domingo, septiembre 16, 2007

Dando la razón a Solbes

Se está hablando bastante de la supuesta tendencia aguafiestas de Pedro Solbes estas últimas semanas. Cierto, Solbes se está paseando de ministerio en ministerio intentando controlar el gasto, pero la verdad, no sé qué esperan. Ser ministro de economía consiste exáctamente en eso, y más en estos días de turbulencia financiera.

Primero de todo, es obligado recordar que nada sale gratis. El superávit de las arcas públicas en España no es algo que esté allí por capricho; el gobierno ha restringido el gasto por muy buenas razones. Primero, porque los tipos de interés en España han estado durante mucho tiempo por debajo de lo que realmente le convenía a la economía; la burbuja inmobiliaria ha nacido de este mismo problema. Al no tener control sobre tipos, la única manera de combatir la inflación a corto-medio plazo es limitar el gasto público. Y sí, limitar la inflación es crucial, especialmente si la productividad no está aumentando; el poder adquisitivo de los sueldos se resiente aún más si no se hace.

Por añadido, uno no puede ir insinuando que puede haber una crisis bancaria en España y a la vez pedir que Solbes gaste dinero alegremente. Si la economía está sujeta a riesgos, no es una buena idea que el gobierno se ate las manos en programas sociales más o menos socialdemócratas. Si la economía está frenando (no creo que un frenazo grave, pero debe ser tenido en cuenta) los ingresos bajarán y el gasto subirá de forma automática (más paro, más necesidad de servicios sociales, etcétera), algo que erosionará el superávit por sí solo; sonará keynesiano, pero uno tiene superávit cuando crece y déficit cuando la economía frena, y así limita la severidad del ciclo.

Lo más importante, sin embargo, es mantener la confianza en la economía. Si España no ha tenido problemas más serios con todo este pollo inmobiliario es porque ha sido muy, muy cuidadosa en mantener los libros claros. Las reglas sobre solvencia bancaria son estrictas, el dinero gasta lo que tiene, y se mantiene una reserva y margen de obra más que considerable "para lo que pueda pasar". Se dice a menudo, pero la economía se basa en gran medida en la confianza de todos los implicados en que todo seguirá funcionando igual de bien mañana; Solbes ha hecho un trabajo magnífico en este aspecto, y es necesario que todo programa nuevo, por muy redistributivo que sea, entre dentro de esta cautela fiscal.

¿Suena conservador? El ministro de economía debe serlo, siendo como es el guardian de la ley de la gravedad en este gobierno. Redistribuir para garantizar la igualdad de oportunidades es importante, pero es totalmente inútil si uno no mantiene la economía creciendo.

13 comentarios:

Anónimo dijo...

No es verdad que Pedro Soles sea conservador. No lo ha sido a lo largo de una larga vida política ni lo es ahora.
Me parece magnífico que empiece a haber defensores del Vicepresidente.
¿Ser progresista es ofertar servicios a la ciudadanía que no se sabe cómo se van a poder pagar?
No, es profundamente reaccionario. O anarquista. O torpe. Se puede elegir.
Ciertamente hay un superavit presupuestario. Pero sólo desde hace dos años. Antes no lo hubo y nadie puede estar seguro de que seguirá habiéndolo mañana.
Y las oferta de gasto público que andan por ahí son POR LEY. Quiere eso decir que son para siempre. Salvo que algún Gobierno se atreva a votar otra ley reduciendo prestaciones.
Lo que pide Sobes es de sentido común: si usted ofrece un servicio social dígame cuanto cuesta y yo le diré si hay dinero para pagarlo. Y si lo puede haber mañana.
Un buen socialista tiene que apoyar a Pedro Solbes.

LUIS SOLANA

Fritz dijo...

Ni siquiera, creo que puede hacerse una interpretación estrictamente política de lo que sucede. Tiene gracia que nadie critique el afán social del Gobierno de estos momentos. Es graciosísimo, la gente dice claro, como es de izquierdas tiene que proponer medidas sociales. La paradoja viene de que las proponga ahora, a escasos meses de las elecciones, parece como si nadie se diera cuenta de ésto.

Por supuesto desde otro punto de vista más comprobable me hacen gracia las acusaciones a Solbes, "el aguafistas" por el simple hecho de que pone un poco de sentido común donde (como decía antes) no hay más que populismo: ahora, dicen, el Gobierno iba a proponer "ayudar" (vamos, dar-di-ne-ro) a quienes se habían embarcado en una hipoteca y fueran a tener problemas para pagarla; claro, al gente se mete a pagar hipotecas a interés variable porque los tipos están bajísimos, pero se mete a hacerlo en 50 años. ¿No podían imaginarse que la cosa podía cambiar? ¿No podían darse siquiera imaginar vagamente que los tipos podían ponerse a un nivel que podrías calificar -solamente- de "normal"? No, lo suyo es que ahora el Estado, es decir, todos, paguemos las hipotecas de las alegrías de algunos.

