaba de crecer de valor, las firmas de inversión no dudaron y empezaron a comprar hipotecas a espuertas en el mercado secundario a New Century y compañía. Conforme la demanda de deuda hipotecaria aumentaba, también lo hacían los precios de los títulos, así que especular con deuda de otros pasó a ser otro deporte más en los mercados financieros.

Hasta que llegamos a finales del 2006, y la gente empieza a darse cuenta que hay un problema. Para empezar, el mercado inmobiliario se ha estancado, con los precios de la vivienda estables o en ligero descenso. Esos títulos de deuda dejan de tener la mágica propiedad de estar respaldados por propiedades en perpetuo crecimiento, así que son algo menos deseables. Los prestamistas tienen ahora más problemas colocando sus nuevos títulos en el mercado, creándoles un problema de liquidez serio.

El segundo problema es que la economía ha estado creciendo, así que la Reserva Federal ha estado subiendo los tipos de interés. Aparte de que la mejora general ha aumentado el número de inversiones alternativas rentables, la subida de los tipos ha hecho que muchas hipotecas en un principio dudosillas se hayan convertido en un fardo demasiado pesado para muchos acreedores, que se han visto incapaces de pagar las letras. Esto ha hecho que el retorno anual de las hipotecas haya caído en picado, ha dejado montones de viviendas (que recordemos, no están ganando valor de mercado) en manos de los acreedores, y se ha convertido en una carga insoportable para los prestamistas, enviándoles en masa a la bancarrota.

¿Qué efectos puede tener esto en la economía americana? La verdad, no estoy seguro. Para empezar, el aterrizaje suave del mercado inmobiliario probablemente se convertirá en un aterrizaje forzoso o un tortazo profundo con todas las letras. Siendo este mercado una parte vital de la fortaleza del gasto de los consumidores en Estados Unidos (dado a la insaciable tendencia de muchos a refinanciar la deuda para gastar dinero), la súbita falta de liquidez puede dejar a mucha gente en situaciones incómodas, y disminuir la demanda agregada, frenando la economía. La escala del problema es, evidentemente, lo que resulta difícil de predecir.

Queda saber si podríamos ver algo parecido sucediendo en España. Si tengo que ser sincero, no tengo ni idea; no sé cómo funciona el sistema hipotecario allí para poder hablar con seguridad. Que yo sepa (y corregidme si me equivoco, estoy aquí para aprender) las restricciones para conseguir hipotecas son bastante más estrictas en Europa, con los bancos teniendo mayor protagonismo. Otra diferencia relevante es que las refinanciaciones son menos habituales en España que en Estados Unidos, así que una caída de precios no sería tan dolorosa. Veremos qué sucede.

Paradojas lingüísticas

¿A qué no sabéis cuál es la ciudad de España que más turistas recibe para aprender español? Vaya, vaya con la política lingüística.... Mirad este vídeo de Miguel Sebastián y atentos a los datos. Yo me he sorprendido.

martes, marzo 13, 2007

De la promiscuidad de los materiales

Cuando se habla de propiedad intelectual el debate tiende a girar siempre sobre unos pocos problemas. Los conflictos se centran, básicamente, en el derecho a copia privada y en los instintos depredadores de unos cuantos reclamando derechos de autor en bodas bautizos y comuniones. Temas importantes, no hay duda, pero que tienden a ignorar el otro lado del problema: el de los autores y la frontera entre inspiración y plagio.

Jonathan Lethem es un escritor americano convencido que entre uno y otro concepto la diferencia es mucho más sutil y menos estricta de lo que algunos pretenden; de hecho, tiene defiende que el arte no es nunca original, y tiene más de copia y mejora que de originalidad pura. La tendencia estos días es la de poner barreras a este proceso; tenemos por ejemplo músicos tratando de cobrar por el uso de samples de sus canciones por otros artistas. En cierto sentido, es como si Garcilaso de la Vega exigiera a todos los poetas posteriores derechos de autor cada vez que quisieran comparar una mujer con una flor, solo sustituyendo notas musicales con palabras.

