martes, septiembre 02, 2008

Perdiendo donde se ha ganado

Las noticias estos días en Afganistan son como mínimo preocupantes, y potencialmente pueden representar el principio de otra larga pesadilla de insurgencias y guerrillas en un país con un largo historial de violencia.

Algo que no es demasiado extraño, si uno mira las cifras. Los talibanes, siendo muy generoso, tienen 20.000 milicianos en armas; los aliados 53.000. El problema para las tropas internacionales es que Afganistan es un país un poco más grande que España, rematadamente montañoso, y con una larga tradición de meter el dedo en el ojo a cualquier ejército que pase por ahí haciendo turismo. Hay mucho sitio, y muchos montes, donde esconderse, especialmente cuando el ejército que se supone debe perseguir guerrilleros está bajo el mando de una pila de democracias con pocas ganas de juerga.

La opinión pública de la mayoría de países occidentales andan bastante escasos de entusiasmo militar estos días. Allá por el 2001 casi nadie se opuso a la invasión de Afganistan, en gran parte porque tenía sentido hacerlo. Incluso los alemanes, que después de 1945 no habían movido un dedo militarmente ni una sóla vez, se apuntaron a la juerga.

El problema llegó más tarde, el 2003, cuando los Estados Unidos y cuatro amigotes se lanzaron a por Irak, y dieron a las aventuras exteriores una mala imagen. Las democracias son, tradicionalmente, muy efectivas ganando guerras; los políticos saben que los votantes entienden qué es ganar y qué es perder cuando se trata de liarse a tiros, así que los dirigentes sólo se meten a tortas si saben que van a ganar. Tras el patético fracaso americano en Irak (al paso que van, habrán conseguido que Irán tenga un amigo nuevo en la región, nada más), los votantes de muchas democracias occidentales han empezado a mirar el conflicto afgano como una potencial repetición del desastre en el Tigris y Eufrates. Si los nativos están cabreados con nosotros, hacemos las maletas y para casa.

Lo que es una lastima, porque es una guerra que sí es relevante, y sí necesita todo el apoyo que uno puede ofrecer. Es cierto que los americanos han cometido un error tras otro, concentrando fuerzas donde no pueden ganar ya (y no, un Irak estable y amigo de Irán no es una victoria) y dejando de lado el territorio que realmente se puede convertir en fuente de problemas.

Cuando hablamos de potenciales enemigos es casi obligado hacer una distinción entre dos potenciales riesgos. El primero es viejo, conocido y relativamente fácil de controlar: el viejo estado-nación. Es Rusia, Irán, o China; un gobierno más o menos organizado, un territorio, unos cuantos millones de personas detrás, y la idea más o menos clara que no les caemos bien, quieren ser más poderosos, pero que son relativamente racionales al pelear con nosotros. Un estado nación puede ser malvado, pero no es estúpido; entiende los mensajes básicos del palo y la zanahoria, y no usará la violencia a no ser que no tenga otra salida.

El segundo problema es -relativamente- nuevo, y parece que los Estados Unidos no han acabado aún de entenderlo del todo: los no estados. Grupos de locos detrás de una idea que viven en lugares sin estado; lo suyo es usar la violencia como propaganda y punto, sin tener miedo que alguien tome represalias contra su organización. Básicamente, porque no tienen ninguna: tienen militantes y tienen sus tiendas de campaña, pero no tienen súbditos / ciudadanos que defender o territorio (industrias, infraestructuras, granjas) que cubrir. Lo suyo es hacer anuncios a bombazos, debilitar gobiernos (que sí tienen que defender cosas) y ver su idea cuaja.

Este segundo grupo es fácil de contener en cierto sentido, pero difícil de extinguir. En España tenemos experiencia en ello: ETA no se va nunca, pero es incapaz de ser nada más que una molestia. Las democracias occidentales pueden sobrevivir el terrorismo; la cuestión es como sacarse la molestia de encima. Para ello es necesario evitar que los terroristas lugares sin estado donde esconderse (complicado) y trabajo policial más o menos a la vieja usanza; quizás con un poco más de entusiamo (si eres el Mossad) si decides que eso del estado de derecho no tiene importancia fuera de tu propio país.

