miércoles, abril 26, 2006

De sindicatos y flexibilidad laboral

Desde el punto de vista de un empresario, los sindicatos son organizaciones curiosas. No son necesariamente algo negativo para su negocio, especialmente si es la competencia quien tiene uno en su fábrica. En un mundo ideal para el empresario, todo el mundo debería tener a su mano de obra sindicada menos él. Su peor pesadilla, obviamente, es que sus trabajadores se organicen mientras que en el resto de fábricas no lo hagan. La opción que para él es un mal menor, obviamente, es que todo el mundo acabe sindicado, pudiendo al menos seguir compitiendo razonablemente.

Cuando hablamos de sindicatos en Estados Unidos, la lógica de los sindicatos y empresarios sigue a menudo estos parámetros. Las empresas compitiendo en un mismo sector se emplean a fondo en tratar de ser las únicas sin sindicatos, de modo que puedan disponer de su mano de obra de forma más flexible y sin gastos adicionales. Evidentemente, según pasan los años resistirse se hace cada vez más complicado, cosa que hace que las compañías más antiguas tiendan a estar más sindicalizadas que las nuevas. Como resultado, en multitud de ocasiones hay mercados en que empresas triunfan por el mero hecho de ser más jóvenes y tener menos restricciones sobre su mano de obra, como sucede en la automoción (GM, Ford y sus eternos problemas) o líneas aéreas (Jet Blue comiéndose a American o Delta).

Cuando hablamos de empresas antiguas, evidentemente, la más vieja de todas ellas es el estado y sus funcionarios, especialmente en gobiernos locales, y la que en un principio tiene menos competencia (aunque los municipios compiten entre sí, esto es un fenómeno relativamente nuevo). Como resultado, los sindicatos en la función pública son sólidos, extensos, y tienen una capacidad de veto delirante sobre muchas materias. Un bonito ejemplo de New Haven dará un idea. En esta ciudad, si el alcalde decide eliminar un puesto de trabajo, la persona que lo ocupaba tiene el derecho a quitarle el puesto a otro empleado de categoría igual o inferior, siempre que tenga menos antigüedad que él. La persona que pierde el puesto por el traslado tiene el mismo derecho, así que puede forzar a alguien a hacerle sitio, que a su vez puede hacerlo de nuevo, y así sucesivamente; el resultado es que cualquier cambio organizativo se convierte en una pesadilla inacabable, no importa lo necesario que este sea.

De estos dos fenómenos se plantean dos preguntas. ¿Por qué en Estados Unidos se mantiene la competencia en base a no tener sindicatos, mientras que en Europa todos se resignan a sufrirlos? ¿Cómo se evita que los sindicatos en la función pública se conviertan en una carga?.

Lo cierto es que no tengo respuestas demasiado satisfactorias para ambas preguntas. La primera es uno de esos debates casi eternos en Ciencia Política, paralelo a por qué no hay un partido socialdemócrata en Estados Unidos. Hay varias explicaciones para ello; una de las más interesantes es la que sugiere que la constante inmigración hizo que el debate en el movimiento obrero se centrara más en proteger a los de dentro que en cubrir a la mano de obra barata que llegaba constantemente a puerto. Algo parecido a los conflictos entre outsiders e insiders del mercado laboral actual, con un añadido extra. El hecho que porciones significativas de la clase obrera no votaran también contribuyó a que la legislación antisindical fuera mucho más dura desde el principio, y más si se considera el funcionamiento de la política americana y su sistema electoral.

Lo que es curioso es que estas restricciones al libre mercado acaban, en ocasiones, penalizando a aquellas empresas que han disfrutado de buenos tiempos en el pasado. Cuando en los cincuenta la economía americana vivía tiempos sin desempleo y con crecimiento constante, los sindicatos de las grandes empresas no tenían demasiados problemas en pedir grandes compensaciones; cuando no hay mano de obra sobrante, el trabajador es el Rey. El problema es cuando las cosas cambian, los privilegios adquiridos permanecen, y nuevos competidores entran en el mercado; los éxitos pasados entonces son garantía de pasarlo mal en el presente.

Sobre los sindicatos en la función pública, la respuesta es sencilla: paciencia y aguante. Estructuralmente, no hay manera humana de librarse de ellos como no sea ilegalizándolos; lo máximo que se puede aspirar es a no hacer de los funcionarios niños demasiado consentidos. La burocracia está allí por varios motivos importantes, que no deben ser olvidados (evitar patronazgo, garantizar imparcialidad) , pero también tiene sus problemas, entre ellos la fortaleza sindical.

Curiosamente, diría que tener sindicatos a la europea, cubriendo todos los trabajadores, contribuye a moderar a los de la función pública. Los líderes sindicales tienen que mirar por todos, no sólo por los niños mimados con empleo perpetuo, así que tienden a limitar sus exigencias. Donde los sindicatos son más débiles (Francia) los funcionarios son más irritantes, así que supongo que no iré del todo desencaminado.

Obviamente, los sindicatos a la europea no son una solución mágica para todo. Crean, efectivamente, ciertas rigideces, y en ocasiones bloquean reformas laborales que son necesarias para todos. Aún con sus otras virtudes (facilitan el control de la inflación, ya que hacen la moderación salarial más sencilla) también implican costes, en ocasiones muy graves. Nada sale gratis, ni los derechos de los trabajadores, ni la debilidad de estos; no hay ningún sistema sin inconvenientes.

38 comentarios:

Citoyen dijo...

Que los funcionarios tengan derecho de sindicación es una aberración jurídico-marxistoide.

Se supone que la justificación del status diferenciado de los funcinarios se refiere a que son servidores del Estado, que sirven el interés general, y no trabajadores (la operación jurídica es totalmente distinta, unos reciben una retribución como permuta por su trabajo, otros reciben una compensación económica por su dedicación al servicio público).

La laboralización del funcionariado es uno de los grandes cánceres de la administración pública moderna que ha llevado a la eliminación de la ideología del servicio, aparte de que pasa a privar de todas justificación jurídica el estatus privilegiado: si quieren negociación colectiva que acepten las condiciones individuales de trabajo.

El sumum del delirio es que en Francia los sindicatos están mayoritariamente poblados de funcionarios (sí, los que hacían tanto ruido con el CPE eran funcionarios en buena parte).

R. Senserrich dijo...

Después te quejas cuando me pongo a parir a los franceses :-).

Citoyen dijo...

Reconocer algunos méritos en el modelo de Estado y el sistema educativo no es incompatible con criticar la mitomanía en que vive la mayoría de la izquierda francesa (me voy a hacer liberal a este paso) y buena parte de la derecha.

Anónimo dijo...

La existencia de sindicatos no es sistemas izquierdistas, es de sistemas democráticos.

Los únicos países que no tienen sindicatos reales, es decir, libres y democráticos, son las dictaduras.

Todas las democracias tienen sindicatos, y el trabajar por no tenerlos es de fascistas, porque va en contra de la libre pronunciación de la clase trabajadora y de que puedan trabajar por la coerción y la dominación laboral.

Su existencia, intrínsecamente, es incuestionable desde un punto de vista democrático, y que puedan funcionar mejor o peor no cuestiona su propia existencia, ¡es mas!, su mal funcionamiento va, normalmente, en contra de su propia esencia.

Un mercado sin sindicatos no es un mercado libre, es un mercado de esclavos.

Justificar la inexistencia, anulación o incluso ¡¡ilegalización!! de sindicatos (ni siquiera los anarco-capitalistas más radicales se han atrevido a tanto) por razones económicas coyunturales es una aberración injustificada, propia de dictaduras soviéticas en donde los sindicatos trabajan para el Estado.

