Están que se salen. Cualquier cosa que suena remótamente a nacionalismo o actuación del gobierno, y el PP aparece allí, con su martillo de herejes, persiguiendo a la antiespaña infiel. Por crispar que no quede. Ahora lloriquean que si el parlament invita a Batasunos, que si Peces-Barba es un malvado socialista, o si Gibraltar ya no será nunca de los jamases española.
Una cosa es hacer oposición, y la otra es chillar de manera sistemática contra todo. De momento, la imagen histérica del PP lo único que hace es aislarle más, y no es que ande sobrado de amigos. Si tienen la esperanza de romper la coalición de apoyo al gobierno (que es todo el mundo menos el PNV, CiU y el PP; tiene narices), no creo que nadie les aplauda. Han logrado ponerse en una situación en que sólo mandan si sacan mayoría absoluta, cosa que tiene mérito... y parecen emperrados en no salirse de allí.
La cuestión es, probablemente lo hacen por una buena razón, como comenté no hace demasiado (opinión por cierto compartida por Rosa Paz en la Vanguardia). A saber, para evitar que dentro del partido haya algaradas. Que se lo pregunten a Piqué, el pobre. Es el único del partido que hace un discurso sensato (tampoco es plan de ponerse a hacer el cafre en Catalunya), y las bases se lo quieren comer con patatas, por blando.
El PP tiene un problema, realmente. Rajoy fue escogido por dedazo divino del bigotes, con el convencimiento que dejaba todo atado y bien atado. Ganamos las elecciones, y en el partido nadie mueve una ceja, porque si hay gobierno de los nuestros no es cuestión de hacer el burro. Claro, no ganaron. Y con el áltamente democrático método de elección de líder del partido, aquí nadie sabe si Rajoy es amado por las bases o no, y en caso de duda, pues garrotazo al jefe. Para evitar esto, la cúpula del PP se ha ido más a la derecha, para no ser acusados de blandos y ser vulnerables dentro del partido. Ahora bien, eso quita votos. Rajoy está en una situación imposible, al menos por ahora: si se modera, le crecen los enanos. Si se va al monte, pierde cartel electoral.
O disciplina el partido, o lo tiene muy, muy difícil... Consejo: los congresos a lo PCUS no unifican los partidos. Se gane por el margen que se gane, la gente descontenta sigue ahí detrás.
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