sábado, abril 19, 2008

Medidas para la crisis: un buen principio

El gobierno empezó ayer a aprobar una batería de medidas para afrontar la crisis económica. No he tenido la oportunidad de ir más allá de lo que dice la prensa en este aspecto, así que no me he podido meter en detalles, pero lo que he leído en general me parecen bastante acertadas.

Para empezar, es agresivo: estamos hablando de un estímulo fiscal que es sobre un 1,5% del PIB, comiéndose todo el superávit que el estado había puesto en los libros estos últimos años. Es un empujón con todas las letras, anticíclico y muy neokeynesiano; en ese aspecto hay poco que criticar. Vale la pena echar un vistazo a dónde va ir todo ese dinero, de todos modos.

Los problemas de la economía española en este momento son pocos, pero relativamente serios: el primero, el final de la burbuja inmobiliaria. A todos esos que se quejaban del precio de la vivienda, sus plegarias han sido escuchadas, y los precios están finalmente bajando. Eso ha creado un problema relativamente serio a todos los pardillos que compraban pensando que el precio no bajaría nunca, y a todos esos entusiastas promotores e inversores que creían que la mejor forma de hacerse rico era contruyendo barracas por todo el país.

Estos dos grupos de listillos van a perder un montón de dinero, evidentemente. Es justo y necesario, por capullos. El trabajo del gobierno es que la torta descomunal de todos estos alegres capitalistas haga el menor daño posible a la economía en general, asegurando, no obstante, que si eres de los que has hecho el mandril pierdas hasta la camisa, por iluminado.

El primer efecto de un frenazo inmobiliario que debemos tener en cuenta es su efecto sobre el sistema financiero; más que cualquier otro sector, el ladrillo vive de la hipoteca y la deuda para sobrevivir. Los bancos van empezar a tener en sus cuentas todos esos pisos que fueron comprados como inversión y que se han convertido en un lastre cuando el precio ha bajado; el propietario no va a vivir en el chiringuito y está perdiendo dinero, así que la hipoteca le trae al pairo, y el banco no puede hacer nada con la casa, porque el mercado está muy muerto.

Al dar la oportunidad de alargar los plazos de las hipotecas, el gobierno está básicamente reduciendo el coste de cargar con un pago de un vivienda a corto plazo, a cambio de hacer la deuda más rentable a largo. Para los propietarios no especuladores, es un buen negocio si estaban en problemas; pueden pagar más fácilmente. Para quien tenía la casa como inversión y pretendía venderla, le permite escoger entre si quiere perder mucho dinero ahora (vendiendo a saldo) o mucho a largo plazo (chupándose un piso vacio hasta que pueda sacárselo de encima sin ahogarse); haga lo que haga pierde pasta, pero al menos le puede dar otra salida. El mercado se llena menos de viviendas en venta (moderando la caída de precios), los bancos tienen menos créditos impagados, y el estado está ayudando a quien quiere la casa y dejando que quien especulara escoja perder dinero haciendo menos ruido.

Para complementar este cambio, otra buena idea es incentivar las rehabilitaciones. Hay una oferta excesiva de viviendas, así que los precios están bajando. Hemos vistos que esto es malo; trabajar para que las casas en venta tengan más valor es siempre una buena idea, y las rehabilitaciones consiguen eso.

Evidentemente, el hecho que se venden menos casas hace que se tengan que construir menos, así que todos esos recursos que andaban por ese sector tienen que ir a otra parte. Aquí hay dos medidas, una que me parece buena idea, y la otra que no lo es tanto. La buena es acelerar la obra pública; tirar carreteras y trenes a destajo. Eso emplea a gente, crea un efecto multiplicador importante al disminuir costes para todo la economía, y además es más que bienvenido en muchas partes: hay bastantes regiones con importantes cuellos de botella en sus infraestructuras, así que es contruir puentes a ninguna parte precisamente.

La idea que no acabo de entender es la vivienda protegida. Hemos tenido un exceso de oferta galopante, y los precios están sobrevalorados, pero bajando de forma natural. Poner más vivienda subsidiada sólo acelerará la caída (malo), aunque salve el curro de algunos albañiles en el proceso. Supongo que hay algún detalle que se me escapa. Nunca he acabado de entender por qué el estado tiene que construir vivienda privada (no es un bien público, así que ¿para qué?), pero eso es otra cuestión.

