Hará cosa de unos meses, cuando Bush proponía incrementar el número de tropas en Irak en un último intento de salvar la situación, hablaba de una guerra imposible.
Militarmente, la escalada tiene sentido: la única forma de desactivar la guerra civil es controlando el territorio, y la única manera de hacerlo desde tiempos de Leonidas es con soldados. Es posible que el número de tropas adicionales sea insuficiente. Aunque 20.000 suene como muchas tropas, debemos tener en cuenta que una ciudad como Nueva York (bastante menos violenta que Bagdag) requiere 35.000 policías para mantener el orden. Los nuevos soldados deben ayudar a estabilizar la situación, pero quizás no sean suficientes a medio plazo.
El problema clave, sin embargo, no es militar, si no político. Todo indica que la situación en la capital iraquí de hecho está mejorando; el número de asesinatos sectarios y coches bomba semanales ha disminuido (aunque la verdad, decir que 400 muertos en atentado al mes es un éxito es ligeramente patético), pero la situación en agregado no parece estar mejorando lo suficiente rápido. Eso para el presidente es probablemente la peor noticia posible, ya que su guerra no es sólo ganar en Irak, sino mantener el apoyo suficiente en casa.
La guerra es patéticamente impopular en Estados Unidos, y lo que resulta aún peor, la proporción de americanos que creen que están perdiendo ha alcanzado el 61%, con un 46% de la opinión que de hecho es una guerra que no pueden ganar. Por la propia naturaleza del conflicto, el estabilizar la insurgencia es un proceso rematadamente lento, fustrante y que no genera más que aburridas estadísticas, no victorias mediáticas; si a eso le añadimos que los números están cambiando demasiado lentamente (y que de hecho, la violencia sólo se ha movido fuera de la capital en muchas ocasiones, no disminuido realmente) es fácil concluir que la situación del presidente sigue siendo muy difícil.
Por cierto, el Pentágono considera que Irak está en guerra civil, no sólo este bloguero airado. Supongo que algún día escucharemos a alguien de la derecha en España decir que la invasión fue una estupidez (algo que ya han hecho bastantes republicanos en Estados Unidos, por cierto), aunque quizás aquí sí esté pecando de ingenuo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario