Un ejemplo muy claro: España es el cuarto país de la OCDE en el que es más difícil abrir un negocio.
Esta es la clase de políticas que deberían poner a todo el mundo de los nervios. A ver, que se abran nuevas empresas es bueno. Crean empleo, hacen gente rica, la economía va bien, etcétera. ¿Por qué narices tiene que ser algo tan rematadamente lioso? Dejando de lado la legislación laboral (algo de lo que ya he hablado otras veces), que uno se tenga que tirar 45 días de ventanilla en ventanilla antes de abrir el chiringuito es ganas de poner las cosas difíciles a quien está haciendo algo que ayuda a todos.
Cambiar estas leyes es relativamente fácil. Gente en Moncloa como Miguel Sebastián han hablado de ello antes de entrar en el gobierno. ¿Por qué narices las cosas han cambiado tan poco? Es una medida pequeña, de las que nadie se entera, fácil de pasar, y que haría mucho bien por bien poco trabajo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario