miércoles, enero 09, 2008

Primary Colors (XXVI): la vuelta de la política de siempre

Clásico. A la que empiezo a estar seguro de algo, va la realidad y me lo estropea. Hillary ha ganado, para sorpresa de todo el mundo, las primarias en New Hampshire. La verdad, todo el argumentario que monté en el post anterior necesita una revisioncilla

El argumento esencial (temas de debate, siendo cambio, experiencia y redistribución los cruciales) creo que es esencialmente el correcto. Y sí Obama gana por goleada en este aspecto, y la experiencia de Hillary no es del todo relevante. Sin embargo, y aquí es donde creo que la he pifiado (yo y todo el mundo) es en la redistribución. Si miramos las encuestas a pie de urna, parece que uno de los elementos decisivos ha sido el voto púramente en términos de izquierda o derecha, y más en concreto, sobre cómo va el país.

Es la economía, estúpido. Mirad el sentido de voto por nivel de renta y preocupaciones.

Hillary ha masacrado a Obama entre los votantes con ingresos anuales por debajo de los $50.000 (47 a 32), entre los que creen que la economía es el tema más importante (un 39% de los votantes, 44 a 35) o los que no pueden llegar fin de mes (43 a 33). En el resto de preguntas, excluyendo las que hablan de cambio y renovación, la situación es de empate técnico. El hecho que el voto femenino haya invertido la tendencia en Iowa es de hecho un síntoma de este aspecto; las soccer moms no han respondido.

¿De dónde ha salido todo este voto económico así de golpe? Comparemos con Iowa, y vemos que hay un candidato que se desploma, Edwards. El bueno de Edwards era (según mi propia definición, y las encuestas), un candidato más escorado a al izquierda. En New Hampshire no ha hecho demasiada campaña (falta de pasta) y la verdad, no es que le hay ido demasiado bien. De hecho, se ha estrellado con ganas. No podemos hablar de transferencia de voto en el sentido estricto, ya que son electorados distintos, yadá, yadá, pero parece que muchos votantes que socioeconómicamente "votarían en Edwards" en Iowa han "votado Hillary" en New Hampshire.

La sospecha: Obama se ha pasado de frenada. Tanto hablar de cambio, esperanza, el futuro histórico y la ascensión histórica de Zaratrustra, y se ha olvidado de recordar a los votantes que hey, soy un tipo de izquierdas y sí, me preocupo de los asuntos de los mortales. El resultado es que cuando Edwards, el tipo que andaba absorbiendo votos del ala izquierda, se ha desplomado ha sido Hillary quien se ha llevado los votos, simplemente por recordar constantemente que es una persona práctica.

El resultado es que Hillary sobrevive para luchar otro día, Obama se lleva un sopapo importante, y Edwards casi se despide de estas elecciones. Obama, desde luego, no lo tiene perdido, aunque tiene que rehacer su discurso para atraer estos votantes prácticos antes que sea demasiado tarde. Aún así las dos primarias que vienen (Michigan y Nevada, un caucus) le dan malos números; quizás no vuelve a ganar hasta Carolina de Sur, y quizás para él sea un poco tarde. Quién lo iba a decir que la economía aún cuenta.

En el lado republicano... pues la verdad, hay poco que decir. McCain gana, pero como decía en los dos últimos artículos, no cambia gran cosa. Todo sigue muy, muy, muy confuso. Romney ha perdido por sólo cinco puntos, un resultado más que aceptable, y lleva dos segundos puestos y un primero (Wyoming). Se la juega en Michigan, que anda muy, muy igualado. Siguen habiendo cuatro o cinco candidatos con vida; McCain, Huckabee (muy fuerte en el sur), Romney (con números aún) y Giuliani. Thompson es el único que está en problemas y sólo podría sobrevivir con un milagro en Carolina del Sur.

Hay mucho, mucho partido. Sigo viendo a Obama con números (menos que hace seis horas, pero aún con opciones) y sigo sin tener ni pajolera idea sobre quién ganará entre los republicanos. Veremos.

6 comentarios:

Leon dijo...

Asombrado me he quedado yo también. Me cuesta entenderlo. Lo de los demócratas me refiero, porque la lista republicana es peor que un jeroglífico egipcio.

Anónimo dijo...

Quizá han (hemos) subestimado el buen recuerdo que los demócratas tienen de la presidencia de Clinton. Eso podría haber hecho que muchos indecisos acabasen votando por Hillary, que es lo más parecido a reelegir a su marido.

R. Senserrich dijo...

No sé. Si miras la post electoral de CNN, Hillary gana entre los Bill-nostálgicos por 10 puntos, pero no sabemos si estos Billistas son la misma gente que los que votan económicamente o no.

Parece que la encuestas donde se han equivocado es sobretodo es en estimar lo que harían los indecisos, sobrevalorando el peso de los independientes en la primaria demócrata y su beneficio para Obama. Eso, y no han capturado que los que no decidían por capacidad de cambio no iban 50-50 entre ambos.

Fritz dijo...

Interesante artículo.

Saludos

PD: Este mismo mensaje lo dejé ayer.

Alex Guerrero dijo...

Las lágrimas, chicos, las lágrimas de cocodrilo.

Anónimo dijo...
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