lunes, febrero 27, 2006

El Apocalipsis se acerca: Florentino Pérez lo deja.

En serio, coño. Florentino Pérez, el Ser Superior, deja el Real Madrid.

Primero, permitan que como culé de pro, me concentre un segundo en disfrutar la noticia. A ver... Caos en el Real Madrid. Dimisión. Fracaso. Desastre. Hundimiento. Catástrofe. Rendición. Todo en el Real Madrid. Oh, que bien suena... oh, oh. Fantástico.

Pasado el delirio barcelonista, me temo que debo tratar de hacer un poco de análisis serio del asunto. Primero, no hace falta decirlo, pero lo de "fracaso" es el calificativo adecuado. Florentino Pérez llega a un club con problemas económicos, pero con una plantilla compensada y amplia. Con los años, la destroza a base de Zidanes y Pavones, se gasta una millonada, y acaba naufragando. El problema es mayor de lo que parece, ya que una parte importante de la riqueza del Madrid proviene de fuentes que se drenarán pronto, o ya están vacias. No hay más patrimonio (terrenos) que vender (recalificar), y la generación de jugadores mediáticos que compro a precio de oro se retirarán pronto, sin que haya una plantilla de estrellas emergentes con la que generar ingresos.

Varios factores creo que existen detrás de la pifia de política deportiva. Primero, y lo más importante, que el buen hombre no tenía ni puñetera idea de fútbol y gestión deportiva. Sanear el club a base de vender terrenos lo puede hacer cualquiera, y vender camisetas de jugadores ya consagrados también. El problema es que gastarse el dinero en estrellas tiene problemas importantes.

Para empezar, el precio. El valor de mercado de David Beckham cuando lo compra el Madrid incluye tres factores. Por un lado, su valor (escaso) como jugador en el campo. Por otro, su valor mediático (publicidad y camisetas) en el momento de la compra, altísimo. Tercero, y casi tan importante, los años que ya ha jugado para labrarse esa reputación, y por tanto los que le quedan por delante. Un jugador consagrado tiene un coste oculto muy alto; el precio de su fama viene de todos los éxitos que ha acumulado en su carrera.

En cierto sentido, el Madrid está pagando el coste de reputación a otros; el riesgo que ese jugador fuera bueno o no. Cuando la Juve compra a Zidane a precio de saldo, parte de ese bajo coste es el riesgo que el tío vaya a Turín y fracase estrepitosamente, siendo olvidado de inmediato. Florentino, para generar ingresos, compra a bajo riesgo gente con la fama hecha y precio alto, quedándose sin recursos para hacer lo que realmente gana títulos: un equipo compensado.

El resultado es un equipo de compras carísimas de bajo riesgo, que ven el Madrid como culminación de su carrera. Y aquí viene el segundo problema, el de principal- agente, es decir, de preferencias divergentes entre un empleado y su jefe.

Dicho en plata, a una estrella que ficha por el Madrid, habiendo ganado ya títulos y ganado fama en otros sitios, se la refanfinfla el equipo. El interés de un jugador ya consagrado que consigue el último gran contrato de su carrera (otro error: contratos largos) es asegurarse la jubilación, no la gloria deportiva. Ya tiene el contrato de su vida para sus ratos en el césped; ahora le toca el famoseo. El Madrid quiere (y necesita) títulos para seguir siendo un destino envidiable para futbolistas; el jugador lo que quiere es hacer anuncios y vivir bien. Y así les va, que no hay entrenador que les motive.

El resultado es un equipo descompensado, incapaz de jugar a nada, que envejece sin que pueda atraer ya grandes nombres según los éxitos se van olvidando, y sin capacidad para crear jugadores que aumenten de valor, tras no hacer más que fichar veteranos con caché. El fútbol, como cualquier negocio, vive del equilibrio entre riesgo y rentabilidad. Fichar jóvenes promesas es arriesgado, pero puede ser muy rentable; fichar estrellas es caro, fácil, y da beneficios limitados. Florentino ha fichado de manera populista, al nombre conocido y precio alto. Tanto fichar a lo seguro ha acabado por reducir los retornos a cero, y ha acabado con el presidente.

Y un culé como yo, encantado de la vida, oiga. A ver cómo arreglan el asunto, pero aquí hace falta alguien que sepa de fútbol, no un empresario de la construcción. La idea del manager general con poderes (mitad empresario, mitad entrenador) se usa en todas partes menos el Real Madrid por algo.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Tiene cojones que ni cuando hablas de futbol estes de acuerdo con FJL. Mira en LD.

Alex Guerrero dijo...

Hombre, Ego, le podría haber salido bien lo de formar un equipo de estrellas.

En el PCFUTBOL funcionaba muy bien.

Citoyen dijo...

Egocara, eres repugnante, hablar de ciencias sociales y futbol en un mismo post es demasiado. Podías haberlo edulcorado y haber hablado de la situación jurídico laboral de los jugadores del madrid, pero no, tenías que darle una perspectiva cientifica... Grrrrrr!!!

R. Senserrich dijo...

Hombre, en el PC Futbol si tenias a 5 jugadores de 90 y 6 de 60 (que es lo que se gasta el Madrid) no se si te iría bien...

A mí no :).

Anónimo dijo...

Soy sociata y culé. Podrías decirme egocrata ¿por qué los genoveses son en general del madrit?

R. Senserrich dijo...

Pues mal que les pese a los madridistas, por herencia de tiempos del caudillo. El fútbol en todas partes tiene mucho de clase social; en Madrid el Atlético fue el equipo obrero y con la obesesión merengue de Franco, el Madrid el equipo de los señoritos.

Hay una cosa que predice muy bien el voto, lo que votaron tus padres. Con los clubes de fútbol pasa lo mismo...

(en Barcelona, por cierto, el Barça es/era el equipo de clase media y burgués, y el Español el inmigrante. El Barça con su obsesión paranoica anti-merengue Real, sin embargo, conservó cierto credo izquierdista-resistente).

Alex Guerrero dijo...

Sí, sí, egocrata... Esa izquierda que tu comentas tiene más de pseudo que de progre.