Ya queda "poco". Los caucus de Iowa, el primer estado que "vota" (más de eso otro día) en las primarias para las presidenciales americanas, están a la vuelta de la esquina, la primera semana de enero. Eso, para los yonkis de la política, tiene muchos y deliciosos beneficios; los políticos están en la tele todo el rato, se habla de las primarias como quien se prepara para una final de copa, y hay montones, montones de debates televisados con los candidatos.
El problema, sin embargo, es que la cobertura sobre estos debates es sencillamente horripilante, hasta el punto que resulta totalmente inútil para cualquiera que quiera decidir su voto.
El ejemplo más reciente, y horroroso, fue el debate esta semana de los candidatos demócratas en Las Vegas. Aún con las preguntas de vuelo gallináceo de Wolf Blitzer (uno de esos tipos que uno se pregunta qué coño hace en CNN), los candidatos hablaron de vez en cuando de propuestas concretas y opiniones políticas de calado. No demasiado a menudo, no penseis (apenas se habló de la preocupación numero uno de los americanos, la sanidad), pero se tocaron temas como comercio internacional, energía, política exterior y derechos civiles, a menudo con cierto criterio.
Muy interesante, ciertamente, para los que vimos el debate. Sin embargo, como se dice a menudo, un evento de este tipo no se gana o se pierde en la tribuna de oradores, sino en la cobertura posterior, cuando todos los opinadores profesionales hablan de manera incesante hasta llegar a un "consenso" sobre quién estuvo mejor. En el caso de este debate vuestro muy masoquista bloguero de guardia se tragó tanta cobertura a posterior como pudo, y la verdad, es para echarse a llorar.
Los periodistas, aquí más que en ningún otro sitio, operan a base de crear historias y personajes dramáticos. En las primeras semanas de campaña se forman una opinión de cada potencial candidato, y operan bajo la influencia de este cliché hasta el fin de los días. Así en el lado demócrata tienen tres favoritos, Hillary, Obama y Edwards, que aún siendo los tres tipos con menos experiencia son los únicos vistos con posibilidades, dos "vicepresidenciables", Biden y Richardson, que aún siendo carismáticos, inteligentes y experimentados nunca se les trata más allá de graciosos comparsas, y el resto son ruido de fondo. Sobre estos arquetipos, cada candidato tiene una descripción de dos o tres atributos, y a partir de ese momento todo, absolutamente todo, es visto según ese prisma.
Así, Hillary es la "mujerísima" y "principal favorita", que es "muy buena haciendo campañas". Obama es "negro", "carismático", "bueno en discursos, malo en debates". Edwards es "encanto sureño", "liberal agresivo cabreado" con una "mujer con cáncer". Biden es el "senador que habla demasiado", y Richardson el "latino con mucho experiencia". Adivinad cuál ha sido el análisis de casi todo el mundo al acabar los debates...
Hillary es la "favorita" que "debate muy bien", el "carisma" de Obama "no le sirvió en el debate", Edwards estaba demasiado "enfadado", Biden "habla demasiado" y Richardson "sabe de lo que habla". El ejemplo de Obama debatiendo mal es cuando no contestó directamente una pregunta absurda de Blitzer, Hillary estuvo magistral cuando acusó a Edwards de hacer una campaña sucia (por criticarle su apoyo a la guerra, nada menos), y Edwards, evidentemente, hizo critica muy agresiva. La discusión sobre el debate se limitó, una y otra vez, a un reguero de estereotipos, contar minutos de cobertura, y una surrealista e interminable conversación sobre quién gana y quien pierde.
¿Las posiciones de los candidatos?. Si fuera por lo oido después del debate, sé que a Hillary le gustan tanto las perlas como los diamantes, que Iowa es clave por razones tácticas para Edwards, y que Obama es muy bueno haciendo discursos y peca de buenismo. La eterna obsesión por la anécdota, hablar de la política o bien como una batalla o bien como una carrera de caballos, y una repetición constante de irrelevancias. Entre poco y nada.
A los medios le van las novelas, los personajes, el drama y la competición deportiva. El hecho que los candidatos tienen ideas sobre qué hacer con el país y políticas públicas, la verdad, es mucho menos interesante para ellos que el peinado o la joyería de los candidatos. Así les va.
3 comentarios:
Vi una parte del debate (la verdad, no pude ser tan masoquista como para resistirlo completo) y me pregunto si no tendrán también ahí letreros de "aplauda" y "vitoree" para los asistentes tales como los usados en las sitcoms. Ante una cantidad significativa de migrantes, se habló de fortificar la frotera y la patrulla fronteriza y ¡todos estaban aplaudiendo!
Hace algunos días la Hillary apoyó la decisión de no dar licencias a migrantes cuando se dijo queabiertamente que no se haría "porque dañaría la campaña".
¿es que se les hace un test de ignorancia a los asistentes?
Era un auditorio grande, y había de todo, supongo. No que a CNN no le fuera la marcha...
Wolf Blitzer (uno de esos tipos que uno se pregunta qué coño hace en CNN)
Bueno, tiene un nombre molón, ¿no?
A la espera de que empiecen las primarias, yo apuesto por el ticket Clinton-Richardson. A pesar de que Richardson sea el candidato que más me gusta, el más friki y el más abiertamente "progre"
Publicar un comentario