sábado, febrero 16, 2008

Elecciones estepaís (V): debates

Habrá debate en España. Es lo más normal del mundo en todas partes, pero en España es noticia; por algún motivo extraño los políticos españoles temen el debate, viéndolo como una especie de horror gótico a evitar.

La verdad, aunque son imprescindibles (aunque sea para abaratar las campañas electorales) no son tan relevantes, y aún menos en un sistema político como el español. Y en contra de la absurda mitificación de algunos, para un candidato mínimamente competente no son un "desafio", "duelo" o "reto" tan complicado. Un político profesional (y más en un sistema parlamentario como España) lleva toda la vida haciendo esas cosas, que por cierto si pueden ser entrenadas.

¿Qué efectos sobre el voto tiene un debate entre candidatos? Pues la verdad, exceptuando casos en que alguien comete un error atroz (pegar una bofeta al openente, desnudarse, chillar como un lunático, preguntar dónde está y qué está haciendo aquí), el efecto es en general muy, muy limitado. Por lo que sabemos, un debate tiene dos efectos más o menos relevantes: por un lado da a conocer a los candidatos, y por el otro refuerza las impresiones de los espectadores.

El primero es importante sobretodo en un país como Estados Unidos, dónde los candidatos pueden ser relativamente desconocidos. Para no pocos espectadores la primera vez que oyen hablar a un candidato durante más de dos minutos (especialmente para el que se presenta contra un presidente en activo) es en el debate presidencial. El efecto es relativamente limitado, pero es importante; para algunos votantes el debate es la primera impresión.

En España, sin embargo, este efecto es más limitado. El presidente del gobierno es bien conocido, evidentemente, pero en un sistema parlamentario el jefe de la oposición también es una figura bastante visible. Habrá muy poca gente que vea a Rajoy por primera vez en el debate, y quienes no lo hayan oído hablar demasiado antes, seguramente tendra una vaga idea sobre quién es, y una cierta opinión formada.

Lo que me lleva al segundo punto, el debate como reforzador de percepciones. La mayoría de votantes se sientan delante del televisor con una série de ideas preconcebidas; tienen una opinión de Zapatero, una opinión de Rajoy, se ven a si mismo de una determinada manera y tienen unas determinadas creencias e ideología. Cuando escuchamos un discurso, no importa lo racionales que seamos, interpretamos y evaluamos las ideas según el prisma de ideas y creencias previo. Si yo creo que todos los inmigrantes son unos criminales la idea de un examen no me parecerá mal; si creo que el PP me va a privatizar la sanidad, cuando oiga "racionalizar" en boca de Rajoy lo interpretaré como un ataque inminente a los hospitales públicos.

Eso se traduce que con muy pocas excepciones, un votante acabará el debaté más convencido de votar a su candidato o decepcionado que su candidato ha perdido el debate, pero raramente considerando cambiar de acera. Incluso en las palizas más obvias, descaradas y evidentes en debates en los últimos años (como la histórica masacre en los tres debates Bush-Kerry en el 2004) cambiaron pocos votos; los que creían que Bush era mejor se encogieron de hombros y pensaron que Kerry era un pedante, y los que votaban a Kerry se convencieron aún más que Bush era burro.

¿Son los debates irrelevantes? No, en absoluto. Tienen un efecto en la campaña, pero de forma mucho más sutil que el convencimiento directo de votantes. El más relevante es el hecho que afectan la agenda de los medios; se dice a menudo que un debate no se "gana" o "pierde" en la mesa, si no después, cuando los "expertos" opinan sobre quién ha ganado. El efecto no es tanto en la percepción de victoria o derrota, sino cómo la discusión sobre el debate afecta a los temas de campaña; si un candidato ha quedado especialmente mal hablando de un tema específico (terrorismo, sanidad, cambio climático) ese tema va a ser machacado sin compasión durante los días posteriores.

Eso puede ser bueno a veces para el perdedor del debate. Volviendo al 2004 John Kerry puso en ridículo de forma repetida a Bush hablando de política exterior, algo de lo que se habló muchísimo en los días sucesivos. Antes (y después) del debate, por desgracia, la mayoría de los votantes creían que Bush era mejor en ese tema, así que Kerry perdió la oportunidad que en la campaña se hablara de problemas en los que él era más fuerte. A pesar que la opinión del electorado sobre las credenciales en política exterior de Kerry mejoraron, no fue suficiente como para ponerle por delante.

Evidentemente, hay indecisos. Algunos de ellos incluso se sientan a ver el debate con la intención sincera de ser convencidos por algún político. Y sí, algunos deciden su voto gracias al debate. Pero en agregado, el efecto real de hablar dos horas en la tele es más bien limitado. Sinceramente, no hay tanto votante friki prestándoles atención de veras. Joder, el ejemplo que citan en LD es el de un debate que no le dió la victoria electoral a quien lo ganó...

8 comentarios:

Citoyen dijo...

Humm, me sorprende lo que dices en el artículo.

Por ejemplo, en la campaña electoral francesa el debate entre Sarkozy y Segolene (Sarkozy la aplastó como a un cucaracha) marcó un pico en la campaña de la segunda vuelta y yo estaba convencido de que llevó a mucha gente a decidir su voto. Se me ocurre que tal vez sea específico a francia donde en la primera vuelta votan a su first best y en la segunda tapandose la nariz.

También tenía en mente el debate Kennedy Nixon, ese que al que nixon fue con manchas en el traje...

Anónimo dijo...

