viernes, octubre 26, 2007

Trolleando compulsivamente

Cuando un partido político empieza a tomarse eso de utilizar todas las leyes del sistema como si fueran una piñata de forma realmente estricta, hay poco que hacer.

El partido socialista pasó hace unos meses una par de leyes que hacían del sistema político español algo un poco más razonable de lo que era antes; los órganos más importantes del sistema judicial pasaban de ser escogidos por mayoría simple (es decir, casi directamente por el gobierno) a necesitar dos tercios en el congreso, requiriendo consenso con la oposición. En un mundo normal, racional y razonable, el partido en minoría vería esto como una agradable sorpresa: ha pasado de no tener nada que decir en nombramientos cruciales a tener capacidad de veto. El gobierno básicamente se ha atado las manos, obligándose a tener que repartir sus nombramientos entre amigos y propuestas de sus rivales para mayor gloria de la pluralidad democrática.

Pequeño problema: ¿qué pasa si el partido de la oposición tiene ahora mismo mayoría en los órganos a renovar, y bien pocas ganas de respetar formalidades?. Ya lo he comentado una y otra vez (sí, me repito), pero lo del PP está ya bordeando el ridículo. En el Consejo General del Poder Judicial, órgano que controlan, llevan 11 meses negándose incluso a simular que pretenden llegar a un acuerdo, encontrando siempre alguna excusa para salir de la habitación. En el Constitucional, tras clavarle un recurso a toda ley que se moviera creyendo que tenían opciones, se dieron cuenta que para lo que les asusta y excita (para la derecha ultimamente esto es equivalente), el estatuto catalán, estaban en mala situación, y se liaron a recusar gente a espuertas, a la vez que bloqueaban cualquier nuevo nombramiento.

El gobierno se ha hartado de tanta chorrada, y en vista del riesgo de perder debido a vetos y recusaciones de la minoría algo ya aprobado en referéndum, se ha lanzado a hacer el troll con igual entusiasmo, con aún más recusaciones. ¿La reacción del PP? Si el constitucional no es mío, no es de nadie; a recusar a todos hasta que se quede vacio.

En otras palabras, prefieren dinamitar el sistema de control de constitucionalidad del estado antes que arriesgarse a que no les den la razón. El estatuto catalán, el matrimonio homosexual, todas esas leyes que los populares consideran malvadas, crueles, destructoras de niños, preciosos fluidos corporales y la Unidad de Destino en lo Universal es mejor que estén activas, en aplicación y haciendo el mal a que alguien contradiga sus profecias. Parece que lo que el PP no tolera no es que el PSOE pase leyes que le parecen mal, lo que no toleran es que alguien les diga que están equivocados.

Andan siempre en lo mismo. La estrategia de oposición de Rajoy, Acebes y sus jefes en la Cope y LD no es ser alternativa de gobierno, es proclamar de forma ruidosa que ellos son la verdad y la vida, y todo el mundo anda equivocado. Todo lo que sea votar con el enemigo es síntoma de debilidad, y debilidad es lo último que deben mostrar. No la mostraron tras el 11-M (¿equivocarme, yo? ¡nunca!) y no lo mostrarán ahora. La maravillosa e infinita arrogancia del perdedor.

Así no hay quien hable, oiga. Nos podemos ir olvidando hacer nada hasta marzo. Lo más patético es que al gobierno casi que le irá bien; los que temían que una sentencia negativa sobre el estatuto condicionara las elecciones ya pueden dejar de preocuparse. En su ansia de garantizar como sea una mayoría, el PP ha asegurado que el tribunal no se meta en política en lo que queda de legislatura.

5 comentarios:

Alex Guerrero dijo...

¡No es eso! ¡Es que al PP no le interesa ya que el tribunal se pronuncie sobre el Estatuto y otras cuestiones!

Se ha contradecido tanto en su guerra a ultranza de aquellas cuestiones estatutarias catalanas (el término nación, el intrusismo, etc), que ahora que están reproducidas total o parcialmente en cada estatuto posterior aprobado (sólo recuerden el Valenciano y el Andaluz), si el TC derribara el catalán, que no lo haría, se llevaría con ello a los otros.

Pero los miembros del tribunal, que aunque no deben miran por el rabillo a lo que sucede en la política antes de decidir, saben que si el PP ha pasado cosas en otras CCAA que criticaba para Cataluña, no pondrá demasiado el grito en el cielo si el Tribunal no encuentra indicios de inconstitucioanlidad graves.

Excepto FJL, claro...

La solución del bloqueo del TC es win-win para PP y para PSOE.

zarevitz dijo...

A ver, pero sólo se bloquea respecto del recurso contra la reforma de la Ley Orgánica del TC.

En el recurso contra el Estatuto catalán, siguen vivos 11 magistrados; y en el recurso contra la ley de matrimonio, siguen vivos los 12.

Paradójicamente, a quien más beneficia el bloqueo del Tribunal en el recurso de la reforma es a quien favorece el statu quo ante: es decir, a quien quiera que la ley siga en vigor durante un tiempo más (hasta que se renueve el Tribunal o quién sabe). Casas seguirá siendo presidenta sine die y conservará durante ese tiempo el voto de calidad.

Vamos, que los del PP intentan ser más tontos y no lo consiguen. (Como realmente no son tontos, me parece que el post describe bien los objetivos del PP o de quienes rodean al PP.)

Anónimo dijo...

El PP ha logrado que todo el mundo esté convencido de que la justicia es un cachondeo. La oposición que está realizando Rajoy esta legislatura no deja títere con cabeza. Vaya tela!

Anónimo dijo...

Solo un apunte, el estatuto valenciano no es posterior al catalán. De hecho fue un estatuto-gatillazo, un "pensat i fet" además de una chapuza jurídica y política al servicio de la campaña contra el estatuto catalán (con decir que se deroga a sí mismo...entendereis de que hablo cuando hablo de prisas)

Alex Guerrero dijo...

Cierto Taronget. "Se me fue la olla", como al neng de la Colonia Güell.