jueves, octubre 18, 2007

Introduciendo ruido para reventar mercados

En esta bitácora me tomo muy, muy en serio los costes de transacción. Empezando por el precio de la corrupción y pasando por el estado de las carreteras hasta llegar a los efectos que produce tener un mercado lleno de productos difíciles de evaluar (o comprender), me he pasado un buen rato señalando qué lleva a los mercados a funcionar mal.

Los costes de transacción, sin embargo, no son siempre necesariamente malos. De hecho, hay veces que las autoridades añaden ruido y barreras arbitrarias en algunos mercados para hacer que su funcionamiento sea mucho menos ágil. El ejemplo más claro es en mercados de productos ilegales, como drogas o prostitución; el estado prohibe, persigue y trata de obstaculizar el comercio a base de poner puertas al campo. Las leyes de la oferta y la demanda, evidentemente, son bastante más tozudas que lo que la policia y los moralistas conservadores, así que a menudo los resultados son incluso contraproducentes.

En algunos mercados, sin embargo, introducir ruido es relativamente sencillo y sus efectos puede que sean más potentes; el caso más claro es en aquellos mercados que dependen en el intercambio de información por encima de todo. Lo hemos visto estos días en el mercado de crédito, donde unas cuantas agencias de calificación puntuando sin prestar atención han creado problemas graves. En la otra cara de la moneda, algunos espíritus emprendedores pretenden reventar los mercados ilegales en internet de venta de información (tarjetas de crédito, números de seguridad social, etcétera) a base de introducir información errónea, agentes falsos y productos rotos/erroneos.

¿Funcionará? La verdad, no lo sé, pero es una aproximación interesante. Si se hace más y más difícil conseguir información sobre la validez de los agentes en un mercado, uno necesita tener mayores márgenes de beneficio para que entrar en él. Haciendo el coste más alto y el riesgo de pillarse los dedos mayor probablemente reducirá el volumen de transacciones, y creará a la vez otro grupito de emprendedores creando mecanismos aún más elaborados e incómodos para determinar quién va en serio y quién no.

Lección a aprender: quizás es más efectivo tener a gente vendiendo aspirinas en discotecas que prohibir las drogas de diseño. A saber.

1 comentario:

Anónimo dijo...

El tema de los costes de transacción adquiere un papel importantísimo en muchos ámbitos como en los de la economía de organizaciones, los mercados o en economía pública. Ahí está la importancia que está adquiriendo la Nueva Economía Institucional.

Lo que apuntas de los costes de transacción "positivos" (por así llamarlos) y sus efectos puede ser una posibilidad a explorar. Siempre estamos dandole vueltas a las opciones para reducirlos pero, efectivamente, a lo mejor hay que empezar a ver la otra cara.