Afganistán es un sitio donde necesitamos que haya un estado de forma desesperada, nos guste o no. Al paso que vamos, parece que será cuestión de esperar a que Estados Unidos decida dejar de perder el tiempo en Irak y se concentré en este frente, pero no sería mala idea que los europeos se pongan las pilas.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues el asunto pinta muy mal. A semenjanza de Vietnam, los talibanes se pueden permitir el lujo de perder en combate 10 de los suyos por cada fiambre occidental. Para cualquier democracia, eso puede ser un panorama insoportable.

Al final es una cuestión de rentabilidad geopolítica: por una parte, qué ganamos interviniendo o perdemos dejando ese país a su bola, y por otro lado, qué grado de compromiso estamos dispuestos a asumir, cuántos recursos económicos y humanos podemos aceptar poner sobre la mesa, sin que la opinión pública (habitualmente drogada por el consumismo hedonista) se cabree.
A diferencia de la 2ª guerra mundial, aquí no hay un chiflado (Hitler) comiéndose el mundo, ni un Pearl Harbour que permita a Bush/Obama/McCain arrastrar a las masas y volcar recursos en la guerra total.
Y todo esto sin entrar en la casuística del conflicto.

alfombril dijo...

La guerra de Afganistán no deja de ser pura hipocresía del capitalismo occidental.

Los talibanes fueron apoyados por EEUU para impedir el progreso de ese país y ayudar a petromonarquías saudíes a hacerse con el país, ya que por entonces compartían sabrosos negocios con ellas y por eso los talibanes tienen ahora la fuerza que tienen.

Bin Laden fue durante mucho tiempo socio de la CIA por negocios con las petroleras y era un saudí metido en la harina del control del petroleo en colaboración con EEUU.

Ahora como ya no comparten intereses económicos y EEUU quiere aumentar su influencia en Asia para que la multinacional Hunocal se haga con un gaseoducto que pasa por Afganistán, entonces están salvándonos de los moritos peligrosos y Europa quiere tb su parte en el botín de guerra.

Tenemos lo que nos merecemos.

García dijo...

La guerra de Afganistán no deja de ser pura hipocresía del capitalismo occidental.

¿Desde cuando las acciones de los Gobiernos son acciones del "capitalismo"? ¿No habíamos quedado que el liberalismo y las intervenciones del Estado no son lo mismo? Que el Estado que interviene sea un Estado liberal no significa que la culpa de todos los males la tenga el capitalismo, sino el gobierno de turno que lidera ese Estado.

Pero claro, queda más bonito y demagógico decir que la culpa es del "capitalismo occidental".

alfombril dijo...

A ver Mario, el 50% o más de las acciones de los gobiernos son acciones del capitalismo por el sencillo hecho de que el poder económico es el que manda ahora y así era tb en el Antiguo Régimen aunque entonces estuviera más en manos de la alta aristocracia y ahora esté en manos de la banca y las multinacionales.

No hay más que ver como en Italia Berlusconi está comprándolo todo y este paso acabará por comprar hasta el papado o que en Sudamérica la United Fruit Company utilizó a la CIA para a su vez promover golpes de estado militares o que muchas de las guerras trivales del África están alentadas por multinacionales europeas y estadounidenses así como las guerras de Pakistán con la India están alentadas por el capitalismo británico quien a su vez estaba detrás del imperialismo de ese país o que son las multinacionales estadounidenses las que mueven la política imperialista de Wasinthon.

