Bueno, pues el fin de semana en Boston ha sido estupendo. Madrugamos el sábado, subimos al tren, y para el Norte, donde el siempre hospitalario Nacho tuvo a bien de acogernos en su casa. La ciudad sigue siendo la de misma de siempre; es muy gringa, pero se cree europea. Es decir, es intelectualoide y muy cuca, pero sigue siendo un tanto sosa y falta de movimiento.
Lo de menos fue la ciudad, por eso; era más para ver viejos amigos que otra cosa. Pasamos unos ratos estupendos, salvamos el mundo hablando de política un poco demasiado, y disfrutamos de la fiesta que se marcaron en casa de Nacho el sábado por la noche. Nos hicieron mover muebles (aún me duele la espalda por el jodido futón de Ikea), pero con la de vino que me metí (litros) casi compensó. Perdí la cuenta, pero si los informes son correctos (esto es, que le entré a una votante del PP con hierros en los dientes y todo) creo si, bebí bastante.
De eso se trataba, ¿no?
Hermanos en Boston
3 comentarios:
Tio, qué tipo de vino bebiste para intentar hacer esto qué cuentas?
La masa aborregada reclama fotos de la "víctima"!
:P
Ego, en esta foto me recuerdas una mezcla entre "cara pa" i Elton John. Creo que la comida te está afectando demasiado, recuerda que existen otras opciones aparte del fast food.
Si fuera Julia Roberts, aún estaría en Boston. :).
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