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miércoles, junio 04, 2008

Es oficial: el candidato es Obama

Es oficial, o al menos tan oficial como uno puede decir en voz alta (Clinton aún tiene que hablar): Barack Hussein Obama, 46 años, Senador por Ilinois, será el próximo candidado demócrata a la presidencia de Estados Unidos. Seguiremos informando con lo dice Clinton en su discurso, y algunas reacciones de los medios.

Hoy es un día histórico.

El discurso de Hillary:

Histórico, sí, pero parece que nadie le ha dicho nada a Hillary Clinton sobre el tema. Hoy no estamos hablando ya de probabilidad remota; Barack Obama tiene ya la mayoría. Hillary, sin embargo, no ha aceptado la derrota, ha atacado a Obama de nuevo indirectamente, y ha dicho que se va a tomar unos días para decidir qué hace. Lo de esta mujer es básicamente una especie de egocentrismo maníaco destructivo. Parece que una vez perdidas las elecciones, su primera reacción ha sido apretar los dientes y tratar de lanzar un chantaje para que le den la vicepresidencia.

Hablaré largo y tendido de los efectos de la tozudez de esta cría en Barras y Estrellas, pero lo suyo es algo patológico. Y no, no creo que merezca ya siquiera el beneficio de la duda; con la que ha caido, con toda la mierda que ha lanzado, con la gigantesca irresponsabilidad y el daño que ha hecho el partido, lo único que sería aceptable viniendo de Hillary es comportarse con clase y lealtad de partido. No lo está haciendo.

El discurso de Obama:

En este espacio un servidor babea profusamente sobre lo maravilloso que es Obama. Con todas las gilipolleces que ha soltado Hillary, y el tipo ha tenido la clase y el estilo de dedicar diez minutos a alabar a su rival derrotada. Encima ha lanzado un discurso espectacular.

El problema, claro está, es que los medios hablarán tanto de la consagración de Obama con la insoportable, tozuda, irritante política de chantaje de Clinton. La estupidez, hasta el final.

martes, mayo 20, 2008

Primary Colors (LIII): los minutos basura

Cuando un partido se está acabando y uno de los equipos gana por una diferencia imposible de superar, muchos entrenadores tienen por costumbre poner a todos los novatos que tiene en el banquillo en la cancha, para que jueguen un ratito cuando ya no sirven de nada. Las primarias de hoy en Oregón y Kentucky son parecidas. Obama necesita sacar unos pocos votos para tener una mayoría matemática de delegados de elección directa, dejando bien claro (otra vez) que Obama será el candidato.

Evidentemente, Clinton anda protestando diciendo que aún puede ganar y que esto no se ha acabado, usando el equivalente político de chillar que mañana quizás no salga el sol, así que necesito comprar un rifle. No puede ganar sin dar un golpe de estado dentro del partido. Parece que están en esto básicamente sólo para salir en la foto, hacer ruido, y dejar bien claro a todo el mundo que no hay nada más importante para los Clinton que los mismos Clinton.

Sí, dicen que va ganando en el "voto popular". Para ello cuentan los votos en Michigan, un estado que fue sancionado por adelantar sus primarias sin autorización haciendo que sus elecciones sean nulas. Todos los candidatos prometieron no hacer campaña, y prácticamente todos (excepto Clinton) decidieron que su nombre no estuviera en la papeletas; Hillary participaba solita. En Florida sucedía lo mismo, aunque al menos Obama estaba en la papeleta. Nadie hizo campaña ahí oficialmente.

En fin, para qué insistir. Obama es el candidato. Hoy ganará en Oregón, perderá Kentucky (estado muy parecido a West Virginia) y la cosa seguirá igual... totalmente decidida.

A todo esto, ayer un superdelegado significativo decidió apoyar a Obama: Robert Byrd, senador nonagenario de West Virginia y antiguo miembro del Ku Klux Klan en sus años mozos. Y eso que Hillary ganó en su estado por goleada. La gente parece que puede cambiar.

jueves, mayo 08, 2008

Primary Colors (LII): cerrando la partida

Las cosas se van aclarando, poco a poco, inexorablemente, para la campaña presidencial de Hillary Clinton. Cuando las noticias de las 6:30 de la tarde en CBS (lo más pánfilo y cauto que uno puede encontrarse en el periodismo americano) te ponen en antena algo como esto, estás básicamente frito.



Las matemáticas no es que hayan cambiado demasiado desde finales de marzo; sólo han pasado de ser absurdamente irrealistas a básicamente imposibles. La diferencia es que con los resultados de ayer, la percepción de los medios y los capitostes del partido demócrata es muchísimo más clara: Obama ha tenido básicamente la peor cobertura mediática que un candidato puede imaginar durante 6-8 semanas, y no sólo no ha perdido terreno, sino que ha mejorado respecto lo que sucedió en Pennsylvania. Todas la racionalidad, todo el argumentario de Clinton diciendo que Obama era un candidato irreparablemente dañado por las polémicas recientes se ha venido abajo. Hillary solo podía ganar si era capaz de generar un momento de terror en los superdelegados, y no lo ha conseguido.

Ahora quedan los detalles, los pequeños detalles cosméticos sobre cómo echamos a Clinton del escenario. Sus seguidores ya están dándole codazos bien poco discretos ahora mismo, pero la fecha más probable es el 20 de mayo, y la explicación es bastante sencilla. El martes que viene vota West Virginia, un estado que favorece demográficamente a Clinton de forma exagerada (blanquísimo, rural, viejo); Obama no va a ganarlo ni de broma. No queda bien que el nuevo candidato proclamado se la pegue justo después de ser proclamado, así que nadie tirará a Hillary del balcón aún.

El 20 de mayo votan dos estados, Kentucky (también muy favorable a Hillary) y Oregón (que favorece a Obama). La arimética de delegados, sin embargo, será distinta: si todo va como está previsto (y dando márgenes muy conservadores), ese día Obama conseguirá la mayoría de delegados electos. Los votantes habrán decidido de forma efectiva, y nadie en el partido tendrá el más mínimo remordimiento ya de despeñar a los Clinton barranco abajo, diga lo que diga la ex-primera dama. Obama tendría que comerse un bebé crudo en horario de máxima audiencia para que las cosas cambiaran.

Antes de hacer un repaso sobre por qué McCain y Obama han ganado estas primarias (algo que podeis hacer, en formato novela, repasando toda la serie), vale la pena recalcar la impresionante victoria de Obama. Estamos hablando de un tipo de 46 años, que fue escogido senador hace menos de cuatro años, que se enfrentaba en una primarias a un oponente que era, a todos los efectos, prácticamente invencible. Un novato contra la mujer de un expresidente enormemente popular, con unos recursos financieros ilimitados, una imagen de marca impecable dentro del partido, con el mejor portavoz del mundo para su causa en su marido. Encima el tipo es negro, tiene un nombre raro, y ha sido atacado de forma indiscriminada por todos los medios, a izquierda y derecha (los medios conservadores han estado apoyando a Hillary desde enero)... y ha ganado igual.

¿Y aún hay gente que dice que es peor candidato que Hillary, que con todas esas ventajas ha sido absolutamente incapaz de derrotarle? Vamos hombre. Digan lo que digan las encuestas ahora (a estas alturas, y con la nominación aún no oficialmente cerrada, son irrelevantes), lo que ha hecho Obama es absolutamente increíble. Algunos chiflados decían con la boca pequeña en enero del año pasado que el tipo tenía madera de genio, y que el milagro era posible, cierto (me pongo la medallita), pero el mérito sigue siendo enorme.

