sábado, noviembre 27, 2004

Lavanderia y lengua inglesa

Una de las cosas que tiene la lavanderia para un intelectual gafoso es que le hace volver al planeta tierra. Vamos, que le hace sentir estúpido a uno. Aparte de esos encantadores momentos en que uno se pregunta porque es más fácil manejar el Stata (estadistica para PC; una cosa horrible) que descubrir qué programa de lavadora no me va a cascar la ropa, el hecho de estar rodeado de lavadoras es extrañamente terricola.

Mi momento fustrante de hoy no fue un jersey encogido (eso fue la semana pasada) sino un encuentro con una forma de vida desconcertante: niños. En concreto dos niñas, que debían ser hijas de la dueña de la lavandería o agentes del destino colocados en el lugar para hacerme sentir estúpido. En todo caso, me estuvieron hablando como media hora larga sobre algo fascinante, ya que estaban entusiasmadas que les hiciera caso.

Lo chungo: no entendí NADA de lo que me dijeron. Yo estaba seguro que mi inglés es ya buenillo, pero vamos. Las niñas esas se me escaparon completamente. Ni jota. Como si hablaran en árabe. Una cosa....

2 comentarios:

Anónimo dijo...

JaJa... se te olvida que hay algo peor que los niños... los abuelos con dentadura postiza...

Nica.

Groucho Marx dijo...

O la gente de color con su propio lenguaje..... Me recuerda a "Bullworth"