lunes, noviembre 20, 2006

La lógica de la violencia: Irak (II)

El viernes hablaba sobre el origen de la actual situación en Irak, con una breve descripción de la realidad del país sobre el terreno. Hoy pretendía explicar qué lógica sigue la distribución de la violencia en un país en guerra civil, y por qué unas regiones ven muchísimas más muertes que otras.

Lo cierto es que Alex se me ha adelantado, dando un magnífico resumen de lo que quería decir en los comentarios. Tan bueno, de hecho, que lo cito enterito:

El problema de Irak no es que existan feudos controlados por milicias. Eso haría que la violencia se redujera drásticamente. El más brillante argumento que la ciencia política ha podido producir, el de Kalyvas, es simple:

- Imaginemos una guerra civil entre un gobierno y unos insurgentes. El territorio se puede dividir en cinco niveles de control:
1) Control total del Gobierno (p.ej. "Zona Verde")
2) Hegemonía del Gobierno, con ataques insurgentes (p.ej. resto de Baghdad)
3) Zonas en completa disputa
4) Hegemonía rebelde, con intervenciones del Gobierno (p.ej. Zonas suníes)
5) Control total de los Insurgentes (p.ej. Fallujah)

La violencia no es irracional. Requiere de a) la decisión de los gobiernos/rebeldes de realizar ataques o y, b) que los ciudadanos se conviertan en informantes (denuncias, signalling). En las zonas 2 y 4, donde hay cierta hegemonía pero no completa, la fuerza hegemónica utilizará las informaciones que pueda adquirir mediante extorsión o compra, para atacar a aquellos que cooperan con a) los terroristas (sic) o b) los invasores (sic).

El problema es que en Irak las zonas 2 y 4 son la mayor parte del país, y la fuerza hegemónica son las milícias de todo tipo. Por no decir que son todas las zonas donde no hay Marines.

Esto hace que sean zonas especialmente violentas. Y lo seguirán siendo si las fuerzas del gobierno no extienden su control de una manera sólida, cosa que no parece que vaya a ocurrir en mucho tiempo...

Corolarios:
1. Cuanto más control tengas sobre un territorio, más informantes tendrás, pero menos útil te será (pensad en la guerra civil española).

2. En las zonas 2 y 4 la violencia acaba siendo indiscriminada porque es difícil para la fuerza hegemónica (los insurgentes) identificar con precisión a los 'colaboradores' con los invasores (pensad que son zonas donde es riesgoso informar en cualquier sentido: en el futuro pueden acusarte si cambian las tornas de quién controla esa parte).

Mi única precisión tras este fantástico argumento sería desarrollar un poco los diferentes costes para cada uno de los bandos que implica luchar una guerra como esta. El centro del problema en un conflicto civil es que el coste de mantener el control del territorio es muy difícil de predecir para ambos bandos, ya que como ha señalado Alex, la población oculta preferencias de manera obsesiva.

Para empezar, los habitantes de un territorio tenderán a cooperar más contigo como mejor vayan las cosas. Si los insurgentes son capaces de demostrar más capacidad de castigar a los disidentes que el gobierno tiene de hacer lo mismo con los rebeldes, la mayoría de civiles van a dar la espalda al gobierno. Entrar a saco en una ciudad insurgente, sin embargo, no te garantiza que el apoyo de la población se haga estable; si se percibe que el control es temporal, la colaboración se desvanecerá en cuanto se vayan los soldados.

Este el gran problema que se oculta detrás de la total falta de fiabilidad de muchas unidades del ejercito y policía iraquíes: su obediencia al gobierno es sólo condicional a que sean atacadas demasiado. Si un batallón de soldados se da cuenta que su apoyo continuado al gobierno equivale a una lucha desesperada contra una milicia local que tiene a los locales de su lado, no tardará en sumarse a la milicia o desvanecerse. Un gobierno en esa situación de debilidad no sólo no controla el territorio, si no que no sabe que armas tiene de su lado.

Un problema añadido, por tanto, es que además la capacidad de control de territorio tiende a disminuir según ganas batallas. Como más provincias ocupa el gobierno, más dispersas están sus tropas, y más limitada se hace su capacidad de afrontar rebeldes en zonas específicas. Los gobiernos en situaciones de insurgencia tienden a ser muy reacios a abandonar territorio, ya que ven dar ciudades por perdidas como una derrota. En la práctica, esta situación tiende a debilitarlos.

La opción habitual ("inventada", por cierto, por los españoles en Cuba, antes de la intervención americana) es la de concentrar, no dispersar; abandonar tanto territorio como sea necesario para garantizar que allí donde estás, tu control es efectivo. Si eres un poco cafre (estilo general Weyler), lo haces literalmente, creando campos de concentración; si eres un país razonable, lo haces ganando el control de la capital, reforzandola hasta que tus costes de seguridad disminuyen (ya que tu grado de control es demasiado alto para hacer ataques de terceros prácticos), y después ampliando tu radio de acción poco a poco.

El problema para los Estados Unidos, me temo, es que es posible que sea ya demasiado tarde para ellos. Primero, porque el gobierno iraquí que tienen entre manos puede que esté roto irremisiblemente; la podedumbre e infiltración rebelde en su estructura es tal que es imposible hacerlo efectivo en un tiempo razonable. El problema es parecido al de luchar una guerrilla dentro de la burocracia; la autoridad y el monopolio de esta se ha desvanecido.

Segundo, y aún más importante, Estados Unidos es un democracia, y parece que el capital político de los impulsores de la guerra se ha desvanecido. Estadísticamente, las democracias son gobiernos excelentes ganando guerras, ya que al depender del apoyo de la población, sus gobernantes no se meten nunca en saraos que pueden perder. El problema, claro está, es que Bush y los suyos meten al país en Irak en circunstancias extraordinarias... y resulta que esta guerra sí la pueden perder. No sé si el país tiene la paciencia para sostener un lenta y fustrante campaña de contrainsurgencia.

Veremos. Mañana, más.

2 comentarios:

R. Senserrich dijo...

Nota: hay otra opción para luchar contra insurgentes, históricamente muy popular, políticamente no demasiado viable. La solución "Furia de Roma": quemar sus pueblos, matar a sus niños, tirar sal en sus campos, diezmar poblaciones, etcétera. La brutalidad masiva históricamente ha funcionado (que le pregunten a los Cartaginenes) pero es evidentemente un absurdo en el mundo actual.

Anónimo dijo...

Bueno absurdo no tanto, muchos lo tendran en mente, pero ya, al menos, denota que algo hemos avanzado desde esos tiempos remotos.