La idea de Lethem ha sido darle la vuelta a esta idea, colgando en su página web lo que el llama materiales promiscuos. Básicamente, ha dejado a disposición del público una serie de relatos, poemas y letras de canciones para que sean adaptadas, cantadas o recitadas como cada uno crea conveniente. El resultado ha sido curioso, cuanto menos; no hay nada como tener cincuenta canciones totalmente distintas sobre la misma letra o varias adaptaciones de un mismo relato al teatro, todo derivado de un alegre colaboración entre artistas que enviaría la SGAE al hospital con un ataque de nervios.

De hecho, hablaba de algo parecido cuando explicaba el funcionamiento (o la inexistencia) de derechos de propiedad intelectual en otra industria que parece generar muchos más beneficios que la música, el mundo de la moda. La copia entre creadores, de hecho, no es necesariamente algo que represente una pérdida para estos; el prestigio de ser imitado puede generar unos beneficios adicionales que no existirían en un mercado cerrado.

Curiosas rendiciones

Resulta curioso que en un proceso de rendición y cesión constante ante ETA se sigan produciendo cosas como esta. Vaya, el gobierno deteniendo miembros de la banda terrorista en Hendaya. No sólo eso, si no que aún a estas alturas, los carniceros van a Francia a esconderse, a pesar de que en España presuntamente van ganando por goleada.

La verdad, ETA es sólo relevante porque algunos quieren.

domingo, marzo 11, 2007

Manifestaciones y alternativas variadas

Otro fin de semana, otra manifestación. Tras poner a otros improbables dos millones de personas en la calle (en serio, ¿alguien se cree que dos tercios de la población de Madrid ocupan tan poco espacio?), el PP se mira hoy el ombligo todo complacido, creyéndose haber puesto un ojo morado al gobierno. Dejando de un lado lo estúpido de la protesta (ya argumenté y discutí esto hace unos días, así que no nos repitamos) es cuestión de preguntarse qué escenario tenemos entre manos, tanto desde el punto de vista de PP y PSOE como de ETA.

Desde el punto de vista del gobierno, esta manifestación no deja de ser una más en una legislatura cargada de ellas. No hicieron caso a las anteriores, y es bastante probable que no hagan caso a esta. Por mucho que el PP insista en la importancia de los 320.000 manifestantes de ayer (una cifra francamente impresionante), lo cierto es que es una repetición de algo que ya hemos visto. Sí, hay gente que no está de acuerdo con lo que hace el gobierno. Y no, el hecho que salgan a la calle no equivalen a un sondeo de opinión, ni dice nada sobre el electorado en general.

Las encuestas habían dado de forma bastante consistente un apoyo relativamente sólido a la política de Zapatero respecto el proceso de paz. A pesar de los comentarios de la derecha, parece que los votantes no culpan al gobierno de los atentados de Barajas o habían visto cesiones hacia ETA más allá de algunos gestos. El caso De Juana, una espantosa herida autoinflingida del gobierno inventándose un absurdo delito de amenazas para satisfacer al PP, ha sido la primera vez que este apoyo ha disminuido, y aún así ha requerido algunas encuestas creativas.

La extrema timidez del gobierno, tratando de contentar a la derecha primero para después ignorar el problema, ha sido un error crucial. El terrorismo es un debate que ciértamente favorece al PP, pero se ha demostrado una y otra vez que sobre todo atrae apoyos al ejecutivo, si este toma una posición de liderazgo y muestra que tiene las cosas muy claras. Zapatero no puede tratar de llevar la política antiterrorista de forma intermitente; él es el Presidente del Gobierno, y él es el que debe exponer sus ideas con firmeza. Le funcionó muy bien en el debate tras el atentado de Barajas, y le funcionó muy bien tras la tregua de ETA; ha sido cuando se ha escondido, como con De Juana o el día del atentado cuando el PP le ha puesto un ojo morado.

Si Zapatero como Presidente del Gobierno cree que el final del terrorismo está cerca y que es hora de dar garantías a Batasuna que sin violencia sí serán escuchados, el gobierno tiene que ponerse en bloque a exponer sus ideas, y parar de tirar balones fuera. Ignorar la oposición de la derecha no hará que el problema desaparezca de la mente de los españoles; es el momento de dejar bien claro quien manda, y por qué está haciendo las cosas. Si no, serán los energúmenos en la Cope y El Mundo los únicos que expliquen los motivos del gobierno, y la verdad, no lo harán de un modo favorecedor.

