Woooho.
En el escándalo sexual-artístico de la semana, los conservadores de la república de Jesuslandia atacan con virulencia la película Kinsey, protagonizada por Liam Neeson y dirigida por Bill Condon (el de Dioses y Monstruos). El film es una biografía de un sexólogo de mediados del siglo XX, que descubrió cosas tan horribles como que la gente se masturba (aaaaah), se practican felaciones (aaaaah) y hay gays (¡a la hoguera!). Las mentes brillantes de este país culpan al individuo este de haber abierto las puertas al sida, el marimachismo, el afeminamiento y la depravación.
Y lo dicen casi literalmente así.
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