miércoles, abril 23, 2008

Primary Colors (XLVIII): la trampa de la estupidez

Otras primarias pasan, otro resultado ambiguo. En Pennsylvania votaron ayer, tras una campaña básicamente horrorosa (a excepción de este discurso), y el resultado es una victoria de Hillary por 9 puntos escasos (9,38%; los medios están redondeando raro estos días). No por presumir (todas las previsiones daban ese resultado), pero lo acerté ayer, algo que no hago a menudo.

Y como decía ayer, la reacción de mucho medios sigue siendo "no cambien de canal, aún queda partido", y repetición de todas las absurdas discusiones que parecen fascinarles tanto. Como un niño pequeño descubriendo que una pelotita bota y riendo histéricamente.

¿Qué sucedió ayer? La verdad, el hecho que el resultado fuera esperado no quiere decir que Obama no debería repasar por qué perdió. Las encuestas postelectorales son en general poco sorprendentes, con los mismos resultados que en otras primarias parecidas (aunque Obama ha mejorado en casi todos los grupos respecto a Ohio). Aún así, hay algunos detalles importantes.

Hora de llevar agua a mi molino. Creo que el gran problema de la campaña de Obama estos últimos días no han sido los ataques recibidos en temas absurdos, si no el hecho que ha ignorado una de las cosas que han distinguido su campaña: tratar a los votantes como adultos. En la última semana el estilo de hacer campaña de Obama ha sido más bien pedestre, lanzando anuncios negativos, criticando la estulticia de los medios y básicamente jugando a ser Hillary por encima de cualquier otra cosa.

Es curioso en las encuestas el hecho que Obama gana entre los votantes que tienen como principal preocupación los dos temas en los que ha hablado más y de forma más cerebral a los votantes: Irak (donde tuvo el criterio de estar en contra de la guerra desde el principio) y en cambiar cómo se hace la política en Estados Unidos. En el tema en que la mayoría de votantes han decidido su voto, sin embargo, la economía, Obama parece no atreverse a ser el friki cerebral y amante de los detalles que uno puede leer en sus libros o en su trabajo legislativo. El resultado es que los votantes se fían más de Hillary que de él en esta materia, cuando ambos tienen ideas relativamente parecidas, o incluso si se me apura diría que el programa de Obama es más racional y detallado.

En cierto sentido, supongo que este es el origen de la gran línea divisoria en estas elecciones, la edad de los votantes. Obama arrasa entre los menores de 40 años, que postmodernos como son, se centran más en el procedimiento y menos en los detalles oscuros. Por encima de los 40 las cohortes votan más siguiendo el puro y viejo (y ojo, plenamente racional) materialismo, y no se fían tanto de un tipo que no habla de economía con el detalle y la fortaleza que debería.

El problema para la campaña de Obama en este caso es cómo conseguir que este sector de votantes que depende más de los medios tradicionales para conseguir información le escuchen cuando se ponga a hablar de políticas públicas concretas. Ya hemos visto que están totalmente fascinados con el circo de idioteces que llaman controversia, así que encontrar un camino para poner el debate en lo económico será difícil. Los anuncios de 30 segundos son probablemente demasiado simplistas, aunque no sería mala idea hacer una serie de cinco o seis explicando una propuesta concreta especialmente innovadora, que las tienen.

Aún así, a estas alturas aumentar su credibilidad en esta materia será complicado; Clinton, a fin de cuentas, es una apellido asociado a los años de bonanza durante los noventa. Estamos, sin embargo, de "rascar" votos en los márgenes; hacer que los indecisos le vean menos como un novato con alta retórica y más como alguien que sabe cómo funcionan las cosas. No necesita gran cosa; Indiana y Carolina del Norte son mucho más favorables demográficamente (mucho más jóvenes y con más votantes de color), así que lo tiene a su alcance.

No que Clinton lo vaya a dejar cuando pierda ahí, me temo. Pero los superdelegados supongo que finalmente se decidirán a callarla de una puñetera vez; no soy el único que esta harto de su infinita insistencia ante una derrota ya inevitable.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

@egocrata

¿En tu opinión quien tiene más posibilidades frente al candidato republicano Obama o Clinton?

R. Senserrich dijo...

Obama. No puedes pretender ser el candidato del cambio si eres parte de una dinastía, al fin y al cabo. Por añadido, Hillary es muchísimo más odiada que Obama, y la verdad, no creo que todas esas mujeres blancas mayores de 45 años que votan a Clinton cambiando su voto y pasándose a un viejete de 72 años que es más de lo mismo.

Aún así, me parece que los demócratas, si paran de darse de leches entre ellos, podrían presentar a un mono y ganar igual. Los republicanos no son especialmente populares, que digamos.

Anónimo dijo...

Gracias por tu opinión.

En España muchos comenaristas políticos le dan más posibilidades a Clinton que a Obama en la lucha final por la presidencia en el sentido que la reacción a un presidente negro es aún muy grande en USA.