Y desde la estricta política podríamos hablar de la propuesta de Bernart Soria o algunas más (lode Cháves es simple po-pu-lis-mo).

Hace gracia también que el Gobierno se ponga a hablar de cargos para las arcas del Estado en tiempos de incertidumbre económica, simple populismo. Como nota a pie de página podríamos añadir que ni siquiera Llamazares trataba estos temas, antes de la crisis, como se los están tomando ahora determinadas personas; Llamazares no decía que "el Estado podría hacer tal o cual sin más" como ahora se dice sino que "todavía hay espacio para subir la presión fiscal". Éstos no, estos proponen mejora sin contrapartidas.

Normalmente a esto se le llama populismo, y si estamos a tan poco de las Generale sno sé cómo nadie se da cuenta. Gabilondo, en el colmo de la desvergüenza decía el otro día que "Solbes, además de un técnico es un político, y como tal no está para decirnos a los ciudadanos lo que hay sino para ensanchar los límites de lo posible y generar esperanzas entre los ciudadanos" vamos, para mentirnos de cara a ganar las Generales, en un momento en que es especialmente peligroso por lo demás.

En fin, de coña todo.

Saludos

Citoyen dijo...

Qué bien, ahora ya no tengo que escribir el post que iba a poner :)

A por ellos que son pocos y cobardes!:P

Anónimo dijo...

Entra dentro de las opciones completamente sensatas de un gobierno socialdemócrata o incluso socio-liberal, ampliar las prestaciones sociales. Suecia no se está hundiendo en la miseria a pesar de ser un paraíso del gasto social. Claro que lo que dices sobre la responsabilidad fiscal es absolutamente correcto y toda ampliación del gasto social debe ir acompañada de una mayor presión para exprimir al contribuyente. Así que las negativas de Solbes no son la única opción. Pero claro, cualquiera se pone a prometer una subida de impuestos en víspera de unas elecciones, eh? No están tan locos estos políticos.

No tiene porque ser insostenible una mayor presión fiscal y España no es desde luego uno de los mayores exprimidores de nuestro entorno, pero la pregunta importante no es esa, sino si la febril tormenta de propuestas sociales, “casualmente” cercana a las próximas elecciones, tienen sentido o no, y si valen el dinero que costarían. Parece sensato que el seguro público sanitario se amplíe a algunos tratamientos odontológicos, como los empastes. Aunque me parece más demagógico y electoralista que determinadas prestaciones, como las bucodentales, estén limitadas a los niños, o a los jóvenes, como si los niños o los jóvenes tuviesen más derechos que el resto de los mortales. Daba en la diana una sátira del programa de TV3, Polonia, que reunía a los más conocidos políticos catalanes en plena borrachera electoral autonómica, y todos competían a ver quien prometía más cosas para los jóvenes: Pisos para los jóvenes, centros deportivos para los jóvenes, bibliotecas para los jóvenes, centros de la tercera edad para los jóvenes...

Hablando de demagogia para los jóvenes, la ministra Chacón (esta vez con la bendición de Solbes) se empeña en favorecer al colectivo de los que viven en alquiler con edades entre 20 y 30 años, en detrimento del contribuyente. Y también en detrimento del resto de los arrendatarios, porque el precio de los alquileres subirá. El gobierno aumenta la demanda, por el lado del colectivo favorecido, mientras la oferta se mantiene igual. Es economía elemental.

Por lo demás no tengo buena opinión, al menos en principio, de las políticas encaminadas a salvar el culo a los que han tomado decisiones de inversión inadecuadas. Pero al menos no es una idea tan mala como las políticas de vivienda intervencionistas y megalómanas.

Por cierto, Solbes puede recibir un aprobado alto en responsabilidad fiscal, pero no ha hecho lo suficiente para desinflar controladamente la burbuja inmobiliaria ni para evitar que se siga acumulando año tras año el diferencial de inflación. La economía crece, sí, pero debido a la inclusión de nuevos trabajadores, de aquí y de fuera, a la población currante, no mediante una mejora de la productividad.

En realidad Solbes no se ha atrevido con las reformas estructurales que necesita este país para seguir creciendo a medio-largo plazo en un entorno globalizado y dinámico. ¿Hará falta un gobierno del PP para ver esas reformas? Pues lo tenemos claro, porque al paso que van...