Creo que tienes razón en que lo que importa es la opinión que los medios airearán desde el día siguiente. Es más, creo que el debate en sí es irrelevante. Las crónicas sobre "cómo fue" el debate están ya escritas al 95%. Sólo les falta ver el debate para poner en el 5% restante un par de anécdotas que hagan parecer que el 95% se escribió después de ver el debate.

Con el panorama mediático actual, el debate es peligrosísimo para el PSOE. La derecha conservadora y la extrema derecha tienen un dominio casi absoluto del panorama mediático: todos los periódicos nacionales menos 2, todas las teles menos 2, todas las radios menos 1. Sólo en lugares muy concretos (como Cataluña) hay diferencias sensibles en el control de los medios. Y diarios como El País, con es dirección "moderna", dando un apoyo más que tibio al PSOE. O la cadena SER, que amplifica constantemente todos los mensajes del PP, aporten o no algo al debate, siempre como contrapunto a lo que haga o diga el PSOE/Gobierno y venga o no a cuento. Y Público no cuenta con la difusión actual.

Pase lo que pase, tendremos algo así como al 75% (o más) de las cabeceras de periódico y las televisiones y radios diciendo "Rajoy reafirmó su solidez" y "ZP decepcionó" (o, directmante, "ZP mintió" o "ZP practicó la estrategia del avestruz". El 25% restante dirá, en plan equidistaní, "Zp estuvo bien o así-así o pachín-pachán, pero Rajoy dijo que es tonto" o "pero Rajoy dijo que el sí ofrece soluciones" o "pero Rajoy dijo que Zapatero no quiere reconocer los problemas". O cosa parecida.

Anónimo dijo...

Andrés tiene razón en que lo importante es la elaboración mediática de los debates y el dominio mediático de la derecha, aunque también hay que decir que la gente de izquierda no lee, ni ve, ni escucha los medios de la derecha (y viceversa).

No estoy tan seguro que alguno de los candidatos no vaya a suicidarse delante de los medios y a decepcionar a una parte de su electorado.

R. Senserrich dijo...

El debate Kennedy-Nixon tiene bastante de mito. Kennedy ganó esas elecciones por los pelos, literalmente (de hecho es probable que incluso no las ganara limpiamente). No hay datos que cambiara demasiados votos.

Por añadido, estamos hablando de 1. Un candidato que cometió errores muy graves (estar muy feo) y 2. la edad de piedra de los estudios de opinión; no hay detalles.

R. Senserrich dijo...

Sobre Francia... ¿de verdad crees que Segolene tenía alguna oportunidad en esas presidenciales, con ese programa salido de 1970?

Juan Fernando dijo...

Es fundamental evitar un triunfo de la Derechosa...

Aquí damos razones y ofrecemos un enfoque alternativo al Sistema:

"No violencia activa (III): El amor contra la voluntad de poder"

http://lacomunidad.elpais.com/periferia06/posts

El Blog de Cordura
Testimonios del crepúsculo

Anónimo dijo...

Total k como de costumbre los politicos se dedican a perder el tiempo mareando al electorado para k no pueda decidirse por si solo sobre sus propuestas, k por otra parte no hacen y nunca cumplen, en lugar de dedicarse a problemas importantes en el país (el estatut, el matrimonio de maricones o eta) como deberían hacer k para eso los votamos.

Gracias por avisarnos hegocrata, ya no pienso ver el tan careado debate elctoral.

Un abrazoooooooooooooooo

Citoyen dijo...

"¿de verdad crees que Segolene tenía alguna oportunidad en esas presidenciales, con ese programa salido de 1970?"

Bueno, esto es impresión mía. Pero yo creo que sí. Es cierto que las encuestas ponían por delante a Sarkozy todo el rato, pero hay un punto interesante.

En los días que separaban una vuelta de otra, Bayrou (el de udf) propuso hacer un debate a tres que a Segolene le pareció bien, pero con el que Sarkozy montó un pollo tipo rabieta mamá el tipo malo me ha pegado. El problema era real porque Bayrou y Segolene sumaban mayoría absoluta, si se hubieran aliado habrían salido bien parados. El tema es que el debate tuvo lugar y fue ejemplar (los dos educadísimos, Segolene proponía todo cosas muy razonables) y durante una semana o así Segolene tenía mucha mejor prensa y Sarkozy salía con muy mala uva. Ese ciclo terminó con el debate donde Sarkozy se las apañó para revertir esa imagen en contra de SEgolene (ella estaba nerviosa, se cabreó etc... y él parecía comprensivo y razonable, lo hizo realmente bien).

¿Influyó eso en la campaña? Bueno, no hay encuestas, pero yo creo que sí. Ten en cuenta que en Francia se vota mucho más a la persona que al programa, y la personalidad de los candidatos cuenta mucho. La imagen autoritaria de Sarkozy y sus guiños al frente nacional eran la mejor baza de segolene.

El sistema a dos turnos se presta mucho a eso: entre una vuelta y otra hay un montón de gente desorientada porque los candidatos cambian de discurso (de un discurso muy de izquierdas/derechas a uno muy de centro) En este caso ocurrió eso: un montón de gente indecisa que había votado a Bayrou en la primera vuelta. Lo decías tú, en Francia no hay partidos, se rompen.La fidelidad de los votaantes es bastante débil así que el número de indecisos es mayor..


Sobre Kennedy y Nixon, no lo sabía.

La verdad es que me choca porque es bastante contraintuitivo.