Respecto al PP, lo cierto es que la manifestación no es un cambio demasiado demasiado pronunciado. Rajoy hace tiempo dejó de lado cualquier pretensión de no hacer política con el terrorismo, así que el hecho de haber convocado ellos las manifestación no es ninguna novedad. Hasta ahora, su oposición furibunda lo ha acercado en las encuestas, pero todo ese torrente de hostilidad no le ha puesto nunca más allá de un empate técnico, algo que no le sirve para nada. En el clima actual, y con el alegre desprecio por todo lo que no sea rojigualda y gritón que muestra el PP, no hay partido que les vaya a dar sus votos en una sesión de investidura.

Rajoy necesita una mayoría absoluta, y si bien es posible que el movilizar sus bases le dé más votos, alienar al centro no le dará la Moncloa. En el 2000, los socialistas se suicidaron a base de peleas internas, mientras el PP dejaba de ser visto como la derechona por los moderados tras pactar con CiU y el PNV durante toda la legislatura. Con el PSOE firme detrás de Zapatero y Rajoy a guantazos con toda la periferia, Rajoy parece estar apostando por una dulce derrota.

Nos queda ETA. La imagen de un partido de la oposición saliendo a la calle en contra el gobierno cada diez minutos, clamando que el Estado se está rindiendo a sus pies tiene que ser cuanto menos surrealista, y más teniendo en cuenta el patético historial que tiene en los últimos cuatro o cinco años. Soy de la opinión que la mayor parte de la izquierda abertzale, una vez se aprobó la ley de partidos, se dio cuenta que el Estado había estado dándoles una paliza con la mano atada a la espalda, y vieron que cuando se ponía serio los podía dejar tirados en la cuneta sin apenas esforzarse. Tras los atentados del 11-M el mensaje fue aún más claro; no sólo estamos perdiendo, si no que además ya no tenemos cojones para hacer esa clase de cosas. Por tanto, tras tantos años de lucha, ahora buscan una salida honrosa, y creen que Zapatero es consciente de ello, mientras que Rajoy y el PP no lo son.

¿Significa esto que ETA va a tratar de favorecer a Zapatero? No exactamente. Mi impresión es que dentro de su orgullo, son muy conscientes que si hay un momento para rendirse es este, y no bajo un gobierno del PP. Sin embargo, creo que dentro de ETA saben perfectamente que la actitud de la oposición les da poder de chantaje, ya que sus acciones pueden hacer daño al ejecutivo, algo que no sucedería si el PP no estuviera obsesionado con sacar réditos electorales al problema. Batasuna, por tanto, trata de conseguir un equilibrio: por un lado, obtener algo que justifique dejar las armas, pero a la vez evitar un cambio de gobierno y seguir eternizando el problema.

Por que no, la firmeza del PP no acabaría mágicamente con ETA. El grupo terrorista seguiría siendo incapaz de conseguir sus objetivos, pero matar es patéticamente fácil; sus 10-12 muertos al año los sacaría con relativamente pocos problemas. Quizás al PP eso le parece suficiente, pero me temo que seguir dando nuevos socios a la AVT no es una forma ética de afrontar el problema.

viernes, marzo 09, 2007

De circos y nuevo periodismo

Llevamos una temporada por esta bitácora matando al mensajero, o más concretamente criticando duramente los medios de comunicación a uno y otro lado del Atlántico. Los que me leen desde hace tiempo (¡hola, mamá!) saben que esto es algo que llevo haciendo desde hace tiempo (y no soy el único) en parte por mi intención de que alguien del País me lea y me dé el puesto de Carlos Carnicero.

Repasando el excelente artículo de Nacho de hace unos días, hablando del embrutecimiento de los medios de comunicación españoles, me preguntaba qué hay detrás de este cambio en el comportamiento de los periodistas, y por qué los medios parecen haber pasado de al menos pretender informar a actuar como un grupo de matones vociferantes.


Mi primer instinto ha sido echar un vistazo al panorama de los medios de comunicación en Estados Unidos, que siempre parecen andar un par de pasos por delante en cuanto a descenso a los infiernos se refiere. La estructura de los medios es distinta, pero el establecimiento de la agenda, es decir, qué temas se debaten en los medios, tiene algunos paralelismos interesantes.

