La idea parecía buena. Se invade un país, se derroca a un terrible dictador, se crea un estado democrático. La invasión fue bien, el dictador ha caido, y lo que se dice votar, la gente vota, aunque sea a un partido títere iraní con muy mala leche.
El problema es que se olvidaron de un pequeño detalle: el "estado".
El gran problema de Irak ahora mismo, aparte de la multitud de psicópatas totalitarios y gobernantes con ganas de imponer la ley islámica, es que el estado como tal está desapareciendo. Las noticias indican un progresivo deterioro de la capacidad del gobierno iraquí de ejercer ninguna clase de control o autoridad directa sobre grandes áreas del país, mientras que milicias, jefes locales, paramilitares, terroristas variados o unidades de policia a su bola toman el mando.
Pongamos el ejemplo de uno de los cuerpos que presuntamente forman las fuerzas de seguridad del gobierno iraquí, la FPS (facilities protection services). Son sobre unos 146.000 hombres dedicados, se supone, a la protección de cosas, equipados por el gobierno y los americanos para luchar contra los malos. El pequeño problema es que a estos tipos no los controla nadie. Ningún ministerio del gobierno central dice que están bajo su mando. No dependen de nadie más que de sí mismos, y del líder tribal que a ellos les plazca obedecer.
El resultado, un cuerpo de policía que se pasa más tiempo aplastando a otros grupos y ejecutando alegre violencia sectaria que otra cosa, totalmente a espaldas de americanos o del gobierno democrático (cuando exista; aún no hay acuerdo) de turno. Básicamente, otro de los ejércitos privados que campan por el país, oprimiendo al pobre infeliz que moleste demasiado.
No es extraño que veamos entonces refugiados huyendo de lugares que les son hostiles. La violencia sectaria está forzando lentamente a los grupos minoritarios de cada región a trasladarse a zonas donde son mayoría para evitar la violencia étnica reinante. Las milicias son las que mantienen el orden, y son las que "limpian" las ciudades de la presencia de otros grupos.
Irak es ahora mismo la sombra de un estado; un gobierno fallido con todas las letras. Se esté a favor de la invasión o no, la ocupación americana ha resultado ser un desastre sin paliativos una vez ganada la guerra. Derribaron un régimen, y dejaron el vacio. El resultado, violencia incontrolada, ejercitos privados, y muerte inútil.
Lo he dicho otras veces, pero hay dos soluciones. Una es enviar medio millón de soldados, reestablecer el orden en serio, y arreglar el país como Dios manda. Es la opción decente, pero no hay político en el mundo que tenga la capacidad de hacerlo. La segunda, probablemente aplicada por el pobre infeliz que suceda a Bush en la Casa Blanca, es el de crear una dictadura títere al viejo estilo y dejarse de historias, o dejar que Irán se quede con el cortijo sin haber pegado un tiro. Algo estupendo.
3 comentarios:
Hay un detallito que no has tenido en cuenta: precisamente la existencia de un ejército privado sin control indica la voluntad de utilizar la segunda solución.
Cuando los americanos se vayan, ese ejército bien equipado y sin control tendrá la misión de imponer el orden a sangre y fuego e instalar como tirano a su líder de turno. O sea, un nuevo Saddam. Que este ejército sea realmente capaz de imponer el orden y derrotar a la insurgencia es otro tema.
El problema del ejercito privado sin control (EPSC) es que no está necesariamente defendiendo al candidato americano. Más probable que esté de hecho apoyando al iraní. Y creeme, una dictadura impuesta a sangre y fuego por un EPSC a sueldo de Irán será cualquier cosa menos bonita.
Oh, y derrotar la insurgencia es fácil. Lo difícil es hacerlo sin aniquilar medio país....
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