La elección de McCain para los republicanos parece, vista en perspectiva, menos sorprendente: realmente era el menos malo de los candidatos para ellos. Huckabee era un candidato horrible para las generales; Giuliani era demasiado liberal; Romney había cambiado de opinión demasiadas veces; y Fred Thompson era un vago. McCain, con sus problemas (viejo, errático, "rebelde") era la mejor opción.

En fin, turno de preguntas sobre las primarias ahora, como fin de fiesta. Si no media catástrofe, dos artículos más (respuestas variadas y muerte oficial de Hillary, con conclusiones y datos finales) y pasamos a hablar de las generales. Ahora es cuando empieza la fiesta de veras.

A todo esto, ya que estoy con medallitas. Obama no trató a los votantes como idiotas con la estupidez de las vacaciones fiscales, algo que parece haberle funcionado en estas últimas primarias. Aún resultará que acierto de vez en cuando, aunque sea por puñetera casualidad.

miércoles, mayo 07, 2008

Primary Colors (LI): parece que esta vez sí

Joder con los contadores de habichuelas americanos. Las urnas cerraron hace más de cinco horas, y aún no tenemos resultados definitivos en Indiana. Un cochino condado, uno de los más importantes, no ha dado aún resultados. En fin. Lo que parece claro es que Obama ha masacrado a Hillary en Carolina del Norte, ha empatado con ella básicamente en Indiana (la diferencia es minúscula), y todos los medios dan a Clinton ya por muerta.

Hillary sigue ganando claramente entre mayores de 65, blancos de clase obrera y sus grupos habituales, pero con un margen muchísimo menor que en elecciones anteriores. Obama es el candidato de los menores de 40 años; es una elección más generacional que otra cosa. Hillary ha dicho que continúa, que no lo deja, pero la verdad, no puede ganar ya, ni de broma. Los superdelegados la van a sacar a rastras del escenario si no se va ella solita. Le quedan dos telediarios; es cuestión de decidir el método de eutanasia política.

En fin, más detalles y reflexión mañana. Lo que parece claro es que esta larga, eterna serie de Primary Colors (51 capítulos ya...) se acaba pronto, gracias a Dios. Se admiten sugerencias para el título en las generales.

martes, mayo 06, 2008

Primary Colors (L): otra elección "decisiva" más

Oh, las primarias demócratas. Hoy votan en Indiana y Carolina del Norte, dos estados relativamente grandes, relativamente importantes, y que son de nuevo -según los medios americanos- cosa de vida o muerte en unas elecciones en que la verdad, ya hay un ganador desde hace tiempo. El artículo del NYT de hoy es relativamente decente, a pesar de todo, explicando los posibles resultados para esta noche.

Básicamente si Obama gana los dos estados (improbable) Clinton está muerta, si gana Carolina del Norte y pierde Indiana (lo más probable) todo sigue igual, y esto se alarga hasta el infinito, si Clinton gana las dos (algo que sería una sorpresa tremenda), los medios se pondrán histéricos y tendremos un pollo impredecible entre manos.

¿De qué se ha hablado estas dos últimas semanas? Para desgracia de cualquier persona con cerebro, el palizas del Reverendo Wright ha seguido dando la vara, con los medios entusiasmados. El hecho que las opiniones del párroco o pastor de un candidato sean remotamente relevantes en unas elecciones nacionales es sencillamente delirante; se vota el candidato, no por sus amistades. Es como Victor Manuel y Ana Belén y sus opiniones fueran un tema de campaña. Es sencillamente patético. No que me sorprenda de los medios americanos, pero es desesperante.

El otro tema han sido dos chorradas talla XL que ha soltado Hillary estos días: unas vacaciones fiscales en el impuesto sobre la gasolina, y un comentario en que prometía "obliterar" Irán (implicando armas nucleares y genocidio) si atacan Israel, estado que puede defenderse el solito estupendamente, gracias. Ambas afirmaciones tienen como característica principal que suenan estupendamente como lema mitinero, son muy populacheras, y son radicamente estúpidas. Esta vez, sin embargo, parece que Obama ha contestado tratando a los votantes como adultos, explicando bastante bien (especialmente en el tema de la gasolina), algo que llevo diciendo que parece haber funcionado en estas primarias. En Pennsylvania Obama se encalló en tonterias y no fue capaz de hablar seriamente sobre nada; esta vez sí lo ha hecho.

Ahora es cuando se verá que todas mis teorías son tan absurdas como cualquier otra, por desgracia; las encuestas no parecen mostrar grandes cambios. En fin, veremos esta noche.

martes, abril 29, 2008

Primary Colors (IL): proponiendo tonterías

Lo de las primarias está llegando a unos niveles de estulticia abrumadores. Siempre me quejo que los medios parecen no ser demasiado amigos de hablar de políticas concretas o cosas remótamente cercanas a la realidad. Bien, llevan un par de días dividiendo su tiempo entre perseguir al ex-pastor de Obama (sigh) y explicando cómo McCain y Hillary han lanzado una propuesta fiscal "espectacular": unas "vacaciones fiscales" en el impuesto federal sobre hidrocarburos este verano.

El problema, claro está, es que la propuesta es básicamente estúpida. Para empezar, el precio de la gasolina en Estados Unidos es ridículamente bajo; andamos pagando 0,60 euros por litro. De acuerdo, el precio en dólares sí ha subido bastante en los últimos meses (ha pasado de $0,78 a $0,96), pero los americanos no pueden decir que están pagando la gasolina cara. Los impuestos al llenar el depósito son muy bajos (menos de un 20%, en comparación con el 40 ó 50% en Europa), así que de hecho una rebaja fiscal en la gasolina se notaría bien poco. De hecho, menos que "poco"; el tramo federal de ese impuesto es sobre un 10%, así que los americanos ahorrarían 6 céntimos por litro durante tres meses.

Estados Unidos consume cantidades ingentes de gasolina. Eso pone una presión alcista en los precios, que es aún mayor al no haber alternativas (transporte público) a conducir en la mayor parte del país. Si se baja el precio, la fuente del alto precio (la demanda) no disminuirá, sino que subirá, así que el recorte fiscal acabará siendo absorbido en parte por el aumento de precio, con las petroleras pasando por caja otra vez.

Para hacer las cosas peores, este impuesto sobre hidrocarburos está dedicado exclusivamente en EUA a pagar el mantenimiento y construcción de autopistas y carreteras. No es que se recaude demasiado; las carreteras americanas están en bastante mal estado. La idea es que al recortar el impuesto el dinero que falta se cubriría del fondo general, o dicho en otras palabras, que los impuestos de todos, conductores o no, subvencionarían el ahorro de los conductores, que son los que están utilizando el medio de transporte más ineficiente posible. ¿No es encantador?.

Estos detalles, que te puede contar un alumno de primero de economía (y te añadiría cosas de elasticidades) se le ha pasado a los medios, que van por ahí preguntándose por qué Obama no se suma a esta "brillante" idea. En fin. No es cuestión de ideología; estamos hablando de externalidades negativas, demanda y subvenciones a la ineficiencia que deberían dar sudores fríos a cualquier persona razonable. País.

miércoles, abril 23, 2008

Primary Colors (XLVIII): la trampa de la estupidez

Otras primarias pasan, otro resultado ambiguo. En Pennsylvania votaron ayer, tras una campaña básicamente horrorosa (a excepción de este discurso), y el resultado es una victoria de Hillary por 9 puntos escasos (9,38%; los medios están redondeando raro estos días). No por presumir (todas las previsiones daban ese resultado), pero lo acerté ayer, algo que no hago a menudo.