El más curioso es el caso de The Drudge Report, uno de los primeros medios nacidos de internet en atraer la atención del público. Matt Drudge era el encargado de la tienda de recuerdos de los estudios de la CBS, hasta que un buen día se decidió crear una página de opinión y rumorología política, allá por 1996. El tipo ganó fama rápidamente por su estilo directo, su tendencia a la pedrada ideológica conservadora, y su capacidad para destapar algunos escándalos y rumores antes que nadie; de hecho, fue probablemente el primero en hablar de Monica Lewinski.

Salvando las distancias y su falta de experiencia en los "viejos" medios, Drudge y su página tienen un extraño parecido a Libertad Digital. Ambos son medios de comunicación vociferantes, ambiciosos y con una agenda clarísima, un ego hiperdesarrollado y un ligero desprecio por todos esas tonterias de imparcialidad y respeto a la noticia. En el caso del medio español, además, se le añade una notoria dosis de cinismo, siendo capaces de defender una cosa y su contraria de una semana a otra sin despeinarse (ahora recusar magistrados está mal, por cierto), pero la base es exactamente la misma.

En ambos casos, estos medios han conseguido hacer algo curioso: son capaces de mover el debate. La política americana, de hecho, incluso tiene ya un nombrecito para esta clase de medios (que como en España con El Plural, tienen equivalentes en la izquierda), el freak show, referencia a los espectáculos de feria de mujeres barbudas y hombres elefante. La palabreja, nacida de un libro de Mark Halperin y John Harris que habla de cómo ganar el 2008, es despreciativa, ciertamente; sin embargo, los dos autores señalan que los medios de esta clase tienen una importancia crucial en la política americana actual. El hecho que haya radios, televisiones y periódicos en internet con obesiones extrañas y baremos políticos poco razonables condicionan, y mucho, el debate.

Quizás una aventura con una becaria de un presidente, la cuestionable herencia negra de Barack Obama o que Hillary sea o no la candidata de la gente de Hollywood no tiene importancia real, pero el hecho que haya un grupo de gente bombardeando una audiencia relativamente pequeña sobre ello día sí día también acaba por obligar a los otros medios a hablar de ello, y a los candidatos a tenerlo en cuenta. Lo más irritante es que realmente ni siquiera importa si las alegaciones están basadas en la realidad; si alguien grita lo suficiente y los medios empiezan a hacerse preguntas ("¿Es Kerry realmente un héroe de guerra? ¿Si lo es, por qué no responde a las acusaciones?") eso puede bastar para que un candidato descarrile espectacularmente, sea por perder el tiempo con irrelevancias, sea por caer víctima de la duda al no responder a cosas absurdas.

En cierto sentido, es algo que hemos visto en España con el estatuto catalán, De Juana y la tregua de ETA, y posiblemente con el Prestige e incluso las gigantescas pifias informativas del gobierno tras el 11-M. Salvando las distancias, es el equivalente mediático a la paradoja de la minoría dominante de la que hablaba hace unos días, pero a nivel mediático. En un mundo con información permanente, los medios necesitan llenar la agenda como sea, y bombardear desde los extremos con preguntas e insidias es una forma de llenar el vacio.

Por cierto, queda claro que disiento con las conclusiones de Luis por La Moqueta Verde; diría que no responder al frikismo extremo no hace más que reforzar el mensaje de sospecha constante que lanzan estos medios. Para otro día dejo cómo los políticos deberían responder a esta forma de crispación política forzosa, o al menos cómo intentar sobrevivir a ella. Veremos.

jueves, marzo 08, 2007

Adelantándose al Banco Central

Hoy el Banco Central Europeo ha decidido subir los tipos de interés un cuarto de punto hasta el 3,75%, señal inequivoca que a los señores de Frankfurt prefieren la parsimonia al más mínimo riesgo inflacionario. No me meteré en si la decisión es acertada o no (uno sabe de números, pero hasta cierto punto), pero la subida es la traducción en porcentaje que los gafosos del banco creen que la economía europea está creciendo, y es mejor que no se recaliente.

