Igual que el año pasado, ETA pone cinco bombitas en carreteras madrileñas para amenizar la salida del puente de la Constitución. No tendría que haber elogiado su creatividad la otra vez, vamos.
Se condena el atentado, etcétera, y sólo señalar que por mucho que proteste el PP, estos petarditos son irrelevantes. No han cambiado las cosas en absoluto en términos de lucha policial contra ETA; el ritmo de detenciones es el mismo, y el nivel de víctimas sigue en cero desde hace años. La banda sigue haciendo ruido, pero es más para recordar al gobierno que tiene un problema que no para realmente agravarlo. Discretamente, como hizo John Major en el Ulster, se va avanzando. Como debe ser.
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