Los sindicatos deben negociar en tiempos de crisis, pero la "no existencia" de sindicatos no una solución al problema de la crisis, es TODO un cambio de régimen jurídico y económico que cambiaría el cuadro por completo, dando lugar a escenarios de dominacion y explotación incluso en tiempos de bonanza económica, retrotrayendonos a los tiempos de la Revolución Industrial, lo cual, va incluso en contra del Derecho Internacional.

En todas las épocas democráticas de la historia, siempre han existido sindicatos, es tan inevitable como el libre mercado, porque tiene que ver con la libertad humana.

Anónimo dijo...

Fe de erratas:

*puedan trabajar contra la coerción y la dominación laboral.

Anónimo dijo...

Su artículo tiene varias "perlas":

- En Europa todos se RESIGNAN a sufrirlos (los sindicatos).

-Tiene sus problemas, entro ellos la FORTALEZA SINDICAL.

- Los funcionarios son más irritantes.

etc.

Pero todo esto es una preparación para la gran perla: BLOQUEAN REFORMAS LABORALES QUE SON NECESARIAS PARA TODOS.

¡Que casualidad! Si el PSOE y los Sindicatos Mayoritarios Altamente Subvencionados preparan una reforma laboral que va a hacer la puñeta una vez más a los trabajadores.

Su artículo parece cumplir su labor de "engrasamiento ideológico" ahora que nos la van a meter doblada otra vez.

Tan sólo una pregunta ¿Usted cobra por esto? ¿O de verdad cree lo que dice?

Anónimo dijo...

La existencia de los sindicatos no puede asociarse a argumentos economicistas y practicistas, se fundamentan en un valor ideológico, con un principio, de la libertad y co-decidir sobre el rumbo de las empresas y sobre los derechos de los trabajadores para evitar extorsiones y abusos sobre su contrato y sobre el trabajo de todos sus compañeros, no a situaciones circunstanciales o prácticas.

De la misma manera que nadie puede poner en cuestión el principio de la propiedad privada o la libre empresa por situaciones circunstanciales.

Los sindicatos pueden y deben negociar, porque precisamente para eso están, para ser la voz y la representación de los trabajadores, LO GRAVE, es propugnar la eliminación de esa interlocución en base a situaciones circunstanciales; no eliminas el problema, lo que haces es acallar la voz de ciudadanos y desprotegerlos ante situaciones de explotación y dominación, y esto es aplicable a cualquier circunstancia concreta.

Lo que realmente habría que propugnar es la reforma interna de los sindicatos, para que sean más libres y democráticos, ¡PERO DESDE LUEGO no su desaparición o anulación!, eso es una barbaridad y no tiene absolutamente ningún sentido.

Citoyen dijo...

Miguel, yo entiendo que la realidad es fea.

Pero decía Duguit que lso hechos son tozudos, y hombre, a mi lo de la ideología de medios me produce una angustia acojonante. Lo importante es el bienestar general, no la existencia o no de sindicatos, si el bienestar general se consigue sin sindicatos yo me apunto. Claro, que eso no está nada claro, pero eso de "es un principio ideológico" no lo comparto, las cosas no son buenas o malas en esencia, sino en contexto, hay determinados lugares donde los sindicatos tienen un poder desproporcionado qeu usan de forma totalmente irresponsable (en francia por ejemplo) aunque es cierto que otros sitios cumplen una función importantisima.

Anónimo dijo...

Las esencias las marcamos los hombres, y las estructuras actuales devienen de conquistas en términos históricos, explicables y fundamentadas en principios ideológicos, como el Estado de Derecho, la democracia parlamentaria, el libre mercado o los sindicatos.

"Si se da el bienestar general sin Estado de Derecho, democracia, libre mercado y sindicatos, yo me apunto".... ¿a que te apuntas?, yo no se a que te apuntas, porque supuesta alternativa no es explicable.

¿Qué realidad es fea?, la inexistencia de sindicatos es muy fea, que se lo digan a los trabajadores chinos, o a los españoles durante el franquismo.

Yo entiendo que algunos echen de menos el Sindicato Vertical de la Falange Española de las JONS, pero me puedes creer si te digo que puedes dar las gracias porque en España, como en toda democracia que pueda ser definida como tal, existan sindicatos libres y democráticos, con todo lo formal que tengan estos adjetivos.

¿Que es un poder desproporcionado?, todo hay que explicarlo, las afirmaciones gratuitas son un caldo de cultivo para demagogias irresponsables y caricaturas que esconden una falta de criterio brutal.

El "practicismo" es un cáncer, que desdibuja una frontera que nunca debería haber sido traspasada: la que existe entre el fundamento que da sentido a una figura, y su implementación práctica; una explica su existencia, la otra desarrolla su implantación.

Tu puedes criticar todo lo que quieras a los sindicatos, a mi eso me da igual, pero si cuestionas su existencia misma, me tendrás que explicar porque quieres eliminar los derechos y las libertades de millones de trabajadores.

Tu critica lo que quieras el estamento judicial, la lentitud de los tribunales, la amoralidad de los jueces, pero crítica la misma esencia del Estado de Derecho y la separación de poderes, y tendrás que explicarme como el Estado puede incumplir sus leyes y porqué los gobernantes pueden estar por encima de sus leyes, fundamento indiscutible de las democracias.

Para ello, tendrías que cuestionar la misma esencia filosófica de la democracia, y eso (y siento si te suena feo, pero me temo que es así) es un fundamento ideológico, que tendrás que rebatir, si no quieres confundir las churras con las merinas.

R. Senserrich dijo...

Varias cosas.

Primero, no he dicho en ningún caso que no deban existir los sindicatos; lo que digo es que en términos de eficiencia económica, no salen gratis. En mi post me centro en discutir los diferentes costes de un sistema sindical centralizado de uno que no lo es (y que tiene, digamos, un "antisindicalismo competitivo").

No me planteo, en ningún caso, que los sindicatos no existan. No está en mi agenda, no es una de las tres opciones; es inconcebible que en democracia los trabajadores no tengan ese derecho. Es igualmente válido, por cierto, que los empresarios traten de evitarlos dentro de la legalidad.

Sobre el anónimo que me acusa de estar a sueldo del capital, no ha entendido ni jota, o no tiene ni idea como funciona el mundo real. Yo no acostumbro a hablar en términos de ideas y valores o bien y mal cuando describo la realidad, hablo en términos de ventajas e inconvenientes. Por cierto, el sujeto de "se resignan a sufrirlos" es "empresarios".

Y sí, hay reformas laborales que son necesarias. Y sí, creo que flexibilizar el mercado laboral es urgente. Pero no lo digo porque creo que el mercado es bueno de por sí, lo digo por que creará empleo y aumentará la productividad y salarios. Y eso crea igualdad. Pero eso es para otro día.

Anónimo dijo...

Yo no veo ni siquiera legítimo que los empresarios "intenten evitar" a los sindicatos.

No tienen derecho a ello, porque el derecho no es suyo, el derecho a la sindicación es un derecho individual, y en una democracia liberal los derechos individuales son incuestionables.

Les venga mejor o les venga peor, nadie dijo que la libertad fuera barata, pero no tenerla, sale, siempre, mucho más caro.

La libertad no tiene precio, por muy cara que salga.

En cuanto al mercado laboral, flexibilizar el salario yo lo aceptaría si los directivos también flexibilizaran el suyo acorde con los intereses de la empresa (si navegamos todos en la misma dirección, hay que ser coherente), y en cuanto a las condiciones de trabajo, solo hay que ver el caso español, el reino del empleo basura.

Dada la mala conciencia de muchos empresarios que están explotando miles de trabajadores, muchas veces cruzando la linea de la legalidad (supongo que aun seguimos creyendo en el Imperio de la Ley ¿no?¿o ya enterramos a Montesquieu?), hasta que la Inspección de Trabajo no funcione, veo muy dificil "flexibilizar" (digamoslo en cristiano, reducir) las condiciones de trabajo.

Más reducidas de las que ya están es imposible, el siguiente paso es trabajar gratis, o lo que es lo mismo, la esclavitud absoluta.

El problema, ahi, es que los sindicatos muchas veces no hacen su trabajo; es decir, el verdadero problema no es que no tenga que haber sindicatos (oh, dioses, menuda barbaridad), sino que precisamente, lo que tenían que hacer los sindicatos, es ser MUCHO MAS contundentes en la defensa de la legalidad laboral.

Cuando todos cumplamos la ley, y todos seamos coherentes con el objetivo que nos hemos marcado, entonces podemos hablar de la flexibilidad que se quiera, por mi, encantado, ¿tu firmas?.

R. Senserrich dijo...

Parte del problema del mercado español es que los sindicatos protegen a los que tienen trabajo en contra de los desempleados; de aquí la resistencia a la reforma laboral. Aquí mi punto de vista en más detalle.

Ah, y un empresario puede decir a sus trabajadores que les sube el sueldo a cambio de no formar un sindicato, si quiere. Está en su derecho. Siempre que opere en la legalidad, puede hacerlo.

Citoyen dijo...

Vamos a ver, o yo no me he explicado bien, o tu no me has entendido.

Efectivamente todos tienen derecho de sindicación, porque en nuestro sistema legal es un derecho fundamental reservado a ley orgánica. Pero ese sistema legal se puede reformar, no es un derecho "natural". Lo de lso derechos naturales si que es un cáncer; es una técnica de organización de la sociedad, la libertad sindical, la igualdad hombre-mujer, negro blanco, la libertad de empresa, etc etc, no se evalúan en sí mismos, no son buenas como tales o malas por qué sí, se evalúan de acuerdo con las soluciones que aportan a la realidad.

En cuanto a los trabajadores chinos, te recomiendo que te informes sobre el paradigma oriental y su particular visión de la vida que no se plantea en términos dialécticos sino esféricos. Hay cosas muy interesantes ;).

Lo demás, es ver la vida de un solo color: el occidental y creer que nuestro sistema de valores es exportable a todos sitios. Las medidas que propones me parecen bien, pero me parecen bien para españa en el momento actual, no creo que sean exportables a según donde ni que sean atemporales.

La existencia de sindicatos y su régimen plantean ventajas e inconvenientes, puede ser mejor tener sindicatos a la anglosajona o tenerlos como en europa continental, puede ser mejor tenerlos con negociación colectiva con efectos frente a todos, o puede ser mejor tenerlos de otro tipo. Son cuestiones que se pueden discutir desde el punto de vista de la ciencias sociales (economía, derecho, sociología, antropología...) en ningún caso un valor dogmático-religioso. Creo que el post de egocrata es bastante completo y desde luego analítico, no está haciendo moral, ética ni filosofía, sino ciencia. Intentar pegarle en la cabeza con los dogmas ideológicos occidentales es algo que carece de sentido.

Citoyen dijo...

Egócrata, eso no es cierto, la libertad sindical está reconocida en la LOLS http://www.juridicas.com/base_datos/Admin/lo11-1985.t5.html

Subirles el sueldo a cambio de no sindicarse es una prática antisindical expresamente sancionada.

R. Senserrich dijo...

Es legal en yankeelandia, donde yo ando :-). Debería ser más claro.

Anónimo dijo...

A egócrata:

Eso es simple y llanamente falso, los sindicatos no defienden nunca a los trabajadores en contra de los parados, esa reflexión parte de una premisa que ya niega el fundamento iniciático del propio derecho laboral: nadie tiene que renegar de sus derechos para que otros puedan acceder a un puesto de trabajo, dado que esos nuevos trabajadores, siéndolo, también tendrían los mismos derechos.

Todo parte de la teoría de los costes laborales, y esto ya esta plenamente superado; una economía barata acaba saliendo muy cara.

A Citoyen:

Como acabas de leer, es absoluta y radicalmente falso que Egócrata haga solo ciencia: plantea cuestiones absolutamente ideológicas, no científicas, dado que sus reflexiones parten de paradigmas liberales muy concretos.

Es absolutamente falso que solo exista un modelo laboral, el liberal, existen muchos otros y han funcionado perfectamente, con costes laborales altos y presiones fiscales significativas; solo hay que movilizar otras variables.

Claro que no existe el Derecho Natural: el primero que no existe es el Derecho Natural defendido por los Neoliberales, sin embargo sí existen una serie de conquistas estructurales a nivel histórico que son innegables, que tienen un sentido práctico y que tienen, evidentemente, un fundamento ideológico (todos lo tienen), o si lo prefieres, una concepción teórica que parte de una concepción del hombre y su naturaleza: negar esto es negar lo que Egócrata hace en todas sus reflexiones.

La igualdad hombre-mujer es un hecho objetivo, no un derecho natural: son iguales como ciudadanos, y son iguales en muchas cuestiones que el machismo (verdadero derecho natural en este caso) negaba, el machismo es pura metafísica, puro derecho natural absurdo, indefendible cientificamente hablando.

La igualdad racial es otro hecho científico innegable.

La libertad es una conquista, como bien dice Fukuyama en el artículo en el que acaba de publicar, renegando del Neoliberalismo, la libertad no es "siempre querida por el hombre", pero creo que todos estamos más o menos de acuerdo en que cuando falta, se le echa de menos, es una conquista histórica, es uno de los fundamentos más elementales de todo el Derecho internacional, es la base fundamental de toda democracia liberal, y sin la lucha por la libertad, practicamente el 80% de toda nuestra realidad juridico-politica se podria ir por el retrete, lo cual es, cuanto menos, absurdo.

Se evalúan según las soluciones que aportan según el criterio que se usa para definir qué son soluciones, y qué no, lo que habrá que determinar entonces es qué son soluciones, y qué no, y eso es precisamente de lo que estamos hablando.

Los chinos no están explotados por ser chinos, pero si tu ahora defiendes una democracia orgánica, me parece bien: muchas dictaduras han tenido libre mercado, por ejemplo, la Dictadura de Pinochet, y logicamente esto tenia implicaciones en el derecho laboral.

Decir que "no necesitan derecho a la huelga porque son chinos" es, cuanto menos, dificilmente defendible.

No intentes pintarme de "occidentalista" para justificar tus reflexiones porque no te va a servir de absolutamente nada, dado que lo mismo que dices de los chinos lo dices de los Europeos, se nota tu satisfacción al justificar "culturalmente" cualquier tipo de explotación laboral "porque el pueblo lo quiere".

Es la mayor muestra de que, hoy en día, los liberales son los mayores enemigos de la libertad humana, porque han traicionado absolutamente todos los valores que el liberalismo defendía desde sus origenes, y actualmente, justifican hasta dictaduras comunistas.

En Estados Unidos no tienen unos sindicatos bien organizados y transversales, eso permite que puedan chantajear a unos trabajadores contra otros, y usen métodos de extorsión como subir o bajar salarios para evitar la sindicación: eso, de toda la vida, no se le ha llamado "mayor libertad", se le llama amordazar a unas personas comprando a otras.

Es, sin duda, un déficit.