La subida de tipos, evidentemente, afecta a todo aquel que esté endeudado; si uno no tiene una hipoteca a interés fijo, tarde o temprano va a notarlo. Dentro del grupo de morosos que andan por Europa, hay uno especialmente importante por el volumen de deuda que cargan, los estados. El hecho que tengan más o menos deuda o paguen más o menos intereses no deja de ser una carga sobre los ciudadanos, ya que tarde o temprano acaban por pagar eso en impuestos o en menos gasto.

Es por eso que la noticia de hoy sobre la evolución de la salud presupuestaria española es especialmente significativa. España llego a tener una deuda pública que rondaba el 60%, pero tras un buen puñado de años de superávits y disciplina fiscal, ahora está ya por debajo del umbral de 40%, y con una firme tendencia a la baja. Este porcentaje es bastante inferior a la media europea (que está alrededor del 62%), y hace que una subida de los tipos tenga un impacto bastante menor en los presupuestos españoles que en el resto del continente. España ha manejado su sector público con cierto criterio en los últimos 12-14 años, y eso se nota.

En fin, es hora de tirarnos flores de vez en cuando...

miércoles, marzo 07, 2007

El periodismo español tras el 2004

Hoy Egócrata se quejaba de los periodistas norteamericanos en el caso de Valerie Palme. Según nos cuenta, la prensa ya no es la del Watergate y hoy en día es más dócil y servil.
En España, desde que el Partido Socialista accedió al poder, el número de debates en televisión ha aumentado de forma exponencial. Tanto los canales autonómicos como Televisión Española han comenzado a introducir debates en horarios de máxima audiencia. Además, estos debates suelen ser bastante plurales (a excepción de Telemadrid, donde los periodistas de derechas son mediocres y los de izquierdas generalmente mandriles).
A primera vista, estos cambios pueden considerarse positivos: los ciudadanos disponen de más información y a los políticos se les exigirá más. Lo que sucede es que estos cambios se han visto acompañados por un nuevo modelo de periodismo.
En primer lugar, los periodistas ya no ejercen de tales. Sus argumentos los repiten machaconamente, pareciendo consignas más que información. En muchas ocasiones, no sabemos si quien habla es un político o un comunicador.
En segundo lugar, ha emergido un nuevo tipo de periodista. Este nuevo modelo ha alcanzado su máxima perfección en tipos como Pío Moa o Ignacio Villa. Se caracterizan por ser individuos de una sola idea que repiten cada hora. En el momento que el interlocutor cambia de tema, ellos repiten la única idea que tienen. Así, se producen conversaciones del tipo:
- ¿De dónde vienes?
- Manzanas traigo.
Además, su única idea es la siguiente: el mundo se acaba y todo es culpa de ZP. La catástrofe se viene anunciando desde el día después que el PSOE ganó las elecciones. Pero como nunca llega, ellos no descansan.
En tercer lugar, son periodistas medio amnésicos. Sólo recuerdan el pasado del PSOE. Pero el del PP, nastis de plastis.
En resumen, si la prensa en EEUU está mal, aquí se ha embrutecido.

Los crímenes de la Casa Blanca

Supongo que alguno recordará esa vieja historia de Valerie Plame, la agente de la CIA que fue sacada a la luz desde la Casa Blanca para desprestigiar a su marido Joseph Wilson, un crítico con la guerra de Irak antes que criticar la estúpida invasión estuviera de moda.

Pues bien, ayer hubo sentencia en el juicio sobre el caso, y el jefe de gabinete de Dick Chenney, Lewis Libby, ha sido condenado. Lo curioso es que no ha sido condenado por filtrar información secreta a la prensa, sino por mentir a los investigadores y al gran jurado sobre el hecho de hacerlo y obstruir a la justicia. Como dice ese viejo proverbio de la política americana, "it´s not the crime, it´s the cover up" (no es el crimen, es la tapadera) lo que realmente se convierte en un escándalo peligroso.

