jueves, mayo 08, 2008

Primary Colors (LII): cerrando la partida

Las cosas se van aclarando, poco a poco, inexorablemente, para la campaña presidencial de Hillary Clinton. Cuando las noticias de las 6:30 de la tarde en CBS (lo más pánfilo y cauto que uno puede encontrarse en el periodismo americano) te ponen en antena algo como esto, estás básicamente frito.



Las matemáticas no es que hayan cambiado demasiado desde finales de marzo; sólo han pasado de ser absurdamente irrealistas a básicamente imposibles. La diferencia es que con los resultados de ayer, la percepción de los medios y los capitostes del partido demócrata es muchísimo más clara: Obama ha tenido básicamente la peor cobertura mediática que un candidato puede imaginar durante 6-8 semanas, y no sólo no ha perdido terreno, sino que ha mejorado respecto lo que sucedió en Pennsylvania. Todas la racionalidad, todo el argumentario de Clinton diciendo que Obama era un candidato irreparablemente dañado por las polémicas recientes se ha venido abajo. Hillary solo podía ganar si era capaz de generar un momento de terror en los superdelegados, y no lo ha conseguido.

Ahora quedan los detalles, los pequeños detalles cosméticos sobre cómo echamos a Clinton del escenario. Sus seguidores ya están dándole codazos bien poco discretos ahora mismo, pero la fecha más probable es el 20 de mayo, y la explicación es bastante sencilla. El martes que viene vota West Virginia, un estado que favorece demográficamente a Clinton de forma exagerada (blanquísimo, rural, viejo); Obama no va a ganarlo ni de broma. No queda bien que el nuevo candidato proclamado se la pegue justo después de ser proclamado, así que nadie tirará a Hillary del balcón aún.

El 20 de mayo votan dos estados, Kentucky (también muy favorable a Hillary) y Oregón (que favorece a Obama). La arimética de delegados, sin embargo, será distinta: si todo va como está previsto (y dando márgenes muy conservadores), ese día Obama conseguirá la mayoría de delegados electos. Los votantes habrán decidido de forma efectiva, y nadie en el partido tendrá el más mínimo remordimiento ya de despeñar a los Clinton barranco abajo, diga lo que diga la ex-primera dama. Obama tendría que comerse un bebé crudo en horario de máxima audiencia para que las cosas cambiaran.

Antes de hacer un repaso sobre por qué McCain y Obama han ganado estas primarias (algo que podeis hacer, en formato novela, repasando toda la serie), vale la pena recalcar la impresionante victoria de Obama. Estamos hablando de un tipo de 46 años, que fue escogido senador hace menos de cuatro años, que se enfrentaba en una primarias a un oponente que era, a todos los efectos, prácticamente invencible. Un novato contra la mujer de un expresidente enormemente popular, con unos recursos financieros ilimitados, una imagen de marca impecable dentro del partido, con el mejor portavoz del mundo para su causa en su marido. Encima el tipo es negro, tiene un nombre raro, y ha sido atacado de forma indiscriminada por todos los medios, a izquierda y derecha (los medios conservadores han estado apoyando a Hillary desde enero)... y ha ganado igual.

¿Y aún hay gente que dice que es peor candidato que Hillary, que con todas esas ventajas ha sido absolutamente incapaz de derrotarle? Vamos hombre. Digan lo que digan las encuestas ahora (a estas alturas, y con la nominación aún no oficialmente cerrada, son irrelevantes), lo que ha hecho Obama es absolutamente increíble. Algunos chiflados decían con la boca pequeña en enero del año pasado que el tipo tenía madera de genio, y que el milagro era posible, cierto (me pongo la medallita), pero el mérito sigue siendo enorme.

La elección de McCain para los republicanos parece, vista en perspectiva, menos sorprendente: realmente era el menos malo de los candidatos para ellos. Huckabee era un candidato horrible para las generales; Giuliani era demasiado liberal; Romney había cambiado de opinión demasiadas veces; y Fred Thompson era un vago. McCain, con sus problemas (viejo, errático, "rebelde") era la mejor opción.

