Si hay algo que sea un indicador claro que A Bush ya nadie le hace puñetero caso es el hecho que en Estados Unidos se habla tantísimo del 2008. Elecciones presidenciales del 2008, para ser más exacto, con las inacabables primarias que preceden a la gran juerga de la democracia.
Esto sucede en parte porque las siguientes elecciones tienen bastante de inusual, con los dos partidos teniendo primarias totalmente abiertas: los demócratas, obviamente, por no controlar la Casa Blanca, y los republicanos, al no tener un vicepresidente tratando de ganarse un ascenso. Sin embargo, el factor crucial de la locura mediática acerca de los comicios de aquí 23 meses parte básicamente de la ya casi nula capacidad del presidente para controlar la agenda durante estos dos últimos años de mandato.
Esto se debe a dos factores. El primero, y más clásico, es el derivado que no se puede presentar a la reelección. Lo que haga o diga ahora tiene aún su relevancia; el problema para Bush es que los legisladores saben perfectamente que si el presidente se pone borde pueden recordarle que le quedan dos telediarios, y esperar al siguiente. El limitado horizonte temporal quita gran parte del poder negociador al ejecutivo, y más ahora que no tiene un Congreso receptivo a sus cantos de cisne.
El segundo factor es el hecho que Bush se ha convertido en pura kryptonita política. No solo su plan para Irak parece haberse estrellado en un muro de indiferencia, sino que además empieza a ser visto cada vez más como un rotundo fracaso a escala histórica; sólo Nixon es visto con peores ojos, y aún así el presidente actual recibe peores notas en efectividad. Con estos números (esos mismos que llevan a algunos a decir que Bush goza de excelente salud), todo político con ciertas aspiraciones sabe que perfectamente que darle la razón al presidente no es el mejor camino para atraer votos, así que ponen distancia, reduciendo aún más su capacidad de maniobra. Cierto que hay algunos aparentes suicidas (McCain) que de tanto querer atraer a una derecha que le despreciaba se han pasado de frenada, pero en general el partido republicano ha roto filas de manera ciertamente espantosa siguiendo al electorado.
En fin, un día de estos, cuando las cosas se calmen, escribiré con cierto detalle sobre los candidatos que van emergiendo (que son mogollón) y los favoritos más o menos claros, empezando por Barack Obama. Por delante, casi dos años de campaña electoral. Este país me encanta.
1 comentario:
Hoy he perdido media hora viendo C-SPAN 3 (la cadena que retransmite lo que se cuece en Washington permanentmente) y se votaba lo siguiente:
Republicanos: "Una ley para recortar más los impuestos a las empresas petroleras"
En teoría: "para garantizar la futura seguridad energética"
Lo que está de moda: "rollito ecologista"
Resultado:
REPS DEMS
SI 185 0
NO 6 220
Es un poco de cara a la galería. Le quitarán los actuales tax cuts a las petroleras. Pero ahora con esta derrota los republicanos dan una señal clara a éstas de que o les financian supercampañas chupiguays para ganar las elecciones, o los demócratas seguirán puteándolas. Ponte en la piel de una petrolera.
¿¿No invertirías en esos republicanos que te pueden garantizar tax cuts billonarios??
Me encanta este país porque es TODO TAN OBVIO...
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