Y como decía ayer, la reacción de mucho medios sigue siendo "no cambien de canal, aún queda partido", y repetición de todas las absurdas discusiones que parecen fascinarles tanto. Como un niño pequeño descubriendo que una pelotita bota y riendo histéricamente.

¿Qué sucedió ayer? La verdad, el hecho que el resultado fuera esperado no quiere decir que Obama no debería repasar por qué perdió. Las encuestas postelectorales son en general poco sorprendentes, con los mismos resultados que en otras primarias parecidas (aunque Obama ha mejorado en casi todos los grupos respecto a Ohio). Aún así, hay algunos detalles importantes.

Hora de llevar agua a mi molino. Creo que el gran problema de la campaña de Obama estos últimos días no han sido los ataques recibidos en temas absurdos, si no el hecho que ha ignorado una de las cosas que han distinguido su campaña: tratar a los votantes como adultos. En la última semana el estilo de hacer campaña de Obama ha sido más bien pedestre, lanzando anuncios negativos, criticando la estulticia de los medios y básicamente jugando a ser Hillary por encima de cualquier otra cosa.

Es curioso en las encuestas el hecho que Obama gana entre los votantes que tienen como principal preocupación los dos temas en los que ha hablado más y de forma más cerebral a los votantes: Irak (donde tuvo el criterio de estar en contra de la guerra desde el principio) y en cambiar cómo se hace la política en Estados Unidos. En el tema en que la mayoría de votantes han decidido su voto, sin embargo, la economía, Obama parece no atreverse a ser el friki cerebral y amante de los detalles que uno puede leer en sus libros o en su trabajo legislativo. El resultado es que los votantes se fían más de Hillary que de él en esta materia, cuando ambos tienen ideas relativamente parecidas, o incluso si se me apura diría que el programa de Obama es más racional y detallado.

En cierto sentido, supongo que este es el origen de la gran línea divisoria en estas elecciones, la edad de los votantes. Obama arrasa entre los menores de 40 años, que postmodernos como son, se centran más en el procedimiento y menos en los detalles oscuros. Por encima de los 40 las cohortes votan más siguiendo el puro y viejo (y ojo, plenamente racional) materialismo, y no se fían tanto de un tipo que no habla de economía con el detalle y la fortaleza que debería.

El problema para la campaña de Obama en este caso es cómo conseguir que este sector de votantes que depende más de los medios tradicionales para conseguir información le escuchen cuando se ponga a hablar de políticas públicas concretas. Ya hemos visto que están totalmente fascinados con el circo de idioteces que llaman controversia, así que encontrar un camino para poner el debate en lo económico será difícil. Los anuncios de 30 segundos son probablemente demasiado simplistas, aunque no sería mala idea hacer una serie de cinco o seis explicando una propuesta concreta especialmente innovadora, que las tienen.

Aún así, a estas alturas aumentar su credibilidad en esta materia será complicado; Clinton, a fin de cuentas, es una apellido asociado a los años de bonanza durante los noventa. Estamos, sin embargo, de "rascar" votos en los márgenes; hacer que los indecisos le vean menos como un novato con alta retórica y más como alguien que sabe cómo funcionan las cosas. No necesita gran cosa; Indiana y Carolina del Norte son mucho más favorables demográficamente (mucho más jóvenes y con más votantes de color), así que lo tiene a su alcance.

No que Clinton lo vaya a dejar cuando pierda ahí, me temo. Pero los superdelegados supongo que finalmente se decidirán a callarla de una puñetera vez; no soy el único que esta harto de su infinita insistencia ante una derrota ya inevitable.

lunes, abril 21, 2008

Primary Colors (XLVII): la definitiva. Otra vez

Mañana vota Pennsylvania, otra (y van...) primaria "decisiva", como dicen demasiados medios americanos, en la carrera para conseguir la nominación para el partido demócrata. Es la primera primaria en seis semanas, y dioses, menudo coñazo de campaña. Como comentaba el otro día hablando del debate, los medios se han lanzado con un entusiasmo encomiable a hablar de estupideces, clamando alegremente que los dos candidatos son muy parecidos en cuanto a programa e ideas.

Si bien eso es relativamente cierto (la distancia entre Hillary y Obama es minúscula comparada con la cualquiera de ellos con McCain), las diferencias no son en absoluto triviales. Hablar de esas diferencias, evidentemente, requiere un poco de trabajo; leer los dos programas en las páginas de los candidatos (en ambos casos, muy detallados), saber un poco de economía, y hacer preguntas sólidas sobre esas diferencias. Los periodistas, supongo, o no saben leer esas cosas o no creen que el vulgo les vaya a prestar atención cuando hablan de cosas serias, así que se han pasado seis semanas jugando a:

A. Tratar de pillar a los pobres candidatos diciendo algo que suene mal sacado de contexto.
B. Encontrar un amigo, conocido o persona que el candidato haya conocido y pedir que explique porqué conoce a ese marvado individuo.
C. Hacerse preguntas sobre adjetivos o palabras sueltas, y poner cara de profundo: ¿es el candidato elitista? ¿es el candidato un mentiroso patológico? ¿es el candidato blando?

En serio, es estupendo. El debate político se parece muchísimo a esto:



La profundidad es apabulllante.

Hablando más en serio, la cosa está como sigue. Primero, Pennsylvania demográficamente favorece a Clinton (población de edad avanzada, renta media baja, relativamente rural, muy blanca); hace seis semanas la senadora andaba con 20 puntos de ventaja en las encuestas. Segundo, cualquier cosa que no sea una victoria apabullante (más de 10 puntos de ventaja) no le sirve para nada a Hillary; cuestión de matemáticas y delegados. Aún con una mega-victoria de este estilo, lo sigue teniendo básicamente imposible, a no ser que Obama mate un bebé con sus propias manos en público delante de las cámaras. Tercero, las encuestas dan unos siete puntos de ventaja a Clinton a día de hoy (eso dicen en CNN), con bastantes indecisos. Cuarto, Obama está gastando muchísimo más dinero (su campaña está infinítamente mejor financiada), y por primera vez, ambos están lanzando anuncios negativos en serio; la masacre está siendo estupenda.

Qué debemos esperar mañana: Clinton gana, por ocho o nueve puntos. Los medios ignoran los delegados y siguen como hoy, diciendo que hay partido. Los demócratas se siguen dando de leches y quedando como idiotas hasta el final de los tiempos, y al paso que van los republicanos podrían presentar el cadaver de Hoover y ganar las elecciones igual.

Sí, esta primaria me está poniendo de mal humor.

Los demócratas siguen siendo los favoritos para noviembre, pero joder si no se están esforzando para cambiar esta tendencia.

viernes, abril 18, 2008

Primary Colors (XLVI): oda a la estupidez

El miércoles por la noche, en preparación a las elecciones primarias en Pennsylvania el martes que viene, los dos candidatos demócratas debatieron por vigésimo primera vez (en serio) a ver si los votantes deciden ya algo. Fue el primer debate de la temporada (que yo recuerde) que se celebró no en una de las cadenas de noticias (CNN ó MSNBC) sino en una de la cadenas "grandes" (ABC), dándole una audiencia potencial enorme.

Unos diez millones de televidentes se sentaron delante del televisor para ver como George Stephanopoulos y Charlie Gibson moderaban la discusión entre los candidatos. Lo que vieron, sin embargo, fue una de las exhibiciones más patéticas, irritantes y deprimentes de periodismo de vuelo gallináceo nunca inflingidas a los televidentes americanos.

