miércoles, junio 27, 2007

De gays y crecimiento económico

Añadan esto a la casilla de Ciencias Sociales bizarras. No hace demasiado Richard Florida, un tipo en la universidad George Mason, estaba escribiendo uno de esos artículos alimenticios (de los que dan de comer, vamos) que los sociólogos escriben de vez en cuando; una clasificación de las ciudades más "gay-friendly" (abiertas a lo gay) de Estados Unidos. Recordareis la poca gracia que me hacen estas clasificaciones; como siempre que se hace una lista, los criterios para construir los índices y comparar son siempre discutibles y muchas veces rozan lo arbitrario. Sin embargo, a vez de mala ciencia uno saca ideas dignas de explorar, y puede que el señor Florida haya topado con una.

Tras hacer sus numeritos y establecer sus criterios, la lista de las cinco ciudades más tolerantes en Estados Unidos le sale San Francisco, Seattle, Boston, Portland (Oregon), y Tampa. Uno no debe ser un lumbrera para darse cuenta que estas ciudades tienen todas ellas algo relevante; San Francisco y Silicon Valley, Seattle con Microsoft y Boeing, Boston con el MIT y sus industrias satélites, Tampa con Tech Data, y Portland por ser una de las ciudades con una economía más vibrante de la costa oeste. Curioso. Para ver si esta correlación era una coincidencia o tenía algo de relevante, decidió hacer otro estudio, esta vez buscando una relación entre tolerancia con los homosexuales y prosperidad económica.

Y mira por dónde, sale positiva. No es algo que no fuera conocido (los homosexuales, si mal no recuerdo, tienen una renta por encima de la media en casi todas partes), pero lo curioso es la intensidad de la correlación. El efecto de la renta más alta del colectivo gay no basta para explicar el aumento significativo de la renta en estas localidades, al ser un grupo pequeño; hay algún otro factor explicando el cambio.

Evidentemente, el indicador de "gay-friendliness" es extramadamente torpe, pero indica que hay algún otro mecanismo detrás produciendo este efecto. La idea es que probablemente no sólo que lo gay crea riqueza, si no que un entorno tolerante con lo gay tiende a producir riqueza de manera más efectiva. Es decir, una sociedad abierta culturalmente, que abraza las diferencias y no pone trabas al comportamiento individual o a ideas extrañas es más propensa a atraer gente innovadora, y con ello a generar más riqueza.

De nuevo, no es una idea radicalmente nueva. Cualquier amigo del libre mercado se pondrá a pegar saltos de alegría al ver un progresista irredento dándole la razón de este modo; lo curioso es que el efecto sea tan pronunciado incluso a nivel local. Lo que parece más curioso (y ahora exagero) es de hecho el matrimonio gay puede que no sea sólo una política de libertades civiles, si no una política de crecimiento económico.

La verdad, siempre he sido de los que no acaban de creerse que factores culturales o religiosos tienen peso en la economía o en el crecimiento. Sin embargo, desde este punto de vista, la cosa tiene cierto sentido; una sociedad que no respete o valore la identidad individual de un colectivo ciudadano tiene menos número que acepte sin rechistar ideas raras como hacerse rico vendiendo anuncios por palabras en internet (Google), superconductores o aviones de alta tecnología.

Aún con los (graves) problemas del artículo en cuestión y el francamente bizarro punto de partida, la verdad es que es una correlación curiosa. Sí, puede ser perfectamente espúrea (la causalidad puede ser que riqueza genera tolerancia, vamos), pero merecería un repaso usando indicadores algo menos chapuceros. A ver qué sale.

10 comentarios:

Citoyen dijo...

Es chupi interesante el análisis, aunque es el tipo de cosas que hacen que los científicos sociales no parezcais (o parezcamos) gente seria. Me recuerda a la " introducción al derecho marciano" escrito por uno demis profes.

En cualquier caso, habría sido interesante (no lo sé porque en este ordenador prehistorico no tengo acrobat y no he visto el estudio) averiguar la correlación con el modelo de crecimiento. Pienso concretamente en España y Francia (vale, son los dos países que conozco) que son bastante gay unfriendly, cada uno a su manera (aunque esto es una impresión) y tienen modelos de crecimiento poco centrados sobre la innovación (grandes industrias en francia y el turismo, la construcción... en España). También explicaría las diferencias entre barcelona y madrid (como aquél artículo que enlazabas hace tiempo).

Anónimo dijo...

Bueno, España es gay friendly a niveles que en comparación a incluso San Francisco se sale de la escala. El matrimonio gay hace mucho, vamos. :-).

geógrafo subjetivo dijo...

Creo que el tema del post (muy interesante) no es que la receptividad de lo gay no es "per se" bueno para el crecimiento económico, sino que los elementos sociales que propician este receptividad son los mismos que ayudan al crecimiento económico.