¿Que hay si nó detrás de la guerra de Irak o de tontos útiles como Bush y de la demencial política internacional de Aznar nada más que interes de multinacionales petroleras y del armamento? ¿Por qué a Nixson le hicieron la trampa que arruinó su carrera política con lo del Watergate mientras que a Reagan con lo del Irangate que fue mucho peor no le pasó nada?
¿Que hubo detrás del asesinato de Olof Palme?¿Que hay detrás del asfisiante acoso institucional a nivel nacional e internacional que sufre el periodista Denis Robert, persona con manos completamente limpias, nada más y nada menos que maniobras de Clearsteam?¿Que hubo detrás del cese de José Vidal-Beneyto como miembro del gobierno de la UE nada más que presiones de multinacionales estadounidenses?¿Y del cese de Fernando Morán como ministro cuando fue el mejor ministro de exteriores de la historia de España?¿Que hay detrás de la globalización neoliberal cuando en la década de los 60 los paises escandinavos habían alcanzado el pleno empleo y la erradicación de la pobreza y ahora ningún país goza de eso?

Lo que queda bonito y demagógico es llenarse de retórica pro-libertades frente al terrorífico intervencionismo estatal en lo económico y lo social, según algunos, para defender la libertad de cuatro mercachifles frente a la libertad del resto de los hijos de vecino.

R. Senserrich dijo...

Lo siento, pero todo eso me suena a teoría de la conspiración. ¿Cuánta gente manda? ¿Dónde se reunen? ¿Cómo lo hacen para estar tan escondidos?

Iluminati! Fnord!

alfombril dijo...

Egócrata que estés en EEUU no significa que los de la CIA, Trilateral, Banco Mundial, F.M.I., juntas de accionistas de grandes empresas transnacionales y lobbys de todo tipo vayan a diseñar sus estrategias ni a mostrar lo que se cuecen delante de tus narices.

¿Pero me vas a decir, por ejemplo, que no sabes lo que estaba detrás del golpe de estado contra Salvador Allende o del asesinato de Kenedy, por poner solo 2 pequeños ejemplos?

Manuel dijo...

Alfombril, de acuerdo que el que manda siempre es el poder económico y que los lobbys estadounidenses influyen mucho en todas las políticas pero en Afganistán lo que peor se puede hacer ahora es retirar tropas.

Hay que mejorar la estrategia y orientarla hacia una lucha contra Alqaeda y contra toda organización terrorista islamica y eso se debería de haber hecho desde un principio pero no retirarse y permitir que los talibanes triunfen.

Alex Guerrero dijo...

Pues leches, yo dentro del Banco Mundial no veo conspiraciones. Lo que sí veo es una falta de "rendición de cuentas" apabullante*. En ese sentido sí diría que las instituciones multilaterales responden a la ideología dominante, que es la misma que impera en la Casa Blanca o en Downing Street, pero de ahí a conspiración en el sentido de personas reuniéndose, hay un trecho...



* Y me refiero ante los 'afectados' por las políticas que financia el Banco Mundial, no ante los 'accionistas' con poder, que son básicamente EEUU y cuatro países más.

alfombril dijo...

Pues si no quereis llamarlo conspiraciones llamarlo como os dé la gana pero, vamos, no me vengais ahora con que multinacionales y entidades económicas supranacionales no presionan hasta tal punto a los gobiernos e instituciones que no son los que realmente dirigen las políticas económicas y de "defensa" y las lineas editoriales de los mass media así como su forma de dar las noticias.

Y en Afganistán, colega Manuel, el ejército estadounidense lo único que ha hecho es desangrar a través de la aviación a la población civil pero nada de hacer frente en tierra a las tropas talibanes porque estas se conocen hasta el útimo hoyo de las grutas para esconderse y combatir contra lo que sea, como ocurría en Vietnam y por eso tienen las de ganar. Por eso y porque en territorio estadounidense se estuvo entrenando durante muchos años a integristas islámicos (hay más de un reportaje de Documentos TV sobre esto)además del armamento que recibieron de USA, del mismo modo que el régimen de Sadam Husseim fue armado tb por Occidente y sus multinacionales armamentísticas.

Por tanto, que ejércitos europedos colaboren en eso es una aberración histórica en la que no hay más que hipocresía e intereses económicos. Deberíamos retirar las tropas de Afganistán YA y no aumentar el contingente de tropas allí como hizo el gobierno español.