Citoyen dijo...

a) Espero que no estés insinuando que soy liberal: no lo soy en absoluto, mas que en un leve resquicio.

b)No he dicho que los chinos no estén explotados porque son chinos, he dicho que los criterios que se valoran en el paradigma oriental para considerar bueno o malo un sistema no son los mismos que usamos en europa. Prueba de ellos es que un sistema comunista ha podido pasar a ser lo que es ahora sin que halla ninguna revuelta popular (y no, no los mantienen firmes solo a punta de pistola).

c)Decir que el hombre y la mujer son "iguales" es un hecho cientifico demostrable es algo que no soy capaz de entender. Si se llaman de forma distinta (hombre mujer, negro blanco, ) es porque alguna diferencia tiene que haber. Por otra parte, el derecho no necesita guardar ninguna relación con lo cientificamente demostrable, ya que todo principio, por definición, porque está al principio de una lógica de la que es el fundador pero que no es fundado por ninguno otro, es arbitrario. Todo ordenamiento jurídico se basa en principios, que pueden ser la libertad y la igualdad formal, la libertad y la igualdad de hecho, la desigualdad radical, el que sea. En china o en cualquier país arabe, o tribu nativa africana, claramente, no es igual que aquí.

d)Los sistemas democráticos tienen muchas ventajas (que el gobernante suele irse pacíficamente, que es el único que funciona en países penetrado de mitomanía liberal, que permite transmitir la inquietudes de los gobernados al poder político,...) y tiene muchos riesgos e inconvenientes. No creo que haya ningún problema para admitir que haya una dictadura o una democracia orgánica, si no fuera porque generalmente en occidente no funcionan bien (aunque hay lugares donde si funcionan oyes). La democracia no fue aquéllo que se descubrió después de muchos siglos de investigación como gran logro que nadie había conseguido, es el sistema que se adapta mejor a nuestra sociedad de hoy día, por eso pretender implantar la democracia liberal en lugares donde el concepto de persona humana les es ajeno es un suicidio político (ya viste como salió la chapuza irakí).

e) Efectivamente, la democracia liberal está, desde hace dos siglos, en la base de nuestra estructura jurídica. No lo está en cambio en la de otros sitios. El derecho de libre sindicación es algo que no es apreciado como fundamental en la mayoría de los lugares del mundo, intenta explicarle a un mauritano lo que es verás como no puedes. Pero el derecho internacional, no propugna la democracia liberal (sería complicado ya que la mayoría de los países del mundo no lo son) solo el principio de soberanía: usted hace lo qeu le apetezca mientras se quede en su espacio territorial.



g) En suma, no veo porque prohibir los sindicatos sería "malo", puedo ver porque es inadecuado, suicida o absurdo, pero no malo. Concretamente, prohibirlos en la función pública es algo que era así hasta la última posguerra en toda europa, así que no veo cuál es el problema por el que se caería todo nuestro sistema político por el retrete.

PD:Esto solo es un debate, no el parlamento, por favor, abstente de ver insultos en mis palabras puesto que yo no lo hago con las tuyas.

Anónimo dijo...

Que los funcionarios tengan derecho de sindicación es una aberración jurídico-marxistoide.

Y tanto que no. Un funcionario es un trabajador, como también lo és un autoempleado (y está en otro régimen). Y en cambio nadie pone el grito en el cielo cuando los sindicatos organizan a los autoempleados alemanes de grandes empresas, cuando regulan los mínimos en las relaciones entre autoempleados y contratistas en un sector amplio como el teletrabajo. En fín, cada colectivo laboral ha de tener derecho a organizarse sindicálmente.

R. Senserrich dijo...

Que la protección laboral no tiene costes es negar la evidencia, Miguelnr. Nada, nada, nada sale gratis. ¿Leiste lo que enlazaba? No es una opinión, los datos corroboran la afirmación.

Anónimo dijo...

Es absolutamente falso que solo exista un modelo laboral, el liberal, existen muchos otros y han funcionado perfectamente, con costes laborales altos y presiones fiscales significativas; solo hay que movilizar otras variables.

Hay como mínimo dos estudios de la OCDE y otro del BM que defienden la ligazón entre sindicatos y negociación colectiva y aumentos de productividad en ese sector.

Los sindicatos se han convertido en "stake-holders" por un lado (ya no se trata de quemar la empresa, sinó de hacerla funcionar bien por un lado y en conseguir un mejor margen de distribución del beneficio entre los asalariados Y otras formas de trabajo).

Partís de premisas y experiencias un poco arcaicas. El efecto de lobbye sólo se dá en caso de sindicatos "amarillos" o corporativos (el de médicos, el de pilotos, etc..) que funcionan más en clave gremial que sindical. Hoy por hoy, (aunque los sindicatos franceses requieren una revisión, y tienen la anomalía de que la CGT sea la mayoritaria en lugar de otros sindicatos que en situación de mejor fuerza podrían asumir esa reforma como la CFDT) en general en Europa campan sindicatos más modernos, actualizados y capaces de sacrificar algunos privilegios a cambio de beneficios para todos (eso se ha dado por ejemplo en el Pacto NAcional de Educación en Catalunya, donde las centrales sindicales rebajaron las demandas de sus federaciones de enseñanza en el tema de horarios para poder garantizar un mejor servicio). La CGIL, la Ver.Di, la TUC o las propias CCOO o UGT de hoy en día no son los sindicatos corporativos (y algunos herederos de un tardofranquismo) de los 80.

Os recomiendo leer a Bruno Trentin, un antiguo miembro de la CGIL, comunista, pero de esos comunistas del movimiento sindical que con más de 90 años sabe que el sindicalismo está cambiando y va por el buen camino.

Sería muy largo hablar de la transformación del sindicalismo, y más si entramos en los "microdatos" donde encontramos aún delegados sindicales un poco fistros.

Anónimo dijo...

Subirles el sueldo a cambio de no sindicarse es una prática antisindical expresamente sancionada.

No seas tan juxpositivista. Los sindicalistas saben que cuando son delegados van a perder opciones de promoción, acceso a formación, o incluso complementos de destino en el caso de los funcionarios. Ser delegado sindical es sacrificar el poder promocionarse intérnamente en la mayoría de los casos y la dificultad de encontrar trabajo fuera. Son prácticas antisindicales claras, y legales.

Anónimo dijo...

Egócrata, en el fondo el abaratamiento del despido no va a tener muchos efectos. Quien hoy en día quiere despedir está contratando temporales, somos el segundo país de la UE-15 con más temporalidad (a menos que los portugueses se hayan puesto las pilas), y tenemos un despido relatívamente barato. Más barato que el francés. Por favor, si el CPE es mucho mejor que el temporal de obra y servicio español, y aquí se ha admitido, ¿33 días por año trabajado a los actuales indefinidos?, eso es una bicoca. Y encima con un nivel de sindicación del 17%!! con lo cuál hay empresas con la mayoría de trabajadores bastante desconocedores de sus derechos y que encadenan contratos temporales de forma irregular sin saberlo?. Fráncamente que la CEOE diga que despedir en España es caro es un insulto a la inteligencia. ¡Quiero a Rosell de jefe de la patronal española!

Anónimo dijo...

Concretamente, prohibirlos en la función pública es algo que era así hasta la última posguerra en toda europa

Y las democracias liberales han funcionado sin sindicatos durante 50 años, y en la europa pre II guerra mundial los sindicatos se alineaban por opciones revolucionarias hasta el pacto capital-trabajo de los años 40. Aunque si hacemos caso a los acuerdos de gobiernos, patronales y sindicatos a nivel internacional en la OIT, verás que en sus acuerdos está la libertad sindical en todos los sectores excepto en las fuerzas armadas. Por lo tanto los países firmantes están obligados a respetarlos.

Hoy en día, por ejemplo, Noruega limita el derecho a huelga en el sector petrolífero y parciálmente en el sector público, pero no se le pasa por la cabeza el ir en contra del "consenso social" que emerge en los acuerdos de la OIT. Por otro lado, también es un pacto social el derecho a la propiedad, p. ej. por lo tanto es tan cuestionable el derecho sindical en el sector público como la existencia de leyes que garanticen la propiedad privada del suelo.

Anónimo dijo...

José R. ha vuelto a incidir en lo que vengo defendiendo yo en todo momento, y lo suscribo todo, porque son informaciones objetivas y son indiscutibles.

Hablar de rigidez o altos costes laborales en España, cuando llevan cayendo en picado desde ya hace 15 años según datos oficiales (solo hace falta revisar los datos del INE) es una salvajada que nadie con dos dedos de frente se puede creer.

