miércoles, julio 16, 2008

Argentina o la clásica tontería fiscal

No sé si alguno lo habrá oído, pero por Argentina andan otra vez entre cacerolazos y pancartas. El origen de las protestas esta vez no es un corralito o controles de capitales, sino una medida política que le sonará a cualquier persona que conozca un poco la historia del país: los aranceles a las exportaciones agrícolas,bajo el eufemismo de "retenciones móviles".

Es una medida de política en principio cargadita de buenas intenciones. La idea es simple: el precio de los alimentos ha subido muchísimo a nivel internacional. Los agricultores están exportando mucho y haciéndose ricos, mientras que en las ciudades la gente no puede pagar esos precios. Para evitar que eso suceda, forzamos a los agricultores a pagar un impuesto cuando exporten para que les sea menos rentable, exporten menos, y vendan más barato en casa.

¿El problema? Es una sonora estupidez. Lo que sucede es más bien lo siguiente, simplificando un poco:

1. El impuesto obliga a los agricultores a reducir sus beneficios si quieren exportar. No pueden vender por encima de precio de mercado nadie les compraría nada), así que si quieren vender fuera, se comen ellos la tasa.

2. Si deciden no exportar, tienen un volumen de produción "X" que es el de un país exportador de alimentos; muchísimo más que lo que demanda el país. La oferta de productos agrarios es gigantesca, así que el precio de mercado de esos productos dentro de Argentina se derrumba.

3. Los agricultores dicen que una mierda van a estar produciendo burradas de comida que no pueden vender en el exterior, donde los alimentos están caros, y que deben vender perdiendo dinero a patadas en el interior, porque hay un exceso de oferta galopante. No son imbéciles. Por lo tanto, no producen.

4. Los mercados dentro de Argentina se quedan sin comida.

En el sentido estricto, el paso "2" es una abstracción; los agricultores dejan de producir cuando ven el arancel, ya que saben que si mantienen el nivel de producción exportador perderán dinero a espuertas. El resultado es de hecho el mismo; nadie va a producir por debajo el precio de mercado, ya que sencillamente no sale a cuenta. A medio-largo plazo, el desabastecimiento provocaría una subida de precios dentro del país, que haría aumentar la oferta poco a poco. Sin embargo, el resultado final sería un país con precios algo inferiores al mercado internacional (por pura lógica económica) que no exporta y produce mucho menos.

Es el viejo conflicto de siempre en Argentina entre clase obrera urbana y el hiper-productivo sector agrícola cuando hay un boom exportador; no es la primera vez que un peronista tiene esta "brillante" idea de aranceles. Desde el punto de vista economíco, es una tontería bastante obvia, y que produce el resultado anticipado por un modelo económico de primero de carrera.

¿Por qué se escoge este impuesto y no otro al intentar redistribuir? Alex, de La Moqueta, sabe bastante más que yo de esto, pero la idea general es que es mucho más barato políticamente. Si queremos ayudar a los pobres a comprar comida, podemos hacerlo a base de artefactos arancelarios, o ayudándoles a comprar comida directamente, dándoles vales o ayudas directas para alimentos. Hacer lo primero es fácil; impuesto sobre exportaciones que sólo pagan directamente cuatro gatos, tiene un coste político cero, y es muy fácil de gestionar. Hacer lo segundo necesita un impuesto general, un control aceptable sobre quién necesita ayuda, y es más difícil de aplicar.

Si eres Peronista y tu base de poder es clases trabajadores urbanas, ¿qué harás?. Arancel al canto, y puedes echar la culpa de tus males en el espantajo tradicional del partido, el malvado terrateniente que se lleva todo el dinero. No es que sea una buena medida económica, pero no vamos a pretender que los políticos argentinos se preocupan por estas cosas a estas alturas.

9 comentarios:

R. Senserrich dijo...

Y hay vida inteligente en el (senado) argentino: tras 18 horas de debate, los aranceles han sido abolidos.

http://www.nytimes.com/2008/07/18/world/americas/18argentina.html?hp

Yaaaay!

Anónimo dijo...

Inteligente, puede ser. Pero no hay que celebrar mucho. El voto salio empatado a 36 y tuvo que desempatar el vice del Senado. Hay dos paises en el senado (te suena? red states and blue states?)

Que se agarren ahora, porque los problemas siguen.

No digo que el gobierno de Cristina vaya a caer, pero bueh... para ponerlo en terminos futboleros: El gobierno quiso tirar la trampa del offside confiando que el juez de linea iba a levantar la bandera, pero la bandera no se levanto. Ahora la defensa esta quebrada, y los otros siguen camino al gol. Hay que ver si la defensa vuelve rapido, o se quedan como estupidos levantando las manos pidiendo posicion adelantada :)

Anónimo dijo...

Para tener una política seria de redistribución hay que tener una administración fiscal lo suficientemente competetente y eficaz. Como bien dices, estas medidas parecen expolios y además son ineficaces.

Julian dijo...

A proposito, la cobertura de Clarín aqui:

http://www.clarin.com/diario/2008/07/17/um/m-01717007.htm

Alex Guerrero dijo...

La eterna "incapacidad" argentina de aumentar el impuesto sobre la renta. Si realmente la agroindustria se está haciendo de oro, ya hay tasas a las empresas y a los individuos que absorben parte de ese boom. Bueno, debería haberlas. Pero cuando tu administración tributaria no está acostumbrada ni se han instalado los medios para "supervisar" (monitoring) a los ciudadanos, es más fácil poner a un tipo de aduanas en el puerto a cobrar la tasa.

Anónimo dijo...

Pero tampoco se puede esperar mucho de una política fiscal redistributiva.
En Europa la tenemos y ya vemos lo que pasa: las grandes fortunas torean al Fisco todo lo que quieren y más. Que si sociedades limitadas, que si sociedades de capital variable, etc. La poca política fiscal distributiva real tiene lugar entre las clases media-alta y las demás inferiores.
Por tanto, si se llegara a implantar en Argentina, los "Botines" que se están lucrando con el mercado de los alimentos seguramente se saldrían de rositas.
Como en España y en el resto del mundo.

La verdad, no le veo salida al asunto. Pero si ya es bien triste padecer privaciones por la carestía de alimentos, más lo es en un país con amplio superávit productivo en ese sector.

Unknown dijo...

El problema de las retenciones fueron que en un princpios eran fijas, en torno al 44% de lo producido, más alla del nivel de producción de cada productor, lo cual de acuerdo a los argumentos de justicia social,esto no es del todo correcto. Ejemplifico, la rentabilidad de cordoba, santa fé, y entre ríos,es muy superior que el de resto de las provincias,la producción de trigo en estas tres provincias es un 100 o 150% superior al resto, y todos sabemos que no hay nada más injusto que tratar dos situacones diferentes del mismo modo.
Luego esta situación se modificó y se plantearon retenciones moviles, de acuerdo a los niveles de producción, pero el argumento de los pro-campo es que el nivel continuaba siendo alto, y aun pequeños produtores producian en rojo.
Para finalizar, no hay que olvidar que la Argentina forma parte del MERCOSUR,y en los estatutos de este, en su declaración de principios establece la libre circulación de bienes y servicios, de modo que se estaría violando esos principios.En ningún momento se consultó al restos de las naciones que integran el mercosur si aceptaban o no éstas retenciones.

Unknown dijo...

Me quedo algo en el tintero, al gobierno argentino le importa poco y nada la carestía de los alimentos,tiene una inflación del 20%, son puras mentiras de los peronistas camaleonicos,se mueven con ódio, como el aumento de los impuestos al gas licuado que exporta al uruguay, solo por diferencias con el gobierno uruguayo
En fin no llores por mi argentina...

Pablo dijo...

Hola desde Argentina... Aquí hay un consenso de que las retenciones (impuestos a la exportación) son útiles, aunque una mejor idea sería ir reduciéndolas de a poco mientras se mejora la recaudación de impuestos a las ganancias.

El argumento no era retenciones sí o no, sino más bien su nivel y qué se hacía con ellas. El gobierno las presentó como una forma de recolectar para redistribuir, y para contener los precios, pero sólo ha hecho lo de recolectar, y los precios siguen aumentando.

Además las retenciones van todas al Tesoro Nacional, no se reparten entre las provincias como los verdaderos impuestos, con lo cual se llegó a un estado nacional rico y provincias pobres cuyos gobernadores tienen que ir a prostituirse a Buenos Aires. Así es como Néstor Kirchner compró políticamente a casi todo el país.