Vale la pena recordar la situación del país. Estados Unidos está luchando no una sino dos guerras, gastando 3.000 millones de dólares al día sólo en Irak. La situación presupuestaria del país es cualquier cosa menos boyante, con capítulos de gasto como medicare (sanidad para jubilados) teniendo problemas serios a medio plazo. La economía anda bordeando (sino lo está ya) en recesión, con el sistema financiero ahogándose en su propio vómito y el mercado inmobiliario cavando un hoyo profundo. Oh, y el país no tiene sanidad universal, por cierto; hay más de 40 millones de personas sin seguro médico.

¿Qué preguntaron los dos aguerridos, sabios, inteligentes periodistas durante el debate? Aquí va una lista de los temas tratados. Como juego para los que andáis leyendo, marcad con una crucecita si sabéis qué coño es lo que estaban preguntando.

1. Declaraciones de Mario Cuomo sobre la vicepresidencia.

2. ¿Puede tu oponente ganar las elecciones?

3. Acerca de la palabra "amargados" (bitter) y la polémica que le sigue.

4. Francotiradores en Tuzla.

5. ¿Ama Jerimiah Wright América?

6. Un pin con la bandera en la solapa.

7. Relación de los candidatos con Ayers y el Weather Underground.

En un país en crisis, guerra, etcétera, los primeros 50 minutos del debate fueron dedicados a... esto. Si identificáis más de la mitad de los temas tratados, felicidades. Sois unos frikis de la política de calidad superior. Si no, aún estáis sanos, así que buenas noticias.

No os preocupéis, ahora hablan de otras cosas más serias. Una lista, con comentarios anotados sobre su relevancia.

1. Irak: ¿te retirarías incluso con los generales pidiendo más tiempo? - contando que el presidente es el que decide estos detalles triviales, no sé qué coño pintan los generales.

2. Si Irán ataca Israel, ¿debe EUA tomar represalias contra Irán? - Bonita forma de hablar del peor de los mundos posibles. Israel, por cierto, tiene 400 cabezas nucleares; es bastante probable que cualquier represalia americana sea contra las cucarachas que sobrevivieron a la represalia israelí.

3. Impuesto sobre el capital ¿lo suben o lo bajan? Porque cuando lo bajan, la recaudación sube - Un impuesto que pagan una minoría minúscula del país, y con un comentario de fábula conservadora que no tiene puñetera relación con la realidad. Bravo.

4. ¿Subirá los impuestos a la clase media? Esa gente que cobra más de $100.000 o $200.000 al año - ignoren el hecho que sólo un 12% de americanos cobran por encima de la primera cifra, es una preocupación muy... no sé... ¿absurda?

5. Precio de la gasolina - porque evidentemente, un presidente de los Estados Unidos puede disminuir la demanda de petróleo en China e India.

6. El derecho a tener armas de fuego - errr... ¿has visto como anda la economía?

7. Discriminación positiva - En serio, hay gente sin sanidad y cosas así. Esto importa a poca gente.

8. ¿Qué papel tendran ex-presidentes en tu administración? - sin comentarios.

Tenemos por tanto un debate de hora y media que dedico la mitad de su tiempo a un torrente de irrelevancias absurdas, y la otra mitad a temas que no son urgentes, sólo preocupan a un sector relativamente pequeño de conservadores, y la verdad, son poco importantes en agregado. No sólo fue el debate más tonto que he visto nunca (y no soy el único), sino que además pareció escrito para hacer feliz a un candidato republicano.

Curiosamente, los medios se han dividido acerca del debate. Un grupo significativo de columnistas han puesto a parir la excepcional estupidez de ABC y su obsesión por la irrelevancia; otro grupo ha alabado a los moderadores y su talento por hacer "preguntas incómodas". La blogosfera, casi en bloque, respondió enfurecida, con prácticamente todo el mundo acusando a ABC de ser un dinosaurio oligofrénico o algo peor.

La verdad, fue un espectáculo patético. Recordando eso que decía el otro día, fue un ejemplo de libro sobre cómo los medios han convertido la política americana en un patético circo de inanidad perpetuo, un insulto a unos votantes tomándoles por imbéciles. El debate fue significativo en la reacción de los dos candidatos; Obama estuvo visiblemente exasperado por la cantidad de preguntas vacias, Clinton pareció disfrutar con la cantidad de chorradas que le preguntaban a su oponente. No me extraña que Obama trate de hablar por encima de las cabezas de los medios tan a menudo; con la cantidad de pirronismo gilipollas que hay en el aire, no sé qué más puede hacer.

Curiosamente, y vista la reacción exasperada de no pocos medios y votantes, es posible que el debate de hecho ayude a Obama. No creo que llegue a ganar en Pennsylvania, pero si saca un buen resultado (perder por cuatro - seis puntos) este inacabable ciclo de primarias podría cerrarse ya de una puñetera vez. No que Hillary pueda ganar ya, pero bueno.

lunes, abril 14, 2008

Primary Colors (XLV): El milagro de los votantes con cerebro

La interminable campaña de las primarias americanas ha sido bastante convencional en muchos aspectos, pero ha aportado una novedad importante en cuanto a comunicación política.

Como comentaba el otro día, los medios de comunicación americanos y su particular manera de informar tienden a convertir las campañas en duelos de declaraciones irrelevantes, luchas simbólicas y debates circulares cargados de moralina barata. Los políticos tradicionalmente se han adaptado a este forma de hacer política, concentrándose en buscar argumentos simplistas de 10 segundos, como más irrelevante y manido mejor.

Estas elecciones, sin embargo, han sido algo distintas. Para empezar, uno de los candidatos es extraordinariamente locuaz. Obama es un orador estupendo, capaz de dar explicaciones largas y detalladas, llenas de matices, a temas muy complejos. Eso por sí mismo no es extraordinario; Al Gore o John Kerry son perfectamente capaces de explicarse bien, y en el caso de Al Gore incluso ganar un Oscar gracias a una presentación de PowerPoint. Lo que si es una novedad, sin embargo, es el hecho que Obama está dando estas explicaciones largas, detalladas y llenas de matices durante la campaña electoral, y hasta ahora le está funcionando muy bien. Obama está hablando a los votantes no como si fueran niños pequeños que sólo escuchan frases de 10 segundos o menos; les está hablando como adultos.

Los medios parece no acabarlo de entender. Durante la campaña, incluso después que Obama diera discursos extraordinarios, han seguido buscando cortar todo en trocitos pequeños, buscar el titular, y seguir discutiendo de chorradas onanistas bien poco relevantes. Un discurso de media hora lleno de ideas no interesa a nadie, se supone; el intelectualoide que haga grandes teorías en campaña está perdido.

Bueno, pues parece que no, y todo por ese pequeño milagro que es la red. La campaña de Obama parece haberse dado cuenta que los votantes ya no reciben información únicamente a través de los medios. Si quieren escuchar o leer lo que dice un candidato no tienen por qué esperar a que CNN, Fox o el New York Times les cuente qué está sucediendo en su habitual formato de estupidismo minimalista de patio de colegio. El votante interesado puede encender el ordenador e ir directamente al candidato, vía You Tube, página de partido o bitácora amiga. Si el argumento es interesante y tiene sentido, el votante lo escuchará, discutirá y quizás quede convencido y todo.

No más persuasión indirecta arcana. Se acabaron las posturitas simbólicas y frasecitas ingeniosas de diez segundos; el votante que quiere escuchar las cosas de forma adulta puede hacerlo él solito, evitando los canales habituales. Cuando un candidato lo entiende y habla al público como si tuvieran cerebro (Obama), las cosas le salen bien. Cuando no lo hace, y perpetra discursos más dirigidos a los medios que a los votantes (Romney), su oratoria se estrella en la indiferencia.

¿Estamos asistiendo a un nuevo, maravilloso mundo de política racional y razonable? Bueno, no tan rápido. Lo único que podemos decir ahora mismo es que un candidato como Obama hace ocho años no hubiera llegado demasiado lejos; y que la obsesión de John Kerry en el 2004 de parecer más tonto de lo que era una estupidez. Obama tiene las primarias prácticamente ganadas, así que parece que el tratar a los votantes como seres inteligentes ha dado cierto resultado. Sin embargo, Hillary Clinton y McCain siguen firmemente metidos a hacer política a la antigua; veremos si todavía funciona en noviembre.

Lo que parece claro es que Hillary realmente no tiene la más mínima intención de hablar con adultos en esta campaña; la estúpida polémica acerca de si los votantes están amargados o no de este fin de semana es una prueba evidente. Obama dice que los votantes en zonas rurales están hartos que los políticos les fallen constantemente, y que se centran en defender lo suyo (armas de fuego, familia, religión) en vez de confiar en lo público. La respuesta de Clinton no ha sido hablar sobre qué hacer para que este hastío desaparezca; ha sido decir que Obama es un elitista que desprecia al votante rural y que está alejado de sus ideas y sentimientos. Es la respuesta simplista, pedestre, que reduce el debate a estereotipos y caricaturas en vez de ideas y conceptos serios.

Es política vieja, sí. Pero quizás funcione. Obama es un candidato distinto en muchos aspectos; el hecho que quiera elevar el debate más allá de pasear las mismas guerras inanes y etiquetas de los últimos cuarenta años es uno de los más importantes. Veremos.

sábado, marzo 22, 2008

Primary Colors (XLIV): un camino sin salida

No hace demasiado hablaba sobre cómo alguien tenía que decirle a Billary Clinton en privado que se ha acabado la fiesta. Si no ocurre un cataclismo espantoso, no tienen absolutamente ninguna oportunidad de ganar estas primarias. Sin Florida y Michigan (que no votarán de nuevo), sin tener ni siquiera una probabilidad remota de ganar el voto popular, la cuenta de estados o en número de delegados, Hillary está literalmente en en plan buitre, a ver si Obama se estrella solo.

La semana pasada pareció, por un momento, que había una remota posibilidad que eso sucediera. El pastor de la iglesia de Obama, Jerome Wright, dijo algunas tonterías (relativas; sólo lo son en el hipersensible clima político americano) en algunos sermones, y los videos tuvieron amplia circulación. Un burdo intento de "crimen por asociación" que tanto gusta en la política americana. La cuestión es que Obama evitó y devolvió el ataque de forma espectacular, con un discurso extraordinario que ha sido abrumadoramente bien recibido.

Tenemos un candidato matemáticamente inalcanzable, que ha respondido a un ataque de todos los medios excepcionalmente bien, que atrae nuevos votantes, es visto de forma más positiva que Hillary y que encima es simplemente brillante. El otro día me lamentaba que los medios seguían con esa patética devoción a los Clinton y a vender guerra y conflicto donde no lo hay mientras el partido miraba; bien, parece que las cosas están cambiando.

Empezó, con cierta timidez, el New York Times, repitiendo cosas que la blogosfera discute desde hace tiempo: el camino de Hillary a la nominación es cada vez más estrecho. CNN y MSNBC finalmente empezaron a hablar de ello, y ya hay algunos comentaristas que hablan de la necesidad de un milagro. Ayer finalmente Politico hablaba abiertamente de la ridícula adoración de los medios a mantener esta carrera abierta hasta el final, y Andrew Sullivan (una de las bitácoras más influyentes y leídas por los medios, y que había apoyado a Hillary) ya habla de arrogancia y prácticamente traición de los Clinton al partido.

Más allá de los medios, parece que el partido poco a poco se está despertando: Bill Richardson, que trabajó para Bill Clinton durante los ocho años que estuvo en la Casa Blanca, declaraba su apoyo a Obama ayer (con algunos clintonistas llamándole Judas abiertamente) diciendo veladamente a Hillary que es hora de bajar del burro de una vez.

Los medios, que tanto han tragado y tanto le han dejado pasar a Hillary hasta ahora, parecen ya decididos a darle sólo una oportunidad más en Pennsylvania. El tono parece claro: o Hillary gana de forma aplastante (15 puntos o más; no creo que 10 le basten), o todo el mundo declarará su campaña muerta y enterrada (lleva casi un mes de este modo, pero vamos), y la presión para que se vaya a casa será definitiva.

Ya va siendo hora, la verdad. Tanto darse de tortas entre ellos, los demócratas están dejando que McCain gane una ventaja absurda. Es hora de cerrar estas primarias, y empezar a hablar de generales.

Citando al mejor anuncio visto en estas primarias (gracias, Mike):

martes, marzo 18, 2008

Primary Colors (XLIII): discursos

Barack Obama ha hablado de racismo y raza en Estados Unidos hoy. Ignorad la horrenda cobertura de algunos medios españoles hoy (aunque la crónica de El Mundo.es es muy buena, la verdad), y básicamente escuchad o leed el discurso.



Comentaré más en profundidad este discurso y lo que significa un poco más tarde, pero dicho en pocas palabras: que pequeños parecen otros políticos tras oir a hablar a Obama. Lo de este tipo va más allá del talento, es otra cosa. El discurso de hoy es de una lucidez y claridad extraordinarios. No sé cómo sonaban Roosevelt o Kennedy en campaña (y Kennedy ganó por los pelos), pero con Obama uno ve esa clase de promesa en él.

Y mira que soy cínico, pero este tipo me puede.

viernes, marzo 14, 2008

Primary Colors (XLII): estrategia depresiva

Los medios no lo dicen en voz alta aún, pero algunos se preguntan por qué la campaña de las primarias demócratas aún no esta cerrada. Normalmente una campaña de primarias dura hasta que sólo uno de los candidatos tiene una probabilidad razonable de victoria; cuando un aspirante sólo puede ganar las elecciones sacando resultados ridículamente fuera de lo normal, el aspirante lo deja.

Hillary Clinton está, mal que le pese, en esa situación. Los demócratas escogen a su candidato presidencial votando en primarias que escogen los delegados que escogerán el candidato a presidente en la convención. Estos delegados se asignan estado por estado de forma proporcional al número de votos. Sin entrar en específicos sobre las (bizarras) fórmulas matemáticas de asignación, basta saber que para sacar una ventaja significativa en delegados uno tiene que ganar con márgenes muy amplios, en el rango de los 20 puntos o más; victorias menores te dan una ventaja poco relevante.

Obama, ahora mismo, está a más de 100 delegados de ventaja; 150 si sólo contamos delegados electos (los demócratas tienen "superdelegados", que son cargos y notables del partido con derecho a voto). Siendo muy conservador, Hillary necesitaría ganar el 65% o más de los delegados (esto es, más de un 65% del voto) en todas las primarias que quedan para empatar con Obama. Lo que es peor aún para ella, Hillary está perdiendo en todas las métricas: voto, estados ganados, primarias ganadas, caucus ganados, no importa cómo lo cuentes. No sólo eso, sino que además le quedan cada vez menos oportunidadesde alcanzar a Obama. El tiempo se le acaba.

