El otro día me quejaba amargamente de la puta manía de los políticos americanos de querer combatir el calentamiento global y la dependencia energética a base de subvención comunistoide, no con un mucho más sensato sistema de precios.
Hoy, para ponerme de buen humor, el New York Times informa como un nutrido grupo de legisladores andan todos ocupados tratando de arreglar el problema con exactamente esa misma receta... dando subvenciones a la industria del carbón, para que fabriquen petroleo usando esta horrendamente contaminante fuente de energía. Estupendo, oiga; ahora crearemos emisiones no sólo quemando gasolina, sino también fabricándola. Sí, prometen esas maravillas tecnológicas de capturar el carbono e inyectarlo en el suelo, algo que ya deberían estar haciendo ahora si son tan limpios y que no veremos hasta que no les obligue algún gobierno.
En fin, nada que no me esperara. Después se extrañan que sea un problema tan "difícil".
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