Anónimo dijo...

Tal y como se apunta en el post, una desaceleración económica cuanto menos conllevará que los ingresos aumentarán menos que en los pasados ejercicios. Además, ya hay compromisos de gasto importantes para el año que viene.

La situación económica en general es buena pero no podemos estar toda la vida creciendo a este ritmo. No parece que ahora sea el momento de disparar el gasto.

Creo que si Pedro Solbes tuviera más poder en el Gobierno hubiera llevado a cabo más reformas económicas. Aún así, su labor para mí ha sido aceptable.

Saludos

Anónimo dijo...

De manera que cuando Solbes baja los impuestos, se habla de una medida que "favorece a todos", que "dinamiza la economía", etc. Pero cuando se trata de hacer gasto social, entonces se habla de "populismo", "electoralismo", etc. ¿Pero es que tanto les han comido la acabeza a ustedes que no se dan cuenta de la estupidez de su argumento?

En primer lugar, hablamos de un país con un gasto social de los más bajos de la U.E. 15, muy por debajo de la media, que, entre otras cosas, crea disfunciones sociales evidentes. En precios ya estamos como la U.E. En sueldo medio somos los terceros por la cola, con la diferencia de que en Portugal y Grecia los precios aún son relativamente baratos. En todo lo demás (servicios sociales, sueldos, impuestos, etc.) estamos fatal. Los servicios sociales son quizás la manera de redistribuir la riqueza más eficaz: no tiene efectos negativos sobre la inflacción, porque la gente no recibe dinero contante y sonante, sino servicios; y crean puestos de trabajo. Según Vicens Navarro, 1% de PIB en servicios sociales tiene el mismo efecto positivo en la economía que un 3% del PIB en deducción fiscal para uso de los particulares.

En segundo lugar, el trabajo de un ministro de economía no consiste en controlar el gasto social y mantenerlo a raya, como el trabajo de los bancos centrales no consiste en mantener baja la inflacción. Eso sólo es así desde que se impuso el modelo neoliberal. El trabajo de un ministro de economía es conseguir que la economía de un país funcione adecuadamente, que su crecimiento sea sano y que sea sostenible a la larga. En eso Solbes ha fracasado estrepitosamente, fomentando una economía actual insostenible, con un reparto de la riqueza gravemente desigual, con una productividad bajísima a base de mantener los salarios por los suelos e importar mano de obra de baja cualificación y con una mentalidad totalmente depredadora tanto con los trabajadores como con el resto de los recursos de que se disponen (ecológicos, energéticos, etc.).

Quien debe decidir cómo y qué se gasta de los impuestos que pagamos todos los ciudadanos (o sea, de NUESTRO dinero, que parece que se nos olvide siempre) son el presidente y los diferentes ministerios, que saben en qué hay que poner dinero y legislar para que la cosa vaya mejor. El ministerio de economía tiene que romperse los cuernos para que ello sea viable, y si, en situaciones puntuales, hay que endeudarse (como han hecho Francia o Alemania cuando lo han necesitado), pues se hace, siempre moderadamente y para gastos de tipo social que beneficien a todos.

Por último, decir que es hipócrita todo este discurso que quiere asociar izquierda a despilfarro y derecha a corrección económica porque generalmente ha sido la derecha la que ha endeudado de manera más drástica a los países. En los USA los gobiernos Republicanos han endeudado al país hasta extremos inauditos, como el actual; los demócratas han tenido un sentido del gasto mucho más comedido (Clinton, por ejemplo), arreglando muchas veces el desaguisado creado por sus colegas conservadores. En España, tenemos el caso de la comunidad y el ayuntamiento de MAdrid o la comunidad valenciana, dos de las comunidades con más deudas y ambas regidas por el PP. Para colmo, la derecha no sólo suele endeudarse más, sino que además lo hace para favorecer a colectivos y empresas concretas en vez de a todos los ciudadanos. Pero lo peor de todo es que algunos se creen lo de izquierda=despilfarro y derecha=contención...

Por favor, a ver si podemos limpiar el discurso de frases hechas y de palabrería barata y pensamos en la gente y en sus necesidades. Todo ello no sólo es compatible con una economía productiva, como demuestran los países nórdicos, sino que además también es compatible con una sociedad sana y feliz. Y, especialmente, por favor, no olvidemos que los impuestos los pagamos todos los ciudadanos y son nuestros para nuestro beneficio.

Anónimo dijo...

