Siguiendo la tónica habitual del PP de culpar al gobierno de todo aquello que pasa en el mundo, los chicos de Rajoy ahora se dedican a proteger a los pobres capitalistas que han sido nacionalizados por el malvado régimen cocalero Boliviano. Firmeza, piden. Nada de diálogo, aquí firmeza.
Para un partido tan obesesionado por la soberanía nacional, no estaría mal que repasasen los poderes del estado español fuera de sus fronteras. Más que nada porque no tiene demasiados, a no se que se recurra a la fuerza bruta.
El símil más sencillo es el de un ciudadano paseando por la calle. Si esa calle está en Lavapiés en Madrid, y al tipo le pegan una paliza y le roban la cartera, la cuestión sí debe ser tratada por las autoridades, sin que estas se puedan escudar en que el señor es tonto por pasear por un barrio peligroso a esas horas vestido de Armani. Si ese mismo señor, sin embargo, decide irse a pasear por Irak, Darfur o alguna zona de guerra parecida y le cosen a tiros, pues la verdad es que el hombre se lo ha buscado.
Cuando Repsol, Totalfina-Elf, Petrobras y BG se van a hacer las américas en Bolivia, están corriendo un riesgo. Saben que si los bolivianos escogen a un populista como Evo Morales este hará tonterías de esas que cuestan a los inversores un montón de dinero. Los directivos de esas empresas saben también que una vez salen de las fronteras de la Unión Europea y de sus respectivos países sus inversiones ya no gozan de las mismas protecciones.
Invertir en un negocio es en cierto sentido una loteria. Cuando uno hace sus cuentas para una fábrica, un empresario calcula que tiene una cierta probabilidad de éxito, y hacer mucho dinero, una cierta probabilidad de fracaso, y ruina, y una cierta probabilidad de ir tirando sin hacerse millonario. Si se decide invertir, es porque cree que el riesgo le compensa, así que decide jugarse su dinero con ello y a lo mejor obtener el premio.
Hacer negocios en el tercer mundo es más o menos lo mismo, con algunas diferencias. Primero, los beneficios potenciales son astronómicos en muchos casos. Segundo, y debido a la ley fundamental del mundo real que reza "nada sale gratis", la probabilidad que un tarado te expropie y pierdas la inversión es mucho mayor. Los bancos siguen prestando dinero a Bolivia y países así (además de a gente que está en bancarrota) por el mismo motivo; altos tipos de interés que dan mayores beneficios, pero compensan el alto riesgo que los créditos sean impagados.
Repsol y compañía hicieron cuentas, reflexionaron, y calcularon que los potenciales beneficios compensaban el riesgo, y que un tipo como Morales no ganaría ni de broma las elecciones. A lo mejor confiaban en un golpe de estado si lo hacía, como en los tiempos de la guerra fría, o un ataque de cordura de los Bolivianos. Tiraron los dados y perdieron. Ups, mala suerte.
Cuando algunos idiotas hablan de rendición, la verdad no sé que pretenden. Quizás creen que cualquier tiempo pasado fue mejor, y que es hora de enviar una cañonera a bombardear la capital del país rebelde como si esto fuera el siglo XIX (y Bolivia tuviera costa). Quizás prefiere el método actualizado de misiles de crucero y "brillantes" invasiones militares. O quizás creen que una empresa no debe nunca pagar por los errores que comete, y que papá estado debe siempre estar allí para salvarles cuando un niño malo les quita los juguetes. Qué liberalismo más estupendo, pardiez.
9 comentarios:
Supongo que queda claro, si no es por este artículo por el anterior, que la nacionalización me parece una tontería...
que la nacionalización me parece una tontería
¿Te puedo preguntar por qué? ¿POr qué los bolivianos no pueden hacer con el petroleo que está bajo su suelo lo que les pluguiere?
Dos post más abajo lo argumento: enlace
¡Glorioso, glorioso! Si ganamos la Liga de Champiñones, tengo que cerrar la bitácora una semana para compensar el subidón. :_)
Visca el Barça!
Me da pereza, y no tengo mucho tiempo, para buscar las responsabilidades legales asumidas por el Estado boliviano en el contexto internacional, así como las posibles existentes de manera bilateral con España, pero si existen, creo, como Pedro Solbes, que España tiene todo el derecho a exigir el cumplimiento riguroso del derecho que asiste a empresas con sede social en suelo español, si eso es así.
Si ese derecho es, desde un punto de vista político, más o menos justo, puede ser objeto de reforma, pero sin poner el carro antes que las vacas: el derecho debe cumplirse siempre que está vigente.
Por ahora, solo puedo decir que la posición del gobierno español me parece formalmente correcta, en cuanto a que si concurren intereses varios, tanto de Bolivia como de España, se exige una negociación.
Lo de Rajoy es mera retórica vacía de contenidos concretos.
Una cosa es que sepan donde se meten y otra es que no se defienda una barbaridad y una estupidez... claro que cuando tenemos un gobierno que si está en casa aplica el bien común entendido por evitar que unos alemanes compren el suministro de energía y si el que aplica el supuesto bien común es un boliviano, entonces hablamos de seguridad jurídica. No puedo decir más que viva el libre comercio.
Egócrata: Supongo que queda claro, si no es por este artículo por el anterior, que la nacionalización me parece una tontería... Se llama propaganda, amigo mío... propaganda...
Saludos.
Aún siendo sólo propaganda, me sigue pareciendo una estupidez :-).
Berlin, y sí, Bolivia hace el tonto. Pero eso no hace al gobierno de España culpable. Es como culpar a Andorra del genocidio de Darfur.
Sobre lo de E.On, ya hable de la reforma. La vuelvo a explicar. La CNE tenía derecho a revisar OPAs y fusiones de empresas españolas sobre otras empresas españolas, pero no podía revisar OPAs y fusiones de empresas estranjeras a españolas. Había una asimetría tonta, donde Gas Natural podía ser vigilada por la CNE y E.On no. La CNE no ha bloqueado nada, sólo le han dado competencias para que pueda revisar el caso.
Si te parece lógico que las autoridades antimonopolio no puedan vigilar según que operaciones por venir de fuera, la verdad no te entiendo.
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