Siguiendo con partidos y discusiones, el Partido Popular parece estar sufriendo esa extraña condena que los partidos con ex-presidentes del gobierno jóvenes parecen tener que soportar. Jose María Aznar salía ayer hablando de ideas y haciendo la pelota a Esperanza Aguirre en el momento más inoportuno. El país anda en una crisis económica espantosa, y la gente del PP parece más preocupada de discutir sobre cual debe ser la verdadera esencia del partido a hablar del planeta tierra.
Eso no implica que Aznar no tenga algo de razón, de todos modos. Con la economía en recesión y el gobierno dando mensajes bien poco claros (nota para Moncloa: si se quiere aumentar el presupuesto de la ley de dependencia, llamadle "estímulo fiscal". Uno, por que los es. Dos, así parecéis competentes), el PP no debería tener problemas demasiado serios para ganar terreno claramente en las encuestas si fuera capaz de explicarse remotamente bien. La verdad, no hace falta que sea un plan demasiado "serio" en el sentido de detalle; de hecho, no hace falta ni siquiera que sea demasiado conservador. Lo único que tienen que hacer es hablar de economía con fuerza, constantemente, y con un mensaje consistente.
Y aquí es probablemente donde Aznar se equivoca; no estoy seguro que cualquier mensaje valga. Ponerse a repetir los mantras que neoconservadores clásicos (menos impuestos, más mercado, valores tradicionales) es emitir un mensaje coherente, pero no creo que sea demasiado sólido. En un mundo en que el partido republicano ha despeñado la economía del planeta repitiendo esos mantras de forma insistente, pasearse por España diciendo que tenemos que volver a eso no es exáctamente una buena idea. Es cierto que es necesario liberalizar y reformar algunos sectores cruciales de la economía española (empezando por las universidades) y simplificar otros (administración de justicia), pero no creo que los votantes estén para esos matices; el PP tienen que cambiar su retórica si quiere llegar lejos.
La derecha española tiene una oportunidad única de redefinir el discurso. Lo que es bastante discutible es que uno pueda redefinir apelando a un mensaje que todo el mundo está deslegitimando con fuerza. Harían bien de mirar a Cameron y los conservadores británicos para ver como uno puede seguir siendo conservador, pero con un lenguaje y temas adaptados a este siglo.
5 comentarios:
Modo losantos on:
¡Tú lo que quieres es que la derecha se suicide ideológicamente!
Losantos, ese ateo que reparte carnés de buen y mal cristiano, como muchos de sus colaboradores. El suicidio es el que comete la Iglesia manteniendo a personajes como él en la Cope.
¿Neo-conservadores clásicos? ¿Comor?
Sí, consiste en decir que los pobres son vagos, que los parados explotan a los ricos, que el aborto es un asesinato pero sin pelo engominado e intercalando términos económicos y filosofía straussiana
Y que no necesitamos a "Papá Estado" [porque para eso ya tenemos a Papá].
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