Bueno, mañana nos vamos a Boston. En tren, obviamente. Hemos estado flirteando con alquilar un coche, pero al final la diferencia de precio no era tanta, y mi amor por las cosas que chirrían sobre raíles ha prevalecido. Nos sale barata la broma. De New Haven a Boston hay 2h 30min de trayecto, y e billete de ida y vuelta nos cuesta $75 por cabeza. Ouch. Al menos esta vez es un tren decente, con linea electrificada, algún trozo apto para 220, y bonitos parajes. Aun así, pica que da gusto.
Por lo que respecta a New Haven, ayer paseamos un rato por el lugar, y hoy mi hermana se ha ido al museo, mientras yo disfrutada de conferencias sobre temas arcanos de ciencia política (conocí a Juan Linz, por cierto). No creais que Laia se ha aburrido, por eso. En el museo tienen obras de Hopper, Pollock, Degas, Kandinski, Zurbarán, Van Dyck... Nada, que se nota que es una universidad de posibles.
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