Aunque sea sólo molestando. En un mini atentado bastante ingenioso, ETA ha jodido pero bien la operación salida del puente de la Constitución en Madrid poniendo cinco petardos (porque vamos, no tienen nada más) en cinco gasolineras en las afueras de la ciudad. Las únicas víctimas han sido las papeleras (esos héroes anónimos), dos policías heridos leves (por el ruido. En serio), y los miles de madrileños que se han visto atrapados en el gigantesco atasco resultante.
Lo cierto es que estoy bastante sorprendido. Han sido creativos, y les han funcionado los petardos. Cinco, nada menos; eso requiere un poco de coordinación, o un tipo paciente tirando paquetes. Después del 11-M, supongo que la reacción de todo aquel que no esté en el atasco será un bostezo, de todos modos. La violencia no tiene demasiado sentido a estas alturas a no ser que hagas algo grande de veras. Seguramente es una señal al gobierno diciendo que todavía están allí y poco más, el hecho que lleven varios atentados no letales me lleva a pensar que andan buscando una salida.
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