¿Por qué sigue Hillary en la campaña? ¿Qué está haciendo para tratar de ganar estas elecciones? Básicamente, está recurriendo a la estrategia depresiva: atacar a Obama con tanta publicidad negativa como sea posible, y confiar que este cometa algún error garrafal (según folklore local, que lo encuentren en la cama "con un niño vivo o una mujer muerta") y gane por defecto. El problema es que para hacer esto está atacando a Obama con el entusiamo de una republicana, lanzando acusaciones que podrían debilitarle en unas elecciones generales (decir que sólo ella y McCain tienen la experiencia para ser presidente) o que directamente dividen al partido (insinuar que Obama sólo está dónde esta porque es negro), haciendo más difícil que un demócrata salga elegido en noviembre.

Keith Olbermann, uno de los comentaristas liberales (izquierdas, en lenguaje local) más influyentes últimamente, lo dice mejor que yo:



La verdad, no sé a qué esperan los "notables" del partido para darle un toque a los Clinton. Ahora mismo su insistencia en avanzar de "derrota en derrota hasta la victoria final" hacen más daño que bien al partido. La esperanza es que Hillary se estrelle en Pennsylvania y se calle de una vez, pero la mujer tiene 18 puntos de ventaja ahora mismo. Recordad, sólo una victoria apabullante le da una posibilidad.

Veremos.

miércoles, marzo 05, 2008

Primary Colors (XLI): la sorpresa relativa

Clinton sobrevivió ayer, por los pelos, a una muerte política repentina. Ganó en Ohio por 10 puntos, en Texas por 2 y Rhode Island (que es minúsculo) por 18. Hay muchísimo que hablar, así que seguramente escribiré un poco más sobre ello esta tarde; unas notas.
  • Clinton estaba a más de 20 puntos en todos los estados hace tres semanas; el hecho que haya ganado por los pelos en un estado como Texas, con una minoría latina enorme, es una "gran" victoria relativa.
  • Ohio era un estado perfecto para Clinton; estados con población vieja, renta baja y relativamente conservadora. Su victoria es convincente, pero no inesperada.
  • En cuanto a delegados para la convención, la diferencia entre Obama y Clinton no ha cambiado demasiado; la diferencia entre ellos permanecerá relativamente estable. Rhode Island y Vermont apenas dan delegados, Texas dará más delegados a Obama que a Clinton (gracias al bizarro sistema electoral), y la diferencia en Ohio apenas cerrará la diferencia. El margen de 159 disminuirá, como mucho, a 155. De hecho, puede que la ganancia de Clinton sea cero.
  • Esto es muy significativo porque significa que Clinton puede ganar todas las primarias que quedan por mucho más de 60-40, y seguiría con menos delegados que Obama.
  • Los medios siguen con la misma tontería de siempre, por eso. Si otro periodista dice comeback kid hoy me dará un soponcio. La verdad, esta manía de concentrarse en el día a día e ignorar los datos reales (que Hillary necesita un milagro y a todos los superdelegados del mundo) es bastante irritante.
  • No repetiré lo dicho ayer, pero Clinton se ha lanzado a atacar con todo a Obama; una campaña negativa con todas las letras. Los medios han tragado sin la más mínima crítica, a pesar que los ataques eran patéticamente absurdos en todos los casos. Lo que es peor, los ataques son muy dañinos si Obama gana la nominación; Hillary está haciendo el trabajo de los republicanos.
  • Lo más ridículo de todo esto, es que ahora toca aburrirnos. Hay una primaria el sábado (Wyoming) y otra el martes (Mississippi); tras ello, nada en absoluto hasta el 22 de abril en Pennsylvania, otro estado en teoría "perfecto" para Clinton; hace tres semanas andaba a 20 puntos, ahora está nueve. Son siete semanas sin primarias "grandes"; pueden pasar muchísimas cosas.
  • Lo que es más triste es que tras el giro negativo de Clinton, parece que la campaña de Obama se verá forzada a seguirles a ese terreno. Y si hay algún político en EUA con muertos en el armario, es Hillary; de hecho llevan acumulando aún más cadáveres desde que dejaron la Casa Blanca.
  • Una potencial buena noticia: Hillary insinúa que poner a los dos en la papeleta en noviembre sería buena idea. Claro, faltaría decidir quién va como candidato a presidente, pero bueno.
Para los fans de la oratoria, un regalito final: el discurso (tan bueno o mejor que siempre) de Obama ayer. Nótese, por cierto, el uso de una niña Rajoyesca; esto funciona en EUA y cuando el orador es bueno, no como en otros sitios.



A todo esto, McCain ganó la nominación republicana, como era de esperar. Eso lo elimina de esta serie de artículos, y demuestra que como futurólogo estoy al nivel de los mejores. Esto es, la cagué completamente. En fin.

Nota: varias actualizaciones y correcciones añadidas. Hay mucho, mucho que contar hoy...

Primary Colors (XL): una de periodismo tonto

Aún no sabemos nada de los resultados de las primarias de hoy (Ohio, Texas, Vermont, Rhode Island). Cruciales. Un pequeño comentario sobre la estupenda, profunda, radicalmente tontería colectiva que les ha dado a los periodistas americanos en bloque durante los últimos diez días.

1. Hillary se pasa a hacer campaña negativa, lanzando críticas a manta durante unos cuántos días. Un poco de todo; no se qué de un tipo de Chicago (Mark Rezko), un tonto antisemita que dice que Obama mola (y Obama denuncia), una foto de Obama con turbante, no sé que de NAFTA, no sé qué de falta de experiencia, etcétera. Un poco al tuntún, todo críticas vagamente irrelevantes y más o menos viejas, ninguna realmente importante.

2. Los medios empiezan la semana mofándose.

3. En el debate, y tras que en Saturday Night Live se mofen de lo bien que tratan a Obama, Hillary se queja que la tratan mal.

4. Los medios se pasan dos días preguntándose en voz alta (nada hace más feliz a un periodista que hablar sobre él mismo) si eso es cierto.

5. Tras todos sentirse muy responsables, los periodistas se ponen en bloque a hablar de todas esas chorradas que habían descartado como irrelevantes hace unos días. Siguen sin encontrar nada remotamente negativo, pero oye, la cuestión es ser justo y que los Clinton no digan que es culpa suya.

El resultado es que desde hace dos o tres días, Obama lleva recibiendo una cobertura horrible de pregunta estúpida tras pregunta estúpida, con esa clase de periodismo de tercera que tanto gusta por aquí. Ya se sabe, todos esos analistas preguntándose: "¿Afecta lo que diga un lunático a Obama? ¿O que un donante entre los más de un millón que han contribuido a su campaña vaya a ser juzgado? ¿Es esta cosa de NAFTA que todo el mundo ha desmentido importante?".

En resumen, han caido con entusiasmo en la trampa más burda de los Clinton. Los periodistas aman con pasión, por encima de todo, sólo dos cosas: su enorme, gigantesco, inflado ego, y una buena pelea. Hillary apeló a su ego y pidió liarse a tortas con ellos, y todos los medios han caido detrás.

Veremos si funciona; de momento parece que los resultados serán ajustaditos, mucho más de lo que veíamos en las encuestas hace dos o tres semanas. En aquellos tiempos Bill Clinton decía que si Hillary no ganaba los dos grandes hoy (Ohio y Texas), sería cuestión de dejarlo. Hoy los Clinton ya andan diciendo que no, que siguen hasta junio, que vuelvan a votar Florida y Michigan (primarias que declaradas nulas), y que oye, no importa si pierden en uno. Sólo lo dejan si Obama gana los cuatro.

En fin, no es que su cinismo me sorprenda. La estupidez de los periodistas, sin embargo, es infinitamente creativa.

