La asociación de víctimas del 11-M han dicho que los políticos las han utilizado políticamente, y han puesto a todo el mundo a parir. Que sí juegan con nuestros cadáveres, y todo eso. No sé qué esperaba cuando pedían una comisión de investigación, pero vamos. El PP la pidió, y se metió en la loca cruzada por salvar el honor (a estas alturas) del bigotes. Ante el ofertón (un partido quemándose a lo bonzo), el resto fueron a ver.
Las críticas son justas, pero el problema es no de los políticos, sino cómo está diseñado el sistema de comisiones de investigación en este país. Hacerla a puertas abiertas era absurdo, una invitación al circo, igual que hacer su representación proporcional. Debería haberse hecho a puerta cerrada, secreta, y que de ella sólo saliera un informe consensuado por todos, que es como los países con un poco de sentido común hacen las cosas. No es que los políticos hispánicos sean peores, es que si se les da oportunidad para hacer el cafre, lo harán, como cualquier otro.
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