La agenda neoconservadora ya no tiene buena prensa en los Estados Unidos. Un año y medio después de su reelección, George W. Bush ha pasado a ser el segundo peor presidente en popularidad de la historia del país. Las últimas encuestas le dan un lamentable 29% de popularidad, cifras incluso peores que las de Richard Nixon durante el Watergate. Sólo Harry S. Truman en 1951, cuando su valoración cayó al 24% tras echar a Douglas MacArthur del mando en Korea (tras la sugerencia del general de usar armas atómicas, aunque eso sólo se supo más tarde) ha tenido peor valoración de sus conciudadanos que este presidente.
Los motivos son múltiples y variados, de sobras conocidos. Desde el desastre iraquí a los escándalos de corrupción de su partido o alegaciones de escuchas ilegales, pasando por el precio de los carburantes o una economía que dice ir muy bien pero que nadie parece verse beneficiado por ella, la presidencia de Bush es a ojos de la inmensa mayoría de americanos un fracaso.
La gente está cabreada, en serio. Incluso entre votantes de Bush poco politizados que conozco se califica al presidente como idiota. Parece que el experimento conservador de los últimos 12 años (desde que los republicanos ganaron el Congreso en 1994) se acerca a su fin. Veremos en las legislativas de noviembre. No me atrevo a decir que habrá cambios, ya que el sistema electoral favorece descaradamente a los republicanos (a todo aquel que tenga un cargo, de hecho; pero mandan ellos) pero parece que este presidente poco podrá hacer más.
2 comentarios:
A buenas horas, mangas verdes. Hace menos de dos años lo reeligieron con la mayor cantidad (que no proporción, eso es verdad) de votos de la historia, y las consecuencias las hemos pagado todos.
jasev: si no tienes en cuenta los porcentajes, también puedes decir que Bush fue reelegido con la mayor cantidad de de votos populares en contra jamás habido en la historia de las elecciones presidenciales en su país. :-D
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