De todo el caso se pueden extraer tres lecciones. La primera, que los políticos son iguales en todas partes; cuando meten la pata, prefieren meterse en barrocos montajes para evitar que se descubra a admitir que han cometido un error. El electorado (y la prensa) normalmente entienden que pueda haber un político deshonesto o corrupto; a fin de cuentas son seres humanos. Lo que no entienden nunca es que cuando alguien es potencialmente pillado con las manos en la mas, sus compañeros de partido hagan lo imposible para salvarle el pellejo. Los políticos, sin embargo, tratan una y otra vez de actuar a ver si pueden salvarse, algo que irremediablemente acaba por ser peor.

La segunda lección es que aún con la que está cayendo, el sistema funciona. Patrick Fitzgerald, el fiscal especial independiente que ha llevado el caso (un equivalente lejano a un juez instructor con mala leche) ha sido realmente implacable tratando de descubir que sucedió. Aunque no ha sido capaz de enchironar a nadie por revelar secretos (un crimen realmente complicado de probar), ha sido capaz de demostrar que la administración utilizó para "promocionar" su guerra todo lo que tuvo en su mano, incluyendo material secreto que debilitaban las redes de espionaje del país a nivel internacional. Decir que Plame era de la CIA era convertir toda la red de contactos de la empresa fantasma en la que trabajaba en papel mojado. Considerando que su trabajo era el tráfico de material nuclear, la falta de escrúpulos de Chenney, Bush y compañía fue francamente alarmante.

El tercer punto, y en mi opinión el más triste, es el lamentable, patético papel de los periodistas en todo esto, especialmente en el caso de Bob Novak (que ya era considerado por un servidor como un cretino, así que vaya) y muy especialmente Judith Miller. Miller fue un personaje central a todo este circo por el hecho que se pasó una temporadita en la cárcel en plan martir al no querer revelar cuales fueron sus fuentes al escribir sobre Plame y Willson.

El problema grave es que de hecho la periodista del New York Times protegía casi tanto a su fuente como a ella misma; los desarrollos posteriores dejaron claro que sus "informaciones" acerca de la guerra fueron en muchas ocasiones poco más que artículos plantados desde la Casa Blanca para defender la invasión. Miller dio un altavoz mediático enorme a los defensores de la guerra en el periódico liberal por excelencia a cambio de sus cinco minutos de gloria en forma de "exclusivas" constantes y acceso directo a los corredores del poder.

Lo realmente triste, sin embargo, no es el cinismo de la periodista. Es el hecho que esto ya no me sorprenda. Los medios de comunicación americanos ya no son los del Watergate, y eso es así desde hace tiempo.

martes, marzo 06, 2007

El mito de las deslocalizaciones (II): los países en desarrollo

Continuación del este artículo, para los interesados.

Cierta izquierda tiene una tendencia un poco masoquista a buscar fotografías trágicas, y buscar una gran historia de injusticia detrás de ellas. Una de las clásicas estos últimos años es la de un niño haciendo balones de fútbol de marca en algún cobertizo sucio del sudeste asiático, poniendo cara de pena y con el subtítulo que el salario mensual del crío es la mitad de lo que nosotros pagaremos por cada una de las 30 pelotas que fabricará. Es la otra cara del mito sobre la malvada globalización y las deslocalizaciones y es, para variar, otro relato cargado de buenas intenciones pero profúndamente equivocado.

Lo primero que uno debe preguntarse al ver un centenar de adolescentes chinas fabricando muñecas en una fábrica mal iluminada o un chaval cosiendo zapatillas deportivas en Indonesia no es si su situación actual es buena o mala comparada a lo que vemos en Europa; la comparación relevante es estudiar si sus condiciones de vida son mejores o peores que la de sus padres. En la práctica totalidad de los casos, la respuesta a esta pregunta es un rotundo sí.

Si China no estuviera creciendo por encima del 8% gracias a las exportaciones y la globalización, esa fábrica probablemente no existiría. La familia china que trabaja en una zona rural no tendría la opción de dejar el campo e ir a trabajar a la ciudad, así que sus hijos harían lo que han hecho siempre en las sociedades tradicionales en todo el mundo: dejar el colegio jóvenes, y ayudar a sus padres en el campo. Eso implica trabajar horas infinitas partiéndose la espalda en campos inundados para el arroz, ingresos irregulares dependientes del clima, y servicios limitados, caros y sin ningún lujo debido a sus pobres ingresos.

