En Francia hay un tipo que toda la derecha liberal española ensalzó, idolatró y glorificó de forma incesante hará cosa de unos meses. Sarkozy, el nuevo presidente francés, era el adusto, implacabe cirujano de hierro que iba a extirpar el cáncer burocrático estatal del cuerpo de la nación francesa, marcando una nueva era de revolución liberal neothacherita en el viejo continente.
Bien, el bueno de Sarkozy ha presentado sus primero presupuestos: 2,3% del PIB en déficit público, la misma cifra a efectos prácticos que el año anterior (2,4%), y todo bajo unas previsiones de crecimiento absurdamente optimistas.
En fin, quizás el señor liberal del norte no es más que otro clásico político francés de derechas. O quizás está guardando su munición para otro día. Lo que parece bastante claro es que ese imparable avance de la revolución del estado mínimo que tantos claman por la blogocosa no es más que papel mojado.
7 comentarios:
"Blogocosa"?
Me suena a algo de la sangre. "Oiga, Don Julio, que tiene la Blogocosa muy alta. Basta de lechones."
"Quizás el señor liberal del norte no es más que otro clásico político francés de derechas". Yo también soy de esa opinión. Me parece un político básicamente conservador con algunas ideas renovadoras (en el contexto francés). Poco liberal puede ser un político defensor del proteccionismo y muy receloso de la globalización económica. Es curiosa la ilusión que despertó en algunos liberales españoles.
Sobre el déficit, recuerdo que cuando explico sus planes fiscales ante el Ecofin, un corresponsal dijo que practicamente no consiguió convencer a nadie aunque los Ministros de Finanzas de la UE no se opusieron. Solbes hizo algunas manifestaciones en ese sentido.
Todo eso, por no decir su extraña idea del "gobierno ecónomico" europeo.
Es más, cuando fue Ministro de Finanzas puso obstáculos a diversas operaciones empresariales.
Pero, en fin, tiempo al tiempo. Parece que sus propuestas ecónomicas no estaban tan maduradas como parecía decir en campaña. Ojalá acierte. Veremos.
Saludos
Creo que teneis razón.
Es una pena.
Pero... ¿tu quieres un Estado mínimo egocrata?.
Hombre, claro que no. Aunque la verdad, a Francia le iría bien algo de racionalización del sector público...
No se crea, muchos liberales observadores ya habían advertido de que estábamos ante más Francia. La de toda la vida.
El entusiasmo proviene por meterse con los defectos que usted bien conoce del estatismo en forma socialdemócrata. Políticas que, sorprendentemente, luego hace gente como Esperanza Aguirre, tan amiga de subvenciones cuando se habla de niños y colegios.
Pero no nos meta en el mismo saco. :-)
Aunque no sere yo quien defiendo a este segnor tan liberal, lo que ha propuesto tiene cierta coherencia interna.
Su estrategia, segun el, es hacer las reformas al principio de la legislatura para que al final de la legislatura la eocnomia haya cambiado totalmente. Eso implica bajar los impuestos (factor variable) mas lentamente que el gasto publico (factor fijo) y por lo tanto tener un magnifico deficit.
En el fondo, solo es un adicto a la testosterona que se paso demasiado tiempo interpretando a Napoleon en Mago: la Cruzada y que cree que porque uno crea firmemente en algo como la curva de Laffer y haga las cosas con verguenza torera y brio epico, todo saldra bien. Que diria el NOM de esto, cielos.
Publicar un comentario