Tanto hablar del PP y sus tribulaciones internas, las familias dentro del partido, que si escisiones, que si esto, que si lo otro, y tiene que ser GS el que me recuerde que quizás es buena idea responder a la pregunta del título. De acuerdo, su entrada se centra más en por qué la gente vota un partido u otro, pero creo que puede ser interesante complementar esta idea con una explicación del origen de los sistemas de partidos.
Dicho así a lo bruto, el sistema de partidos de un sistema político es un mapita de los partidos que habitan de forma relevante en él, teniendo en cuenta la fuerza relativa de cada uno. España es un sistema "dos y medio": dos partidos grandes y una pequeña constelación de partidos individualmente irrelevantes pero que en agregado tienen algo de peso. Cataluña es desde hace una temporada un sistema multipartidista muy cuco, con cinco partidos relativamente importantes pactando alegremente. Hay muchas clasificaciones y etiquetados, como en todo en Ciencia Política (una de las patologías de la disciplina), así que no me metere en esos detalles. La pregunta interesante, en todo caso, es ¿por qué cada país parece tener un sistema de partidos distinto?
La respuesta puede parecer obvia: cada país es distinto, así que cada sistema tiene que ser distinto, ¿no? Cada partido representa un determinado tipo de votantes. El número de esos votantes en cada país varia, los partidos son diferentes. Solucionado.
Sí, pero sólo hasta cierto punto. Francia y España son países diferentes, pero no tanto: ambos son católicos, ambos tienen regiones periféricas distintivas (Alsacia, Lorena, Córcega, Cataluña norte, País Vasco francés), ambos tienen una derecha obsesionada con la unidad nacional y ambos tienen desigualdades de clase social y una tradición obrerista considerable. El sistema de partidos francés es un alegre desastre de fragmentación infinita tanto en izquierda como en la derecha, España en cambio no lo es. Por algún motivo extraño todos los conservadores en España votan al PP, mientras que en Francia tienen derecha y ultraderecha, y lo que ha sido históricamente una sopa de letras de 14 partidos Gaullistas naciendo y muriendo cada cinco años. Y oye, la derecha allí está igual de obsesionada en unidad, ley y orden y valores tradicionales que la de aquí.
Mirando con más detalle, uno encuentra otras curiosidades. ¿Por qué Alemania e Italia tienen partidos de democracia cristiana, mientras que Francia y España no los tienen? Mirando con aún más detalle, ¿Por qué el País Vasco tiene uno grande (PNV) y en Cataluña es tan pequeño (Unió)? ¿Por qué en Italia los comunistas eran un partido fuerte (durante décadas sacaban un 30% del voto), mientras que en el resto de Europa no los sufrieron nunca? ¿Por qué el país desarrollado más diverso de todos, Estados Unidos, es sin embargo bipartidista puro?
La respuesta no es tan clara. Sí, la estructura social de un país tiene un peso muy importante; los cleavages, las fracturas sociales subyacentes en una sociedad son una fuente importante, pero no son la única. La historia tiene peso, las reglas tienen peso, y las decisiones estratégicas de los partidos tienen peso.
Un ejemplo evidente son las leyes electorales; cuanto más mayoritarias sean, más tenderán a "echar" partidos del sistema. Evidentemente, estas leyes no nacen en un vacio primordial o son escogidas por sorteo; cuando se decide adoptar el sufragio universal en un país, las élites que escogen estas leyes tienen mucho a decir. Así puedes tener leyes atrozmente sesgadas contra la izquierda (Francia), o más divertido aún, sesgadas a favor de la derecha pero incapaces de dar los resultados previstos (España). Un sistema descentralizado también puede complicar las cosas, como vemos en España, que tiene más de un sistema de partidos y vive tan ricamente.
La historia tiene obviamente un efecto claro. Es bastante probable que el franquismo hiciera la existencia de un partido católico en España algo inviable, en parte por antipatía, en parte por la extraordinaria protección que la Iglesia recibe en la Constitución. La alegre alianza entre junkers, Bismarck y las autoridades religiosas en Alemania para hacer la vida imposible al SPD, sin embargo, creó los cimientos de la CDU de hoy.
Y nos quedan lo que hacen y dicen los políticos, algo que no es en modo alguno trivial. Los temas que se hablan en campaña, los apoyos que buscan los candidatos no son neutrales; el debate centro-periferia, campo-ciudad (hay países con partidos rurales) o Iglesia-laicismo no están en todas partes, en parte porque a nadie se les ha ocurrido hacer de ellas un problema. La Liga Norte en Italia es un "invento" reciente (apenas 20 años); antes de Bossi nadie andaba por Milán votando sobre si estaban oprimidos o no. Lo mismo ocurre con los verdes en Alemania. Hay veces que un partido ya existente "absorbe" uno de los "nuevos" conflictos (el PP fagocitará a UpD y Ciutadans tarde o temprano), hay veces que deciden no ir a por esos votos y nace otro partido.
¿Qué podemos esperar de todo esto? Básicamente, la situación en cuanto a partidos en España no es "natural", pero eso no implica que vaya a cambiar demasiado. De hecho, es más probable que siga así durante años y años. Los sistemas de partidos no dejan de ser un equilibrio creado por votantes y políticos, y como todo equilibrio no cambia fácilmente.
7 comentarios:
Creo que el motivo extraño por el que toda la derecha vota al PP básicamente es que el PSOe hizo bien las cosas y demostró que sin tener que fagocitar al PCE-IU ponía obtener tranquilamente la mayoría absoluta, con un sistema que estaba diseñado en su contra pero que lo puso a su favor.
Una preguntita: ¿y eso de "tuvo que ser GS"?
Pues que sólo me he acordado de todo esto cuando has mencionado los cleavages :-). Eres la magdalena de Proust en Ciencia Política.
Jajajajaja bueno, asumiré mi nemotécnico y sabroso papel
Egócrata. Me vas a tener que disculpar por lo siguiente. Has escrito: "como más mayoritarias sean, más tenderán a "echar" partidos del sistema". Donde pones "como", deberías poner "cuanto". Es un error que leo en tus posts con bastante frecuencia.
Indudablemente es un error por empatía con el inglés y, no sé, quizás también con el catalán.
Es que si no te lo digo, voy a terminar asimilando esa construcción y soltarla por ahí alegremente.
Espero que no te moleste.
Al contrario, gracias :-). La gramática es algo que nunca se debe dejar de lado.
La casualidad y la personalidad de los políticos destacados en los periodos fundacionales de las democracias también son muy importantes. Los primeros partidos nacen muy basados en un grupo muy limitado de personas, y después no es tan fácil cambiar las cosas.
Y no estoy tan seguro de que el PP vaya a comerse a UPyD y a Ciutadans... puede ocurrir, pero en 1979 también se podía pensar que UCD engulliría tarde o temprano a AP, o por lo menos a sus elementos más moderados. A largo plazo, en cambio, mi opinión es que un partido que abarca desde la extrema derecha a las fronteras de la socialdemocracia, como el PP, no es viable.
Ah, y como decía Catón, soy por otro lado de la opinión de que deberías revisar la frase "La historia tiene cláramente un efecto claro".
¿De qué manera se producen los sesgos contra la izquierda?
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