Desde el PP se han estado levantando multitud de voces criticando el sistema de financiación propuesto en la reforma del estatuto catalán. Ya he dicho que el mecanismo propuesto no me parece una gran idea, pero el sentido de la mayoría de críticas de los populares me parece tácticamente erroneo.
Lo he dicho otras veces, pero en el sistema de financiación actual hay cuatro comunidades que pagan, dos que se escaquean, y once que cobran. Las que pagan son Baleares, Valencia, Madrid y Cataluña, las que se escaquean son Euskadi y Navarra, y el resto tienden a recibir más de lo que aportan. Casualmente, el PP gobierna en tres de las cuatro comunidades que pasan por caja, mientras que el PSOE predomina en el resto. Sin embargo, por algún motivo que se me escapa, el PP tacha cualquier propuesta de reforma del sistema de financiación autonómica como insolidaria.
La situación es francamente surrealista. Cualquier sistema de financiación que favorezca a los marvados catalanes también sería bueno para baleares, valencianos y madrileños. Sin embargo, el PP prefiere defender un sistema que no favorece a sus votantes, y que en cambio riega de subvenciones a las comunidades donde constantemente pierde. Defender un modelo que pejudica a las comunidades en las que gobiernas es algo bastante raro, cuanto menos. Se puede defender una retórica de vivaespaña y cohesión territorial, pero es bastante absurdo que haciendo esto uno se ponga a regalar dinero a gobiernos que no controla.
A todo esto, sé de sobras que los impuestos en teoría los pagan los individuos, no los territorios... y digo en teoría, porque con el sistema actual, eso no se cumple. El estado recauda los impuestos a los individuos, pero los reparte a las autonomías. Con este arreglo, un ciudadano madrileño medio paga más que el españolito típico, y su gobierno autonómico recibe una cantidad indeterminada... que por cápita, es menor que lo que recibe el español medio. Es lógico que quien más tiene más paga, lo que no es lógico es que lo cobrado por territorios sea menor per cápita. Por ser de León, un ciudadano puede esperar tener más gasto público a su disposición, de media, que por ser catalán, independientemente de su nivel de renta. En otras palabras, un madrileño de renta baja recibirá igual subsidio de desempleo, pero su comunidad tendrá menos dinero para sanidad, educación o políticas activas de empleo para él que un leonés.
Lo lógico sería un sistema en que al pagar, cada nivel de la administración recibiera una parte de lo pagado, y después las comunidades ricas pasaran un porcentaje para compensar a las menos afortunadas por generar menos recursos sin discriminar por población. Un sistema más claro, en resumen, que el actual o la propuesta catalana.
Por cierto, el señor Martín Seco habla de federalismo sin tener puñetera idea, como la mayoría de contertulios. No, el impuesto de la renta no se lo queda todo el gobierno federal en Estados Unidos. Cuando uno rellena la declaración, hay una parte que es federal, pero otra que es específica de cada estado. Lo mismo para el de sucesiones, por cierto. El de sociedades es federal por la cláusula de comercio interestatal y su exclusividad federal, no porque sea redistributivo. De nada.
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