Leyendo las encuestas y las noticias de campaña desde España, andaba yo pensando por qué el PSOE está insistiendo en una estrategia que parece quitarles la iniciativa. Me refiero a cómo está reaccionando el gobierno a las noticias negativas sobre la evolución de la economía.
La reacción natural de los políticos (y opinadores asociados; no es que yo no haga lo mismo) cuando llegan malas noticias sobre la evolución de la economía es decir que es una cosa pasajera, una pequeña aberración estadística que durará unos meses pero que no debe preocuparnos. No deja de ser cierto, pero como estrategia de comunicación te crea el problema que te obliga a responder lo mismo un mes tras otro hasta que el bache pasa y la economía se recupera. Si la cosa dura poco eso no es problema, pero si se alarga acabarás con una cara de tonto de espanto, y lo que es peor, la inciativa de tu campaña la tendrá el Instituto Nacional de Estadística, no tu gobierno.
¿Qué alternativas tiene un gobierno que afronta unas elecciones metido en una crisis económica? Sonará bizarro, pero a veces decir la verdad es una buena idea. Llamémosle apelar al masoquismo del electorado, en cierto modo. El gobierno debe decir con claridad qué sucede: la economía mundial va mal; una mala gestión del mercado de crédito por parte de las autoridades americanas, sumada a la insaciable demanda de petroleo de China e India y el final de una burbuja inmobiliaria heredada del PP y los tipos bajos del BCE nos han puesto en un problema. Todo eso es cierto.
Lo que debe decir el gobierno con fuerza, sin embargo, es que todo esto lo teníamos previsto, tenemos margen presupuestario, sabemos cómo afrontarlo, y aquí tenéis un montón de políticas públicas, iniciativas de progreso, programas de empleo y prestaciones específicas para quien lo está pasando mal para asegurar que todos juntos capeamos el temporal. Es duro y tocará apretar los dientes un rato, pero nosotros somos el médico adecuado para cuidar al enfermo durante la enfermedad, honesto, directo y bien preparado, no como el lunático que grita en la puerta alegrándose cada vez que alguien se va al paro.
La estrategia le funcionó a González en 1993, a los conservadores británicos (contra todo pronóstico) tras cargarse a Thatcher y Schroeder en Alemania en el 2002, entre otros distinguidos supervivientes. Joder, los laboristas británicos se pasaron 13 o 14 años ganando elecciones usando el berrido al electorado como estrategia política. ¿Es una infalible? Evidentemente, no. Para poder usar esa retórica el gobierno tiene que haber sido relativamente previsor al hablar de economía (no lo ha sido) y tener una figura creíble, adusta y que pueda ejercer de cirujano duro pero compasivo (la tienen: Solbes).
Lo que es seguro es que es mejor ser proactivo y dar una imagen de control y fuerza que no tirarse a cubierto cada vez que salen los datos del paro.
3 comentarios:
El dato del paro de febrero, publicado a principios de marzo, va a ser matador.
Deberían de ficharlo a usted para la nómina de all stars del PSOE. Al menos les ayudaría a no tirar una "buena" legislatura a la basura en mes y medio.
Estoy de acuerdo con zarevitz, los datos del paro de febrero pueden picar y mucho.
En mi opinión, la actitud proactiva y la honestidad no son valores a la baja como se suele creer, pero para ello necesitas tener una imagen de solvencia que el Gobierno ha perdido, pues con medidas como los 400€ parece intentar comprar el voto contradiciendo el mensaje de honestidad y solvencia.
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