En fin, turno de preguntas sobre las primarias ahora, como fin de fiesta. Si no media catástrofe, dos artículos más (respuestas variadas y muerte oficial de Hillary, con conclusiones y datos finales) y pasamos a hablar de las generales. Ahora es cuando empieza la fiesta de veras.

A todo esto, ya que estoy con medallitas. Obama no trató a los votantes como idiotas con la estupidez de las vacaciones fiscales, algo que parece haberle funcionado en estas últimas primarias. Aún resultará que acierto de vez en cuando, aunque sea por puñetera casualidad.

14 comentarios:

R. Senserrich dijo...

Los clintonistas, por cierto, andan ya negando la gravedad, diciendo que ni 20 de mayo ni ostias. Que las reglas están mal, no les gustan, y no, no, no, no han perdido.

Dioses, esto ya es patético.

Anónimo dijo...

Hay gente que no se entera que su tiempo ya ha pasado y se aferra a unas migajas.

bordesinremedio dijo...

En la New York Magazine ponen un mejor ejemplo de posible debacle de Obama como justificación de Clinton para continuar:

En vez de matar a un bebé delante de todos sería una fotografía de un ménage à trois con él, Wright y Bill Ayers. Eso sí que sería un escandalo¡¡¡ :P

Anónimo dijo...

@egocatra

Cada vez me baso más en tus comentarios y opiniones para entender las elecciones americanas. Gracias

R. Senserrich dijo...

@Pat

Pues que Dios te pille confesado, hijo mío, porque vamos... ;-).

Realice dijo...

Una pregunta sobre las primarias, pues, si es el turno, que llevo tiempo queriendo preguntártelo.

Me pasmó ver los resultados de una de esas encuestas que los americanos hacen por cienes cuando Romney y Huckabee aún estaban en liza. Creo que fue una encuesta posterior al supermartes aquél de febrero, pero no puedo encontrarlo ahora. Segmentaba el voto a los candidatos en función de variables sociodemográficas y también en función de su posicionamiento ideológico en diversas cuestiones.

Lo curioso era la diferencia entre demócratas y republicanos. La preferencia entre los diversos candidatos republicanos parecía completamente independiente de las variables sociodemográficas, y en cambio era muy sensible al posicionamiento del votante en materia política y económica. La preferencia por Obama o Clinton era completamente indiferente al posicionamiento en esas mismas cosas, y en cambio estaba claramente vinculada a variables sociodemográficas.

¿Tan similar es (en el fondo, que ya sé que no en la forma) el programa de Obama y Clinton? ¿Tan diferente era el programa de los candidatos republicanos? ¿O es que los demócratas votan a la imagen y los republicanos escuchan a sus candidatos?

Tampoco sé qué representatividad tenían aquellos resultados, ni en qué medida son extrapolables al conjunto de las dos campañas, la verdad. Pero siempre he seguido oyendo y leyendo que la segmentación del voto entre Obama y Hillary es tan nítidamente sociodemográfica que de vez en cuando me acuerdo de aquello.

Citoyen dijo...

Sí, yo también creo que eres un genio haciendo predicciones. Igual deberías dedicarte a ello de forma más o menos profesional, con un consultorio ¿ves algún futuro para mí y mis planes de conquista mundial en tu bola de cristal?

R. Senserrich dijo...

@Citoyen:

¿Te has puesto en contacto con el Frente de Liberación de los Gnomos de Jardín ya? La bola de cristal me dicen que son totalmente imprescindibles. Vitales, vamos.

@Realice:

Sobre demografía y voto, es difícil hablar de ello sin tener las postelectorales en bruto. Bien puede ser que los jóvenes voten a Obama por varios puntos del programa que gustan a todos lo jóvenes, y que la relación de edad sea espúrea. Daré por bueno lo que dicen los medios (sigh) y diremos que eso no pasa, a ver...