Cuando una familia del mundo en desarrollo emigra a una ciudad y pone a sus hijos a trabajar en fábricas, no debemos olvidar que aún con lo atroz de las condiciones de trabajo, su situación ha mejorado exponencialmente. Aun con la relativamente baja productividad del tercer mundo, la riqueza que generan es muchísimo mayor, y sus ingresos, a pesar de lo bajos que son los salarios, son infinítamente mayores que lo que hubieran generado cultivando arroz. El hecho que las poblaciones en todos los países abandonen el campo para ir a vivir a las ciudades, y no a la inversa, dice mucho de la mejora de las condiciones de vida que el traslado representa.

Lo realmente importante, sin embargo, es que visto a una escala global este cambio de estructura económica de hecho acaba por beneficiar a los países en desarrollo. En contra de lo que dicen los tópicos, las diferencias en los niveles de riqueza entre países está disminuyendo, no aumentando; las desigualdades, a nivel planetario, están cayendo en picado. El crecimiento espectacular, imparable de la India y China (un tercio de la humanidad, no lo olvidemos) está sacando millones de personas de la pobreza más abyecta, en gran parte gracias a la transferencia de industrias intensivas en mano de obra desde occidente, que como comentaba el otro día, puede así concentrar sus recursos en otros sectores que produzcan más riqueza.

Queda sin embargo comentar una última alegación que se hace a menudo, que habla que la globalización sólo ha convertido pobreza extrema en pobreza a secas, pero sin crear verdadera riqueza para la inmensa mayoría de la población. Como de costumbre, los datos parecen ir en contra de estas afirmaciones.

Los salarios suben en relación a la productividad de cada trabajador, y a la escasez o abundancia de mano de obra. En un país en desarrollo la mano de obra es abundante, así que cuando un empresario quiere aumentar la producción no tiene más que "importar" unos cuantos campesinos confusos más y ampliar la fábrica. El problema es cuando el desarrollo dura unos cuantos años, y la reserva de mano de obra en condiciones realmente paupérrimas empieza a escasear, pero uno quiere igualmente expandir el negocio.

Uno siempre puede ofrecer más para robar trabajadores a otras fábricas, algo que resulta factible hasta cierto punto, ya que los obreros pueden producir a mano una cantidad limitida de producción, y el sueldo no puede superar su productividad. La otra opción es tratar de hacer más con los mismos trabajadores mecanizando el trabajo, lo que implica entrenarles en usar maquinaria; el problema es que al tener una cualificación poco frecuente, podrán pedir más dinero, ya que son más difíciles de substituir. En ambos casos, los salarios deben aumentar siguiendo la productividad y la falta relativa de mano de obra, y en ambos casos el trabajador sale beneficiado. Lo realmente fascinante, sin embargo, es que esto está realmente sucediendo tanto en la India como en China, lo que implica que el crecimiento sí llega a todas partes.

Un par de comentarios algo menos esperanzadores para acabar, sin embargo. En las estadísticas de niveles de pobreza, casi toda África sigue en un cráter sin fondo. Los problemas allí son múltiples (y el no entrar en la globalización de forma voluntaria es uno de ellos), pero eso es para otro día. El otro dato es que si bien la desigualdad en agregado ha disminuido, dentro de cada país la evolución es menos agradable. Sin embargo, ya he mencionado que esto se debe en muchos casos a decisiones políticas individuales de cada país, no al malvado mundo mundial.

En la próxima entrega, por qué el "desarrollo autocentrado" (crecer sin globalizarse) es una tontería con un ámplio historial de fracasos. Hablaremos.

lunes, marzo 05, 2007

Perla músico-futbolística

En mi vuelta a este Blog, quería comenzar a lo grande y con el más grande: Joan Manuel Serrat. Su interpretación del Himno del Barça pone los pelos de punta...

domingo, marzo 04, 2007

¿Sigue usted pegando a su mujer?

La encuesta que publica el periódico El Mundo hoy tiene bastante en común con la pregunta del título. Sí, estan dándote la opción que contestes, pero el sentido de cada uno de los interrogantes está patéticamente dirigido hacia una respuesta concreta. De hecho, es un ejemplo de libro de cómo plantear un sondeo de forma totalmente parcial e interesada, con preguntas intrusivas, sesgadas y ordenadas de modo que el entrevistado sea dirigido a la respuesta deseada.