Por cierto, que cuando hago referencia al papel de los ministerios de economía y de los bancos centrales, lo que quiero decir es los últimos decenios éstos han perdido gran parte de sus funciones para centrarse en exclusiva en aquellos aspectos económicos que beneficien la libre circulación de capitales y la rendibilidad de estos. Que son, grosso modo:

- Baja inflacción: Mantener la inflacción baja en los países ricos permite un mayor rendimiento de los mercados especulativos. Siendo ésta un incremento de base, cualquier incremento superior en una operación especulativa es beneficio. Si la inflacción fuera alta, muchos movimientos especulativos de capital no serían rentables.

- Bajo gasto público: eliminar el Estado como elemento compensador de la economía es la mejor garantía de disponer del mercado como mejor se convenga. Todas las necesidades personales y sociales que no asuma el estado son nichos económicos a explotar, con todo lo que ello conlleva. Todos sabemos qué tal está, por ejemplo, la sanidad en los USA comparada con Europa. La contención del gasto público mantiene a ralla los sectores económicos estatales que "compiten" con los sectores económicos privados.

- No intervención: "la economía no se toca, excepto por nosotros, claro". Es la máxima del gran capital. Yo hago y deshago como me place. El estado no debe meterse en qué efectos sociales puede traer estas medidas y si es necesario poner freno a ciertos movimientos de capital que pueden perjudicar al conjunto de la ciudadanía. La burbuja inmobiliaria en España es el paradigma de este fenómeno. Y el estado, en vez de intervenir, debe callarse y dejar hacer.

Esto es un simple esbozo de un asunto que, creo yo, sería interesante tratar con más profundidad. Le animo, egócrata, a darnos su punto de vista al respecto.

R. Senserrich dijo...

JavierB, varias cosas:

1. Siempre he dicho que la redistribución es necesaria, y que debe hacerse en el lado del gasto público. En eso no te voy a contradecir.

2. Tradicionalmente los bancos centrales vigilan la inflación, cierto. El problema es que el BCE vigila la inflación de 11 economías, y algunas van en dirección contraria a otras. Si Francia, Italia y Alemania andan en casi en recesión y España crece a buen ritmo, los tipos estarán bajos, algo que favorece a franceses, italianos y alemanes, pero que produce inflación (y burbuja inmobiliaria) en España. Solbes tiene la obligación (porque la inflación es mala, y más cuando la baja productividad y los tipos están enviando dinero al ladrillo a mansalva) a tener superávit para que la cosa no se salga de madre.

3. Cierto, hay otras formas de luchar contra la inflación; la primera, más productividad y más competencia. El problema es que estas van a medio-largo plazo, no a corto, y Solbes tiene dos o tres años, no diez. El gobierno ya ha trabajado en estas cosas (empezando por invertir a espuertas en I+D); quizás no lo suficiente, pero vamos. Estas cosas no se cambian en una legislatura, y Solbes tiene que controlar la inflación ahora, no de aquí 10 años.

4. A todo esto, si la economía va a peor (y es mejor planificar pensando que irá a peor), por mucho déficit social que tengamos, es mejor evitar una recesión dura que encontrarnos con un sector financiero masacrado debido a que el gobierno entró en déficit y los mercados pillaron un ataque de cagarrinas. El gasto social es estupendo, pero no ahora.

5. Y oye, ha habido más gasto social. La ley de dependencia, que parece que todo el mundo se olvida de ella, es un programa social ENORME, y realmente imprescindible.

En resumen, 100% a favor de aumentar el gasto... cuando se puede hacer. Ahora, es mejor andar con pies de plomo.

Nota al margen: no cites a Vicenç Navarro. Estoy a menudo de acuerdo con sus conclusiones (soy socialdemócrata, a fin de cuentas) pero tiene una tendencia espantosa a cocinar y manipular sus cifras y hacer argumentos demasiado simplistas. Aun cuando tiene razón, es muy fácil atacarle; haríamos muy bien en no usarlo cuando discutimos con la derecha :-).

R. Senserrich dijo...

Sobre bancos centrales, tengo que hablar algún día sobre ello. Hay mucho mito absurdo sobre el por qué son independientes y por qué la inflación de hecho no es mala.

La inflación moderada no lo es, pero cualquier cosa que pase del 4-5% es muy, muy peligrosa para la economía. Dañar a los mercados financieros es lo último que uno quiere si tiene ganas de crecer y crear riqueza; lo digo en serio.

Y no, la contención del gasto público no tiene por qué ser una idea malvada. El Estado hace cosas bien, y hace cosas muy mal. Limitar lo que hace en muchos sectores es sencillamente lo más razonable.

Anónimo dijo...

