Supongo que habrá dos o tres que recordarán quien era Howard Dean, uno de los demócratas que trataron de conseguir la nominación en las primarias. Se hizo famoso por ser el primero que se atrevió a estar abiertamente en contra de la guerra y por hacer una campaña especialmente innovadora, muy anárquica y descentralizada. También murió famosamente en política cuando quedó tercero en Iowa e implosionó ante las cámaras en el famoso (e injustamente tratado) grito de Dean, que fue ámpliamente parodiado.
Pues bien, el tipo dió una charla aquí sobre los medios de comunicación y la campaña electoral, junto dos periodistas (Newsweek y Washington Post, creo recordar). Supongo que el compareció como cadáver político famoso. Lo cierto es que me sorprendió bastante. Aparte de rajar de Fox News de mala manera (y repetir el grito), señaló lo que muchos dicen, que los medios de comunicación en este país parecen haber dimitido de su función de apretar las tuercas a los políticos, y ahora se centran más entretener. Los periodistas, por cierto, dijeron que de eso nada (como no), aunque reconocieron que tragaron demasiado después del 11-S.
¿A qué viene todo esto? Bueno, es más o menos como si en un debate en la UPF estuvieran Gallardón, el jefe de la sección de política de El País y el subdirector de la Vanguardia. Ah, y sin periodistas; no se les llamó para nada. Es otra cosa, la verdad. El debate fue muy interesante, por cierto, a pesar que los periodistas se hicieron un hartón de lanzar pelotas fuera.
Lo que hacen siempre, por cierto. Ellos nunca tienen la culpa de nada.
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