A citoyen:

No se puede hacer una división cultural de valores universales, y el que se hallan generado en tal o cual cultura o territorio no es obice para que no puedan ser considerados universales, como de hecho ya se hace.

Existe un debate racionalista que se abstrae de divisiones culturales y que se da en las organizaciones internacionales, algunas de ellas nombradas por josé R.

La diferencia es que José R. tiene la paciencia de desgranarte cosas que yo ya doy por hechas; yo no tengo tanta paciencia, porque doy por hecho que ya sabes sobre lo que trabaja la ONU, el PNUD o la OIT.

Te recomiendo los Documentos ejecutivos del PNUD de estos últimos años; los capítulos referidos a las libertades políticas y los controles sobre el poder, asociados al desarrollo humano, son tremendamente interesantes.

No quiero ni pensar que estás opinando sin conocer bien sobre lo que estás hablando.

En China las desigualdades no paran de crecer, y no está asociado a una falta de crecimiento, porque crecimiento tienen, sino a la corrupción política inherente a una democracia orgánica.

En España en la época de Franco la Guardia Civil no le hacía falta apuntarte con el CETME en la cabeza para que recordaras que aquello era una dictadura, y en China pasa exactamente igual; decir que los chinos hacen o dejan de hacer obviando que viven en un régimen maoista es de una ingenuidad dificilmente asumible.

A Egócrata:

Tambien las OPAS de Eon sobre Gas Natural son caras, en este mundo nada es gratis, pero a mi eso me resbala: a mi solo me importa, como a cualquier jurista (logicamente) si una decisión es legítima o no.

Que sea sostenible financieramente es importante, pero no da mayor legitimidad a una decisión o no, y por lo tanto ni la justifica ni la deja de justificar.

El derecho a sindicación, prestaciones y derechos laborales, son perfectamente financiables, y es algo que se puede y se debe financiar, porque es legítimo, lícito (obviedad) y por lo tanto, poca justificación más se necesita.

¿Es caro? sí ¿hay que pagarlo? sí.

R. Senserrich dijo...

Oye, que no digo que los sindicatos no deban estar ahí. Ya he dicho que NO tener sindicatos también tiene costes altos para una economía. No he comentado este escenario porque la verdad ahora mismo es un imposible.

Lo que intento hacer ver es que la existencia de un modelo sindical u otro no es algo trivial; afecta a como funciona la economía y a como viven los trabajadores.

A Jose R.

Muy buenas aportaciones. Sí, hay muchos estudios que señalan que la negociación colectiva es buena para la economía; lo señalo de pasada. Es prácticamente imposible tener pleno empleo sin inflación sin que haya moderación salarial pactada de ese modo, por ejemplo. También contribuyen a racionalizar la producción en muchos casos, no sólo a romper lo que el empresario construye.

El post está escrito, en cierto modo, desde el punto de vista de la economía en agregado, así que no he incluido todas los factores.

Citoyen dijo...

El derecho de huelga es una anomalía jurídica como una catedral, al igual que la totalidad del derecho laboral. Que funcione bien es distinto, escribí hace no mucho un artículo sobre el asunto.

Sin embargo, es una anomalía que tiende a cubrir un determinado escenario, concretamente el caracterizado por las relaciones entre obreros (en el sentido marxiste dle término) y patronal. Es decir, es un "tratado de paz" entre clases para terminar con la conflictividad y articular un sistema de negociación. Pero, hay que tener claro que el derecho sindical tiende a cubrir, a ocmpensar, una situación de debilidad de un determinado colectivo, y pierde su justificación y su sentido cuando ese grupo no reviste esa situación.

Los funcionarios no son trabajadores. Por eso tienen un status protegido y acceden al puesto por oposición, por eso ejercen responsabilidades y sirven al interés general. Es cierto que en la última posguerra determinados colectivos hicieron mucha presión para que se proletarizara a todo el mundo. Pero es radicalmente falso qeu los funcionarios sean trabajadores, si son trabajadores, no pueden ser funcionarios, son dos status que se excluyen.

El status de funcionarios está pensado sobre la ideología solidarista del servicio. Uno decide, voluntariamente, entregar su vida al servicio de la sociedad en las estructuras del Estado. Decide integrarse en la administración pública para servir al interés general, integrarse en el servicio público. Sin servicio público, no hay actividad administrativa que valga. Por eso, el sindicalismo es algo que no tiene lugar, o no debería tenerlo en el seno de la administración pública, porque el principio de la función pública es que no existe división, sino que el funcionario se integra en una estructura.

Es profundamente triste (a mi, que quiero ser funcionario me produce una tristeza infinita) que puedan, si quiera existir, reivindicaciones de tipo sindical en el plano de la función pública. Si uno ha decidido tomar una determinada acción vital, uno debe aceptarla on todas las consecuencias o abandonarla. Si no es así, no veo razones para seguir teniendo una función pública con un status de derecho público.

La laboralización de la función pública muestr hoy día sus resultados. Efectivamente durante la transición había en españa "trabajadores de la administración" porque era mas progre, y se rebelaban contra ese estado malvado. El problema es qeu con el advenimiento de la democracia seguimos creyendo en el mito del Estado malvado, y ahora la gente solo postula su entrada en la función pública, no para SERVIR al interés general, no porque tengan una ideología de servicio, sino porque es la única forma de tener un puesto asegurado para toda la vida. Por eso la gente se escaquea del puesto de trabajo, desayuna tres veces y fichan una por una docena, sin que pase abslutamente nada. Por eso cuando usted va a un ventanilla o a la secretaría d ela universidad, en lugar de desvivirse por facilitarle las cosas le dicen que se van en 30 minutos y no pueden atenderle...

Por otra parte, no estoy hablando de como son las cosas, sé perfectamente que el derecho de sindicación está validado para la función pública. Lo que intento explicar es que no hay por donde cogerlo jurídicamente, y que su supresión no supondría ningun problema en principio. Si hay tanta gente qeu oposita, no creo que sean tan terribles las condiciones de trabajo.

José, las situaciones que expones son de rigurosa ilegalidad antisindical y serían ganadas ante un tribunal. ¿no te suena el principio de no discriminación? Una buena parte de la jurisprudencia del supremo sobre este asunto trata sobre discriminación por el hecho de pertenecer a un sindicato.

Anónimo dijo...

José, las situaciones que expones son de rigurosa ilegalidad antisindical y serían ganadas ante un tribunal. ¿no te suena el principio de no discriminación? Una buena parte de la jurisprudencia del supremo sobre este asunto trata sobre discriminación por el hecho de pertenecer a un sindicato.

Sí y no, citoyen, sí y no. Los delegados sindicales no promocionan intérnamente. Es así, un hecho empírico como una casa de Pagès, o eso o forman parte del "amarillo" o se han vendido, pero el que hace sindicalismo serio sabe que no va a promocionar. ¿Que alega el delegado sindical? ¿que no promociona por serlo? la empresa dirá, no promociona porqué hay otros que tienen una dedicación completa al puesto y han podido adaptarse y mejorar sus habilidades. Es así, símplemente. Y los delegados de la función pública pasan a tener los complementos de destino más bajo.

Respecto a la laborización del funcionariado te lo respondo más tarde. Pero te adelanto una cosa, un 30% de la ocupación no puede ser totálmente vocacional, cuando necesitas 1.000.000 de administrativos, técnicos, cuadros, bedeles, etc... no puedes exigirles "vocación". Es un trabajo. La vocación está en los jueces, en los regidores y diputados, en los cargos de confianza, pero no en los funcionarios, lo siento. NO. Ni siquiera los cuadros técnicos de los sindicatos se nos puede exigir vocacionalidad, sinó profesionalidad. Yo como consejero de distrito pido a mis técnicos que sean profesionales no vocacionales, que cumplan con sus obligaciones profesionales, que tengan capacidad técnica, no que quieran echarle horas al trabajo de por sí. El que la tengan además es un lujazo, como en la crisis del Carmel donde los técnicos del distrito trabajaron muchas más horas de las que marca su contrato (igual que los políticos locales), pero eso es un "a más a más" no lo esencial. Lo esencial es que sepan hacer su trabajo y lo hagan, y como a todo profesional se le puede pedir que vaya un poco más allá de lo que pone en el papel, pero son trabajadores.