Nota al margen: Dios, que lentos cuentan en Ohio. Son el auténtico sobaco de América.

lunes, febrero 25, 2008

Primary Colors (XXXIX): de la mediocridad, virtud

La campaña de Hillary Clinton está llena de gente muy bien pagada. Es esa clase de gente que todos los frikis licenciados en políticas queremos ser cuando seamos mayores; tipos que se hacen millonarios asesorando a candidatos y organizando campañas en grandes, enormes elecciones presidenciales que duran meses y meses. En el caso de Hillary últimamente están cobrando ingentes cantidades de dinero para ir perdiendo (el dinero no te da la Casa Blanca, dicen), pero vaya.

Lo que es bastante obvio es que si haces tanto dinero, se espera que seas capaz de sacar mensajes brillantes para que tu candidato los venda, y mantenerlos de forma sostenida. Les pagan para saber qué funciona y qué falla, se supone. Ha sido una sorpresa mayúscula ver a Hillary Clinton estos días atacando a Obama de tres maneras distintas en los tres últimos días, como si andaran probando al azar a ver si algo funciona y suena la flauta. Aún más extraño ha sido ver a Clinton usar un mensaje que Aznar utilizó en los noventa: criticar a tu oponente por ser brillante.

Hacer de la mediocridad virtud es una táctica extraña. Básicamente Hillary lleva una semana criticando a Obama usando el siguiente razonamiento: "el tipo habla muy bien en público, pero las grandes palabras no aportan soluciones; votadme a mí, que soy aburrida de cojones, pero consecuentemente mucho más competente".

Lo cierto es que como mensaje parece haber dejado a la campaña de Obama un poco confundida; tiene que ser una sensación extraña ser criticado por ser un orador brillante. Llevan los últimos días debatiendose entre responder diciendo que hablar bien no te hace un imbécil en privado o contestar explicando la extensa lista de propuestas concretas de su candidato. La primera respuesta te hace parecer arrogante, la segunda obliga a Obama a ser más concreto y menos brillante.

Obama parece haber finalmente decidido responder defendiendo a sus votantes, preguntándose si esas acusaciones de Hillary significan que todos lo que le apoyan están alucinando o no saben lo que hacen. Como defensa es relativamente decente, aunque estás hablando a quién ya te ha votado, algo que puede generar dudas a quien no lo ha hecho.

Aún así, es cuestionable que esta línea de ataque sea realmente efectiva. Sí, estás forzando a tu rival a ponerse a la defensiva, pero al hacerlo estás recordando a los votantes precisamente por qué Obama les gusta, y encima le das la oportunidad para que hable sobre sus propuestas concretas de forma constante. La crítica de falta de ideas puede ser efectiva si tu blanco es un tipo que no las tiene; Obama sin embargo es un friki político amante del detalle. De hecho han sido capaces de contestar machacando a Hillary en algunos temas en que sus posiciones no son populares, como el NAFTA (libre comercio con Méjico y Canadá, firmado por su marido; aunque la verdad el tratado ha sido bueno), algo que no debería darles alegrías.

Más preocupante aún, el mensaje de Hillary ha sido poco consistente. Ayer era sarcástica, en el debate hablaba de experiencia, y Dios sabe qué línea de argumentación utilizarán hoy. No puedes ir de un lado a otro de este modo sin hacer que tu candidata parezca ligeramente bipolar o un poco demasiado desesperada, y eso se nota; la prensa ya anda hablando de crisis de moral y despedidas.

Mañana debaten de nuevo, veremos si Clinton sigue poniéndose sentimental (no) diciendo adiós. Las encuestas en Texas dan ahora mismo un empate (recordad que Clinton tenía 20 puntos de ventaja hace una un par de semanas) y en Ohio siete puntos (eran 25 antes de Wisconsin) para Clinton. Obama aún no lo tiene ganado, pero la verdad es que Hillary tiene que mejorar. Veremos.

jueves, febrero 21, 2008

Nota al margen: Obama y sus ideas.

He estado oyendo voces diciendo que Obama es una especie de piltrafilla legislativo, algo que no es cierto en absoluto. Aquí y aquí podeis encontrar una buena colección de enlaces a todo lo que ha hecho en el senado, que no es poco. Como diría aquel, programa, programa, programa.

Parece mentira que algunos ahora critiquen un tipo por hablar bien en público. Como si uno no puede ser buen orador y listo al mismo tiempo, vamos.

miércoles, febrero 20, 2008

Primary Colors (XXXVIII): buscando a todos

Obama sigue ganando, y de forma cada vez más convincente. Dejando de lado Hawaii, estado dónde vivió durante años, ayer le clavó a Hillay Clinton unos más que convincentes 17 puntos de ventaja en Wisconsin.

La victoria es significativa por varios motivos. Primero, es un estado que en un principio no le "cuadraba" a Obama: 87.5% blanco, con una población mayoritariamente trabajadora y pocos universitarios.

Segundo, Obama esta vez sí ha ganado en todos los grupos; ni siquiera el voto femenino se inclinó para Hillary (Obama sacó un 50%). Poco a poco los Clinton están perdiendo el apoyo de todos los grupos que consideran imprescindibles para ganar: rentas bajas, clase obrera y mujeres le dieron definitivamente la espalda en Wisconsin, siguiendo a esos hombres blancos que en teoría no votarían por un afroamericano.

Tercero, es la décima victoria consecutiva de Obama, algo que parece dejar claro que la vieja forma de hacer política de los Clinton está fallando. Tradicionalmente las campañas americanas se construyen a base de segmentar el electorado y buscar los votos de forma estratégica. Es por este motivo que se da toda esta importancia a los grupos sociales, bloques de voto y el quién- apoya- a -quién. "Voto latino", "swing states", "soccer moms", "NASCAR dads" y todo este encaje de bolillos que repiten los expertos tan a menudo.

La campaña de Clinton ha trabajado siguiendo estas recetas. Hay estados que cuentan, hay estados que no. Hay votantes que podemos ganar, hay votantes que damos por perdidos. Hay delegados por los que competimos, hay delegados que ignoramos alegremente. Obama, por el contrario, ha hecho una campaña literalmente de ir a por todos. No ha ignorado ningún estado; gaste mucho o poco dinero, su campaña ha estado organizando gente en todas partes (en un uso espectacular de internet; no lo valoré suficiente), poniendo voluntarios en todos lados y básicamente trabajando en todo el país.

El resultado ha sido el previsible, aunque ha pillado por sorpresa a todo el mundo: Obama va ganando a base de sacar petroleo en sitios donde nadie estaba buscando. A base de perder por relativamente poco en los lugares "estratégicos" (California, Nueva Jersey, Massachusetts) y ganar de forma consistente (y cada vez más clara) en todas partes, el tipo va ganando, y está en una posición de ventaja para ganar estas elecciones.El mes de febrero ha sido una victoria tras otra para Obama, que lejos de creer que los estados "cruciales" de Tejas y Ohio lo eran todo no ha hecho más que poner esfuerzo y energía en todas partes.

Diez victorias consecutivas después domina la cuenta de delegados, tiene a la prensa a sus pies y sólo puede perder la carrera electoral si Hillary gana al menos un 65% de todos lo delegados que quedan, algo que va mucho más allá de lo improbable. Si Obama no comete un error de bulto antes del 4 de marzo, puede ganar Ohio (muy similar a Wisconsin) y ser competitivo o incluso ganar en Tejas y cerrar la puerta a Clinton de forma definitiva.

Tengo que hacer números, pero estoy casi por decir que Obama ha ganado usando la más vieja de las tácticas políticas: Downs y su votante mediano. En vez de hacer una campaña calculada, específica y especializada, el tipo sencillamente ha ido a buscar votos a todas partes; el objetivo no han sido grupos o clientelas, pero una mayoría amplia. Y a base de ignorar a nadie, ha acabado creando una mayoría.