El otro lado de la crisis es el derivado del ataque de sudores fríos de la bancos al ver que se pueden comer un montón de deudas malas. Estas deudas son preocupantes hasta cierto punto; en el lado de los bancos sí generan crujir de dientes, en el de las cajas, este temor no es tan urgente al ser para-públicas. En ambos casos, sin embargo, tener números rojos en tu hoja de balances te hace ser un poco más cauto al repartir dinero, así que el sistema financiero, en agregado, duda más al dar créditos. La respuesta del gobierno es reducir los riesgos de las entidades financieras, haciendo que el estado pueda avalar esos créditos, facilitando la inversión para las empresas. Lo último que queremos es que las dudas financieras creen una falta de liquidez.Un banco en apuros es un problema para todos; es buena idea minimizar ese riesgo.

Las medidas para proteger a personas son más clásicas y fáciles de entender. Todo lo que sea ayudar a quien pierde el trabajo a encontrar otra cosa es bueno. El bajar impuestos es relativamente bueno; no brillante, pero si aceptable.

¿Será la cosa durilla? Sí, pero no creo que sea dramática. La construcción de viviendas es una parte significativa del PIB en España (un 9,3%), algo que tiene que reducirse tras tantos años de sobreinversión. Aún así, la reducción no tiene por qué ser dramática; a fin de cuentas la población española sigue creciendo a buen ritmo, hay demanda externa (la Florida de Europa, ya se sabe) y parece que todo el mundo sigue con su alergia a alquilar de siempre (sigh). Un recorte de tres puntos es previsible, y puede ser amortiguado a medio plazo gracias a un uso inteligente del gasto público mientras la economía es llevaba a rastras hacia un equilibrio más razonable.

En contra de lo que dicen algunos catastrofistas, no es una crisis demasiado inusual, y desde luego no es algo nunca visto en España. No es la primera burbuja inmobiliaria. Sí, es más grande que las anteriores, pero la banca goza de mejor salud, la moneda es bastante más fuerte y partimos de un nivel de paro y población activa infinitamente más favorable, con una economía mucho más diversificada.

Y oye, con la productividad tan patética que gastamos ahora, aumentarla será fácil. Y no, el aumento de la productividad no destruye empleo, como dicen algunos luditas. Pero eso es para otro día.

12 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy, pero que muy bueno... con un pequeño matiz sobre la VPO, pero impecable.

R. Senserrich dijo...

Matiza sobre las VPO; por favor. Es algo que se me escapa :-)

Anónimo dijo...

El tal Marc Vidal lleva dos o tres meses metiéndole el miedo a la gente y cagándose en la madre que parió a todos los políticos (menos a unos que empiezan por C y terminan por iU) por inoperantes.

Anónimo dijo...

Yo creo que lo que debe hacer el Estado son VPO de alquiler, cosa que no veo claro que hagan; no obstante la verdadera razón de las VPO es que sí hay demanda (mucha gente aún viviendo en casa de sus padres, y que aún piensa que alquilar es tirar el dinero), lo que ocurre es que no nos podemos permitir los precios que se pagan. Y la verdadera razón de fondo de las VPO es dar un balón de oxígeno a las promotoras inmobiliarias (y a los puestos de trabajo que de ellas dependen, y a los externos como arquitectos, ingenieros...) y la prueba es que se ha aprobado la subida del valor de las VPO, para hacerlas atractivas a los mencionados promotores.

Lole dijo...

En cuanto a la vivienda protegida, creo que es más barato y ecológico construir viviendas baratas para que la gente pueda vivir en la ciudad en que viven, que tener que construir infraestructuras para que puedan desplazarse a diario al trabajo desde el quinto pino a donde han tenido que irse a vivir.

Lole dijo...

Perdón, donde dije
"...la gente pueda vivir en la ciudad en que viven...",
quise decir
"...la gente pueda vivir en la ciudad en que trabajan...".

Lapsus lingue
Saludos

Anónimo dijo...

En lineas generales estoy de acuerdo. Pero una cosa con respecto a la construcción: en 2007 la obra civil representó el 25%, frente al 75% de la construcción. Pretender que la obra pública absorba a los parados de la construcción es mucho pretender.

Quizá lo que está haciendo el Gobierno al fomentar más vivienda pública es tratar de frenar el golpe del paro y dar tiempo para que otros sectores absorban a los parados. Convertir el golpe en transición. Digo yo, vamos...

En cuanto a los 400 euros, todo el mundo dice que no tendrá ningún efecto sobre el consumo de los hogares, que está de capa caída, pero qué otra cosa se puede hacer? Bueno, rebaja de impuestos, claro, pero hasta donde?