Citoyen dijo...

Claro josé, por eso yo defiendo que esos colectivos no deben tener status de funcionario y que solo la gente que ejerza funciones de alto contenido técnico o de mucha responsabilidad deben tenerlo.

Los chofers, bedeles, secretarios, servicio de limpieza y demás no deberían tener, en mi opinión status de funcionario.

Por otra parte, si lo puedes exigir, puedes sustituir el sistema de oposición ciega como hay en españa, por uno que afine mas, como el de concurso, con entrevista personal (un poco en la honda de las oposiciones a cuerpo diplomático o TAC), pruebas de cultura general, etc... Es cierto que pierde en transparencia y objetividad, pero es tan cierto como que lo qeu hay ahora no es tampoco del todo justo.

Citoyen dijo...

En cuanto al asunto de los delegados sindicales, así dicho, tiene mucha mas lógica :) ¿ves como tenía una explicación? Mas dedicación, mas promoción, es jurídicamente muy explicable ¿no?

Eso no es un ataque a la libertad sindical, porque no te discriminan por el hecho de ser sindicalista, sino por el hecho de dedicar menos tiempo a la empresa. Lo cuál es totalmente distinto.

Anónimo dijo...

A Egócrata:

Aclarado.

A Citoyen:

Las anomalías jurídicas lo son si lo son con respecto a cualquier otro derecho vigente, y la anomalía jurídica es, precisamente, que no haya derecho a huelga, porque no corresponde con ningún derecho vigente, porque en todo el derecho vigente el derecho a la huelga es algo nítidamente reflejado, evidente e incuestionable lógicamente.

Sino, intrinsecamente, no puede ser una "anomalía" ... a menos que te refieras a que no tiene absolutamente nada que ver con tu concepción de las cosas ,entonces no es una "anomalía", es una discrepancia, que no tiene absolutamente nada que ver.

Las entrevistas sirven de muy poco, ni en el sector público ni en el privado, son tan absolutamente subjetivas que es un mero tanteo de sensibilidades, un riesgo asumible.

Las oposiciones tienen algo de tangible que las entrevistas nunca tendrán, y eso lo reconocen todos los jefes de personal hoy en día en cualquier país desarrollado.

La cuestión que expones es típica en este tipo de debates, pero está más que superada:

El derecho a la huelga es un derecho, sí, incuestionable, sí, pero tiene limites, como todos los derechos.

Existen los servicios mínimos, existe el arbitraje de sentencia obligatoria, y desde luego, las empresas tienen una serie de derechos, como por ejemplo no poner en riesgo la propia sostenibilidad financiera de la empresa, sus ingresos, etc.... todo esto esta reflejado en la Ley (eso si, hay que leersela claro).

Con lo cual el derecho a la huelga ni es una anomalía jurídica (la propia frase no tiene sentido) y por otro lado, ralla la falsedad documental afirmar que la Ley no refleja tambien los derechos de la empresa, y que los sindicatos pueden hacer lo que se les plante en los huevos solo porque exista el derecho a huelga, porque me temo que eso no es así.

Citoyen dijo...

Vamos a ver.

Hasta donde yo sé, la huelga está regulada en un decreto preconstitucional que está derogado largamente a golpe de jurisprudencia del constitucional. De modo que nosé de que "ley" hablas.

Digo que la huelga es una anomalía jurídica por lo siguiente. Las medidas de conflicto colectivo, como su propio nombre indica, tienden a manejar situaciones de conflicto. Por eso, tanto el cierre patronal como la huelga son anomalías jurídicas desde mi punto de vista. Es como legalizar la guerra en cierta forma, es como la legislación sobre lobbies que hay en Estados Unidos, es como un reconocimiento del sistema jurídico de su incapacidad para reglamentar.

Ojo, no estoy diciendo que no sea legítimo, justo o válido. Personalmente creo qeu ayuda a fortalecer la situación de inferioridad y a defender los intereses de los trabajadores, estoy diciendo que es anómalo respecto a lo que es el "juego normal del derecho" el derecho sirve para organizar la sociedad por criterios mas o menos fijos, no por el resultado la lucha entre dos grupos (que no depende de ningún criterio fijo, como pueden serlo la justicia, la conveniencia económica, etc...)En un sistema jurídico ideal, no habría huelgas porque el propio sistema de fuentes sería capaz de articular las formas de resolver los conflictos sin medidas de fuerza.

Y una vez más, no estoy diciendo que no sea legítimo, justo o como quieras llamarlo. Lo es desde luego. Soy consciente de que es una de las bazas de la negociación colectiva que por otro lado es esencial para que el sistema funcione bien. Pero eso no quita para que sea anómalo.

Por otra parte, yo no he dicho qeu deba hacerse solo por entrevista, he dicho que debe hacerse también con entrevista. Aunque también se pueden hacer tests sicológicos y establecer miles de asuntos similares. E incluso, aunque pueda haber funcionarios que entren sin vocación, tiendo a pensar que se les supone una vocación, una voluntad de servicio. Sino, efectivamente, deberían tener un status laboral, derecho de huelga que es el derecho previsto para los casos en que empleado y empleador tienen intereses contrapuestos y el primero actúa por cuenta ajena.

Anónimo dijo...

Citoyen, no estoy de acuerdo... los técnicos son profesionales, o eso yo ya me habría cargado a la técnica de prevención por hacerme la cama por los de otro partido minoritario de gobierno (manda huevos que un consejero de distrito tenga que ir a mendiguear un ordenador con acceso a la intranet municipal para poder coger una ordenanza que debería haberle pasado la susodicha técnica pero que prefiere no hacerlo (enviar un p*** mail)), pero que en cambio es una excelente profesional (aunque le falta un poco de esa profesionalidad que se hubiera visto para el caso anterior) y muy experta en su trabajo.

Si el tajo lo pegas más arriba te llevas ya a cargos de confianza. Y estos sí que deberían ser vocacionales y de servicio público, igual que los políticos. Estos están "fuera de convenio".

Las medidas de conflicto colectivo, como su propio nombre indica, tienden a manejar situaciones de conflicto.

Que suelen ser bastante comunes y ordinarias, o si no no habría todo un conjunto de mecanismos de conciliación para que el conflicto se canalice, o de mediación. Es en el derecho laboral donde aparecen las primeras (o al menos donde aparecen con más intensidad) alternativas al tribunal.

Respecto a los "límites de la huelga" los hay de facto, que importan más que los jurídicos pues la sentencia sale siempre muuuucho después de la ejecución de la huelga, y la prueba es que los servicios mínimos abusivos jamás han tenido repercusión las sentencias, como por ejemplo los servicios mínimos abusivos que se convocan en caso de huelga general, con sentencia favorable a los sindicatos... 3 meses después de la realización de la huelga. Y así ad-nauseam.

Citoyen dijo...

Bueno, efectivamente, desde mi punto de vista esa señora no debería tener un puesto de funcionaria :). Me vas a decir, que te veo venir, que entonces nos quedaríamos sin funcionarios. Con el sistema actual sin ninguna duda. Por supuesto, unas instituciones se complementan las unas con las otras.

