miércoles, marzo 07, 2007

El periodismo español tras el 2004

Hoy Egócrata se quejaba de los periodistas norteamericanos en el caso de Valerie Palme. Según nos cuenta, la prensa ya no es la del Watergate y hoy en día es más dócil y servil.
En España, desde que el Partido Socialista accedió al poder, el número de debates en televisión ha aumentado de forma exponencial. Tanto los canales autonómicos como Televisión Española han comenzado a introducir debates en horarios de máxima audiencia. Además, estos debates suelen ser bastante plurales (a excepción de Telemadrid, donde los periodistas de derechas son mediocres y los de izquierdas generalmente mandriles).
A primera vista, estos cambios pueden considerarse positivos: los ciudadanos disponen de más información y a los políticos se les exigirá más. Lo que sucede es que estos cambios se han visto acompañados por un nuevo modelo de periodismo.
En primer lugar, los periodistas ya no ejercen de tales. Sus argumentos los repiten machaconamente, pareciendo consignas más que información. En muchas ocasiones, no sabemos si quien habla es un político o un comunicador.
En segundo lugar, ha emergido un nuevo tipo de periodista. Este nuevo modelo ha alcanzado su máxima perfección en tipos como Pío Moa o Ignacio Villa. Se caracterizan por ser individuos de una sola idea que repiten cada hora. En el momento que el interlocutor cambia de tema, ellos repiten la única idea que tienen. Así, se producen conversaciones del tipo:
- ¿De dónde vienes?
- Manzanas traigo.
Además, su única idea es la siguiente: el mundo se acaba y todo es culpa de ZP. La catástrofe se viene anunciando desde el día después que el PSOE ganó las elecciones. Pero como nunca llega, ellos no descansan.
En tercer lugar, son periodistas medio amnésicos. Sólo recuerdan el pasado del PSOE. Pero el del PP, nastis de plastis.
En resumen, si la prensa en EEUU está mal, aquí se ha embrutecido.

5 comentarios:

Alex Guerrero dijo...

Sí, es sorprendente como la prensa tradicional se ha disuelto como un azucarillo en los últimos años. Y esto vale para la conservadora como la progresista. Lo único decente que salva a la prensa es que los buenos periodistas hace tiempo que se abrieron paso en la blogosfera para ser más mordaces y dejar que el flujo de información siga su curso, sin intermediarios.

El día que los focos de la atención dejen de ponerse sobre los losantos y sus berridos, se descubrirá que estamos rodeados de miles de millones de mejores fuentes, en una situación mucho más ventajosa que en los 1970s, cuando dependíamos de la bona fides del editor del New York Times...

Eso se ha terminado.

R. Senserrich dijo...

Nota: el Watergate fue el Washington Post :).

Estupendo artículo, por cierto. Muy, muy triste.

Anónimo dijo...

Me temo que la polarización política, unido a la explotación de un medio como Internet ha hecho renacer a la prensa (que no periodismo) militante.
En un ambiente como el actual vale más el dar consignas y movilizar en torno a determinadas opciones políticas, es decir una mediación de la política hacia la sociedad, que el papel de un periodismo ejemplar que meda desde el ciudadano hacia los políticos.

El efecto es menos labor de investigación y control y más de adoctrinamiento adjetivación;peor panorama para quienes desean informarse y mejor para los que buscan cabrearse.

Draco

Anónimo dijo...

Ego-Trotsky dijo...
La amnesia atribuida a tipos como Villa no solo selectiva en lo conceptual (lo que hizo el PSOE o lo que hizo el PP) sino tambien temporal. No me acuerdo de lo que yoy y el PP defendíamos hace 10 días, ya que ahora toca "manzanas traigo"

Anónimo dijo...

Desde luego. Sería curioso recopilar todas las profecías apocalípticas no cumplidas que han soltado los presuntos periodistas.

Y encima van de serios.