jueves, abril 24, 2008

Otra de divisiones para el PP (y el PSOE)

Ayer tuvimos un auténtico festival de declaraciones contradictorias de los barones autonómicos del PP y del PSOE, en algo que parece por fin dividir a ambos partidos de forma lógica: la financiación autonómica.

Hablé de ello en la última legislatura, cuando Madrid, Baleares y Valencia se pusieron a lloriquear desconsoladamente cuando escucharon la propuesta catalana sobre la distribución del dinero entre autonomías. Los tres presidentes autonómicos del PP mantuvieron prietas las filas hace tres años, actuando en contra de los intereses de sus votantes, pero con la barra libre de crítica feliz que se ha convertido el partido estos días ahora sí que actuan como era esperable.

Simplemente, un sistema de financiación que favorezca a los catalanes es un sistema de financiación que favorece a baleares, valencianos y madrileños. Cuando la propuesta de Antoni Castells es de hecho sorprendente lógica y razonable, aún más: se garantiza un mínimo común mediante redistribución a todas las autonomías, se introducen mecanismos que eviten que una comunidad baje impuestos y se queje que no tiene recursos, y si alguien quiere pagarse algún lujo, que suba sus impuestos y no le llore a Solbes.

Evidentemente, no sólo los barones del PP andan protestando. Las autonomías pobres del PSOE están reaccionando airadas contra el PSC, del mismo modo que los barones del PP están criticando a sus compañeros de partido. La verdad, creo que las críticas están justificadas (ya que perderán recursos) pero no tienen razón: es obvio que el sistema está roto.

Estos días el estado recauda a los individuos, reparte el dinero a los territorios y el nivel de gasto de cada gobierno autonómico es decidido según una extraña formula redistributiva, no según lo que opinen los votantes. Es mejor que cada uno recaude lo que quiere, cada autonomía pague los servicios que sus votantes le pidan, y el gobierno redistribuya a base de garantizar que el mínimo de servicios que vote el Congreso se cumpla. Si alguien quiere extras, sube sus impuestos, no crea políticas y después se queja a Solbes. Y todos contentos.

Ah, y por algo Rajoy es "amigo" de los malvados separatistas estos días. Estos barones rebeldes necesitan es cariño que sólo un líder puede proporcionar antes de un congreso.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Flaco favor nos hicieron los políticos (en general, sin concretar partidos) la pasada legislatura con las reformas estatutarias aprobadas en lo referente a la financiación territorial, especialmente la catalana.

R. Senserrich dijo...

Más que nada porque lo dejaron todo igual... a ver si ahora hacen algo.

Anónimo dijo...

Lo dudo. El gobierno está en minoría. Por tanto, expuesto a componendas con minorías parlamentarias para mantener la gobernabilidad. Difícilmente podrá aprobarse una ley de financiación con criterios estrictamente matemáticos, transparentes que no favorezcan a unos territorios sobre otros.

Anónimo dijo...

Hay zonas de España que si dejasen de tener un modelo de financiación tan dependiente del subsidio externo, movilizarían mucho más los grandes potenciales de desarrollo que tienen.

No por ser económicamente menos potentes que otras zonas, hay que menospreciar y ahogar en el "total para que, si ya recibimos suficientes recursos de fuera...", dignas y prometedoras iniciativas de desarrollo social y económico.

Y además, lo más perverso del actual sistema (que les pregunten a ciertos funcionarios de Galicia respecto de las revisiones de nivel de desarrollo europeas): a menos desarrollo económico, más volumen de subsidiación se tiene, con lo que más que arriesgarse a desarrollarse ("Uy, peligro, que eso de invertir tienen mucho riesgo, y tal vez hasta perdemos los dineros que ya tenemos"), el sistema (auto-preservante por definición) tiende a generalizar subdesarrollo.

Un mínimo suficiente para garantizar a todo el mundo derechos básicos, y el resto, condicional a implementar inversiones PRODUCTIVAS, y nada, pero nada de nada, a financiar gasto común. Que cada palo aguante su vela.

R. Senserrich dijo...

Quizás el gobierno esté en minoría, pero con CiU y dos caramelos al grupo mixto tiene mayoría. Y el PP estará muy ocupado liándose a guantazos para hacer oposición en esto, parece.

Anónimo dijo...

"con CiU y dos caramelos al grupo mixto tiene mayoría"

Precisamente eso es lo que me preocupa. No los dos caramelos al grupo mixto, sino lo que se dé a Cataluña para obtener el respaldo de CIU.

Anónimo dijo...

Mi profesor de Hacienda Pública formaba parte del equipo que redactó la propuesta de Castells. Nos la enseñó en clase, y la verdad es que es lo más razonable que se ha visto por estos lares en mucho tiempo.

Proporcionalidad a raudales. Imposible ponerle un pero a no ser que seas Extremeño y veas que te cortan el grifo.

Los otros cabreos son fáciles de explicar. Los del PP porque eso significa más poder para Cataluña (encima con una propuesta que proviene del gobierno catalán) y los de CiU, que la tacharon de moderada, por pura envidia. En una sola legislatura Castells ha conseguido los mejores presupuestos de la historia de Cataluña (paralizados por el Senado, eso sí) y una propuesta de financiación de escándalo que Pujol ni olió.

Ellos, que se pensaban que el nacionalismo era un monopolio.

Anónimo dijo...

Lole, una mayoría es una mayoría. A lo mejor crees que los diputados de CiU o el PSC son escoria de segunda o algo así; a saber.

¿O es que tienes miedo a la proporcionalidad y redistribución según reglas?

Anónimo dijo...

¿Que tal lo de recaudar segun la riqueza (patrimonio, actividad economica) y distribuir segun las necesidades?
Respecto a lo que dice Egocrata de que se cobra de los individuos y se reparte a los territorios, yo preferiria que se repartiera tambien a los individuos (si el jefe del chiringuito autonomico de turno lo permite).
No me parece razonable que el cupo vasco ni el navarro (cojamos el toro por los cuernos, please) ni que cada comunidad autonoma pueda bajar impuestos por su cuenta.
Un saludo.