Lo de las primarias está llegando a unos niveles de estulticia abrumadores. Siempre me quejo que los medios parecen no ser demasiado amigos de hablar de políticas concretas o cosas remótamente cercanas a la realidad. Bien, llevan un par de días dividiendo su tiempo entre perseguir al ex-pastor de Obama (sigh) y explicando cómo McCain y Hillary han lanzado una propuesta fiscal "espectacular": unas "vacaciones fiscales" en el impuesto federal sobre hidrocarburos este verano.
El problema, claro está, es que la propuesta es básicamente estúpida. Para empezar, el precio de la gasolina en Estados Unidos es ridículamente bajo; andamos pagando 0,60 euros por litro. De acuerdo, el precio en dólares sí ha subido bastante en los últimos meses (ha pasado de $0,78 a $0,96), pero los americanos no pueden decir que están pagando la gasolina cara. Los impuestos al llenar el depósito son muy bajos (menos de un 20%, en comparación con el 40 ó 50% en Europa), así que de hecho una rebaja fiscal en la gasolina se notaría bien poco. De hecho, menos que "poco"; el tramo federal de ese impuesto es sobre un 10%, así que los americanos ahorrarían 6 céntimos por litro durante tres meses.
Estados Unidos consume cantidades ingentes de gasolina. Eso pone una presión alcista en los precios, que es aún mayor al no haber alternativas (transporte público) a conducir en la mayor parte del país. Si se baja el precio, la fuente del alto precio (la demanda) no disminuirá, sino que subirá, así que el recorte fiscal acabará siendo absorbido en parte por el aumento de precio, con las petroleras pasando por caja otra vez.
Para hacer las cosas peores, este impuesto sobre hidrocarburos está dedicado exclusivamente en EUA a pagar el mantenimiento y construcción de autopistas y carreteras. No es que se recaude demasiado; las carreteras americanas están en bastante mal estado. La idea es que al recortar el impuesto el dinero que falta se cubriría del fondo general, o dicho en otras palabras, que los impuestos de todos, conductores o no, subvencionarían el ahorro de los conductores, que son los que están utilizando el medio de transporte más ineficiente posible. ¿No es encantador?.
Estos detalles, que te puede contar un alumno de primero de economía (y te añadiría cosas de elasticidades) se le ha pasado a los medios, que van por ahí preguntándose por qué Obama no se suma a esta "brillante" idea. En fin. No es cuestión de ideología; estamos hablando de externalidades negativas, demanda y subvenciones a la ineficiencia que deberían dar sudores fríos a cualquier persona razonable. País.
1 comentario:
Krugman escribe en su blog sobre este tema. Piensa que la oferta de combustible para este verano es fija, así que los precios se mantendrían exactamente al mismo nivel que si no se tocasen los impuestos.
La propuesta de Hillary, mantener las carreteras aumentando los impuestos a las compañías petroleras, no tendría ningún efecto (cambiar dinero de bolsillos y volver a poner de vuelta la misma cantidad) y por tanto sería inútil pero no dañina.
Como cartucho de demagogia electoral no es mala idea, los votantes y los periodistas no conocen ni los rudimentos de la oferta y la demanda, así que no se van a dar cuenta de que en realidad es un camelo.
Dudo que McCain suba impuestos, así que su propuesta favorecería netamente a las compañías propietarias de las refinerías a costa del mantenimiento de las carreteras.
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