En estas largas, larguísimas primarias que los políticos americanos estan inflingiendo a su electorado, hemos añadido esta última semana dos nuevos candidatos. Esto aumenta el número de posibles presidenciables a 245 republicanos y 218 demócratas aproximadamente. Veamos quienes son estos individuos:
Bill Richardson, demócrata:
Aunque un servidor incluyó a Richardson en su lista inicial de candidatos, lo cierto es que el buen hombre se hizo de rogar cuatro meses antes de hacerlo oficial. Gobernador de Nuevo Méjico, ex-secretario de energía con Clinton, ex-embajador, ex-congresista, el tipo lleva 27 años en política, es según todo el mundo excepcionalmente brillante, y la verdad, bastante carismático. Las encuestas lo colocan de momento cuarto, por detrás de Obama y Hillary Clinton, y muy cerquita del para mí inexplicablemente bien posicionado Edwards. Richardson es por cierto medio latino (su madre es mejicana), algo que añade aún más diversidad a las primarias demócratas.
¿Tiene algún número? Si tuviera una casa de apuestas, lo cierto es que le daría un pago de 9-1, siendo generoso. No entra dentro del grupo de los imposibles (Dodd, mi osito de peluche), pero si el de los bastante improbables. Aún así, dicen las malas lenguas que el tío está en esto no para ganarse la nominación, sino para colocarse como vice-presidenciable. Obama está empezando a convertirse en un candidato con posibilidades; aunque Hillary sigue por delante en las encuestas sobre las primarias, en unas hipotéticas generales Obama sale mejor parado que su rival contra los republicanos. Richardson sería un vicepresidente "natural" a Obama, o eso es lo que se le supone a estas alturas.
Fred Thompson, republicano:
La mente colectiva de los medios de este país es realmente incomprensible. Fred Thompson es uno de esos políticos que por algún motivo que se me escapa se convierte por un extraño consenso como "la repera en vinagre" en la mente de los medios, y se gana una cobertura mediática positiva de golpe casi sin intentarlo.
Thompson tiene una de esas carreras políticas que un sólo ve en Estados Unidos. Senador por Tenesse durante ocho años (en los que no produjo nada remotamente substancial), el tipo es más conocido por su otro trabajo, el de actor secundario en la serie de televisión Law & Order. Lo cierto es que como actor no es gran cosa; su aspecto fiero y vagamente marcial hace que siempre le dieran papeles de políticos, almirantes o fiscales cabreados (a menudo en políticas espantosas), así que tampoco es que fuera monstruosamente popular.
Sin embargo, los medios americanos son como son, y siguiendo esa lógica infaliblemente infantil del columnista sabelotodo no han tardado en sumar "actor" + "republicano"= "¡Ronald Reagan!" y se han puesto a hablar de él a espuertas.
Y la verdad, el tipo no me parece que sea gran cosa. Es un republicano (sector conservador) de libro: anti aborto, pro derecho a llevar armas, pro libre comercio, anti inmigración, pro bajadas de impuestos. Nada que otros candidatos del mismo partido no ofrezcan, teniendo la mayoría muchísima más experiencia y muchísima menos coba mediática. Pero como esto de escoger basado en mérito parece no importarle a la prensa (a la vista está el mandril que tienen ahora en la Casa Blanca), pues Thompson es el que recibe más atención.
¿Tiene posibilidades? A saber. Lo cierto es que le daría un 6-1; muchísimas más que Richardson. Veremos si su oratoria y su cara presidencial sobrevive al contacto con el mundo real; no creo que sea gran cosa, pero nunca se sabe.
El (no) candidato... por ahora: Al Gore, demócrata:
El tío sigue haciéndose el remolón. La verdad, no me atrevo a decir si se presentará o no; soy notoriamente malo haciendo predicciones. Lo cierto es que si tiene en mente saltar al ruedo, el tío está deshojando la margarita con un talento mediático tremendo. Publica libros, está en la televisión presentando cosas a menudo, se hace de rogar constantemente y en general hace un trabajo excelente manteniéndose en el debate sin entrar formalmente. Aparte de eso, está cuidando su imagen muchísimo estos días (ha perdido peso, nada de horrendas barbas) y se ha beneficiado muchísimo del hecho que su documental llegara justo cuando los americanos empezaban a cambiar de opinión sobre el cambio climático.
En otras palabras, para no querer presentarse, está haciendo de no-candidato demasiado bien. Veremos.
4 comentarios:
Pues a mí Al Gore no me cae precisamente simpático, pero al menos consta que ha leído más de un libro (Bush se duda que haya acabado la Biblia).
Sobre todo sería interesante por ver a muchos de los neocóns españoles que ahora se llenan la boca diciendo que todo lo de allí es bueno. Por fin les oiremos decir algo malo de un usaco, aparte de Michael Moore. Claro que también podrían decir como en los tiempos de Franco: "Un mal español en realidad no es un español."
Pues yo le doy a Thompson bastantes papeletas para ganarse la nominación, si decide presentarse: en un momento en el que las opciones del militante republicano son un grupo de candidatos muy conocidos, pero cuya fe conservadora parece escasa y que cada vez que tratan de escorarse a la derecha aparecen vídeos donde tratan de superar por la izquierda a los demócratas (impagable el debate de Romney contra Ted Kennedy del 94) y otro grupo de candidatos firmemente conservadores, pero que les conocen en su barrio na mas, pues un candidato firmemente conservador y con presencia pública parece destinado a llevarse el gato al agua.
Desde luego, le doy más posibilidades que a Giuliani, digan lo que digan las encuestas. Ni de coña, vistos los antecedentes, van a nominar los republicanos a alguien con un expediente como Giuliani, ex-alcalde, para más inri, de la ciudad de Satanás.
Creo que tanto Gore como Thompson tienen media nominación ganada si deciden presentarse.
PD: Richarson sigue siendo gobernador de Nuevo Méjico.
Corregido lo de Richardson, aunque la verdad, estando en campaña, es como si ya no lo fuera :-).
Sobre Thompson, estoy en general de acuerdo contigo, aunque la verdad no creo que sea un tipo con suficiente "chicha" como para llegar lejos. En los discursos que se le han oido no ha demostrado gran cosa, y la verdad, es un poco demasiado grasiento para ser verdaderamente carismático. A saber.
Lo cierto es que creo que se exagera un poco la importancia de los evangélicos en las primarias republicanas; Giulani puede sobrevir sin ellos.
No digo que la derecha cristiana pueda vetar una nominación, pero es que no estamos hablando de ligeras salidas de tono con respecto a lo que se puede esperar de un conservador social. Lo de Giuliani llega bastante más lejos, y tengo la impresión de que cuando la campaña comience en serio lo van a aniquilar. Salvo en el noroeste, un candidato republicano a cualquier cosa, con esas credenciales, no resulta nominado prácticamente nunca.
Su popularidad se basa en que era alcalde de Nueva York el 11-S, y creo que eso no va a servirle perpetuamente.
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