Lüzbel escribe hoy sobre el sospechoso parecido de la verborrea de Losantos y allegados prediciendo una especie de fin de los tiempos permanente, mientras luchan sin descanso contras las hordas de idiotas y herejes que asolan el mundo, con otros discursos parecidos. Entre los ilustres parientes de palabras altisonantes hablando del desastre, tenemos los viejos comunistas revolucionarios, esos otros adoradores del dogma y fracasados habituales.
Las ideas y predicciones de hundimiento; una fe religiosa como cualquier otra. Cosas de neoconservadores. Vale la pena leerlo.
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