Si desde los poderes del Estado se promocionara con mas fuerza la vocación de servicio, no en los funcionarios, sino en todos los ciudadanos, por supuesto que habría mas gente con vocación de funcionario. Nunca he entendido, por ejemplo, la ley de supresión del servicio militar, en mi opinión debiera haberse instaurado un servicio civil obligatorio (que tal pasar un par de años en una ONG, o en los servicios sociales...). Con el fin del franquismo se terminó aquéllo de "formación del espíritu nacional", yo tampoco entiendo porque no se sustituyó por una institución análoga perorelacionada con la democracia (que tal "Formación de la concincia ciudadana"?).

Bueno, sé que me van a decir que estoy chalado por querer montar un sistema así, pero repito que si no es por esta razón, no veo ninguna para que deba haber un derecho de la función pública.

No me has entendido. Por anómalo no me refiero a propio común, me refiero a que es algo que no va en consonancia con el espiritu del derecho que es precisamente sustituir las relaciones de fuerza por su acomodación mecánica a una serie de principios (la igualdad, la justicia, o los que sean propios al ordenamiento). Voy a ponerte un ejemplo, que cara pondrías si para ver quien lleva razón de responsabilidad civil por ataque daño al honor de una persona, en lugar de llevar adelante un procedimiento probatorio y un juicio con todas las garantías, se forzara a los contendientes a batirse en duelo y se diera la razón al que gane. Ese duelo podría estar regido por reglas jurídicas (no atacar por la espalda, dar la mano antes de batirse...), pero seguiría siendo el resultado de una confrontación, no un proceso lógico deductivo regido por los principios rectores del ordenamiento (en el caso de la institución del ataque al honor, el derecho al honor).

Bueno, las medidas de conflicto colectivo tienen ese mismo espíritu. Se establece una especie de fair play violento (algo así como si en el duelo jugaran con espadas de mentira), pero el resultado del conflicto sigue regido por un resultado que no tiene por qué adaptarse a la justicia, la equidad o cualquier otro principio (depende de la reivindicación, si es salarial debería ser el derecho a un salario justo, si es por las condiciones de trabajo, el principio sería el de la higiene en el trabajo...).

Lo lógico, sería que un juez o un arbitro resolviera el conflicto de acuerdo con una serie de principios (son esos principios los que garantizan que haya justicia, principios que se adaptan de forma idéntica a todos en razón de si situación personal y no de la fuerza de negociación). Claro, eso no es posible porque es muy complicado ver quien tiene cada vez razón así que se establece un sistema de negociación colectiva como el que tenemos. Pero sigue siendo un sistema anómalo con la lógica jurídica, un sistema parche si quieres.

En cuanto a los límites de la huelga. Bueno, no veo donde está el problema. ¿Cuál es la crítica? que las sentencias no sean mas rápidas? ¿que sea el ejecutivo el que fije los servicios mínimos? ¿que haya servicios mínimos? concreta más por favor.

Anónimo dijo...

Lo lógico, sería que un juez o un arbitro resolviera el conflicto de acuerdo con una serie de principios (son esos principios los que garantizan que haya justicia, principios que se adaptan de forma idéntica a todos en razón de si situación personal y no de la fuerza de negociación).

Citoyen por favor.. ¿cómo?, ¿dejar la negociación colectiva a un arbitrio constántemente?. Creo que fráncamente es llevar el juxpositivismo al extremo. La negociación colectiva cuando requiere presión es para forzar a las partes a un acuerdo y mostrar reálmente la fuerza con la que cuentan. Es una "negociación" y en ella hay unos parámetros legales como la legislación laboral, pero dentro de la negociación hay relaciones de fuerza que se pueden o no mostrar. El derecho no puede sustituir toda la capacidad negociadora de las partes. Para ello hay bastantes mecanismos en el derecho laboral como el arbitraje, la mediación y el propio Tribunal Laboral para garantizar los mínimos y máximos de la negociación, pero el resto recae a las partes.

No puedes sustituirlas mediante ordenamientos jurídicos, y la huelga es una forma en que la parte empleada puede escenificar su fuerza. Es querer judicializar la vida misma. La negociación requiere a veces escenificar la fuerza de cada parte, y dentro de los marcos legales que impiden por ejemplo que te quemen la fábrica, los trabajadores la muestran por ese mecanismo. ¿Crees que es superior el arbitraje a la negociación? ¿estás tú seguro de ello?, ya me lo dirás si logras judicializar toda las relaciones laborales cuando las partes no lleguen a acuerdo. Por suerte los laboralistas creen en otros mecanismos que no son ni sentencias ni arbitrajes: la mediación y la negociación.

Respecto a lo de las huelgas generales. Hay sentencias y jurisprudencia que favorecen a los sindicatos. Pero estas son inaplicables. Cuando salen la huelga se ha hecho y los servicios mínimos aplicados que son según sentencia abusivos se han realizado. ¿No lo entiendes?, ejemplo sencillo, huelga general del 20-J del 2002, la sentencia favorable a los sindicatos sobre los servicios mínimos salió a inicios del 2003. Geniál, la huelga ya estaba hecha y los trabajadores que tenían servicios mínimos abusivos no pudieron participar. ¿Que puede restaurar la sentencia?, nada.

Anónimo dijo...

un sistema parche si quieres

Jo, citoyen por eso están creciendo los mecanismos de mediación y no los de arbitraje, porqué todo lo que no es ordenamiento jurídico es un "parche". Mira Citoyen, el ordenamiento jurídico no va a sustituir y no es ni siquiera positivo que sustituya los mecanismos de negociación colectiva. ¿O vas a dictaminar por sentencia o ley todos los salarios?, entonces estás pasando a un sistema legal que planifica la economía, cosa que como socialdemócrata deberías rechazar. Una cosa es hacer medidas intervencionistas y otra es que un juez dictamine cuanto pueden cobrar los operarios de SEAT. Ya hay mecanismos de control público y legal: por ejemplo los mecanismos del ERE que requieren un control de la autoridad laboral, o los arbitrajes y laudos cuando es imposible el acuerdo después de un tiempo de huelga. Pero son casos extremos, casi todo se resuelve por mediación o negociación. Si fuera como tú dices, un juez tendría que estar al día de las cuentas de cada empresa, de la dinámica de cada sector, y además conocer las demandas laborales al 100%, conocer la situación de la plantilla para saber si estas demandas son justas o no; también saber si reálmente la sentencia destruirá o expulsará la actividad económica cosa que no es ni justa ni aceptable. También significa saturar los tribunales, porqué se negocian miles de convenios al año.

No sé Citoyen, entiendo que como jurista de formación y de esencia, como republicano convencido creas tanto en los mecanismos del ordenamiento jurídico y legal para solucionar los conflictos entre las personas, pero creo que hay ámbitos donde estos son insuficientes e incluso contraproducentes. No, la NC no es un parche, es un mecanismo tan legítimo y útil como el ordenamiento legal y forma parte, a través de la constitución y la legislación del ordenamiento jurídico del país. Si no, los convenios no serían publicados en los diarios oficiales autonómicos y no tendrían rango de ordenanza o decreto autonómico. Los convenios se suman al ordenamiento jurídico y legislativo, a pesar que nacen del acuerdo de partes y no de principios jurídicos superiores.

Citoyen dijo...

José, o tu no me has leído bien o yo me expreso como el culo.

He dicho, si te fijas, que efectivamente es legal qeu haya negociación colectiva (la palabra legítimo no me gusta, cada uno le da el significado que le gusta más). He admitido igualmente que efectivamente no es posible organizar los conflictos colectivos de acuerdo con las leyes, porque es materialmente imposible.

Sin embargo, y ahí es donde está mi crítica, es que no es de la propia esencia del derecho regirse por relaciones de fuerza, sino organizar de acuerdo con una serie de principios que combinados fundamentan las decisiones de justicia. Hablo de derecho y no de sociología ni de hechos.

No estoy defendiendo la economía planficada, estoy defendiendo que es anómalo, dentro de un sistema jurídico, una solución por relaciones de fuerza renunciando a resolverlo por decisiones basadas en principios legales.

Es legítimo, útil, eficaz, hasta es jurídico... Estoy de acuerdo, pero es anómalo (como lo es un trébol de cuatro hojas, lo que no significa que haya que extinguirlos) que en todas las demás ramas del derecho se resuelvan los conflictos gracias a principios jurídicos y en el campo laboral por relaciones de fuerza.

Explico, si te fijas el contexto en que hice la afirmación, que es justificable que en un determinado ámbito, concretamente el laboral, exista un derecho de huelga, justificable desde el punto de vista político, pero que esa justificación desaparece en otros cuadros (concretamente el de los funcionarios) donde la justificación dialectica de la huelga y la negociación colectiva (y de todo el derecho laboral) no existe porque la función del funcionario es servir al interés general (al menos esa es la justificación por la que tienen un status privilegiado) y estos no pueden tener (jurídicamente hablando) intereses contrapuestos a los de la administración (de hecho, ni siquiera hay contrato propiamente dicho).

Anónimo dijo...

Citoyen, será una anomalía en un ordenamiento jurídico reglamentista. Supongo que también es una anomalía los servicios de mediación que están implementando los ayuntamientos para resolver conflictos entre privados (que normálmente irían al tribunal). La forma de resolver nuestros conflictos está evolucionando y no necesáriamente han de pasar por la judicialización, y de hecho los poderes públicos deben potenciar esos mecanismos de negociación y mediación.

intereses contrapuestos a los de la administración

Sí que los tienen, sin capacidad de ir a la huelga o de organizarse sindicálemnte los dejas en una mayor indefensión. Es creer que la administración siempre estará llena de dirigentes bien intencionados, y eso no es así, los casos de mobbing son una plaga en la administración pública. Sin sindicatos que proporcionen el derecho de información y que ayuden a los funcionarios a defender sus derechos estarían peor protegidos (sólo la imposibilidad de despido) que los trabajadores del sector privado. Por otro lado el conflicto entre servidor público y administración puede nacer en el tipo de organización de la jornada y de hecho es necesaria una dialéctica entre sindicatos y patronal siempre que se quiere hacer cambios de horario (para mejorar el servicio) de forma que queden compensados y estos se efectúen sin boicot por parte de la plantilla. De hecho estarías negándole a la administración que se beneficie de la utilidad de los sindicatos para mejorar la formación de los trabajadores de la empresa, de tener otro actor más que transmita la información a nivel de centro de trabajo y que sea capaz de captar las opiniones de los propios funcionarios, o la capacidad de mejorar la organización del trabajo con el sindicato. Ese factor positivo que incluso se lo vé el Banco Mundial, ¿porqué quieres negárselo a la administración pública?.

Tu visión si me permites, del entorno sindical está un poco viciada por los sindicatos franceses, donde la pseudo-comunista CGT es la mayoritaria, donde la sindicación en el sector público casi cuadriplica la del sector privado y con un índice tan bajo de afiliación (del 13%) y una crisis profunda del sindicalismo francés (aunque la CFDT está comenzando a salir) los hace defensores de privilegios y muy poco proclives a pensar en el bien común. Allí no se dará lo que ha pasado en Catalunya por el pacto de la sexta hora donde las centrales sindicales han aplacado sus federaciones de enseñanza y las han forzado a un acuerdo con la consellería de ensenyament.

Citoyen dijo...

No, no, no me has entendido. Digo que es anomalía resolverlo por la vía de la fuerza y la resistencia. Los mecanismos parajudiciales me parecen bien, el derecho no es solo, ni básicamente el derecho que emana del Estado, así que eso de "reglamentista" no es exacto.

Solamente, explico que los conflictos deberían resolverse, en la normalidad, de acuerdo con principios que inspiran el sistema (justicia, libertad, derecho a un sueldo digno, los que quieras...) no razón de " a ver quien aguanta más" o "si no cedéis iremos a la huelga". Eso lo digo, porque imagino que no soy el único que piensa que no existe una correspondencia entre la fuerza de negociación y la razón que se lleva. (un sindicato puede tener mucha fuerza de negociación y hacer peticiones desproporcionadas, una patronal puede ser muy fuerte y ser capaz de aplacar cualquier huelga aún cuando las condiciones que propone sean infames). Sin embargo, repito, como llevo haciéndolo desde el principio que es aceptable en determinadas condiciones.

Mi visión de lo que debe ser un funcionario niega que puedan existir intereses contrapuestos a los de la administración. Es posible que puedan existir intereses contrapuestos a los de su jefe de servicio, pero nunca a los de la administración. En esos casos, debe resolverlo los tribunales. Los abusos mas graves se resulven, no por la negociación colectiva ni a través de un sindicato, sino de forma individual ante el tribunal.

Pero si la misión de un funcionario es precisamente la de servir al interés general integrado en un cuerpo y en una estructura (que, estamos de acuerdo, en un sistema democrático tiene al mando al gobierno de turno, pero el debate democracia si democracia no, es otro debate creo), lo que carece de sentido es argumentar "si, tienen la misión de servir al Estado, pero dentro de lo que a ellos les venga bien". No, eso es un error profundo. Si existe un derecho administrativo de la función pública, es porque existe un servicio público que no obedece a las necesidades de sus integrantes sino a las del interés general. Sus integrantes han elegido ese status libremente, han elegido dedicar su vida a eso, en teoría porque tienen vocación de servir al interés general por encima de todo, no es de recibo que se planteen reivindicaciones contrarias al interés general ¿o sí?

Como te decía, es cierto que le interés general es apreciado por el partido político de turno, pero discutir eso es un debate fundamentalmente mas largo y profundo. El principio sigue siendo el mismo: usted tiene un status de funcionario porque usted quiere servir al interés público, luego usted no puede contraponer sus reivindicaciones al interés público.

En cuanto a las posibilidades de boicot por parte de la plantilla, me parece una buena razón para someterlos a un procedimiento de reinserción social por traición (meterlos en la carcel) o en caso de ser imposible, ser apartados definitivamente de la sociedad (pena de muerte-cadena perpetua)

En fin, exagero, pero es un asunto que me llega a lo mas hondo. Nuestra sociedad, el mundo en que vivimos ha perdido las ideas, las ganas de cambiar el mundo, el espíritu de servicio y solo se interesa por lo que les puede beneficiar a ellos, por aquéllo que protege su esfera de vida y eso es algo que me exaspera. Mi madre empezó siendo inspectora de trabajo porque quería defender el cumplimiento de la ley y el respeto de los derechos de los trabajadores. Hoy que es directora general en el ministerio del interior, ni siquiera se acuerda de cuando juró el cargo y yo recuerdo cada instante de la toma de posesión como uno de los momentos mas importantes de mi vida. La mayoría de los funcionarios no se acuerdan de cuando juraron su cargo, ni siquiera conservan la foto en el despacho de cuando su jefe de servicio les tomó juramento. Incluso hay gente que jura el cargo "por imperativo legal". Hay un sin número de personas que solo oposita porque "es empleo para toda la vida bien remunerado" y que solo sueñan con parasitar a la administración. Estamos creando una laboralización de la administración, una alienación permanente e irreversible del espíritu de servicio.

Yo defiendo que el status de funcionario no es una derogación a la igualdad entre trabajadores, por esa razón creo que deben tener un status, no privilegiado, sino simplemente distinto, un status que se justifique con las obligaciones exorbitantes que implica servir al interés público. Si esto no va a ser así, me parece perfectamente defendible que la administración despida a todos sus funcionarios y los sustituya por trabajadores, comience a hacer contratos temporales y que los trabajadores se sindiquen para defender sus derechos, ahora sí, contrapuestos a los de la administración. Pero lo que es infumable es el "ni lo uno ni lo otro".