Me gustaría comprender un poco mejor el concepto de inflacción, por lo que os agradecería una extensión de vuestros comentarios anterirores. Gracias.
Javierb:
Baja inflacción: Mantener la inflacción baja en los países ricos permite un mayor rendimiento de los mercados especulativos. Siendo ésta un incremento de base, cualquier incremento superior en una operación especulativa es beneficio. Si la inflacción fuera alta, muchos movimientos especulativos de capital no serían rentables. ¿¿¿
Egograta:
La inflación moderada no lo es, pero cualquier cosa que pase del 4-5% es muy, muy peligrosa para la economía. Dañar a los mercados financieros es lo último que uno quiere si tiene ganas de crecer y crear riqueza; lo digo en serio.
¿Por qué peligrosas?

Anónimo dijo...

Desde luego yo no pienso volver a darles mi voto a los señores del PSOE si no se gastan el superavit en medidas sociales, y más cuando muchos jóvenes lo tenemos crudo para alquilar. Mucho crecer la economía, pero sólo crece en los bolsillos de algunos.

Saludos.

Anónimo dijo...

Egocrata,

Estoy de acuerdo con muchas cosas de las que dices. Con casi todas, de hecho. Tengo algunas puntualizaciones que hacer:

- No critico tanto a este gobierno como al tono general que se oye cuando se discute sobre gasto social. Aparejar gasto social con despilfarro es una barbaridad, y muchos de los comentarios que en este artículo había hacían referencia a eso.

- La inflacción alta es evidentemente mala. En eso estamos totalmente de acuerdo. Lo que critico no es que los bancos centrales controlen la inflacción, sino que es lo único que controlan. El papel político de los bancos centrales, que formaban parte de las herramientas del ministerio de economía para modelar la economía del país, se ha ido al garete. Ahora son bancos "independientes" de todos los políticos (que no de los grandes capitales, puestos ya a decir) que sólo miran por la rentabilidad y una inflacción absurdamente baja que sólo beneficia a los especuladores. Una inflacción de un 4%, por decir, no supone una debacle para ninguna economía, pero sí para muchos especuladores. Y desde que se controla la inflacción de manera tan férrea no han hecho más que proliferar los mercados especulativos de manera que ahora el dinero se usa más para especular que como base para la producción. En algunos casos, el papel de los bancos centrales roza lo perverso, como nos pasa ahora con el BCE: teniendo una inflacción más que controlada no hace más que subir los tipos de intereses sin que se entienda por qué. Sarkozy se ha quejado ya al respecto. El único motivo que veo por el que sea necesaria la subida de tipos ahora mismo es para que los bancos recojan lo sembrado durante los años de baja inflacción, es decir, los intereses que vamos a pagar todos los que tenemos préstamos o hipotecas.

- Critico, esta vez sí, al gobierno de España por promover un tipo de gasto social que no favorece a todos en función de sus necesidades y que sí puede provocar un aumento de inflacción: las deducciones o pagos directos. No tiene sentido dar lo mismo a gente necesitada que a un rico. Lo que tendrían que hacer es ofrecer servicios sociales, no dinero (guarderías públicas, por ejemplo). Los servicios crean empleo, solucionan los problemas de la gente en vez de darles un dinerillo y que se apañe en el "mercado" (que invariablemente absorbe el incremento subiendo las tarifas de los servicios para los que va destinado), y favorecen la contención de la inflacción al no introducir más liquidez en el sistema económico.

Manuel dijo...

Es cierto que este tropel de ocurrencias de los gobiernos central y andaluz no son mas que promesas pre-electorales de nula credibilidad. Pero no veo motivos para darle tanta razón a Solbes.

Veamos. Hay déficit público moderado que puede suponer estabilidad presupuestaria mañana base de crecimiento económico sólido (como proponía Keynes). Es cierto lo que dice Egócrata de que aumentó considerablemente el gasto en I+D+i pero es insuficente porque una parte de ese gasto se maquilla y se destina a programas de armamento que favorecen a esa industria (cosa que en principio es buena)pero sin ser exactamente programas de I+D. Y nuestra economía sigue muy baja en productividad.

Y destinar mas dinero en gastos sociales para VPO, también genera actividad económica en la construcción y circulación de capiales aunque las constructoras ganasen menos y hubiera menos especulación inmobiliaria, además de que también sería bueno para reducir la inflacción.

Destinar el 7% del PIB a Educación iba a ser un gasto social altamente rentable a largo plazo y Solbes mas todo el resto del gobierno tienen la gravísima obligación de mirar el largo plazo y no solo 3 años posteriores, ya que eso sí que es electoralismo puro y duro.

Por tanto, creo que este país necesita como agua de mayo un poco de déficit público con vistas al futuro económico, aparte de para mejorar el Bienestar Social.