miércoles, febrero 15, 2006

Reflexiones aleatorias sobre el impuesto sobre la renta

Mirando noticias varias sobre la reforma fiscal que se plantea el gobierno, me preguntaba yo si lo del mínimo exento de 9.000 euros es una buena idea.

Desde el punto de vista redistributivo, hacer que el mínimo sin tributación del IRPF sea relativamente alto es una idea excelente, favoreciendo a la gente con un menor poder adquisitivo algo serio. Desde el punto de vista político, sin embargo, no estoy tan seguro que sea una buena idea a medio-largo plazo. Veamos.

La reflexión me viene por lo que he leido sobre la estructura del impuesto de la renta en países con estados del bienestar muy desarrollados, como la siempre recurrente y socorrida Suecia. En esos países los impuestos tienden a ser altos para todos, no sólo para las clases medias y altas. Sí, el tipo marginal si ganas 100.000 euros al año es muy alto, pero los impuestos para las rentas bajas no son triviales, y el mínimo exento no es excesivo.

La idea detrás de hacer que todo el mundo tenga que pagar al menos algo de impuestos es sencilla, y se deriva del extensivo estado del bienestar sueco. Para empezar, se sabe desde hace tiempo que el gasto público es mucho más redistributivo que el sistema fiscal, por mucho esfuerzo que uno dedique a hacerlo progresivo. Cuando el estado provee tantos servicios públicos, la redistribución es fuerte sin necesidad de volverse loco gravando a los ricos y empresas y nadie más.

La segunda razón, tanto o más importante que esta, es de credibilidad política entre las clases medias. El estado del bienestar puede ser utilizado por todo el mundo, sean pobres o ricos, así que es importante dar la sensación que todo el mundo contribuye en la medida de lo posible al mantenimiento de este. La idea es que de este modo la clase media no tiene esa sensación (tan extendida en Estados Unidos) que ellos son los que pagan los impuestos pero son los pobres los que disfrutan de la mayoría de beneficios sociales sin haber pasado nunca por caja. Es probable que en Suecia la gente con sueldos bajos no pague lo suficiente como para cubrir sus costes, pero el hecho que contribuya al sistema hace que el apoyo de quien si lo paga sea más estable.

En fin, no estoy tan seguro que el proyecto del gobierno de hacer del IRPF algo tan estrictamente progresivo sea una gran idea. Me parece que deberían tener en cuenta estos detalles, al menos.

A todo esto, ya que estamos, recordar unas cuantas cosas sobre Suecia. El mercado laboral está mucho menos regulado que en España o Francia, el impuesto de sociedades es de los más bajos de la Unión Europea, y no tienen ninguna manía en utilizar la empresa privada en dar servicios públicos (cheques escolares, por ejemplo) siempre que mantengan la gratuidad (sagrada) de estos. Y siguen siendo una de los países más igualitarios (y competitivos) del mundo.

Izquierda no debe equivaler a regulación, desconfianza hacia el mercado, impuestos sobre las empresas y hordas de funcionarios, necesariamente. Y aunque el peso del estado en Suecia me parece un poco excesivo (más del 50% del PIB), uno debe ser capaz de mirar sus soluciones con calma.

4 comentarios:

eugeni dijo...

Muy buenas

Te juro , que si tu contestación no me satisface , esta será la ultima vez que te moleste con mis comentarios.

En tus reflexiones has caído en unos errores garrafales. Para empezar te diré que , no se en Suecia , pero aquí en España , los únicos que se libran de pagar impuestos son los ricos , por lo menos esa es la conclusión a la que ha llegado Antón Costas , Catedrático de Economía de la Universidad de Barcelona , que después de estudiar los datos fiscales del 2003 , que han aparecido recientemente , a podido constatar que los que ingresan entre 12.000 y 60.000 euros , que representan al 48 por ciento de los contribuyentes , aportan , prácticamente el 70 por ciento de los ingresos. Cosa que le lleva a afirmar que aquí en España ya no tendríamos que hablar de impuestos sobre la renta , sino de impuestos sobre salarios y pensiones

El articulo del Antón apareció en El periódico de Cataluña el 13-2-6

Animo

R. Senserrich dijo...

Totalmente de acuerdo con lo que dices. Por eso, entre otras razones, el IRPF no redistribuye demasiado...

De todos modos, no sé si contradice mi argumento sobre si se debe cargar el peso de los impuestos sólo en las clases medias o no.

Oye, y por supuesto que las rentas altas deben pagar. Eso está claro.

Alex Guerrero dijo...

Nota marginal: Fuera de las motivaciones redistribucionales, una de las razones para un mínimo exento alto es reducir los costes administrativos (de monitoreo, burocráticos): mucha gente que pagaría poco o casi nada, deja de declarar y no es necesario dedicar esfuerzos enormes (y dinero) para descubrir que debería pagar 18 euros.

Anónimo dijo...

Los impuestos no "sirven" para redistribuir, como elemento pasivo, solo reciben el esfuerzo de cada cual de cierta manera, que en cualquier caso, debe ser proporcional al esfuerzo de cada caso individual.

Efectivamente, se redistribuye con el gasto, no con la recaudación, que en todo caso, tiene que ser justa.

Esta bien la tesis de que todos pagamos impuestos, y todos recibimos servicios, aunque esto sea poco socio-liberal, poco o nada aceptado por los nuevos "tercer-viarios" tipo Tony Blair.

Según el nuevo socio-liberalismo, es normal que solo los pobres se vean beneficiados por los servicios sociales, aunque ni siquiera paguen impuestos, aunque los ricos paguen más (logicamente) pero solo tengan acceso a los servicios privados.

Como me dijo un socio-liberal: "yo no le quiero pagar con mis impuestos la educación al hijo de Florentino Pérez". Un "liberal de izquierdas" que se hace llamar.

Yo no estoy de acuerdo, me parece mejor la posición de Egócrata en este caso.

La evasión fiscal en España no refleja realmente nuestro PIB, en parte sustentado en dinero negro. Esto imposibilita en gran medida nuestra entrada en el G-8.