A propósito, recomiendo encarecidamente la lectura del último discurso de Fernandez Ordoñez

http://www.bde.es/prensa/intervenpub/gobernador/mfo150408.pdf

Augie March dijo...

Alargar el plazo de las hipotecas es repartir pobreza (y no progresivamente, por cierto). ¿Incentivar rehabilitaciones?

Hay una oferta excesiva de viviendas, así que los precios están bajando. Hemos vistos que esto es malo; trabajar para que las casas en venta tengan más valor es siempre una buena idea, y las rehabilitaciones consiguen eso.

¿Y qué hacemos con las construidas que no se venden? Por cierto, todas las medidas de las que hablas son partidas no presupuestadas. Y la recaudación va a bajar proporcinalmente del 3,3% digamos al... ¿1,8? ¿Imprimiremos dinero? Mejor con cargo a las comunidades, como la ley de dependencia.

En fin, si a ti te salen las cuentas...

R. Senserrich dijo...

El estado viene de un superávit pre-crisis de 3%. Pongamos (caso muy malo) que el frenazo lo elimina completamente. Aún tenemos 3% de margen sin salir de los criterios europeos de déficit.

Y sí, imprimir dinero es estupendo en recesiones; no es ningún problema. Esperemos que los melones del BCE no toquen los tipos de interés, de todos modos, con esa absurda obesión por la inflación que tienen.

Marc Vidal dijo...

Edgar, llevo bastante más que dos o tres meses. La primera charla sobre la crisis inmobiliaria la di en el SIMED de hace 4 años. Lo de CiU, creo que si revisas mis posts verás que no tienes razon. Respecto a ser más o menos catastrofistas es una apreciacion subjetiva. Cada uno ve lo que ve en los datos y cifras. Al PSOE le pido que oficialice la crisis, y que ponga remedio y asuma la opcion de cambio de modelo que tenemos ante nosotros, al PP le pido que haga de oposicion y se deje de guerrillas que no interesa a nadie, a CiU algo parecido que el PP y se deje de rios y rías... al resto no los contemplo.

Saludos

Anónimo dijo...

Queridos amigos,
Dejando a parte la declaración de los derechos humanos (art 25,que habla entre otras cosas de la vivienda)escrito utópico desde el punto de vista económico-financiero.
Bien, personalomente me escuentro en una situación caótica, a causa de la compra de mi actual vivienda. EL hecho es que solicité una hipoteca en 2007, y actualmente empieza a ser un problema el afrontar la letra. Entre las opciones barajadas para paliar mi situación, en todas salgo perjudicado:

- Aguantar el tiron: con lo que mi poder adquisitivo mengua considerablemente.
- Alquilar mi vivienda: si la alquilo, sino me voy a vivir con mis padres, va a ser lo comido por lo servido.
- Vender mi vivienda: el precio de equilibrio (oferta-demanda) ha bajado de forma muy notoria, con lo que el valor mi inmueble tiene un valor mucho más bajo que la hipoteca. Dejaría a deber al banco una media de 100000 €
-Negociar con la Entidad: para ello preciso de una oferta de subrogación atractiva, para presionar y poder negociar un tipo mas agradable. El acutal problema es que las demás entidades NO dan crédito por lo tanto, no puedo negociar.
- Negociar cambio te tipo con la endidad. Digamos que no están receptivos, aunque es mejor negociar que empezar a tener impagados.
- Alargar el plazo???? tengo la hipoteca a 40, que harán como en Japón o USA hipotecas a 100 años??? Lo veo improvable
- Negociar un tipo fijo? si lo máximo que te dan para una operación a tipo fijo es de 15 a 20 años ( que pagaré una letra de 5000€/mes? Cómo puedo comer con -2000€)

Me parece deleznable la tranquilidad con la que el Gobierno ha actuado, negándose a aceptar una crisis que hace ya tiempo que funciona, sin poner medidas hasta que se han encontrado con el "pastel". En resumidas cuentas. Mi derecho ( la vivienda), se ha convertido en mi cruz. Eso sí, si todos aquellos que nos encontramos en mi situación (LOS ÚLTIMOS MONOS EN LA ESCALA) sobrevivimos los 2 ó 3 añitos que quedan por llegar, lo peor habrá pasado.

Anónimo dijo...

no entiendes porqué el estado construye viviendas..ya que no es un bien público, tienes razón.
Es mucho más, es un derecho fundamental el poder habitar de una manera digna sea o no de tu propiedad.
Quizás lo que te deberías cuestionar no es la construcción o no de ellas, sino, la posibilidad de que gestionara alquileres subvenvionados como alquileres de protección oficial