¿La previsión? Pues la verdad, aún no me atrevo a descartar a Clinton, pero lo tiene cada vez más crudo. Estoy por darles un 65-35 ya en vez de un 60-40. Nadie se esperaba que los Clinton, políticos veteranos curtidos en mil batallas, cometieran tantísimos errores, dándole victorias gratis a su oponente una y otra vez. Lo tienen difícil, pero nunca se sabe. El 4 de marzo, más.

miércoles, febrero 13, 2008

Primary Colors (XXXVII): el ritmillo

Los americanos le llaman momentum. En El País le llaman inercia, iniciativa. Yo, la verdad, prefiero llamarlo algo un poco más hispánico; el ritmillo.

Obama tiene el ritmillo. Tras sacar un empate glorioso el pasado martes, llegando desde atrás, de lejos, y empatando contra casi todos los pronósticos, el tipo ganó en las cuatro primarias de este fin de semana de calle (Washington, Louisiana, Nebraska y Maine) y acaba de ganar las tres votaciones del martes (Maryland, Virginia, Washington DC) en plan apisonadora. El aire de ganador de Obama es innegable, y las primarias, de golpe y porrazo, parecen estar cada vez más difíciles para Hillary Clinton.

Desde el martes pasado, todo parece salirle mal a Hillary. Después de ser incapaz de dar el golpe decisivo prometido el supermartes, el miércoles se conoció que su campaña estaba muy corta de dinero, hasta el punto que tuvo que darle un préstamo de cinco millones de dólares de su propio bolsillo. La máquina de recaudar fondos de campaña de los Clinton se encallaba sin remedio, mientras que Obama recibía dinero sin parar de cientos de miles de activistas sin problemas (parece que subestimé la importancia de internet; Obama está sacando petroleo). La campaña de Hillary bombardeó a sus filas de correos electrónicos pidiendo dinero (recibí cuatro en dos días; estoy apuntado a todo), pero la semana acabó igual, con Obama por delante.

El fin de semana la cosa fue aún peor. Obama ganó a Hillary con claridad en todas partes, incluyendo tres estados blancos como la nieve en cuanto a distribución racial. El domingo el día acababa con la noticia que Patty Solís Doyle (latina, por cierto), la jefa de campaña de los Clinton "dimitía" para "pasar tiempo con su familia" (y dejando a muchos políticos latinos que apoyaban a Clinton bien cabreados). Y para acabarlo de rematar, hoy se llevan un repaso atroz en las tres elecciones (incluyendo Maryland, que en teoría era un estado para Clinton), y otro de sus jefes de campaña dimite de puntillas entre toda la carnaza.

La cosa suena mal, pero se pone aún peor. Obama ha ganado prácticamente todos los grupos demográficos menos mujeres blancas, todos los niveles de ingresos, y básicamente dejaba a Clinton sin excusa posible. Y aún más preocupante, Hillary está por detras en número total de delegados de cara a la convención.

Sí y no. Los medios de comunicación americanos están aplaudiendo con las orejas a O Rei Obama, nuevo favorito, y ya preguntándose qué milagro tiene que hacer Hillary para evitar el naufragio. En febrero quedan dos primarias, Wisconsin (donde Obama va por delante en las encuestas) y Hawaii (Obama es de ahí). La campaña de Clinton lleva diciendo desde hace un par de días que no pasa nada, todo normal, y que van a ganar el 4 de marzo en Tejas y Ohio y confirmar su nominación.

Los periodistas escuchan y fruncen el ceño. Si no sucede nada inesperado, Hillary estará de aquí siete días con nueve derrotas, cero victorias, y la duda constante de por qué va a ganar ahora, si lleva tanto tiempo perdiendo. Tejas es enorme; hacer publicidad requiere presupuestos abultados, y Clinton tiene menos dinero. Lo mismo sucede con Ohio. Sí, la composición demográfica de los dos estados favorece a Hillary, y las encuestas le dan entre 12 (Tejas) y 17 (Ohio) puntos de ventaja ahora mismo, pero Obama ha estado más lejos en muchos sitios y ha acabado ganando de calle.

La verdad: los periodistas exageran. Obama tiene el ritmillo, pero no tiene la nominación ganada ni de lejos. Para empezar, Tejas y Ohio son de aquí tres semanas; dos semanas después de Wisconsin, que puede ser otra derrota de Clinton. En una campaña como estas primarias, dos semanas es una eternidad, y pueden pasar muchísimas cosas. Obama parece estar en firme control del debate en la campaña; la discusión es sobre cambio y esperanza, no experiencia y politiqueo. Una metida de pata grave, un comentario equivocado o un desastre imprevisto (cae la bolsa, explota un avión, muere Britney Spears) y a saber cómo acabamos.

Por añadido, la cuenta de delegados en los demócratas es proporcional. Obama está por delante, pero aún ganando todos estos estados, Hillary está muy, muy cerca. Tiene más votos, más delegados, ha ganado más estados, pero aún queda tanto partido que es difícil decir que lo tiene ganado.

De todos modos, por primera vez desde que empezó la campaña, le doy un 60% a Obama de acabar ganando. Hillary lo tiene complicado. No puede atacar, ya que no hace más que recalcar su imagen de persona antipática. No puede decir que tiene experiencia, ya que la gente parece querer cambio por encima de todo. No puede decir que es mejor candidata, ya que Obama saca mejores resultados contra McCain de calle. Y no pueden apelar al voto de grupo (mujeres, latinos), ya que su voto está erosionándose en estos sectores incluso ahora.

Los Clinton son políticos extraordinarios, y la verdad, no me extrañaría que tengan algo en mente que se me escapa. Tejas y Ohio parecen favorecerles. Aun así al paso que van, Obama va camino de darles una sorpresa desagradable en marzo. Otra más.

Nota al margen: los republicanos, por cierto, siguen igual. McCain ha ganado, pero anda que el sector conservador no le va a dar la vara. Pobre tío... Por cierto, el tipo ha cometido un error de impresión hoy; ha empezado su discurso de victoria tres o cuatro minutos antes que Obama acabara el suyo. El contraste de pasar de escuchar a un tipo joven, vital, inspirado a un viejo aburrido de 72 años hablando de terroristas y del miedo que debemos tener ha sido patético.

Oh, y Hillary ha perdido dos tipos más de su campaña mientras escribía. Joer.

lunes, febrero 11, 2008

Primary Colors: Ronda de preguntas

Perdonadme el título de la entrada, pero no soy Egocrata ni voy a intentar hablar sobre política americana (entre otras cosas porque no es tema que se me dé bien). La finalidad de este post es lanzar una pregunta a Egocrata, para que me dé su punto de vista. De hecho, aunque luego vaya a matarme, os animo a todos vosotros que le preguntéis sobre "Primary Colors", a ver si así crea un post para respondernos a todas nuestras preguntas. Si me permitís empiezo yo:

En vista de los resultados del supermartes parece ser que los demócratas estén fuertemente divididos entre dos candidatos, de hecho aun no está claro quien va a poder presentarse a las elecciones generales. Leí hace unos días que preguntaban a la Mujer de Obama que en caso de que ganase Clinton si iba a votarla a ella, su respuesta fue que se lo pensaría. Si todos los que apoyan a Obama (o Clinton), en caso de que pierda, tienen que pensar que harán con su voto no veo muy claro el futuro de los demócratas. Por lo que parece esta división de candidatos ¿puede favorecer de alguna manera al partido republicano, concretamente a McCain?

Por favor Egocrata, ilústrame.

Actualización: ronda de preguntas y respuestas en los comentarios.