El cuestionario tiene tantos desastres demoscópicos que la verdad es difícil saber por dónde empezar. Iré pregunta por pregunta, a señalando errores.
  1. "¿Que le parece que el gobierno haya excarcelado a De Juana Chaos?": error gigantesco, ya para empezar. No es una excarcelación. De Juana Chaos no estará en libertad. Es un cambio de situación penitenciaria, en la que el recluso pasa a cumplir su pena en su domicilio bajo vigilancia policial. Por añadido, la pregunta sugiere que el gobierno ha tomado una decisión arbitraria, cuando lo que ha hecho se ajusta al derecho y ha sido aprobado por un juez. Una alternativa sería "¿qué opina del cambio de situación penitenciaria de De Juana Chaos?".
  2. "¿Cree que De Juana se encontraba en una situación terminal que justificara su excarcelación por riesgo de muerte inminente?": repetición de la mentira de la pregunta anterior (nota semántica: el tipo estaba ya "excarcelado"; en un hospital, no en la carcel), con el añadido de hacer una pregunta sobre algo que no es debatible, una situación médica. Si los médicos dicen que el tipo estaba en serio riesgo, esto es una realidad científica, no una cuestión de opinión; insinuar lo contrario es insinuar que el gobierno miente ya en la pregunta.
  3. "¿Cree que el gobierno ha cedido a un chantaje de De Juana y ETA?": la forma más sencilla para que alguien te dé la razón es incluir la respuesta que uno quiere en la pregunta, y la encuesta lo hace aquí a pies juntillas. Si uno quiere una respuesta sin sesgo de origen, lo habitual (y honesto) es dejar la respuesta abierta; "¿Qué ha motivado el cambio de situación penitenciaria de De Juana? opción a, problemas médicos, b, aplicar la legalidad, c, evitar que se convierta en martir, d, aceptar un chantaje". El orden de las alternativas, por cierto, sería fuente de sesgo; si hay pocas y cortas, la última recibirá más votos; si la lista es larga, será la primera.
  4. "¿Cree usted que De Juana estaba realmente en huelga de hambre?": es como preguntar sobre si existe la gravedad o no. El "realmente" no es más que un añadido para sembrar duda en una pregunta que funcionaría igualmente bien sin esa palabra. No que la pregunta no esté allí para generar duda igual, la verdad. Supongo que todas esas resoluciones judiciales a ver si se lo alimenta de forma forzosa o no son también un montaje de los GAL.
  5. "¿Cree usted que De Juana ha disfrutado de privilegios en comparación con otros reclusos?": implicando, claro está, que el encuestado sabe perfectamente cual es la situación habitual de los reclusos en hospitales por problemas de salud tras un intento de suicidio. Incluir la palabra "privilegios" es de nuevo poner la respuesta en la pregunta, es decir, añadir sesgo.
  6. "¿Cree que la excarcelación estaba pactada por el gobierno con ETA como parte de una negociación secreta?": oh, la maravilla de los sobreentendidos. En la pregunta se da por hecho que el gobierno pacta con ETA y negocia en secreto; una respuesta negativa no exculpa al gobierno de esos crímenes. De nuevo, la respuesta está en la pregunta; el gobierno negocia y pacta, así que implicamos que este caso estaba pactado. Maravilloso.
  7. "¿En su opinión, este hecho tendrá un coste electoral para el gobierno?": y el detalle final, el sesgo por ordenación de las preguntas. Tras estar tratando de extraer con fórceps respuestas incriminatorias durante todo el cuestionario, se pregunta al entrevistado si cree que alguien cree que el gobierno saldrá perjudicado. Lo habitual será, evidentemente, decir que sí. Si esta pregunta fuera la primera en lugar de la séptima, el resultado sería radicalmente distinto, como todos los estudios sobre cómo hacer encuestas científicas señalan a gritos.

En fin, patético. Tratar de vender como encuesta de opinión algo que es un abofeteo verbal por parte de un entrevistador al gobierno es sencillamente patético. Las encuestas dan los resultados que uno quieren, si se hacen de mala manera. En este caso, la manipulación del cuestionario llega a niveles sencillamente histéricos.
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