La respuesta sería que sí, Obama y Hillary son parecidos... hasta cierto punto. Las posiciones "en bruto" son parecidas: quieren retirarse de Irak, quieren más intervención pública en la sanidad, etcétera. Lo que cambia mucho son los matices, cómo implementar esas políticas (y en ese aspecto, Obama es bastante más moderno), y el tono y forma de ver la política.

Lo primero es una cuestión de matiz; a mi me parece importante (cómo diseñas una política es crucial), pero al votante medio no creo que eso le preocupe. Lo segundo es más peliagudo, y creo que ahí sí entra la demografía. Obama es un candidato menos cínico, más idealista, y que cree que las forms son tan importantes como el resultado final. Eso sí que gusta a los jóvenes, universitarios, etcétera, etcétera.

Sobre los republicanos, la cuestión es básicamente que sí, el partido está más dividido ideológicamente. Mucho más; hay neocons, religiosos, libremercadistas, populistas, aislacionistas, libertarios... Es una coalición enorme, y con mucha distancia entre ellos.

En resumen: no es que los demócratas voten más a la personalidad; es que en lo básico están más de acuerdo en todo. Los detalles, en política, son importantes, sin embargo...

Realice dijo...

Gracias por la respuesta, egócrata. Y, ya que estamos, sigo preguntando, que a mí me pasa como a Pat Andrews :D

¿En qué sentido dices que Obama es 'bastante más moderno' que Clinton en la forma de implementar las políticas? ¿A qué tipo de cosas te refieres con ello?

R. Senserrich dijo...

Hillary tiene propuestas siguiendo el típico modelo americano: todo lo arregla con política tributaria. ¿Queremos industrias más verdes? Incentivo y desgravación fiscal para ellos. ¿Ayudar a los pobres? Crédito fiscal. ¿Ayudar a ir a la universidad? Cuentas de ahorros libres de impuestos.
Es un modelo muy gringo que tiene problemas graves. El primero, el sistema tributario es un caos; no hay Dios que entienda nada. Tener un sistema de impuestos sencillo es bueno para la economía (reduce costes de transacción), y es caro para todo el mundo. El segundo, y más grave, estas "ayudas" acaban por favorecer sólo aquellos que tienen buenos contables; son muy opacas.

Lo que es peor, son poco populares. Tanto forzar la política a ayudar sólo a unos pocos, crea resentimiento en quien no lo ve. Yo estoy hasta el gorro de ver un montón de desgravaciones para gastos en seguro médico, siempre con unos requisitos absurdos para que te cuenten. Por ejemplo, desgrava si gastas más de $4.500 dólares al año directamente en gastos de salud. Nosotros gastamos $5,000, pero no puedo contar lo que me cubre la empresa, así que no entro. Hay cientos de reglas así.

Obama es más partidario de hacer programas más universalistas, y mucho más sencillos. En vez de una barroca desgravación con 14 requisitos, mejor hacer las cosas más baratas a golpe de gasto público que cubra a todos.

Redistribuir renta es mucho más eficiente si se hace desde el gasto que desde los impuestos, desde siempre. La política fiscal, sin embargo, es políticamente más fácil en EUA (lo vendes todo como rebajas fiscales) pero es muy poco eficiente.

Alex Guerrero dijo...

Ya veo a McCain en la Casa Blanca. Y me apuesto 15$ a que es así. Aquí queda escrito, egócrata.

Anónimo dijo...

@egocrata

No presumas de falsa modestia que es de lo peor que s epuede presumir. ¿Verdad Roger?

R. Senserrich dijo...

Ahí van los $15. Si miras todos los datos (crecimiento, popularidad del presidente saliente, etc, etc, etc...) los demócratas pueden presentar un mono con dos pistolas este año, que ganaría igual.

Ahora si Hillary se apartara de una vez...

Augie March dijo...

Aquí ponen a Hillary (no al escalador, :D) a parir. Si es que ...