miércoles, diciembre 07, 2005

Infraestructuras en Cataluña: ambición y necesidad

Estos días la Generalitat ha presentado su plan de infraestructuras para las próximas dos décadas, y la verdad se han quedado a gusto. Es un plan ambicioso, lleno de obras de gran envergadura y que realmente es muy necesario. Entre las obras más importantes, un eje transversal ferroviario (que ya tocaba) y una importante mejora de las infraestructuras de transporte ferroviario en el áerea metropolitana de Barcelona, aún más saturadas que las de Madrid y con necesidades urgentes.

Más allá de los planes específicos, me parece relevante mencionar varias cosas. Primero, antes que los de siempre acusen al tripartito de megalomania al programar obras hasta el 2026, decir que ese es el horizonte habitual de trabajo en todos los países civilizados. Los gobiernos cambian, pero los planes de infraestructuras permanecen, y van siendo implementados a lo largo de muchos años. Para que os hagais una idea, el plan de ferrocarriles de alta velocidad que se está construyendo en la actualidad (líneas a Barcelona, Málaga, Valladolid, Valencia....) fue programado en 1993, siendo Borrell ministro. Los trámites previos a hacer una obra del tamaño de la LAV Madrid- Barcelona son de hecho casi tan largos como la construcción de la obra en si misma (declaración de impacto ambiental, proyecto, alegaciones...), así que la planificación a largo plazo no sólo es necesaria, sino obligada.

Segundo, aunque parezca una burrada de líneas, lo que proyecta la Generalitat es razonable. La saturación de las infraestructuras de transporte en Cataluña es un problema serio al que no se le ha prestado atención desde 1992 (y todo lo que se hizo se ha quedado pequeño rápido); sin tirar vías y cemento armado, la economía ya se está resintiendo. La mayoría de inversiones del plan están enfocadas a aumentar la capacidad en el eje de la AP-7 / corredor mediterráneo, que está al límite, o quitar presión sobre el centro de Barcelona, donde no hay ya espacio para nada.

Tercero, sí hay dinero para ello. La Generalitat ha sido notoriamente tacaña en infraestructuras bajo CiU, en parte por falta de recursos, en parte por pereza. La comparación con la Comunidad de Madrid (y su alegría en endeudarse, por cierto) es ciértamente embarazosa, aunque el gobierno central haya gastado mucho más dinero en la capital que en el principado. Ahora que la fascinación Aznariana por una capital imperial ha dado paso a un gobierno más amigo de un desarrollo menos radial, las cosas son más fáciles. Si a eso le añadimos que las cuentas públicas están en una salud excelente (superávit, de hecho), hay margen para invertir a espuertas.

Cuarto, el no invertir sólo en Madrid puede de hecho acabar favoreciendo a la capital también. Uno de los problemas de las infraestructuras en España es su excesiva radialidad, que produce la bien conocida tendencia a los atascos en su centro. Cualquier cosa que sea quitar presión sobre el tráfico al centro de la red hará la vida más fácil a los madrileños, no peor. Si otros ejes del país tienen buenas infraestructuras (Barcelona - Valencia - Almería, Cataluña - Norte), eso hará la vida más fácil a todos.

En fin, que más cemento en las zonas dónde hace falta es bueno. A ver si lo planificado se cumple, como se ha venido haciendo desde 1993.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

La radialidad, desde mi punto de vista, no es solamente un problema de las infraestructuras, también lo es de los medios de comunicación de Madrid, con influencia informativa/formativa, en toda España, que con la filosofía “trollista” de algunos de estos medios y especialmente, de algunos predicadores de las ondas, crean una situación de desinformación/deformación, que es muy preocupante.

Saludos

Alex Guerrero dijo...

No creo que tenga mucho que ver con el tema lo de las comunicaciones.

Respecto a lo de que hay superávit para gastar a 'espuertas', tampoco es que sea cierto. Sí que hay superávit, pero tiene que haberlo, es decir, una política fiscal de austeridad, porque el BCE está manteniendo una política monetaria expansiva que a un país como España no le beneficia mucho (acelera nuestra inflación lo que provocaría una caída de la competitividad de nuestros productos).

Ahora hay que ahorrar en las cuentas públicas para que las privadas vayan boyantes.

Donaire dijo...

buen post
Gracias