Demo dijo...

Yo, que soy materialista hasta cuando hablo de amor con mi mujer, creo que estáis invirtiendo la flecha causal.

Es decir: las economías (siquiera sea locales) que dependan por su estructura de trabajadores motivados, muy formados, capaces de actualizarse y flexibles originan una población con ciertas divergencias respecto a lo habitual. Sin ánimo de ser exhaustivo se me ocurren:

1. Edad: son zonas que atraen a personas jóvenes, por las expectativas económicas y laborales que generan. Sabida es la correlación negativa (en casi todos los países) entre tolerancia y edad.

2. Abundante clase media y media-alta, tanto a nivel económico-laboral como a nivel educativo, formada por los numerosos técnicos y mandos que requieren este tipo de empresas. También es conocida la correlación positiva entre tolerancia y nivel de estudios o pertenencia a clases medias respecto a clases bajas o infraclases.

3. Necesidad: no se puede prescindir de personas formadas y eficaces para trabajos que no puede cubrir cualquier patán, no al menos por memeces. Resultado: me da igual que seas gay, te gusten las ovejas o te masturbes con filetes de hígado a lo Leólo; aquí sólo vale ser bueno en tu trabajo, y por esto se te valorará. La escala de valores es distinta, se valora más la creatividad, la ambición y la eficiencia que la integración o la obediencia.

Esto implica sociedades más tolerantes. No es tan extraño y la misma evolución del capitalismo, en la que la tecnología y el saber hacer son progresivamente más importantes, impulsan este cambio de mentalidad. No dudo que ciertas actitudes de algunos grupos, entre ellos los gays, no suponga una retroalimentación positiva del sistema, pero la causa es previa y muy material.


P.D: Lamento dar por conocidas las correlaciones descritas, pero no tengo demasiado tiempo y mis libros de texto dicen que es así. ¿Los libros no mienten, verdad papá?

R. Senserrich dijo...

Conozco esas correlaciones, y de hecho las señalo indirectamente en el artículo. La cuestión es que es muy probable que en un lugar digamos no-tolerante (Arabia Saudí, la España negra de la época de Goya, Afganistan) la sociedad en general tiene cantidad de excusas ridículas que contradicen simples normas de eficiencia. Eso de "internet corrompe a los niños" es una lacra tremenda en muchos lugares, sin ir más lejos, la manía gremial de algunas sociedades, o la investigación con células madre en EUA.

Estoy bastante convencido que en caso que la explicación cultural tenga peso, "gay-ness" es una correlación espúrea, ya que la variable real es algo más general, "innovacionismo y tolerancia" si eso pudiera medirse. La explicación más pausible, creo yo, no es tanto que tolerancia crea crecimiento sino que tolerancia y crecimiento se retroalimentan; son un círculo virtuoso que puede ser roto si los talibanes de turno tratan de regular sobre la moral demasiado.

Anónimo dijo...

Egócrata, te voy a dar una colleja por decir plausible (aunque en el último comentario has escrito pausible).
Plausible no significa posible, sino digno de ser aplaudido. Creo que la RAE recoge ya la acepción de admisible, recomendable, aunque sigue sonando a hostias.

Por lo demás coincido con la conclusión de que son fenómenos que se retroalimentan. El conjunto de interacciones de una sociedad más abierta repercute positivamente en la mayoría de los miembros y en la riqueza (en todos los aspectos) de dicha sociedad. Igualmente, las interacciones en una sociedad anclada en el medievo sólo producen estancamiento y perpetuación de la misma. Ambos modelos pueden modificarse, aunque el tolerante parece más vulnerable que el otro... Me temo que el feudalismo tiene mucha inercia.

chundareta dijo...

pero lo curioso es lo pervasivo de la correlación?

por que no utilias perverso?

Alex Guerrero dijo...

Con la movilidad que hay en EEUU y las ciudades de la muestra, me huele que hay un problema de autoselección: a esos nexos económicos en crecimiento llega gente que aporta más al crecimiento con su talento, y el hecho de haber pasado por las mejores universidades, blablabla, les hizo más open-minded (con un hacha). Ergo, sum.

Alex Guerrero dijo...

1) Perdon, repeti lo que dijo Democrito.

2) Imagino que queria decir persuasivo y le salió un anglicismo.

3) Me pregunto si ha controlado el estudio por tener "gay village" concentrado o difuso: gueto (Paris, Madrid, San Francisco) vs esparcido (Londres, Barcelona, Nueva York, Washington).

La manera geográfica en como se agrupan los gays tambien dice mucho del nivel real de tolerancia de la ciudad (aunque depende tambien de otros factores geográfico-urbanísticos que ya están muy estudiados).

R. Senserrich dijo...

"Pervasivo" es de hecho un italianismo. Ni idea que hace en el texto. :)