Llevo unos cuantos días sin hablar de las primarias americanas, en gran parte porque los habitualmente aburridos partidos españoles llevan una semana larga dándome material, pero también porque las noticias no es que sean demasiado excitantes. Para decepción general de los medios americanos las primarias no se han convertido en una larga serie de épicas batallas con resultados rotundos y devastadores, si no en una predecible larga guerra de trincheras sin ganador inmediato.
Eso no significa que demócratas y republicanos anden igual de confusos; por una vez parece que los progresistas están menos obsesionados con en liarse a tortazos entre ellos. Veamos cómo están las cosas.
Los Demócratas
Con la carrera por la presidencia del partido demócrata reducida a un duelo al sol entre Hillary y Obama (Edwards sigué ahí, pero parece que sin ir a ninguna parte), los demócratas sólo han votado en Nevada desde el último post. Ganó Hillary, por bien poco, haciendo el resultado bastante irrelevante, aunque los sondeos señalaron un par de detalles preocupantes para Obama.
Uno, parece que las mujeres que le votaron en Iowa fueron una especie de accidente. Dos, si bien está ganando el voto afroamericano fácilmente, está sacando resultados muy mediocres en el electorado blanco. Y tres, y casi el más triste, el voto latino está resultando ser un desastre.
Desde hace tiempo existe una tensión más o menos implícita entre la comunidad latina y la afroamericana en Estados Unidos. Los hispanos son (¡somos!) la minoría más numerosa del país, y en los estados y ciudades donde la población es importante la rivalidad por el poder político y los recursos es intensa. Si se añade un cierto racismo a veces poco disimulado de parte del electorado latino (no tiene otro nombre), y el hecho que Obama no parece acabar de cuajar su mensaje en el electorado con menos ingresos... bueno, tenemos malos resultados en las encuestas para Obama en este grupo. Esto es un problema para el supermartes en febrero, cuando votan dos Estados grandes con enormes poblaciones latinas, Nueva York y California. Se menciona poco, pero parece que le está haciendo daño.
Lo que parece claro es que hasta el mencionado supermartes no se puede hablar nada. Carolina del Sur está perdiendo importancia, o eso parece; Hillary ha dejado de hacer campaña ahí, dando el estado por perdido. Lo que me lleva al otro elemento curioso de las primarias demócratas: quien está haciendo campaña en Carolina del Sur es Bill Clinton.
Parece que Hillary está haciendo el modelo PP-Aznar-Cascos de ataque político, aplicado a la política americana. Los candidatos americanos son habitualmente la única cara de su campaña; tanto atacan como tratan de parecer estadistas. En el caso de Hillary, sin embargo, se pueden permitir el lujo de tener a la candidata únicamente trabajando para dar propuestas y parecer presidencial, mientras que usan a todo un expresidente para repartir sopapos dialécticos. Cosa que evidentemente pone a Obama de los nervios, ya que tiene que perder el tiempo contestando a uno y no hablando de lo que él quiere.
Me parece muy curioso (y la verdad, bastante patético) que los medios de comunicación americanos no hayan criticado esto. La verdad, la campaña es sobre Hillary, no sobre Bill; no se escuchan críticas a este absurdo que la democracia más antigua de la tierra tenga a políticos actuando como una dinastía. En fin.
Por cierto, es más que probable que el supermartes (cuando votan 22 estados el cinco de febrero) no resuelva nada. Los demócratas dan sus delegados de forma proporcional, así que la distancia entre "ganador" y "perdedor" puede ser pequeña. Veremos.
Los republicanos:
Siguen cuatro, aunque opciones, lo que se dice opciones, sólo las tienen tres y medio. Primero, Fred Thompson lo ha dejado; ya dije que era un candidato flojo y me ha acabado dando la razón. Por lo que respecta al resto, Huckabee sigue sacando resultados aceptables, pero no va más allá; parece que se ha encallado y sólo atrae al voto religioso. Los rumores dicen que su campaña está a cero de saldo, y que ahora ya piensa más en ser simpático y que alguien le nomine candidato a vicepresidente que otra cosa.
Queda McCain, Giuliani y Romney. Este fin de semana en Florida veremos si Giuliani tiene futuro; es el primer estado en el que se vota en que el tipo ha hecho campaña. Las encuestas le dan resultados de funeral político, así que puede ser que su "brillante" estrategia de ignorar los estados que votaban temprano le saldrá rana.
Romney y McCain parece que son los dos supervivientes, y parece que no serán capaces de ganar Florida de forma convincente. Todo, todo, todo se va de nuevo al supermartes... o más tarde. La pesadilla de los republicanos (candidatos que empatan en delegados y que todo dependa de la convención) está cada vez más cercana. Y eso con Giuliani palmando, que no se sabe nunca...
A todo esto, Connecticut empieza a recibir anuncios electorales al fin. Romney pasó algunos en octubre (ni idea por qué), pero ahora son ya más serios. Obama for President, dicen. Ya era hora.
No hay comentarios:
Publicar un comentario