Fannie Mae y Freddie Mac, los dos engendros semipúblicos de solvencia discutible del mercado hipotecario americano, vuelven al redil federal. Las dos entidades, públicas de origen, se han metido en problemas más o menos serios (nadie sabe exactamente lo mal que están) en los últimos años, así que para evitar el miedo, horror y pavor que estaban causando en el mercado han acabado siendo nacionalizadas.
No que sea una sorpresa demasiado grande. La palabra que empieza por "N", ese gran tabú de la política económica americana, llevaba circulando desde hacía unos meses. Le llamen como le llamen (andan diciendo que es un "conservatorio") a la operación es realmente una expropiación bastante clásica, con los accionistas perdiendo hasta la camisa y el gobierno federal haciéndose cargo de las cuentas de las dos entidades, para bien y para mal. Es un rescate en toda regla: Fannie y Freddie estaban nadando en tinta roja, eran incapaces de conseguir capital y ya nadie confiaba en ellas. Bajo control federal, las pérdidas las pagarán los contribuyentes americanos (mal que nos pese); no hay más remedio.
¿Significa esto un incremento gigantesco del ya de por sí abultado déficit fiscal americano? Es difícil decirlo. Si bien las dos empresas hipotecarias estaban comiéndose pérdidas, es relativamente difícil decir hasta que punto sus problemas eran endógenos (hipotécas malas que no podían recuperar) o eran un resultado de la histérica paranoia existente en los mercados de crédito. He hablado del origen de estos problemas aquí y aquí, sin saber exáctamente qué hay en los libros de Fannie y Freddie (y aunque lo supiera, dudo que los entendiera) no me atrevo a decir más.
Sí se me ocurren, sin embargo, dos comentarios. Primero, creo que la nacionalización es de hecho una buena idea; no tiene sentido tener dos instituciones privadas de ese tamaño que viven a costa de una garantía pública. Fannie y Freddie vivían en un mundo en que si salía cara ganaban ellos, y si salía cruz pagaban los contribuyentes; ahora que ha salido cruz, me parece más que razonable quitar a los accionistas su juguete. Como comenta el artículo del NYT, una vez visto que la cosa tenía muy mal arreglo, era mejor nacionalizar rápido que esperar una temporada; lo último que uno quiere en un mercado financiero lleno de cagamandurrias es un par de prestamistas zombie talla XL si un destino o situación claras.
Segundo, no sé si esto acabará con las dudas de los mercados o no. Me temo que el miedo no se irá a ningún sitio, al menos a corto plazo. Como comentaba cuando empezó todo esto el día que "murió" Bear Sterns, no creo que estemos ante un problema de lobos con piel de cordero (y pérdidas en los libros) en un mar de corderitos aterrados; el problema es más una falta de regulación de qué es permisible y qué no lo es en el ultraconfuso sistema financiero mundial, y cómo y donde venden y revenden los bancos sus deudas e inversiones. Hasta que la regulación no establezca unos mecanismos y reglas concretos sobre cómo se hacen las cosas y -aún más importante- cómo se informa de cada inversión en los libros, los problemas seguirán.
Evidentemente, eso es una reforma muy, muy compleja y (según se mire) realmente ambiciosa. A dos meses de las elecciones, podemos olvidarnos de cualquier regulación hasta que haya un nuevo inquilino en la Casa Blanca en enero. Más si es Obama que McCain; el candidato republicano parece no estar demasiado por la labor de re-regular la industria financiera.
Lo más extraño de todo esto, de todos modos, es el hecho que la economía americana anda creciendo al 3% mientras los mercados financieros se desmoronan y el paro no deja de subir (y recordad, los datos de paro en EUA no son comparables directamente a los europeos; usan una contabilidad distinta y menos estricta). Técnicamente Estados Unidos no anda en recesión, pero hay un montón de gente que está viviendo una. Realmente, es una situación rara.
3 comentarios:
Por cierto un detalle sobre el que vale la pena insistir: Fannie Mae y Freddy Mac tienen entre las dos la mitad de la deuda hipotecaria de Estados Unidos.
Es una nacionalización E-NOR-ME. El coste inmediato será relativamente limitado (ya que el gobierno federal está expropiando a precio de saldo) pero desde el punto de vista de papel del gobierno en el mercado financiero, es una paso bestial.
Lo de Banesto es un chiste, vamos.
El mercado financiero es el que más regulado está. Tanto que el Estado tiene el monopolo de la emisión del dinero, que es de aceptación oblgatoria...
Las dos empresas tienen que quebrar, y sus acreedores tienen que espabilar.
Los socialistas siempre estáis dispuestos a regalar dinero público a las oligarquías.
Camarada Tersites.
¿Socialistas? ¿La administración Bush? Aparte del hecho que los accionistas de Fannie y Freddie van a perder (han perdido ya; las acciones han bajado de $80 a $5 en un año) hasta la camisa.
Ah, claro, que todo lo que no sea economía austríaca hardcore es comunismo estos días. Bah.
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